Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos hasta el noche de ser Robert Dudley y su expedición al Dorado, ya que en noches anteriores
0:00:09 hemos hablado de Berrio, de Raleigh y de otros que han intentado encontrar aquella
0:00:15 límite ciudad. Cuando el reciente mental Walter Raleigh planeaba en Inglaterra su primera
0:00:23 viaje a las cingias para el Dorado, uno se le adelantó, hubo un tipo que se le adelantó
0:00:30 y eso lo puso Julio. Seguir tipo se llamaba Robert Dudley y le había pedido permiso a
0:00:35 la reina Isabel para emprender su expedición. Cuando Raleigh se enteró se presentó en
0:00:42 palacio a tirar la bronca o a reclamar el mismo el permiso para dirigirse hacia aquellas
0:00:50 regiones, pero la regla lo obligó a esperar que Dudley hiciera su intento. Dudley era
0:00:57 hijo ilegítimo del conte del life-estad y dicen que era un perfecto caballero al modo
0:01:02 isabeleno. Caballera va con Don Aire, era famoso por su balanceo en la montura. Ser uno famoso
0:01:11 por la forma de balancearse sobre la montura es algo difícil porque hacerse famoso por
0:01:19 lo que descubrí, pongamos por caso Australia es relativamente sencillo. Se trata de un
0:01:25 continente bastante notable y se puede hacer pama con solo avistarlo por primera vez. En
0:01:32 cambio por balancearse en la montura que es un hecho aparentemente cotidiano igual a
0:01:36 lo que es muy difícil hacerse famoso. Así que debía tener una forma mucho más extraordinaria
0:01:45 de balancearse sobre la montura que la que estuvo Colón para descubrir a México.
0:01:57 También era famoso por ser el primero que enseñó un perro a colocarse para atacar
0:02:03 perdices en las salidas de casa. Bueno, eso es más comprensible. Alguien que sea capaz
0:02:10 de enseñarle un perro a atacar perdices, le dice una fama impresionante.
0:02:18 El relato más complejo de la aventura de Dudley en América lo escribió el capitán
0:02:23 Weigert, uno de sus hombres. Weigert consideraba a Dudley el mayor héroe de la caballería
0:02:29 y así mismo su mejor escuelero. Dudley tenía 140 hombres a su cargo y un primer piloto
0:02:35 tenible llamado El Braham Channel. Había navegado por la ciencia Centrax nueve años
0:02:43 antes y había participado en la destrucción casa por casa de la ciudad de Santo Domingo.
0:02:49 Y, si su casa por casa nos revela la miluciosidad de la destrucción de Santo Domingo. Porque
0:02:56 la destrucción de Santo Domingo así sin el casa por casa nos hace suspensar que tal vez
0:03:05 algo quedó sin ser destruido. Hemos destruido Santo Domingo. Bien, y te lo hice en un día
0:03:12 finico, ¿no? Y vos pensás, este la destruyó pero seguro que algo quedó. En cambio, si
0:03:17 él te dice, hemos destruido Santo Domingo casa por casa, vos pensás que lo quedan.
0:03:29 Esto con referencia a El Braham Kendall que era el que había destruido casa por casa
0:03:34 la ciudad de Santo Domingo. En realidad que lo había hecho de Atraeck pero ahí estaba Kendall
0:03:39 y que le habrá tocado una que otra casa. Kendall no le caía demasiado bien al resto de la
0:03:44 tripulación que navegaba con Dudley. Se contaba que no consentía que nadie me hubiese a bordo
0:03:52 porque eso podía traer mala suerte. Y entonces cuando se enfermaba alguno o cuando estaba herido
0:03:59 Kendall lo tiraba por la borda para que se muriera en el mar y no contagiar a la vez
0:04:04 comunica a la embarcación. Dudley llegó con sus hombres al golpe de Paria al norte de Venezuela.
0:04:12 La primera noche después del desembarco, temían un ataque de españoles o de indios.
0:04:20 Los centinelas dieron una alerta. Creían que a lo lejos se acercaban hombres con antorchas
0:04:27 incentidas. En realidad se había encontrado por primera vez con las luciérnagas o los
0:04:33 bichos de luz. Dice el tronista que existía, si? Cierta especie de moca que aparecía de noche,
0:04:39 las cuales parecían fósforos encendidos parecían. Dice el tronista que era en luciérnagas totalmente
0:04:49 desconocedor. Luego de reconocer lo que sería la guayana, Dudley capturó a un indio que hablaba
0:04:58 español y que se hacía llamar Baltazar. Y le preguntó a ese mismo indio por el dorado, creciendo
0:05:07 que todo lo que hablaba en español se había en donde quedaba el dorado o que todos los indios se
0:05:12 habían en donde quedaba el dorado. Bueno, primero no quiso hablar y Baltazar, pero después lo
0:05:18 amenazaron de muerte y accedió a llevar los ante ese argumento. Dice, hay ni si una marcha,
0:05:26 como casi siempre, espantosa. En determinado momento viajaban a través de un riachuelo
0:05:31 obstruido con árboles caídos y retritos recetales. Baltazar se ofreció a correr algunos
0:05:40 obstáculos, pero aprovechó para huir en medio de la espesura. Inmediatamente el objetivo de
0:05:47 la expedición cambió. Ya no se trataba de encontrar el dorado, sino de buscar algún camino
0:05:53 que lo sacara de allí. Encontraron a otro indio, lo cual no era raro, así vivían.
0:06:05 Pero no le sirvió de nada. ¿Para qué que se vieron que le sirvieron? Se limitaba,
0:06:11 aquel indio que vieron mala suerte, se limitaba a señalar y a decir Paracoa. Claro, un indio que
0:06:17 señala y dice Paracoa es verdad, no sirve de mucho, no hace mucha utilidad. Ni siquiera un
0:06:27 profesor de Gaxford que señala y diría, Paracoa sirve de mucho. Pero la verdad es que el indio
0:06:34 intentaba mostrarles el camino de vuelta hacia el mar, pero no lo hicieron caso porque no sabía
0:06:39 aunque Paracoa, quería decir en el lenguaje indígena, amigos de Inglaterra, el mar queda en
0:06:48 aquella dirección. Dudley y sus hombres, cuando hubieran dos meses en medio de la selva, comiendo
0:07:00 raíces y bebiendo agua de pocos, lo único que hicieron fue buscar riachos, seguir la dirección de
0:07:09 sus aguas hasta desembocaduras mayores y así conseguirán llegar hasta una corriente grande que
0:07:14 los devolvió al mar. Cuando llegaron a donde habían dejado los barcos, vieron otro barco que
0:07:21 era de Paema, su llegada unos días antes en Valento, no a Dudley, intentó a los
0:07:29 hombres que acababan de salvarse para empezar una nueva extradición junto con los recién cagados
0:07:36 de Paema. La verdad es que no puede pensarse más que en la creencia fervorosa, en una ciudad dorada,
0:07:42 para explicar las ganas de volver a salir después estar a punto de morir en la selva. Pero también
0:07:48 a pensarse en la degradación que podría sufrir un noble si regresaba a la casada. Y hubo una
0:07:56 nueva salida, pero no sirvió de nada. Se encontraron con cuatro indios que lo mismo que va a alzar,
0:08:02 lo llevaron hasta determinado punto, huyeron y lo dejaron a la deriva en medio de la especie.
0:08:09 Pero esta vez habían tomado los hombres de Dudley pretenciones y postas por lo que no llegaron
0:08:17 a perderse y regresaron al golfo y después a Inglaterra. Para no perder el favor real,
0:08:22 Robert Dudley llegó a una conclusión que podía sostenerlo en la corte. Su expedición había
0:08:28 tenido éxito. Al menos se había comprobado que el dorado no existía. Pero no le crecieron.
0:08:38 No le crecieron. Para el Rey no, la única comprobación válida era la de la existencia y
0:08:44 ocupación de la ciudad de Oro. No había caso, no valía si vean, no lo encontré porque no existen,
0:08:49 no. No había encontrado absolutamente nada. Hizo imposible la vida noble de Dudley. Cuando
0:08:58 regresó a Inglaterra, fue rechazado en la corte por ineficad, tuvo que exiliarse en Italia,
0:09:06 el que se alegró mucho a José Walter Ray que insió su viaje, el viaje que contamos en
0:09:13 otro día. En Italia, Dudley utilizó los honores que le habían negado en Inglaterra. Se hizo cartólico,
0:09:20 cartólico sería el gobierno coro, y perseguidor de cuantos herejes ingleses pudo encontrar. Con los años
0:09:28 pasó a formar parte de la nobleza italiana y ofreció su lealtad únicamente a Florencia. Sus
0:09:35 obras de navegación publicadas en Italia cuando tenía casi 72 años estaban dedicadas a el gran
0:09:40 Duque de Toscana. Esta dedicatoria se repitió en el mapa para Guadrana, adornado con barcos e
0:09:48 indios desnudos con los topónimos en italiano. Robert Dudley murió en Italia a la espera y atención
0:09:56 este último de esta. A la espera de que nadie encontrara el Dorado. Cada vez que les llegaba
0:10:03 noticia de algún nuevo fracaso, ofreció un bailongo y un banquete para festejar que no se
0:10:10 certificara su ineficacia. Y así termina la historia de Robert Dudley que murió temiendo que
0:10:21 algunos hieres encontrar el Dorado. Hoy estaría muy contento, pero ya es muy difícil que lo
0:10:25 mismo. Acá si no quedan lugares donde buscar. Incluso en algunos lugares se han buscado más de una
0:10:32 vez. ¿A qué quiere dedicar esta chapa? Al indígena que ensangue el vídeo a lo que
0:10:41 no sabía ni siquiera como se llamaba. La barbacoa.
0:11:02 Hemos sido a la discoteca y hemos cotado varias veces en el editorial discotecario y
0:11:15 condolido por esa amargura del adley nos dio justamente el tango que se llama amargura.
0:11:21 Uno lo tango más raro de Carlos Arden, que canta el mismo en su versión clásica en una de las tres
0:11:29 versiones que crecita este tango, la más conocida. Adelante.
0:13:59 A cantado Carlos Arden, de Garden y Nepera, amargura.
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