Transcripción automática
0:00:00 El suki, no el suki, el suki. Es una extraña costumbre hindú, que es un sacrificio que hacían las mujeres de la muerte de su esposa.
0:00:12 Las viudas se tiraban redondamente a las pilas puneras de arriesg, donde se consumía aliento, y morían abrazadas por el juego.
0:00:20 Esto sucedía solo en las castas superiores, las princesas o esposas de hombres ricos. A esa costumbre llamaba el suki.
0:00:29 Las mujeres de castas inferiores se entregaban a esa práctica solo por exerción, con la esperanza incluso de conquistar una gloria cóstuma,
0:00:38 y de merecer un monumento en el lugar mismo de sacrificio. Pero lo hacían para figurar.
0:00:48 Las viudas pobres que no se sometían al suki no podían volver a casarse.
0:00:53 Sido hacían, caían en el desprecio público y perdían todas las promesas que la religión preservado por el mundo futuro.
0:01:04 Lo aconsejable cuando usted se quedaba ayuda, Rolón, era que se retirara a una vida austera, en la que debía alimentarse de vegetales,
0:01:14 y no volver jamás a pronunciar un nombre de varón.
0:01:18 Por ejemplo, el gasto.
0:01:20 Y si usted se considera un ciber y se llama el gasto, ¿cómo lo llama?
0:01:25 Sí, no es nombre, Rolón.
0:01:26 Y no lo tiene que nombrar por el...
0:01:28 ¿Como se llama los hijos?
0:01:31 Lele. Lele.
0:01:33 Si tienen todos.
0:01:35 ¿Lele?
0:01:38 Venga.
0:01:39 Vamos a nombrar más.
0:01:41 Sí, pero lele puede ser un nombre también.
0:01:46 Lele Libre, lele Ábalo, lele Maralla.
0:01:51 Que sigo.
0:01:52 De demorado.
0:01:54 Bueno, pero antes de dar cuenta de que se acercó vale la pena contar,
0:01:59 la religión de las mujeres hacia sus maridos era así de su ciudad, más allá de esta incineración final.
0:02:08 El padre estaba obligado a casar a sus hijas sin esperar la novinidad.
0:02:14 Las leyes de Malú enumeraban toda una serie de matrimonios.
0:02:18 Desde el más augusto que era el de los ramones hasta llamaron matrimonio de los músicos electes,
0:02:24 calificación dada al matrimonio de amor, que era una cosa muy rara.
0:02:28 Aquellas leyes declaraban también que la mujer estaba sometida a todos los instintos de la naturaleza
0:02:35 y que carecía de la fuerza necesaria para vencerlos.
0:02:38 Es la ley dictaminada una visión de la mujer.
0:02:47 Si por ley la mujer está servida.
0:02:50 Que raro, no es que una ley opine.
0:02:53 Si una ley refleje una opinión es una cosa.
0:02:57 Si una ley opine.
0:02:58 Artículo primero, la mujer es un ser abandonado a sus instintos que no tiene capacidad para dominarlos.
0:03:09 Se hacía un pie santo.
0:03:10 A mí me ha dado una santilla.
0:03:13 Y así empezamos.
0:03:15 Me va a dar arroz.
0:03:16 Bueno, entonces se adopta una imagen.
0:03:23 Es de todas clases de media de precaución y represalidad para contener, para controlar a un ser
0:03:30 que estaban según ellos creían a mercer de sus instintos.
0:03:34 En la antigua legislación de Manu, la culpable de adulte dio murida de morada por los perros.
0:03:42 Y al cómplice se lo colocaba en una cama de hierro al rojo de Iobaro.
0:03:48 Llegamos que había una cierta justicia.
0:03:52 Si le podemos llamar así.
0:03:53 Así que atención, voy a repetir.
0:03:56 A la culpable se la comía los perros y la complice ese artículo.
0:04:01 Y por lo que el cómplice de un adulte dio ese al mismo tiempo el que lo comía ese.
0:04:06 Se lo colocaba en una cama de hierro al rojo de Iobaro.
0:04:09 ¿Sólo qué te preciera?
0:04:11 Lo digo, si se lo coma los perros o que lo coma en una cama al rojo de Iobaro.
0:04:19 Pero no sé, la verdad, no sé.
0:04:21 Lo peor son las dos cosas.
0:04:23 Sí, pero no se lo comía en una cama al rojo de Iobaro.
0:04:26 Y después, al marrullo, se coma los perros.
0:04:30 De él y te coman los perros no es nada, porque cuando te coman los perros ya se mueren.
0:04:34 Ya se mueren.
0:04:35 No es difícil un porro que coma a vivo.
0:04:37 Que puede comer vivo hasta cierto punto.
0:04:40 Ya que tenemos al doctor Rodolacriza.
0:04:43 ¿En qué momento, si lo ingesta de una persona, esta persona pasa de estar viva a muerta?
0:04:50 Me están comiendo vivo hasta dónde lo puedo decir.
0:04:54 Bueno, esto tiene que ver con la parte de su cuerpo con la que los perros se comieron.
0:04:59 ¿Cómo se empiezan a comer?
0:05:02 Porque se empiezan por la mano, por ejemplo, se va a sufrir mucho.
0:05:06 El cambio se empiezan por la lluvula.
0:05:08 El segundo por el congelo que pida.
0:05:12 El perro no sabe con esa lluvula.
0:05:14 El perro sabe con esa lluvula.
0:05:16 Más que si lo quiera con el tamaño.
0:05:18 Claro, el perro come.
0:05:20 Pero se podría decir que la saciedad del perro llegará antes que la muerte.
0:05:24 Y a ver, seguro.
0:05:26 Y digo, porque estoy por elegir que me coman los perros.
0:05:30 Por ahí no le gustan los perros.
0:05:34 Las muchachas no podían recibir ninguna educación.
0:05:38 Dependían siempre de alguien y debían mostrarse en eterna pasividad.
0:05:43 Eran mandadas, correcidas y todo lo que pedían a sus tramos era que no les golpearan demasiado fuerte.
0:05:50 Si el amo lo hacía, pedían que eligiera las partes más redondas y a disposas de sus cuartos.
0:05:57 Hablamos de matrimonios en los cuales las esposas, además, eran muchas.
0:06:02 Las podían.
0:06:04 La mujer del baramán debían seguir las descripciones, las prescripciones.
0:06:09 No, las descripciones.
0:06:11 Las lecciones en manú.
0:06:13 Es decir, la viajera de la lesión como debía ser una mujer.
0:06:17 Han de tener el cuerpo bien proporcionado y han de pisar y andar como un cisne o como un elefante joven.
0:06:27 El gusto se debe hacer con amplitud y decoro.
0:06:35 Y los brazos bien contornados han de ser irreprochables.
0:06:40 Un brazo irreprochable.
0:06:41 Un brazo irreprochable es una novelda de la Nubia de Granata.
0:06:46 Ahora bien, los brazos manes, antes de morir, sugerían a sus esposas una arneación más profunda
0:06:56 que llegaba hasta el punto de instalarlas a que no los sobrevivieran.
0:07:01 La podemos diseñar.
0:07:03 Feliz la.
0:07:05 La muero.
0:07:08 Por favor, si se usan a madre, una vez que quede pie, tirate a la tira, tirate para que los vecinos hablen de embija.
0:07:19 Para ser broncados los de Alada.
0:07:21 Es una jada.
0:07:22 Imagina la cara de Alada al lado cuando te pides a mi tira puneraria.
0:07:29 Casi el día que va a tirar ella.
0:07:32 Esa es la mujer que se identificaba.
0:07:35 Los brazos manes decían que esas mujeres que se identificaban igualdaban a Arudente, la esposa de Vashícito.
0:07:44 Eso las hacía merecedoras de habitar en el cielo durante tres cotis y medio.
0:07:51 Algo así como 35 millones de años.
0:07:55 O sea que un coti duraba 10 millones de años.
0:08:00 Todo sabe, todo afiliado de raica.
0:08:13 35 millones de años tenía que estar la tifa en compañía del marido.
0:08:16 Eso los pio a la mierda.
0:08:17 Ah, no, no me decironaba.
0:08:20 Y ese era el mismo número de poros que según los brazos manes hay en el cuerpo humano.
0:08:26 Los brazos manes habían tenido la propicidad de contárselos poros que habían llegado hasta 35 millones.
0:08:34 Creían además que tal sacrificio se publicaba tres generaciones susceptivas.
0:08:40 Aunque el esposo hubiera cometido los fieles delitos y la mujer se le tiraba la tira puneraria,
0:08:45 estábamos todos al baresa.
0:08:47 El hombre era perdonado en el cielo por la inmolación de la ayuda.
0:08:51 El teniente generado, si una mujer se asoa al estilo mientras usted moría, así lo vamos a perdonar.
0:08:59 Agra déjala a ella porque lo que soy yo decía el juez celestial, ya lo hubiera mandado a anunciar no bien de bote.
0:09:07 El subte se practicó en todo el mundo Stan, y uno me ha regulado hasta el año 1824.
0:09:16 Acá nomás.
0:09:17 Acá nomás.
0:09:18 Acá nomás.
0:09:19 Ahorita nomás.
0:09:21 Se creía que las esposas hindúes se arrojaban voluntariamente a las llamas,
0:09:27 pero en realidad no estaba a su alcance evitarlo.
0:09:30 Esa es la cosa.
0:09:31 La costumbre yraigada, el punto de honor y el temor de ser vilpeñadas hacían de esta resignación una especie de deber.
0:09:40 Si alguna intentaba su traerse a esta muerte, sus propios padres la obligaban a morir si es que me había entretado ya,
0:09:48 a fin de conservar la dignidad de la familia.
0:09:52 Cuando se veía que uno estaba a punto de no someterse al subte,
0:09:56 se le administraba un brevaje enviador denominado Hank,
0:10:00 una infusión hecha a base del lino y opio.
0:10:04 Sus propiedades narcóticas eran capaces de disipar todo temor.
0:10:09 Y ya estaba en el mismo momento que no se había.
0:10:12 En 1710, cuando murió el príncipe de Marama, que tenía más de 80 años,
0:10:18 sus 47 mujeres se tiraron a la origa una tras otra.
0:10:22 Una trasera sin agregar un ligado.
0:10:24 Tiempo de sergarecido simultáneo.
0:10:28 Lo hicieron adornadas con pedrerías y coronas de flores.
0:10:32 Vieron varias vueltas alrededor de la fila y después se tiraron.
0:10:36 Y ellos llevaban la espada del difunto.
0:10:39 Le dijieron que era una palabra salenero y antes de arrojarse al fuego,
0:10:44 invocó a los dioses y dijo,
0:10:46 nada debe de retenerme en este momento.
0:10:48 Sólo me queda seguirte, y se tiró.
0:10:52 Parece que una, asustada, le imploró a un soldado cristiano para que la salvara.
0:10:57 Dicen las crónicas, el soldado se turbó de tal manera
0:11:00 que sin querer empujó a la suplicante y la hizo caer al fuego.
0:11:04 Así que quedó con templos.
0:11:07 Cuando los cuerpos se consumieron, los asistentes tomaron algunas cenizas
0:11:11 que se suponían servían de talismán.
0:11:14 Más tarde, en el lugar se levantó un templo y se délífico a las mujeres.
0:11:19 Ahí le hubo la categoría de diosas.
0:11:21 A lo largo de todos los ríos de la India,
0:11:23 hay cientos de templos dedicados a las viuras que se han sacrificado.
0:11:27 Por espacio de muchos años, los ingleses asistieron impasibles
0:11:32 hasta oficialmente a estos residios.
0:11:35 Los funcionarios de la corona me explicaron su actitud
0:11:40 por el compromiso contraíto de no intervenir en los ritos religiosos
0:11:44 de los pueblos puestos bajo su protectorado.
0:11:47 Sin embargo, la administración de Lord William Benteck prohibió el sol.
0:11:54 Contemos para terminar un extraño suceso.
0:11:57 En 1829, el coronel Suleiman, que se registró en Julpo,
0:12:02 recibió una petición firmada por unos de las amantes del lugar.
0:12:07 Solicitaban permiso para que la viuda y uno de sus parientes
0:12:10 estuviera a ocupar un sitio en la obera destinada
0:12:13 a quemar el cuerpo de su marido.
0:12:17 Estamos ya, ya que había prohibido.
0:12:20 Suleiman negó la autorización.
0:12:23 Entonces la viuda amenazó con dejarse morir de hambre.
0:12:26 Suleiman le recibió, entonces intentó convencerla de no sacrificarse
0:12:31 y la muchacha no aceptó el consejo y le dijo,
0:12:34 no hay en mi imagen un poco de cierre que deseo mezclar con las anillas de mi marido
0:12:38 puesto que mi alma me ha abandonado.
0:12:41 El fuego no producirá ningún dolor a mi cuerpo.
0:12:44 Si dudáis acercar un brasero
0:12:47 y veréis cómo se consume mi brazo sin que mis labios se exhalen la masalla de quejas.
0:12:52 El coronel, viendo que nada podía detenerla, se dio.
0:12:56 Pero exigió al jefe de la familia que se comprometiera por escrito
0:12:59 no permitiendo sucesivo a que se acostumbre.
0:13:02 La viuda, cuando supo que la autoridad le permitía realizar sus deseos,
0:13:06 mostró gran alegría.
0:13:08 Viento, dijo.
0:13:10 Y cuando llegó a la obera, arrojó las flores y el cosarde que llevaba
0:13:16 recicló en voz baja una invocación
0:13:19 y ahí nomás se tendió en medio de la gama sin la ensalada.
0:13:23 Hay muy pocas, muy pocos antecedentes clásicos en otras culturas de este costumbre.
0:13:32 Pero tenemos así como agregado
0:13:36 algunas mujeres que se han echado a pigas de su marido en los nicos griegos.
0:13:41 Pero no ya siguiendo la costumbre, sino aquí por una improvisación
0:13:45 o por un deseo, una emoción violenta y violento
0:13:51 que no respondía ninguna clase de ley.
0:13:53 Capaneo, Capaneo era uno de los siete contrategos,
0:13:56 de cora, adrasto, capaneo, eso que fue.
0:13:59 Era un hombre violento de gigantesca estatura
0:14:03 que no tenía a los dioses.
0:14:06 Cuando transcurrió el primer asalto a la ciudad de Tebas
0:14:09 se lanzó resuelto a incendiarla,
0:14:11 pero un raso de Zeus lo detuvo y lo mató
0:14:15 en el momento en que se disponía a escalar la muralla.
0:14:19 Y su esposa, Eberne, que amaba mucho a Capaneo,
0:14:23 fue hasta el fuego, fue el producto del raso, no estaba bien lo supo,
0:14:27 y se arrojó a Eberne y se quemó de la cambra.
0:14:30 Otra fue con él, el propio Paris, también llamada Alejandra,
0:14:35 durante su cuento, Paris, alejado de Troya, había vivido en la montaña.
0:14:40 Allí había amado a la ninja en Lone.
0:14:44 Cuando Paris, tiempo más tarde, pronunció su célebro fallo,
0:14:59 se ha curado en el concurso de él y es entedadiosa,
0:15:02 sintió deseo de abandonar a Lone por el amor que le habían prometido,
0:15:07 pero el amor de Elena, el elició a Provita,
0:15:10 porque a Provita le prometió el amor de la mujer más hermosa en el mundo,
0:15:13 que era Elena.
0:15:15 Entonces, si tú deseo de disculpar con Elena, en Lone.
0:15:20 Y en Lone, que conocía el futuro, trató de disuaderlo,
0:15:24 pero no hubo caso.
0:15:25 Entonces le dijo que si era herido, no tenía más que volver a su lado,
0:15:29 pues solo ella conocía el medio de curarlo.
0:15:33 En efecto, en otro tiempo, a Polo le había dado a Lone
0:15:36 el don del conocimiento de las sustancias elementales.
0:15:40 Bueno, Paris, finalmente, se fue con Elena.
0:15:43 Algunos años después, en los últimos años de sitio de Troya,
0:15:47 fue herido por una flecha de filoquepes,
0:15:50 por el que tenía el arco-heracle.
0:15:52 Desesperado, se acordó entonces la promesa de Lone,
0:15:54 y, uuh, esta no va a curar.
0:15:56 Y le fue a pedir ayuda, pero ese, había como som,
0:15:59 herida por el abandono, no lo ayudó.
0:16:02 Paris se fue de nuevo y, a poco tiempo, crepó, no más.
0:16:06 En ese momento, en Lone, arrepentida,
0:16:10 acudió con los remedios esperando encontrar vivo a su antiguo amante
0:16:13 pero lo encontró muerto, y en una fila que ya se había encendido.
0:16:17 Y ella se arrojó a esa fila para consumirse con Lone.
0:16:22 Pero son decisiones emotivas que desconocan parte del suelo.
0:16:27 Y más poesica.
0:16:30 ¿A quién quiere dedicar a usted esta charla?
0:16:36 Como veidora, de luego, ¿no?
0:16:39 Y indignancia, de eso que...
0:16:41 No, que no lleve uno de los feministas,
0:16:44 la mujer lente de la de la cuadra.
0:16:48 Bueno, permítanme dedicárselo a los que participaban
0:16:52 de los matrimonios músicos cenes, que es porque tenían que ver con el amor.
0:16:55 Sí, casaban por amor.
0:16:56 Era un poquito, más o menos como ahora.
0:16:59 Es a las mujeres que se animaban a querer sobrevivir,
0:17:04 la muerte de sus esposas, y a los esposos que en cualquier momento
0:17:08 no pretenden que mueren con ellos.
0:17:11 Si, a la idea de diablo de muerte,
0:17:13 hablan de una destilable relación.
0:17:15 Lo sí porque tal vez...
0:17:16 No, otro que...
0:17:18 Arrojar a mi tira.
0:17:19 Claro, claro, ya está.
0:17:22 Está viviendo, no es lo que hace solo.
0:17:24 Ahí está su acercamiento, la querida.
0:17:26 Porque está el amor de todo, ¿no?
0:17:30 Desde luego el tango que utilizaremos será fuego lento,
0:17:32 como cada vez que algo se prende fuego.
0:17:35 Cambiamos la versión, ¿no es?
0:17:37 Hoy lo tocará el quinteto grato.
0:17:39 Pero cada vez que alguien se prende fuego,
0:17:40 porque a veces salgan a fuego lento,
0:17:42 es una de las cálculas contratuales del agrocontinental.
0:17:47 Ilustrar cualquier cosa de al guarda con a fuego lento.
0:17:51 Ponemos la danza de ritual del fuego,
0:17:53 de Manuel de Falla,
0:17:54 pero se afloran ahora el disco se afloran.
0:17:59 Bien, entonces, oiremos, no más,
0:18:01 al quinteto real encabezado desde luego
0:18:03 por Horacio Salgan,
0:18:04 en el tango esprit,
0:18:06 a fuego lento escrito seguramente,
0:18:09 en conmemoración de la viura del subtito,
0:18:14 al tanto de Horacio.
0:18:21 La viura del tango,
0:18:23 en el tango,
0:18:25 en el tango,
0:18:27 en el tango,
No hay comentarios. ¡Podés ser el primero en comentar!