Transcripción automática
0:00:00 Vamos a contar algo acerca de Nesa-Walco y Othu.
0:00:05 Para hablar de Nesa-Walco y Othu es necesario citar al príncipe Istiso Chito,
0:00:11 que fue descendiente directo de la dinastía real de Texcoco,
0:00:16 uno de los pueblos más importantes pertenecientes al imperio Azteca.
0:00:20 Vivió Istiso Chito a mediados del siglo XVI
0:00:25 y durante la invasión de Hernán Cortés se aprendió el Cajella, no se aprendió,
0:00:31 y compuso varios trabajos sobre la historia primitiva del pueblo Texcocano.
0:00:37 Istiso Chito fue entonces nuestro cronista,
0:00:41 para lo que se va a contar acerca de Nesa-Walco y Othu, que fue un rey de Texcoco.
0:00:46 Bien, dicen que Nesa-Walco y Othu era un rey bondadoso.
0:00:53 Se cuentan muchas historias acerca de sus resgrilos,
0:00:57 para detectar y premiar los méritos de sus súbditos.
0:01:02 Era normal que se paseara entre ellos disfrazado, tal como hacía Jaron al Rasil,
0:01:08 en la crónica CELD.
0:01:11 En traje de cazador, salía a solas a reconocer las faltas y necesidad que había para remediarlas.
0:01:19 Nesa-Walco y Othu llegó a subirse a un árbol para escuchar qué se hablaba bajo las ramas.
0:01:28 Es curioso esto, ¿eh?
0:01:30 Porque, fíjese, se les hubiera subido antes de que la conversación comenzara.
0:01:39 No es que hubiera conversado a dos señores a la sombra de un árbol y que resolvió subirse para escuchar lo que decían,
0:01:46 porque de este modo hubiera menos llamado la atención de los conversadores.
0:01:51 Es un día afectado la charla.
0:01:53 Lo más probable es que se haya subido un árbol y haya quedado allí esperando que se produjera una conversación.
0:01:59 Y además, que esa conversión versara sobre asuntos que algo interesara.
0:02:06 Bien, como quiera que sea, para llegar a reyes de escopco tuvo que vencer muchas dificultades.
0:02:14 A su padre lo mataron en una invasión y él vagabundeó durante mucho tiempo hasta que con la ayuda de otros pueblos
0:02:23 y por eso una lucha cruenta, que no viene al caso de tratar aquí, pudo ser consagrado como rey.
0:02:30 Los reyes de escopco solían mantener un gran número de concubinas, quiero decirle.
0:02:36 Tenían nada más que una esposa legal sobre cuya desendencia recaía la corona.
0:02:43 Nesawal Koyotu tardó mucho tiempo en casarse.
0:02:47 Quedó, en verdad, desillusionado por un fracaso temprano,
0:02:52 cuando la princesa que había sido educada para ser su compañera finalmente le dio la mano a otro.
0:03:02 Nesawal Koyotu acertó para ver, dijo muy bien, se comportó dignamente con su rival y también con la muchacha que lo abandonó.
0:03:11 Pero la historia que sigue contrasta con esta dignidad, dice la crónica que Nesawal Koyotu consumió su desillusión viajando.
0:03:23 Han dado de un lado para otro.
0:03:25 En uno de sus viajes fue muy bien recibido por un poderoso asallo, el casique de Tepexpan,
0:03:33 quien para hacer mayor honor a su soberano ordenó que fuera servir un banquete.
0:03:39 A ver, sirva de ley algo de comer acá a Nesawal Koyotu.
0:03:45 La comida la distribuyó una mujer hermosa que era nada menos que la prometida del casique de Tepexpan.
0:03:54 En los trabajos castellanizados se llamó Eve a la hermosa.
0:04:01 Muy bien, Nesawal Koyotu quedó cautivado por los encantos de Eve y consiguió una violenta pasión por ella.
0:04:12 Y no se la reveló a nadie.
0:04:15 Y ya de vuelta en su casa Nesawal Koyotu decidió conquistar a Eve aún a expensas de su honor, no del honor de Eve sino del sucio.
0:04:27 Decidió eliminar redondamente al que se interponía en su destero, es decir, al casique de Tepexpan.
0:04:34 Nesawal Koyotu envió primeramente una orden a este casique para que comandara una expedición a pie contra los flacs caltecas.
0:04:46 Vamos a un pueblo vecino, flacs caltecas.
0:04:49 Al mismo tiempo ordenó a dos jefes de Tepexkoko que se mantuvieran cerca del casique y que lo llevaran a lo más renegro de la batalla, allí donde el tipo pudiera perder la vida.
0:05:03 Para convencer a estos hombres que quisieran lo han te dicho, les dijo que mandaba morir al casique porque había cometido un gran delito.
0:05:14 En consideración a los antiguos servicios de su basallo estaba dispuesto a ocultar su deshonra con una muerte digna,
0:05:23 entonces que le dijo a los niactos que lo iban a conducir al casique al medio de la batalla.
0:05:27 Enseña.
0:05:29 El casique de Tepexpan que vivía de día así a tiempo retirado, vio con asombro como los llamaban armar filas.
0:05:38 Me dio ese quejo, el preg, que si no, que si no.
0:05:42 Hay tantos hombres más jóvenes y mucho mejor preparados que yo, que lo hicieron en el menor caso de los malvados.
0:05:49 El casique algo se sospechó y en una fiesta de despedida que ofreció a sus súbditos habló del presentimiento de un triste esquino.
0:06:02 Estos presentimientos se verificaron a los dos días, lo atravesaron las flechas de los plas caltecas.
0:06:09 El saguacoyotu pensó que no era prudente manifestar demasiado pronto su pasión por hebre.
0:06:19 Así que se hizo el octario durante algún tiempo y después empezó una correspondencia con él y se da a través de un pariente.
0:06:30 El rey le expresó lo mucho que sentía la muerte del señor de Tepexpan y al poco tiempo, y así me aguantaron más, le dijo más,
0:06:40 lo único que te puedo ofrecer como consuelo es mi magno.
0:06:45 Hebe lo aceptó.
0:06:48 Para dar un aspecto más natural a los hechos e impedir cualquier habladoría, el rey organizó que Hebe se presentara en la Casa Real
0:06:59 para participar de una ceremonia pública.
0:07:02 La indicó en la ceremonia cual lo vengue.
0:07:04 El saguacoyotu estaba por ahí con aire distraído como si viera por primera vez a esa chica o como si sube ella, lo sorprendiera por vez primera.
0:07:17 Preguntó entonces a sus acompañantes con aire distraído quién era la encantadora joven que estaba en su residencia.
0:07:27 Cuando los funcionarios de soberán le contaron de quién se trataba, ordenó que se la condujera hasta donde estaba él para tener un encuentro privado.
0:07:36 A la salida de aquel encuentro, el saguacoyotu dijo que adoptaría Hebe como esposa.
0:07:43 Nadie lo contralijo ni oso a sacarle la muerte del casique vecino.
0:07:48 Hubo ceremonia poco después con presencia de muchos casiques del imperio.
0:07:53 No les fue fácil tener hijos.
0:07:56 Los sacerdotes interpretaban que se debería al descuido por los dioses del país y que el remedio era propiciarse su voluntad mediante sacrificios humanos.
0:08:07 Así que se humedaron los altares con la sangre de prisioneros sacrificados.
0:08:12 Pero no pasó nada, seguían sin tener hijos.
0:08:15 El saguacoyotu intentó congraciarse con los dioses, allunando.
0:08:21 Y allunó por 40 días.
0:08:24 Mucho allunado.
0:08:26 Hasta que se me cuenta un visión que le aseguró el éxito de su perigoso.
0:08:32 Poco después tuvo un hijo que se llamó Neshaualpili, nombre que como no sabemos significa el príncipe por quien se ha allunado.
0:08:42 Y ese fue su sucesor.
0:08:44 Neshaualpili murió en 1470 anciano y querido.
0:08:50 En sus últimos años fue poeta.
0:08:53 La mayoría de sus meditaciones eran acerca de la multabilidad de la vida humana y de su finitud.
0:09:00 El historiador, el príncipe Istinliso Chitu, dejó fragmentos de estas meditaciones.
0:09:08 Por ahí vamos a leer algo.
0:09:10 Así que el hombre fue bondadoso y digno durante toda su vida, menos en este episodio en el que cometió traición nada más que para asegurarse el amor de un agama.
0:09:26 Leo, uno de las meditaciones poéticas, se enesa igual collocto.
0:09:33 Y dice, los grandes, los sabios, los valientes, los vellos, hay, ¿dónde están ahora?
0:09:44 Todos mezclados en la tierra y lo que les ha pasado a ellos nos pasará a nosotros y a los que vengan detrás de nosotros.
0:09:53 Arnémonos de valor, casiques.
0:09:57 Esa es una meditación de Neshaualco y otro.
0:10:03 Linda historia, ¿no?
0:10:05 Linda historia.
0:10:09 Yo sé que opina, Roland. ¿Cómo lo juzgaría a ese hombre?
0:10:14 Qué difícil, ¿no? Alejandro, yo digo, muchas veces vas a, un gesto para salvar a una, una lia, digamos, por la nobleza del gesto.
0:10:22 La pregunta es si vas a un gesto por una vida noble, un gesto de traición para ingresarla, ¿no?
0:10:29 La respuesta se depende del discurso que usamos para referirlo.
0:10:34 En este discurso de hoy, yo creo que no se salvan, igual collocto.
0:10:39 Tal como está planteado.
0:10:40 Tal como está planteado en estas presojas, pero podríamos contarnos de manera que se salvara.
0:10:47 Basta con contar primero su traición y después los actos que le hicieran merecedor de una redención.
0:10:57 Correto.
0:11:00 Tan importante es el discurso.
0:11:03 Tan importante es el discurso.
0:11:05 El discurso finalmente puede legitimar cualquier canal dada y puede desautorizar cualquier vida legítamente a la bondad.
0:11:20 Por eso tiene tanta importancia y por eso los congresos de la lengua son más que ver si historia se escribe con así,
0:11:30 sino para ver cómo se manipulan los hechos conforme al modo de contacto.
0:11:40 Y esto es una gran pregunta.
0:11:41 Sí, sí, parece brillar como dedicando exclusivo el casique que te expande al cual ha sido.
0:11:48 Es un día pobre hombre, su único pecado es tener una novia muy hermosa.
0:11:54 Un pecado que uno desearía con meter a cada mundo.
0:12:02 Bien, hemos ido a la discoteca y le hemos contado esta historia al discotecario.
0:12:10 Y él les pareció oportuno escuchar una ranchera, aunque no una canción ranchera mexicana sino una ranchera criolla.
0:12:19 La criolla es una ranchera argentina, debí decir.
0:12:23 Esa es la madre de una vez, que es lo que le ocurrió precisamente en el jaguarco y otro.
0:12:27 La adresión de Carlos Herrera.
0:12:40 Cuando quise tocar el pecado, me quise, cuando me quise.
0:12:45 Y ahora que estere prender, te lo cego al piso, no te doy al piso.
0:12:50 Cuando los hoteles y las con las tarecerías, nunca te encontraré.
0:12:55 Y ahora que este mundo no lo pones, ya soy yo, no te doy el pecado.
0:12:59 Y ahora que yo quiera el héroe, no me haré un pecado, no puedo lo ir en vez.
0:13:04 Y ahora que estoy aquí, me voy a dejar, y si te lo voy a poner, me voy a dejar interés.
0:13:18 Y ahora que estoy aquí, me voy a dejar, y si te lo voy a poner, me voy a dejar.
0:13:26 Y ahora que estoy aquí, me voy a dejar, y si te lo voy a poner, me voy a dejar.
0:13:31 Pero que no te encuentras, me la voy a decir, no me haces de volver a tocar.
0:13:34 Porque por más que estés a mí no me saliera.
0:13:47 Cuando yo pegué unas cintas en el regalinero, regalinero,
0:13:52 me dejaste a su guisita y de mi trovero y de mi tremero.
0:13:56 Cuando estoy aquí, me voy a dejar, porque estaba loco, me quedé de a mí.
0:14:01 Y ahora que estoy con la cosa, te ha muy bonito, te ha cerece la leche.
0:14:05 Y ahora que estoy con la cosa, te ha cerece la leche, solo el bebé.
0:14:10 Ah, ah, soy yo, no te doy el pecado.
0:14:15 Yo soy aquí, me voy a dejar, y si te lo voy a poner, me voy a dejar.
0:14:25 Yo soy aquí, sé por qué, y sé que me sé lo que me sé.
0:14:33 Me la voy una vez, no me la voy más, a mí no me puse, por eso no me encuentras.
0:14:38 Me la voy una vez, y no me han de desesperar, porque por más que estés a mí no me invadir.
0:14:47 Ha cantado Carlos Gardel de Cararoi Pelai, me enamoré una vez.
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