Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos de Luis XIV y de la seducción de Luis XIV de la Valleada.
0:00:05 El futuro de Asensino por otra parte, es de los mejores del mundo.
0:00:10 El estar de todo es de los mejores del mundo.
0:00:12 Los jugadores de Argentino están entre los cuatro, cinco equipos de los mejores del mundo siempre.
0:00:17 No jugando mal, así que bueno.
0:00:21 Empecemos de nuevo porque mañana se graba esto de tener enorme dificultades.
0:00:27 Luis XIV se deduce a Luisa de la Valleada.
0:00:30 Así que, ubiquemos en Francia, ya por el año 1661.
0:00:35 El rey Luis XIV.
0:00:37 Aunque estaba casado, tenía como amante a la esposa de su hermano Felipe.
0:00:43 Felipe Ordeano, decía.
0:00:45 Se llamaba Enricieca y estaba en 40 con la reglaza inglesa.
0:00:49 Enricieca.
0:00:51 Imagínense, eso podía desatar un escándalo enorme.
0:00:55 Y Luis, que no quería ni expulsar a su hermano ni alejarse de su amante,
0:01:00 comprendió que su prestigio estaba en peligro.
0:01:04 No es lo mismo que el rey teniendo amante cualquiera.
0:01:07 Que el convencimiento general de que ese amante es justamente la mujer del hermano.
0:01:16 Era muy permisivo, en Francia, con la lujuria de los reyes.
0:01:21 Pero no está tanto.
0:01:23 Así que, bueno, Luis pensó que era necesario una solución.
0:01:30 Una solución que le permitiera seguir andando con la mina.
0:01:34 Y su propia amante, Enricieca, su cuñada.
0:01:39 Andar con la cuñada es el peor.
0:01:42 Digo, ella fue quien pensó la solución.
0:01:45 En tanto, esposa del hermano, no en tanto, hermana de la novia de Duro.
0:01:51 En tanto, hermana de la novia casi es fatal.
0:01:55 Y la mina le dijo al rey, escúchame tu majestad.
0:02:02 Debes simular que amas a otra mujer y los rumores que nos molestan,
0:02:09 se trasladarán a otros foros.
0:02:14 Así que, buscate una mina y andale atrás.
0:02:18 Y el rey se enamoraría de alguien de la corte y observaron a las más pertinentes para desarrollar el plan.
0:02:31 Dos damas de compañera de Enricieca despertaron la tensión.
0:02:34 Vamos el lefón y vamos a ser generó.
0:02:38 La primera, comprendiendo el papel que debía jugar, rajo.
0:02:43 Uy yo de la corte, no le gustó y rajo.
0:02:45 La segunda, que era ambiciosa, se hizo la exisita y consideró que era muy político ser esperada al rey.
0:02:54 Le dio largas y no obtuvo nada porque Luis se canso y buscó otra.
0:03:00 Entonces, cuando Enricieca pensó en una tercera dama, que también era dama de compañera de Enricia,
0:03:06 una joven inocente de 17 años con grandes ojos azules que podía ser perfectamente la suena.
0:03:12 Y luego, Luis se daba al diado.
0:03:15 Era una rubia hermosa, un poco tímida, que había dejado su turena natal pocos meses antes
0:03:23 y todavía no tenía la sucia de el resto de las mujeres de la corte.
0:03:28 Incluso dicen que rengaron poco.
0:03:31 Y Enricieca pensó, segura de su propio atractivo, que esa provinciana no ofrecería ningún peligro
0:03:39 y esa lo serviría para desviar los rumores sobre su relación con el rey.
0:03:43 Y se equivocó muy fiel.
0:03:45 Sin duda, Enricieca era la única que no había observado bien a Luis.
0:03:51 Ya todos los cortesanos le estaban relojando, vigilantes y tomándole el tiempo los apronte.
0:03:59 Todos hablaban de Luis a conforme de al entusiasmo.
0:04:03 Cuando Luis la vio, la encontró muy satisacto.
0:04:07 Se encruyó, se inclinó y volvió muy contento a sus aposentos, juzgando inútil
0:04:13 y comunicando ante los amables pensamientos que empezaba a formular.
0:04:18 Al día siguiente buscó a Luis.
0:04:20 La entrevista no permitió al rey saber cuáles eran los sentimientos de la muchacha.
0:04:25 Digamos que no le dio mucha bolisa.
0:04:28 Y así, cada vez que trataba de acercarse, la misma lo tendría con cierta rechicencia y realdad.
0:04:36 Hasta que eso casual le permitió saber qué sentía Luis a por él.
0:04:43 Una tarde, mientras paseaba por la terraza, como ejemplo,
0:04:48 Luis dio a cuatro damas entrar en un bosquecito para hablar libremente.
0:04:54 Y las siguió sin hacer cenotar.
0:04:57 Se escondió atrás de un árbol y las escuchó.
0:05:00 Mirá que perdía tiempo al rey.
0:05:04 Las cuatro hablaban de un ballongo que se había hecho el día anterior
0:05:08 y el rey y algunos caballeros de la corja habían bailado.
0:05:12 Y se preguntaba en cuál de los bailarines les había sido más agradable.
0:05:15 Bueno, una dijo que el marqués de Alincur, otra el señor Garmaniac,
0:05:23 la tercera el conde de Dujiz,
0:05:26 y se pidió opinión a la cuarta que era nada menos que Luis.
0:05:30 ¿Es posible destacar a estos siendo todos inferiores al rey?
0:05:34 Su corona no da ni ha de nada al atractivo de su perfechor.
0:05:38 Sería un tenible seductor si no fuera rey y en tanto lo es seduce y remedió al de Mejate.
0:05:45 Dijole, mira, con esta misma voz.
0:05:50 Y el rey la escuchó.
0:05:54 Emocionado Luis se retiró en punta de pie.
0:05:58 Pasó toda la noche pensando en ese crepo que había sorprendido.
0:06:03 De todo que olvidas, a noche dejaste así sobre el piano que ya está más toca.
0:06:09 ¿Recuerdas? Ese estupendo verso de Cariego,
0:06:13 donde alguien, un señor descubre sobre el piano el diario,
0:06:18 víncimas memorias.
0:06:21 Y entonces conoce ese crepo de la mina.
0:06:24 Y se ven, se va a tal libro, se va a la romántica loca.
0:06:27 Dejar tus amores así sobre el piano.
0:06:30 De todo te olvidas cabeza de novia.
0:06:33 Y Luisita de la Valle, no dejó sus amores sobre el piano, pero los reveló entre los usos.
0:06:42 Y en eso pensó Luis, aquí es la noche.
0:06:45 A la mañana nomás describió una carta, Luis, que decía,
0:06:48 de todo te olvidas, a noche dejaste allí sobre el piano que ya está más toca.
0:06:53 No, humildemente le pedí una cita,
0:06:55 que decía, ¿qué te parece si no vemos?
0:06:58 Pero no le decía en la carta a Nalto Sancic lo que decía.
0:07:03 No, decía, me gustaría darte.
0:07:05 Ese señor, ven cegado, en cargado de llevar el mensaje,
0:07:12 volvió y declaró que la joven era honesta y que no se pedió,
0:07:15 recibí jamás al rey.
0:07:17 Noctante el mensajero, que notó el enamoramiento del rey,
0:07:24 prometió convencer a Mamo Celgar Cigny,
0:07:27 cuya habitación se comunicaba con la de Luisa,
0:07:30 para que ayudara en la causa.
0:07:32 Le dijo al rey,
0:07:34 los apartamentos de las damas de ganar están situados en un alto de castillo
0:07:38 y es posible llegar por las cañarillas,
0:07:40 aunque de este modo no se puede entrar más que por las ventanas abiertas de una especie de terraza.
0:07:44 Tenía la voz muy parecida a la de Luisa de la Valleia.
0:07:48 Finalmente se combinó que Mamo Celgar Cigny abridía su ventana
0:07:53 y desde su apartamento Luís pasaría al de Luisa.
0:07:59 Este plan era realmente agudaz para un rey que tenía otras cosas que hacer
0:08:05 y sobre quien todos los hombres de Europa estaban atentos.
0:08:08 Pero el plan se realizó escrupulosamente.
0:08:10 Y la misma noche el rey escaló las cañarillas
0:08:13 y llegó a la terraza,
0:08:15 encontró la ventana de la Cigny abierta
0:08:18 y aquella mujer lo condujó entre la puerta de la Valleia.
0:08:21 Y Luisa había llegado así a solo un momento
0:08:25 y estaba centrado en un sigo leyendo,
0:08:27 o re-legendo justamente la carta del rey,
0:08:30 donde el rey le pedía una cita.
0:08:32 Cosó abrir su puerta,
0:08:34 hiró la cabrisa,
0:08:35 vio al rey y se desmayó.
0:08:37 Procedió a desmayarse.
0:08:40 Luisa le acercó,
0:08:42 reconoció la carta que estaba leyendo en la cica,
0:08:45 se interneció y buscó recomportarla,
0:08:48 manifestando la pureza de sus sentimientos apasionados.
0:08:52 Luisa volvió en sí, lloró,
0:08:55 represó al rey una temeridad que podía deshonrarla.
0:08:58 Él le dijo que el hecho sería siempre ignorado,
0:09:01 dio su palabra en un internado sin el consentimiento de ella,
0:09:05 que hacen los miserables como uno.
0:09:10 Por fin la interrogó acerca de los sentimientos que me expiraban.
0:09:14 Le digo, ¿qué sentimientos os inspiro, Luisa?
0:09:19 Y Luisa me gocó cualquier interés.
0:09:21 ¡Ay, se gana! Cero.
0:09:23 Luís, impaciente, entonces,
0:09:25 le reveló lo escuchado en el goc.
0:09:27 Le digo, no es eso lo que yo he escuchado
0:09:30 entre los disluyos de Fontenblas.
0:09:33 En ese momento, vamos a ser barcini,
0:09:35 entró en la habitación y advirtió que estaba maneciendo.
0:09:38 A manejar de un modo teatral, diría yo, ¿no?
0:09:43 Entonces, que podían ver al rey
0:09:46 que cualquier cosa podía haberlo así,
0:09:48 entonces el rey se la tomó.
0:09:50 Después de esa noche, el rey empezó a cortejar asumamente a la valiosa.
0:09:55 Y una noche, en el transcurso de una fiesta nocturna,
0:09:59 gada justamente en el parque,
0:10:02 llevó al rey, a Enriqueta y a las demás damas de la corte,
0:10:06 Enriqueta me refiero a Antiguo Nante, ¿no?
0:10:08 y a las demás damas de la corte,
0:10:10 entre la que estaba Luís Zeta,
0:10:12 a un lugar del bosque,
0:10:14 que no era otro que aquel donde Luisa había perdido su secreto.
0:10:17 El rincón estaba magníficamente iluminado
0:10:20 y decorado con guernalda,
0:10:22 sin glores de límis,
0:10:24 y piniatas y faroles chinos.
0:10:28 Algunas cosas las puse yo.
0:10:36 Antiguo, delicada atención de un rey enamorado,
0:10:40 malmás el de la valiera,
0:10:42 se emocionó extraordinariamente.
0:10:45 No obstante, continuó descendiendo su honor con gran garcía,
0:10:49 pero humed después, después de muchos recuersos,
0:10:54 se rindió y se entregó a Luís Catorce,
0:10:57 que era lo que estaba esperando todos.
0:10:59 Redóndame, masí, le digo.
0:11:02 Qué tanto ni qué tanto.
0:11:06 No pasamos más tiempo.
0:11:08 Entonces cuando Enriqueta,
0:11:10 la amante que había diseñado el plan
0:11:13 para que nadie prestar atención a la relación
0:11:15 que ella tenía con el rey,
0:11:17 se dio cuenta de que algo andaba mal, que así era.
0:11:19 Tras conseguir el amor de Luis Zeta de la valiera,
0:11:22 y sal más importante que tuvo,
0:11:24 Luis se presentó en los aposentos a Enriqueta
0:11:27 y dejó una carta en la que explicaba
0:11:30 que el plan había funcionado de la manera más perfecta.
0:11:34 Ya nadie hablaría de la relación entre él y Enriqueta,
0:11:38 puesto que aquí el amorío dejaba de existir en ese momento.
0:11:44 La carta terminó diciendo que habían jugado
0:11:46 una peligrosa partida
0:11:48 y que Enriqueta lamentablemente había atrevedado.
0:11:53 Esa es la historia del comienzo de la seducción
0:11:56 de Luis Zeta de la valiera
0:11:58 y del despido de Enriqueta en la terra,
0:12:01 la mujer del hermano de Luis XIV de Mesíe Felipe Orneas,
0:12:09 que era un poco aficionado a otros placers.
0:12:21 A mí me gustó mucho.
0:12:23 A mi me gustó mucho.
0:12:25 A mí quiero dedicarla a la primera de las caldidadas
0:12:27 que se había elegido
0:12:29 y que conocido cuenta cómo venía el amor
0:12:31 y que las comodidadas.
0:12:33 Porque me parece que cuando uno resale
0:12:35 que no es con uno, de verdad, el deshido se tiene que abrir.
0:12:40 Sí, claro, pero ¿cómo sabe que no es con uno?
0:12:43 Está bien, no sabía la mía, pero bueno, ¿está bien?
0:12:47 Yo a todos los que revelan sus secretos amorosos
0:12:50 a vos encuegos entre los seguros.
0:12:53 Y eso permite agarrarse un montón de trámites,
0:12:56 preguntando, ¿a dónde puede escucharlo?
0:12:59 Puede podrán o ser en el parque de Fonjennblok,
0:13:04 pero puede ser en el baño del tortón.
0:13:08 Y sí, no sabía lo que escuché.
0:13:10 Pulana le dijo a la otra que tenía ganas de salir con vos
0:13:13 y ir a la piscina.
0:13:15 ¿Se aparece una?
0:13:18 Con un don aire casual y se está viendo para ir a la pijarilla.
0:13:29 Así que más vale llegar al tiempo que no cae en verdad.
0:13:33 Hemos ido a la discoteca a buscar discos de seducción.
0:13:37 Se le ocurrió al discoteca.
0:13:39 Yo que no sé delanta es una forma de seducción,
0:13:42 pero es que seguramente habrá agrado abusado el Vescatófis.
0:13:46 Así que vamos a escuchar, además porque teníamos muchas ganas de oírlo,
0:13:50 el baño que se llama La Vieja se denata en la estupenda versión de Jorge Vidal.
0:14:12 Hoy es la noche de la lista y vemos un debate al parque.
0:14:21 Para dejarnos calcular un borde a la exploración.
0:14:25 Y óperamente a la acerción,
0:14:28 entraron más de horas grasa,
0:14:31 pues La Vieja se denata en el borde.
0:14:34 ¡Volverán cada rato!
0:14:43 Muchos achos están hoy en el tío,
0:14:47 al tío de los barrios.
0:14:51 Ha recibido las horas de un tiempo que pasó.
0:14:58 Era una fin que nada de mí en las tradiciones.
0:15:02 Si al sol le una guitarra dirán que no murió.
0:15:06 Iremos por barracas, andemos fuente al cine.
0:15:10 Y en flores dejaremos por en ti en un balcón.
0:15:14 La Vieja se denata en la estupenda y nadie olvida.
0:15:18 Muchos achos están hoy en el tío,
0:15:20 al recuerdo a tío.
0:15:22 ¡Ve, mujer, no te olvides!
0:15:26 Ayer se fue el pez tan lor.
0:15:30 Vendos el pez lor la tienda.
0:15:34 Por eso ya la lengo a tu amor.
0:15:37 Y al escuchar el alcobero,
0:15:41 la dulce que calgará,
0:15:45 abriéndose una ventana.
0:15:49 ¡Ul, muchas gracias, Dios!
0:16:01 Por todas las barrodias,
0:16:03 entre los alcoques,
0:16:05 la vieja serenata del motoclovador.
0:16:09 Si parecen que hablaran,
0:16:11 así es el rimalbol.
0:16:13 Con dos quiempos a plazos,
0:16:15 la vuelta del canto.
0:16:17 Por eso es que esta noche,
0:16:19 un chazo de los invitos
0:16:21 saldremos por los barrios
0:16:23 en Santa de Cosidio.
0:16:25 Y al ver que la ventana
0:16:27 queda despacito.
0:16:29 Muchos achos están hoy en el tío,
0:16:31 al recuerdo a tío.
0:16:33 Y al ver que el mujer en la tía olvida,
0:16:37 a aquel que fue el pez tan lor,
0:16:41 el no que vea en luna sela,
0:16:45 prende a la reja su amor.
0:16:49 Y al escuchar el alcobero,
0:16:53 la dulce que calgará,
0:16:57 abriéndose una ventana.
0:17:01 Oh, muchas gracias,
0:17:07 ya yo.
0:17:21 Ha cantado Jorge Guidal,
0:17:23 la vieja serenata.
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