Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos tal como lo hemos prometido de Lucrecia y su tercer exceso, el culpe de la corpresión.
0:00:08 Lucrecia Borja naturalmente, hemos venido hablando la semana anterior de los maridos de Lucrecia,
0:00:13 y nos quedaba el tercero, Alfonso de... ¿De quién? De este.
0:00:20 Así que hemos hablado de Giovanni Esforza, ¿se acuerda?
0:00:25 Aquel repulgado falsamente por infotente y Alfonso de Aragon, asesinado por hombres de
0:00:30 el hermano de Lucrecia, César de Borja. Y hace un par de días la dejamos a la pobre Lucrecia
0:00:37 sola en el castillo de Enpi a la espera de que su padre, el papa Alejandro Secto y su hermano César,
0:00:45 le destinaran un nuevo mareo. Muy bien. César eligió para su hermana, no para su hermana Rodón,
0:00:52 pero por la hermana de él, al principio él era el negro del buscado de Ferrara, Alfonso de este.
0:00:58 Los de este Ferrara, los Gonzaga Máltova, los Colónes Roma, los Medici en Florencia, los Esforzas Milán, y así.
0:01:08 Bien, este muchacho era bastante conveniente para Roma, pues César necesitaba un alianza con Ferrara,
0:01:18 más que nada porque andaban lidos con Menesia. Y empezaron las negociaciones, que fueron un poco largas, ¿no?
0:01:24 En agosto de 1501 se celebró la Unión por Poderes. Los novios no se conocían y en verdad no se conocieron por un tiempo.
0:01:33 Había unos trámites que hacer. Parece que los enviados de Ferrara, Gerardo, Gerardo Saraceni y Héctor Berlingeri,
0:01:41 que eran juristas, se presentaron en el Vaticano para saludar a Lucrecia Borga, la cultura de Lucrecia Ferrara.
0:01:48 Debían presentar un informe sobre ella, y especialmente sobre su obvirtura.
0:01:53 Eran dos alcaucines que habían venido a Lucrecia, y la mía se portaba bien.
0:01:58 Bien, llegaron ahí y empezaron a preparar un informe para hacerlo después al Duque de Ferrara.
0:02:05 La hija del Papa les pareció un poco fatigada.
0:02:09 Y en realidad estaba fatigada. Pasaba todas las noches de Juerga.
0:02:15 Una noche, según los cronistas, sucedió lo siguiente.
0:02:19 César de Borga invitó al Papa y a Lucrecia a susar por centros de los Vaticanos.
0:02:25 Invitó también a 50 de las más famosas prostitutas de Roma.
0:02:30 Después de comer, las damas galantes bailaron con los presentes.
0:02:34 Primero iban vestidas, y después se desnudaron.
0:02:38 Más tarde, arrojaron castañas al suelo, y, culpa mí la presión,
0:02:42 que las cortesanas juntaron exponiendo de este modo sus gracias.
0:02:48 Por último, se realizó una exposición de capas de esteda, de zapatos, de bonetes,
0:02:54 y otros objetos que se prometieron aquí que empiecen a las cortesanas
0:02:59 las muestras más numerosas de vivilidad.
0:03:02 Algunos asistentes que hacían la fusión de árbitros entregaron los premios
0:03:07 aquí nos fueron reconocidos como los vencedores. Una simpática orfilla.
0:03:12 En un punto, los historiadores discrepan para algunos Lucrecia estuvo allí toda la noche
0:03:18 y otros dicen que, temerosa de que los enviados de Ferrara pudieran pensar mal, se fue.
0:03:25 Se fue donde empezaba lo mejor.
0:03:28 De todos modos, los funcionarios de Ferrara elogiaron a Lucrecia,
0:03:32 su reserva, su piedad, su devoción.
0:03:35 Así que Alfonso Oles, el marido que la estaba esperando, quedó muy contento.
0:03:39 Y finalmente, si el viaje de Lucrecia a Ferrara cuenta que Alfonso no tuvo paciencia,
0:03:45 es una negra de clásica, es casi un tópico, no?
0:03:48 Atrimuimoslo por poder.
0:03:50 El novio se adelanta, esperada la novia, 50 kilómetros antes de que la novia llegue.
0:03:56 ¿Estaban con los vencedores?
0:03:58 Y lo hacen mascarados, etcétera.
0:04:03 Hizo lo mismo, Alfonso. Se gustaron.
0:04:07 Finalmente, fue recibido oficialmente, se hicieron las fiestas anunciales,
0:04:11 terminaron los vetejos, Lucrecia se retiró a la Alcova Racial,
0:04:15 mujeres, prelados, paríabentos, esquivanos, príncipes de distintas dinastías y casas.
0:04:22 Se pusieron ahí enlante cámara, acechando los icos en la noche de borras,
0:04:28 pegando a la oreja la puerta para ver si había algo que les permitiera conjeturar lo que algo estaba ocurriendo.
0:04:35 ¿Cómo será la laguna que el chancho la cruza al trote?
0:04:41 O sacar la mano de ahí porque la tenés muy frías, o rostas como hombre, te perdono mis cadenas,
0:04:53 Bien, y seis frases que permiten suponer el éxito o el fracaso de la noche.
0:05:01 Terminaron los vetejos, Lucrecia se retiró, ya lo leí, pero en cambio no le dije que Alfonso se reveló como un esposo muy galante,
0:05:17 galantería que se expresó en tres combates exitosos.
0:05:22 Alfonso era un hombre moreno de contextual fuerte, apasionado por los caniones, por los caballos, por los perros y los torneos.
0:05:31 Tocaba la viola de gamba sin embargo, y le gustaba modelar y pintar por selanas.
0:05:37 Le gustaba andar resnudo por el palacio y hacía chistes de gran peligro,
0:05:44 como por ejemplo soltar un toro furioso en la plaza.
0:05:47 De este modo provocó cuatro o cinco accidentes mortales, pero para eso era el duque.
0:05:52 Cuentan que Alfonso tenía todo un aren y dedicaba a sus ocupantes el tiempo que les daban los acuntos de Estado,
0:06:00 las jefas de camiones y los toros furiosos, y su esposa.
0:06:05 Príngencia era un poco selectivo, mejor dicho que no era nada selectivo, le gustaban todas.
0:06:10 Lucrecia se hacía la distraída, respite con los amores de su esposo.
0:06:16 Reunió una corte de poetas para matar el aburrimento, y con muchos de ellos se sospecharon relaciones que se le daron a Alfonso.
0:06:23 Uno de los principales fue el colesterol, según la crónica era un hombre rango en nacimiento,
0:06:32 que he comprengado sus problemas físicos con una obra poética que entusiasmaba las damas.
0:06:37 Un día Lucrecia le dio en recompensa de sus versos una rosa que previamente besó.
0:06:43 Alfonso se enteró y prestó más atención.
0:06:48 Lucrecia se mantuvo un poco alejado, pero hubo otras relaciones.
0:06:52 En la casa de Hercules Trosi, Lucrecia conoció a otro hombre, y que hemos hablado muchas veces,
0:06:58 el sabio veneziano Pietro Bembo, que era poeta también.
0:07:01 Había llegado a Ferrara con una rica biblioteca, su casa de Osterato fue centro de reunión para justas de oratoria, recitales de poesía,
0:07:11 y Lucrecia se enamoró, y también.
0:07:14 Se entregaron a un intercambio de correspondencia, que incluía el envío mutuo,
0:07:20 de mechones de pelo, que el otro guardaba como delinquia, hasta que ya estaban quedándose ambos pelados,
0:07:26 tanto intercambiar un pelo.
0:07:28 Una de las cartas de Pietro Bembo dice, si lo enriquecemos ya, la remisión capilar, porque quedaremos ambos pelados.
0:07:44 Alcun día nos detendremos acerca de esta costumbre de enviar pelos.
0:07:51 Los pelos, amor mío, son para ti.
0:07:54 Y adentro del sobre, un manojo de pelos.
0:08:02 Algunas de mis novias me enviaban pelos como suyos, y en realidad los juntaban en las peluquerías.
0:08:11 Para no andar cortando ese pelo, metían la carta en el sobre, pasaban por una peluquería de arraba,
0:08:18 como son de pelo más o menos, de color de ella, lo metían adentro del sobre, se grababan con escupilla,
0:08:23 y me lo mandaban.
0:08:25 Si yo era de esos pelos, los guardaban en relicarios, en cajitas de música, o incluso en el bolsillo.
0:08:32 En realidad, si siempre los metían en el bolsillo, me olvidaba de ellos.
0:08:36 Y yo estuve colgando con los pelos en el bolsillo, y sacaba dinero para pagar en las fiserías,
0:08:41 y junto con los billetes, salían un montón de pelos, ante la sorpresa de el mozo,
0:08:46 y me preguntaba, ¿y esos pelos? Yo eso miraba la forma que yo había sacado el dinero de bolsillo.
0:08:56 Sí, que no era tan caro, en serio.
0:08:58 Y le digo, yo decía generalmente, ¿puedes quedarse con ellos, mozo?
0:09:03 Y casi así intercambiaban pelos.
0:09:14 Para escribirse tenían un código secreto, y el colistrocio, el otro poeta que llamaba Lucrecia,
0:09:20 le ayudaban sus escritos.
0:09:22 Pero una vez Pietro Bembo se enfermó, y Lucrecia abandonó toda prudencia y se presentó junto al decho del enfermo.
0:09:29 Y el día siguiente, Bembo, fingió haber sido curado por esa visita, así es, y que la había curado.
0:09:35 Lo hizo por Galante, pero también por Miedo, porque prefirió que Lucrecia no lo visitara tan intrudentemente,
0:09:42 y hizo el curado, aunque estaba totalmente arrestado.
0:09:47 Pero esa cautela no duró mucho.
0:09:50 Cuando murió el Papa Alejandro VI, Lucrecia, que sabía que cambiaba su suerte,
0:09:57 tuvo como confidiente y amigo más cercano a Pietro Bembo.
0:10:01 Si usted quiere, puede contar cómo murió Alejandro VI.
0:10:06 ¿Cómo lo venenaron?
0:10:08 Lo venenaron, no sé si lo venenaron.
0:10:11 Estaban en una cena, en un asado, digo yo.
0:10:15 En el viniendo del señor de Corneto, un erudico recientemente nombrado cardenal.
0:10:21 Estaban ahí disfrutando el fresco de la noche.
0:10:23 Quiere una cosa poco recomendada por esos tiempos, porque andaba la malagria.
0:10:27 Lo que se llamaban entonces malagria, porque pensaban que era un mal que venía del aire.
0:10:33 Si ustedes quieren, en realidad, paludismo.
0:10:36 Se me dieron, ¿qué se gana?
0:10:39 Diciéndole paludismo, desde el mal, la había sido no inventada quimina.
0:10:43 Repondrían, no sé.
0:10:45 En el caso de que estaban ahí disfrutando el fresco de la noche,
0:10:48 lo malo no era el fresco de la noche, lo malo era el mosquito Anófeles,
0:10:51 que también salía a tomar fresco.
0:10:54 Tenía ente picado, el cagarrado de paludismo, el padre y señor nuestro,
0:10:58 por muy papa que fuera.
0:11:01 Muchos romanos habían muerto de mal área.
0:11:05 Y el papa tenía miedo, ¿eh?
0:11:07 Porque creía que el mal atacaba a la gente gorda y él era gordo.
0:11:12 En realidad es muy posible que la gente gorda se enferma de paludismo,
0:11:17 más que la gente claca, solo por el área de superficie mucho mayor
0:11:23 que presentaban al apetito del mosquito Anófeles.
0:11:27 ¿El hombre, el alófeles?
0:11:31 Un placo que presenta menos, un blanco, menos de queso.
0:11:36 Un suplemento. Así que tenía razón al papa.
0:11:42 El papa estaba terrorizado también por algunos presagrios, ¿no?
0:11:45 Un bugo había caído a sus pies, etcétera.
0:11:51 Y en la casa de corneto se hicieron realidad los presagrios.
0:11:55 Pocos días después de lo bailongo, el papa y su hijo pues se han confiado.
0:12:00 Al papa le hicieron once sangrías.
0:12:03 A César lo metían en una tina de agua helada.
0:12:06 César se curó y el papa murió.
0:12:08 La moraleja este para la cura era malaria.
0:12:12 Es mucho más eficaz sumergirse en una tina de agua helada que hacerse sangrías.
0:12:20 Pero en realidad parece que lo envenenada.
0:12:22 Y a César también, aunque paludismo.
0:12:25 La mayoría de los historiadores cuentan que César había enviado al carnal de corneto
0:12:30 un vino envenenado que sólo debía ser servido al antifrío.
0:12:34 Pero por descuido del bodeguero se lo sirvieron a todos.
0:12:38 Otros dicen que el señor de corneto envenenó al papa.
0:12:43 Otros dicen que vivieron la cantarela, el famoso veneno que se llama cantarela.
0:12:48 Pero así murió el papa. ¿Cómo murió el papa?
0:12:50 La suerte de Lucrecia en Palidecia.
0:12:54 Si dio un intercambio de cartas con Pietro Venvo
0:12:58 hasta que Alfonso deje volví a sospechar.
0:13:00 El poeta vivía como nos dice ahí en una finca de hostela.
0:13:03 Porque en realidad se le habían dado las propias autoridades de verdad.
0:13:06 Alfonso lo expulsó con la mayor educación.
0:13:09 Es como, mire, Pietro, vamos a hacer una cacerida
0:13:12 que va a pasar justo por su casa.
0:13:15 No queríamos acertarle un tiro.
0:13:18 Así que tome cela.
0:13:21 Y Pietro no sólo se fue de la casa, sino que se fue de perra.
0:13:24 Se rajo a Venesia y cortó completamente la relación con Lucrecia.
0:13:30 Alfonso, preocupado por su esposa, empezó a vigilarla más.
0:13:34 Hizo construir en el castillo un pasaje interior
0:13:37 que le permitía llegar en cualquier momento a los aposentos personales de Lucrecia.
0:13:40 No para beneficiarla con su amor, sino para agarrarla infragante con alguno.
0:13:46 Para que no los hieran venir.
0:13:48 Había un protocolo para la llegada del Lucrecia.
0:13:51 ¿Sabes que viene Lucrecia?
0:13:53 Esos tipos que volvían de palo.
0:13:55 ¿Paraja que está en puertas?
0:13:57 ¿Locrecia?
0:13:58 ¿Se viene el rey Nalo?
0:13:59 ¿Salud, turros de Balvanera?
0:14:01 No, esto no.
0:14:03 Esas expresiones.
0:14:05 Entonces Lucrecia tenía tiempo para esconder ciertas amantes.
0:14:10 Por eso Alfonso hizo un paseaje, aparecía él sin ningún protocolo
0:14:14 y la sorprendía con el amante.
0:14:20 Sin embargo, Lucrecia se enamoró de su cuneado,
0:14:23 a pesar de todas estas precauciones.
0:14:25 Francisco de Gonzaga, el siremanto,
0:14:27 era el esposo Isabel de este,
0:14:29 la hermana de Alfonso.
0:14:31 El amorarse de un cuneado es el otro.
0:14:35 Y empezó otra serie de correspondencias.
0:14:38 Una vez más con la ayuda de Ercol Estrosi,
0:14:40 que la iba de Alcahuéste.
0:14:43 Estrosi buscaba metáforas y eufemismos
0:14:47 para dar cuenta de la pasión que sentía Lucrecia por Francisco de Gonzaga.
0:14:51 No le iba a decir, ando con ganas que no revolvíssemos de hablar.
0:14:56 Buscaba sustitucciones elegantes.
0:15:00 Me gustaria depositar mis entus.
0:15:05 Vengo a Jerónico siempre el mismo.
0:15:09 Cuando pienso, me sucede...
0:15:13 Yo quería aquí, pero sin embargo,
0:15:18 uno se aburre al cabo de unas cuantas novedades en los cuantos años.
0:15:23 Todo es un tópico.
0:15:25 Especialmente si son feas, uno se aburre.
0:15:32 El caso es que Alfonso descubrió las cartas.
0:15:37 Descubrió, le yo querí yo acá.
0:15:40 Querido cuneado.
0:15:42 Anoche me soñé que...
0:16:00 Pero bueno, Alfonso no le convenía atacar a Francisco de Gonzaga por razones políticas.
0:16:05 Entonces, él atacó a Ercolistó, si quieres decir, que le pidió la cune más fácil.
0:16:08 Y lo mató con 22 cuñaladas, ni uno menos.
0:16:12 Todos, en realidad, apareció muerto.
0:16:16 No, la verdad es que fue y lo mató de que mató, pero tal.
0:16:19 Todos esperaban que Lucrecia era una investigación,
0:16:21 pero no la hizo porque si no se iba a descubrir el mismo.
0:16:25 Así que hicieron un cuneral, reunieron a todos los intelectuales de Sorrara, que eran dos.
0:16:32 Y en fe.
0:16:34 Incluso los Gonzaga ofrecieron una recompensa por la cabeza del asesino,
0:16:37 pero el premio no se los sacó nadie.
0:16:40 Después murió César, el hermano de Lucrecia,
0:16:42 y luego el propio Francisco de Gonzaga, el cuneado,
0:16:45 rodido por la civiliz.
0:16:48 Lucrecia, entonces, dijo más, se terminó la vida.
0:16:54 Y se entregó la devoción.
0:16:57 Llevaba un cilicio, dejó sus camisas,
0:17:00 renunció a los vestidos exportados,
0:17:02 y escuchaba las lecturas de las obras religiosas durante las comidas.
0:17:06 En la primavera de milventas y cincuenta y diecinueve, Alfonso regresó a Ferrara después de las guerras,
0:17:10 y encontró la esposa Che, muy maldrecha.
0:17:14 Tenía apenas cuarenta años, pero los muchos embarazos,
0:17:19 estaba ahora embarazada en ese momento, en un décimo hijo era,
0:17:23 y se anunciaba que el embarazo como muy difícil,
0:17:26 nació una niña que murió al poco tiempo,
0:17:29 y a Lucrecia, la tomó la fidebre corporal,
0:17:32 pidió que se solicitara ante el Papa, el nuevo Papa,
0:17:36 le volvés sin una indulgencia plenaria,
0:17:39 para que, por lo menos, se saluara tan amén,
0:17:41 para que no fuera de fíaz.
0:17:43 Y el Papa la otorgó, se amase por la respuesta del Papa, digo.
0:17:48 Y Lucrecia murió creyendo a su caluada.
0:17:52 Y el 24 de junio de mil quimientos de diciembre.
0:17:57 Así que el tercer matrimonio de Lucrecia fue el peor.
0:18:03 No porque es tiempo, ya se ve más malo que los otros,
0:18:07 sino porque...
0:18:10 Imagino, te voy a morir en mi mano.
0:18:12 No, porque no lo querías, porque es fuerza,
0:18:14 nada, es fuerza, por lo menos, te duró poco.
0:18:17 Al otro lo querías, Alfonso de Názpolis,
0:18:20 pero no, al que querías, era a Pietro Bembo.
0:18:25 ¿Le ve bien?
0:18:27 No, no, no, no, al día que más me gustó,
0:18:34 todo fue perroto, aquel amante clandestino que tuvo,
0:18:37 mientras estaba en el convento.
0:18:39 Y un tipo que se llamaba perroto,
0:18:41 sin tanto protocolo, sin tanto casamiento,
0:18:46 la beneficia va prolizando.
0:18:54 Déjeme hacer una pequeña consideración acerca
0:18:58 de las novias que van empeorando.
0:19:05 A ver cómo se dice.
0:19:06 Es una serie de novias que se va haciendo cada vez menos grata.
0:19:12 Uno puede decir que está mejorando,
0:19:18 está progresando,
0:19:20 cuando un amor es mejor que esto se fue.
0:19:24 Llega un nuevo amor que es mejor que la anterior.
0:19:27 Entonces, caramba, ¿no?
0:19:29 Este hombre o esa mujer,
0:19:32 son más meritorios que la que el tuve, etcétera.
0:19:36 Pero cuando, en esta lista de novias,
0:19:40 que es la vida de muchas personas,
0:19:42 los jóvenes novios, empiezan,
0:19:45 se va uno que tenía ocho puntos,
0:19:48 que uno de siete, otro seis y medio,
0:19:51 el hermano menor del de seis y medio.
0:19:59 Uno que uno había rechazado diez años antes,
0:20:02 ahora uno me lo gusta.
0:20:04 Claro, esto sí, hay que preocupar.
0:20:08 Se dice que la disminución en el nivel de las personas
0:20:11 que los acompañan marca nuestra decadencia.
0:20:14 Y yo voy a la antes.
0:20:16 Hay que preocuparse.
0:20:19 Pero es inevitable.
0:20:23 Pero no es inevitable.
0:20:25 A ver, no, no es inevitable.
0:20:28 Es inevitable, dicen los que desean que sean habitables,
0:20:32 los que viven como...
0:20:38 como decía Sato Gris, aunque la vez es un tiempo
0:20:43 en donde uno ya no está.
0:20:47 Ya no está.
0:20:49 Entonces se está recordando
0:20:53 a una persesita, a uno se cita,
0:20:56 a uno de los viejos se cita y se recuerda.
0:21:02 En cambio, la vida activa,
0:21:04 se vive en el presente, se lucha y se padece en el presente.
0:21:12 Pero bueno, no quería interrumpirlo a usted
0:21:17 con estas consideraciones.
0:21:20 Hemos ido a la discoteca.
0:21:22 ¿O usted quién quiere dedicar esta charla?
0:21:25 Yo al cuneado de Lucrecia,
0:21:28 al de Gonzaga que murió roído por la sísmiz,
0:21:31 es una buena metáfora, como si la sísmiz fuera un ruedo.
0:21:36 Un ruedo, sí.
0:21:39 A Lucrecia.
0:21:42 Hemos ido a la discoteca, no tenían ningún disco.
0:21:46 Así que hoy vamos a pasar a un disco en el que canto yo.
0:21:50 Pues aquí hacemos poco por suerte, pero todo su que.
0:21:53 Así que, en alusión a las cartas,
0:21:57 que son sus escritas por Erkole,
0:22:01 en nombre de Lucrecia,
0:22:03 y por Pietro, a título personal,
0:22:07 escucharemos el bals, que se llama tarjeta postal.
0:22:11 Y que ha sido grabado por ese que está hablando,
0:22:16 junto con Fernando Marcán en piano,
0:22:21 Tristin Beers en violín,
0:22:24 y Dimitri Rodnoy en cello, curiosamente,
0:22:29 el único argentino se pianista.
0:22:34 Este bals ha sido escrito probablemente pensado
0:22:37 en este intercambio de mechones y de cartas
0:22:41 de Pietro Bembo y de Lucrecia Borja.
0:23:21 Me tracieras a las palas de Incieres,
0:23:24 la tera cerca con un bals con un quino,
0:23:29 en el suelo de olvido, con tu ruido.
0:23:34 Me trapo el santo, mire la piel,
0:23:38 en la ciencubia, en la fuerza,
0:23:41 la mano blanca y fuerte,
0:23:43 que cuera el amor.
0:23:46 La marco de hormigos, me mares,
0:23:51 me sueña de una vez que la mozal,
0:23:56 volvando su harina en la casa,
0:24:00 los pássaros en la luna,
0:24:02 tu piel la trañar.
0:24:06 La casa de barrio, cariño,
0:24:10 la gente sencilla,
0:24:12 yo quiero conocer.
0:24:15 Me devuelvo en el mar y os perecibo,
0:24:19 como una marina tarjeta tosada.
0:24:38 Tu casino, abierto del premierdo,
0:24:43 con vestidos tarregando en un corazón,
0:24:48 y los fríos moviendo sus encerros,
0:24:53 con recuerdos que regresan,
0:24:55 que los conigas ordean.
0:24:58 Por un salido de lunes,
0:25:01 que lo adionan,
0:25:03 con el oro pequeño de este bal,
0:25:08 en la cinta,
0:25:09 frumosa que no existe,
0:25:12 tu voz que ya insidiste,
0:25:14 me vuelve a sural.
0:25:17 Tu amor, lo hormido, me cabe,
0:25:21 me sueña de una vez que la mozal,
0:25:27 volvando su harina en la casa,
0:25:31 los pássaros en la luna,
0:25:33 tu piel la trañar.
0:25:36 La cinta del patio, querido,
0:25:40 la gente sencilla,
0:25:43 yo quiero rosar.
0:25:46 Me devuelvo en el mar y os perecibo,
0:25:51 como una marina tarjeta tosada.
0:26:07 En la venganza Seraterríume,
0:26:09 hemos escuchado tarjeta postal de Piala y Castillo,
0:26:12 en la versión del disco Tango del Barberí,
0:26:14 Cierno de Alejandro Belvin.
No hay comentarios. ¡Podés ser el primero en comentar!