Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos hoy de una impostura de una muchaché que se hizo pasar por Juan de Arco.
0:00:08 Dice la historia que tras oír voces angélicas que le intimaban a salvar a Francia el avance inglés,
0:00:16 Juan de Arco, la verdadera Juan de Arco, quiso presentarse ante el rey francés Carlos VII para ofrecer su ayuda.
0:00:26 Era en 1428. Tuvo que esperar un año hasta que le diera la audiencia.
0:00:32 El rey lato de la entrevista que he conocido, lo hemos glosado alguna vez aquí,
0:00:37 el rey se mezcló con los cortesanos, se hizo pasar por un pichy.
0:00:44 Mientras tanto otro, otro niato que no era el rey, estaba sentado en el trono vestido con todas las pichas correspondientes.
0:00:55 Cuando Juan entró a la sala, se dirigió directamente al verdadero rey sin hacer caso de él que lo figuraba.
0:01:04 Se arrojó ante él y le anunció que su misión era salvar Orléans de la ocupación inglesa.
0:01:10 Carlos, entonces, aprobó la expedición de Juan.
0:01:15 En más de 1429, Juan aliberó Orléans.
0:01:19 Un año más tarde, Juan de Arco, traicionada por nobles franceses que recibían beneficios de la Inglaterra,
0:01:27 y que también le tenían un poco de envidia por la incluencia que él ejercía ante el rey francés,
0:01:33 la apresaron y se le entregaron a los ingleses.
0:01:37 Se inició contra Juan a un proceso de erejía y las quemaron en Juan en 1431.
0:01:43 Cuéntara crónica que los contemporáneos no podían creer que aquella mischa de 19 años hubiera muerto en forma tan dramática.
0:01:55 Y en 1436, cinco años después del suplicio de Juan, apareció en Metz, una mujer que dijo ser Juan de Arco, la doncilla de Orléans.
0:02:06 Aseguraba haber escapado de la uguera Mercedes una sustitución en el calaboso.
0:02:13 Decía que una bruja condenada por la incisión era la que verdaderamente había arduido,
0:02:20 y que ella se había escapado del castillo de Juan por un túnel.
0:02:24 Por supuesto, todo era falso, pero le creyeron por un tiempo.
0:02:28 La muchacha que se hacía pasar por Juan de Arco se llamaba en realidad Claudia de Mordil.
0:02:34 Tenía un asombroso parecido con Juana, pareció que la ayudó a engañar no solamente al pueblo, sino a las más altas autoridades.
0:02:42 El caso es que Claudia se presentó en todas partes como si fuese Juana de Arco.
0:02:48 Pero la verdad es que su conducta era absolutamente opuesta de la verdadera Juana de Arco.
0:02:57 Aunque los conflictos con Inglaterra continuaban, ella no pensaba,
0:03:01 y en batallas y en guerras, si no van a aprovechar aquella impostura con fines lucrativos.
0:03:10 Así que la falsa Juana se hacía invitar a casas nobles, pasó par de ojos,
0:03:17 hiciera la gada con banquete, respiro, jodas, y contar sus asañas en los boliches.
0:03:23 Y desde luego sus benefactores quedaban estáticos ante las historias que oían.
0:03:28 Con admirables falsas que Claudia se presentó a los intrusos ante los que habían sido compañeros de armas de Juana.
0:03:36 Y ahí estaba nada menos que Gilles de Ré, que saben ustedes que es el barba azul del Cuento de Torról.
0:03:42 Que es un tipo que había estado enamorado de la idea y que después empezó a cometer unos crímenes que no vale la pena contar aquí,
0:03:49 en esta sala cita rosa, aquí en la casa de 18 de julio en la ciudad de Montevideo.
0:03:55 ¿Por qué hay tanta especificación del lugar?
0:03:57 Porque hoy que por radio hacen esas cosas.
0:04:03 El caso es que estaba Gilles de Ré, el criminal,
0:04:06 que le había amado mucho sin lograr conquistar la Juana de Arco.
0:04:10 Y que por entonces ya se dedicaba a cometer los peores crímenes y depravaciones.
0:04:15 Bueno, pero si lo creyó, Gilles de Ré cayó en la trampa, creyó que era la verdadera Juana,
0:04:21 y volvió a rendir su amor a la inquoctora.
0:04:25 El caso es que Claudia de Mordil recibió un cacillo,
0:04:29 cartas de amor y promesas de lealtad eterna de Gilles de Ré.
0:04:34 Cuando le enamoraron, empezó a acercarse del peligrosamente y Gilles de Ré era un tipo muy peligroso.
0:04:40 Claudia se alejó de él para siempre.
0:04:43 Se fue a Luxemburgo, donde le esperaba para agasajarla en el parácio de Aglón, el duque del lugar.
0:04:50 Allí Claudia fue cortejada por Ulrich de Burgender,
0:04:54 que también estaba de Lysizta en el duque de Luxemburgo.
0:04:57 Se le acercó a Ulrich, le dijo, me diga que se llevó,
0:05:00 y le regaló una armadura de oro, caballos, vestidos untuosos,
0:05:07 a Claudia, más allá de los obsequios, le gustó a aquel tiempo, y lo hizo su amante.
0:05:15 Y entonces Ulrich, orgulloso, empezó a acercarse de haber destruido el apodo de Don César de Orneas,
0:05:23 con que ya se la conocían desde el momento de la gesta.
0:05:27 Aunque la verdad es que Claudia de Mordil había perdido la Don César,
0:05:32 que había sido mucho tiempo.
0:05:34 Y me acuerdo de aquella milonguita, no sé si usted se acuerda de la ley.
0:05:39 Yo he perdido la inocencia, hace mucho cargabares,
0:05:45 a torrantes faltas males me rompieron la ilusión.
0:05:51 Puedo serme la inocente, a veces por ser amables,
0:05:57 una inocencia culpable, si es que me enterpre también.
0:06:02 Si a lo quieres que reclamar por mujeres inocentes,
0:06:08 hoy les digo que revienten y se ven, se roman.
0:06:27 Más tarde la falsa Juana abandonó a Ulrich, el leitaballero que se captaba, y regresó a Mets.
0:06:35 Allí conoció a un tal Robert de Jalmóase, que, bueno, el tipo la sedujo, se casaron,
0:06:44 se casó con el de Jalmóase y tuvo dos hijos con él.
0:06:50 Todos los días recibía en su casa ofrendas de antiguos soldados,
0:06:55 a nadie parecía interesar de indagar acerca de semejante aparición.
0:06:59 Todos estaban cómodos y contentos con el hecho de que Juana de Arco viviera entre ellos.
0:07:04 ¿Qué tanto?
0:07:05 Y está bien, ¿es cierto?
0:07:07 Les había causado tanta pena la mujer, ¿de qué parecía?
0:07:12 La aparición de las chicas les pareció una buena noticia.
0:07:16 Yo hubiera hecho lo mismo.
0:07:19 Pero en 1439 ambiciosa y cansada de lomenajes de segundo orden,
0:07:28 nada de lesiones que le traían los giles,
0:07:32 quiso entrevistar, sin nada menos que con el rey de Carlos VII,
0:07:35 para confirmar rotundamente su parcería y conseguir la favorés de orden real.
0:07:42 Cuenta el cronista que cuando Claudia le escribió al rey Carlos,
0:07:47 este fingió aceptar encantado la visita, pero la verdad es que en París ya circulaban rumores
0:07:54 de que había una que se hacía pasar por Juana, y que algunos consejeros exépticos
0:07:58 se habían encargado de asvergir al rey acerca de la infotura.
0:08:02 Carlos VII hizo entonces lo que había dicho con la verdadera Juana, volvió a ocupar un lugar
0:08:10 secundario y a poner un pitchy en el lugar del tron.
0:08:20 Y cuando Claudia llegó al Palacio Real, había otro niato disfrazado al rey Carlos,
0:08:26 y esa encaró derecho viejo hacia el falso Carlos.
0:08:30 Ay, qué dice cómo le va.
0:08:32 Don Carlos cómo anda.
0:08:34 Entonces de acá del fondo salió el rey de la vega, Péga Mán.
0:08:40 Aquí el rey Naldo se oye.
0:08:42 Así que, oiga, Morolcho, su boleto son el siguiente y el que ha ganado es el ocho.
0:08:49 Se equivocó de ventanilla.
0:08:52 Claudia de Morghild fue inmediatamente detenida, se la encerró y fue amenazada con tormentos.
0:08:58 Amenazada con tormentos, no tormentada.
0:09:01 Inmediatamente confesó que no era Juana de Arco.
0:09:04 Entre los de 100 engañados estaba nada menos que su marido, el Robert de Salmás,
0:09:11 que no sabían a cómo dijo.
0:09:14 Y los chicos también, mamá cómo.
0:09:16 Y ahora qué digo, en con el colo.
0:09:21 Claudia fue condenada al despierro, pero antes fue puesta en la picota,
0:09:26 en la puerta de la cárcel, para que una multitud la viera y la insultara.
0:09:31 No fue Claudia un ejemplo de resignación, porque ante los insultos de la Muchedud Hombre
0:09:38 ella respondía también con otros, del orden de que le recontra inoladre.
0:09:54 En cuanto fue sacada de la picota, Montó Caballo se dirigió a Arneas,
0:10:00 donde tuvo todavía tiempo para engañar a las autoridades antes que llegaran las noticias de París.
0:10:06 Con algún dinero incluso volvió a visitar a Gilles de Ré,
0:10:10 pero Gilles gastaba a punto de ser conducido al patíbulo por sus crímenes,
0:10:14 ya había asesinado a unas cuantas de sus esposas.
0:10:18 Después de esta visita, Claudia de Mordil desaparece de la historia.
0:10:23 Se conocen algunos documentos que atestiguan que se casó otra vez con un tal Jean de Lille
0:10:30 y que vivió oscuramente en Anjou, y no sabemos cuándo murió.
0:10:35 Esta es la historia de la impostora de Claudia de Mordil, la que fingió ser Juan de Arco.
0:10:44 Qué cosa, no? A mí me hubiera gustado que fuera Juan de Arco.
0:10:47 Y sí, claro.
0:10:51 A quién quiere dedicar esta charla?
0:10:54 Alessandro Casola, que no es un asalto en favor.
0:10:59 No, claro. Que pensó en los árboles mueres de pie.
0:11:02 Porque hay una impostura muy venturosa.
0:11:04 Una impostura con quienes lo hablen.
0:11:06 Qué curioso, yo estaba pensando algo parecido.
0:11:10 Yo estaba pensando que hay imposturas que deben agradecerse,
0:11:16 que de luego en el amor es donde estas imposturas tienen mejor fortuna.
0:11:22 Dice yo, si vos te acercás y yo creo que sos la mujer de mi vida, no importa que no lo seas.
0:11:29 Quien te lo se cree ya lo es.
0:11:32 Y quien te hace creer que es Juan de Arco es Juan de Arco.
0:11:37 En ese punto, Alejandro, recuerdo que en la obra teatral, la abuela supuestamente engañada,
0:11:43 se da cuenta de la impostura, pero está tan alto el nivel de amor que prefieres enamorarse de esta,
0:11:50 de este nuevo nieto, como uno podría hacer, ya que usted lo ha hablado, de una nueva mujer,
0:11:54 que sin ser se lo genera algo parecido superior.
0:11:58 Sí, ojalá, ojalá que haya lugar en nuestras vidas y en las de todos ustedes,
0:12:05 lugar para una que diga que es Juan de Arco, que aunque no lo sea nosotros le creamos
0:12:12 y saquemos a los inglesos y hablamos.
0:12:14 Vamos a amoblar esta charla con un solo de piano de Donecto de Sampone, que toca un tango,
0:12:32 que le partenece, y que se llama ella.
0:12:36 Ella en alusión a Claudia, o ella en alusión a Juan de Arco,
0:12:41 o ella en alusión a quien ustedes quieran. Adelante Donecto de Sampone.
0:13:41 No se me ha dado la pena que la gente se ha hecho con el piano de Donecto de Sampone.
0:13:47 No se me ha dado la pena que la gente se ha hecho con el piano de Donecto de Sampone.
0:13:52 No se me ha dado la pena que la gente se ha hecho con el piano de Donecto de Sampone.
0:14:40 No se me ha dado la pena que Phew.
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