Transcripción automática
0:00:00 Hoy hablaremos para seguir con este tono de alegría y de optimismo de venenos.
0:00:14 De venenos a través de la historia, incluso como respuesta a este muchacho que no sabía
0:00:22 como dejar a la novia.
0:00:27 Vamos a empezar por los emperadores romanos. Muchos usaron venenos, no siempre venenos
0:00:35 para beber. Por ejemplo, Calígula se jactaba de haber descubierto un veneno que provocaba
0:00:42 la muerte con el solo hecho de ponerlo sobre la piel de la víctima. Es decir, no era necesario
0:00:49 que vos te tomaras el veneno. No, te tocaban con ese veneno y ya te morías. Este veneno
0:00:57 tuvo un nombre que es hijo del siguiente asunto. Calígula, sabemos que Calígula era el emperador
0:01:05 que sucedió a Tiberio y antes se dio a Claudio, que estaba muy loco. En realidad su nombre,
0:01:14 no se llamaba Calígula, sino Calio, pero el nombre, ¿qué quiere decir el Calígula?
0:01:19 ¿Sabes qué quiere decir? Botitas. Sandalias chiquitas. Cuando era chico, él era hijo de
0:01:27 germánico, alguien en general, en que en Roma tenía puesta mucha esperanza, pero fue lo
0:01:34 asesinado. Y germánico se lo llevaba al hijo, chiquitito, era muy lindo, a las campañas.
0:01:43 Y le había hecho hacer unas botitas militares chiquitas y él se las ponía. Y la tropa lo
0:01:49 empezó a llamar botitas. Ahí viene el botita Calígula. Y ese fue el nombre que lo utilizó
0:01:55 cuando se convirtió en el emperador más depravado y vil, de la ya depravada y vil lista de emperadores
0:02:03 de Roma. Bueno, Calígula consideraba que las luchas del circo no eran lo suficientemente
0:02:11 crueles. Por lo tanto había prohibido que los gladiadores
0:02:15 llevaran coraza para que no se salvaran tanto. Y un día un gladiador llamado Columbus ganó
0:02:23 un combate y fue a presentarle sus honores a Calígula. El luchador había sido herido
0:02:29 levemente y Calígula aprovechó esa circunstancia para probar su veneno. Le dio al ganador una
0:02:38 capa enbebida en aquel específico. El gladiador se la puso y pasó muerto. Y Calígula en homenaje
0:02:47 a aquel gladiador a quien había asesinado, llamó Columbus a ese veneno que había inventado,
0:02:53 un espíritu amplio. El siguiente emperador, Claudio, murió también
0:02:59 envenenado. Se comió un plato de hongos envenenados que le había servido su esposa Agrippina,
0:03:07 su última esposa. Bueno, naturalmente. Cuenta el cronista que el crimen estuvo a punto
0:03:19 de fracasar, ya que Claudio había bebido tanto que estuvo a punto de vomitar. Envenenador
0:03:29 debe evitar que la víctima sienta deseos de vomitar. Entonces no debe, esto es un
0:03:35 consejo, no debe administrarle demasiada bebida ni hablarle, por ejemplo, de cosas puercas.
0:03:41 No hay tipo de que te cuentan cosas que salen y que te comienzan. No. Tásito explica que Agrippina,
0:03:50 la última esposa de Claudio, espantada ante la posibilidad de que su plan fracasara,
0:03:57 recurrió al médico genofonte. Tenía el mismo nombre que el historiador. Y parece que la ayudaba
0:04:04 en sus intenciones de matar a Claudio. El médico entonces lo fue a atender a Claudio y le dijo,
0:04:08 ahora, y se lo voy a ayudar a vomitar. Y lo que hizo fue introducir en la garganta de Claudio una
0:04:16 pluma, que era el procedimiento habitual. Pero esa pluma hay, estaba impregnada de más veneno
0:04:23 todavía. Y entonces Claudio no tuvo más remedio que morirse. Tanta insistencia, digo, amacé.
0:04:30 Como sabemos, a Claudio lo sucedió Nerón, que tenía una envenenadora oficial que se
0:04:39 llamaba Locusta. Y con venenos de Locusta envenenaron a Británico, el hijo del difunto Claudio,
0:04:48 que también hubiera sido un buen emperador. Cada vez que alguien se preparaba para ser
0:04:52 un buen emperador, lo envenenaban. En la corte de Nerón también hubo muchos envenenados.
0:04:59 El más famoso de todos era Pallas, que se había enriquecido mucho. Y como los emperadores solían
0:05:07 acceder a las herencias de los finados, era muy peligroso en riquecerse. Eso le pasó a Pallas,
0:05:14 Nerón lo envenenó y lo heredó. Durante muchos siglos los grandes señores vivían con el temor
0:05:20 de ser envenenados y tenían siempre una colección de antídotos, colección muy preciada desde luego.
0:05:27 Pero en realidad se trataba de supercherías, mucho más pintorescas que efectivas. Se buscaba,
0:05:34 por ejemplo, los cuernos de unicórneo, o el bezoar, que era una especie de cálculo de
0:05:41 piedrita que se formaba en el cuerpo de algunos animales. Otros tenían dientes de tiburón
0:05:46 y se decían que cualquiera de estos amuletos cambiaba de color al contacto con el veneno.
0:05:52 Entonces ponían un diente de tiburón en las comidas y esperaban a ver si cambiaba de color.
0:05:57 Si no cambiaba de color se manjaban lo que fuera. Eran todo mentira, pero bueno.
0:06:02 También había un antídoto, un mejunje, inventado por el médico romano Andrómaco,
0:06:08 para Nerón, que era con carne de víbora y miga de pan, con un poco de vino y mía.
0:06:14 Se me hacía agua la boca. Era muy útil para combatir la peste, la impotencia y también
0:06:22 el antídoto para cualquier veneno. Hubo también quienes envenenaban a los condenados para comprobar
0:06:30 el efecto de los antídotos. Ya que lo condenábamos a usted a muerte, probábamos en usted los antídotos
0:06:38 que inventábamos. El médico de Enrique II, Ambrúvar Paré, que fue uno que lo mantuvo vivo un
0:06:47 rato largo a Enrique II, pero después murió. Y le cuento cómo fue la circunstancia. En una
0:06:54 justa, en un juego deportivo, dio esas lanzas que vienen los dos a caballo, uno por cada lado de la
0:07:03 emparizada y se cruzan las lanzas que jugaban mucho a eso, los caballeros. Bueno, Enrique participó
0:07:11 en una justa. Entonces luego venía con un gelmo, una armadura, que sé yo, pero el duquenemón mora
0:07:18 en sí, que era su vocacional adversario, le insertó la lanza justo en el agujerito del gelmo por
0:07:26 donde miraba el tipo. Y se la metió por un ojo. Imagínense hasta el medio del cerebro. Y el médico,
0:07:34 Ambrúvar Paré, que estaba ahí, lo atendió y lo mantuvo vivo como 15, 20 minutos. Una verdadera
0:07:44 asaña de la medicina. Pero Paré inventaba antídotos. El rey que vino después de Enrique, Carlos Noveno,
0:08:00 no, primero vino Francisco Segúrme, después Carlos Noveno. Bueno, este rey probó la eficacia de un
0:08:06 bezoar, en calculito, una piedrita, que le había sido regalado. Entonces buscaron a un cocinero
0:08:12 que iba a ser ahorcado por haber robado algunos platos de la bajilla del rey. Lo iban a ahorcar,
0:08:19 imagínense. Y lo consultaron. Mire, señor, ¿usted qué prefiere? Que lo ahorquemos redondamente o
0:08:26 someterse a la prueba de ser envenenado y después probar nuestro antídoto a ver si sirve. Y el
0:08:34 cocinero dijo, bueno, envenenemén, porque dice antídoto para la borca no hay. Bueno, le encajaron,
0:08:44 no sé qué veneno, y al rato le dieron el antídoto, el bezoar. Y después empezaron a mirar. El doctor
0:08:52 Paré se sentó ahí enfrente y empezó a hacer anotaciones científicas. Y leo aquí el informe
0:08:58 que han robado Paré, nuestro médico. Se fue aquí enfrente. Se puso a vomitar con grandes espasmos,
0:09:07 diciendo que tenía fuego en el cuerpo y pidiendo agua. Luego encontré al cocinero en cuatro
0:09:15 patas, andando como una bestia. La lengua por fuera de la boca roja la cara y echaba sangre
0:09:25 por las orejas. Informa a su majestad que el cocinero murió. Un verdadero prócer de la medicina.
0:09:45 El cardenal Richelieu, que es posterior, vivía rodeado de gastos y les hacía probar la comida
0:09:53 y bebida que les servían. Esperaba un tiempo prudencial y si las mascotas continuaban vivas recién
0:09:59 entonces comía. Ahora, cuando él comía y al rato los gatos utilizados para probar la comida morían,
0:10:04 él también moría. No comía, señor. Está bueno, señor.
0:10:15 Contemos para terminar un intento de envenenamiento que padeció Napoleón. Fue cuando era muy joven,
0:10:29 era el jefe de la Guardia Nacional y se había hecho amante de una muchacha de apellido Daleti.
0:10:37 Sería Daleti, pero Francia le dirían Daleti. Y estaba casada con un tal Givorniraleti. Napoleón
0:10:44 participaba en las recepciones que daban en casa de los Daleti. El marido no sabía nada,
0:10:52 no? De los, naturalmente, de los... Amorió de su esposa con Napoleón. Bueno, pero pasó el tiempo
0:11:00 y Napoleón se hizo amante de otra mujer, yo, como en la vida. Y empezó a mostrarse menos comprometido,
0:11:05 con Madame Daleti. La visitaba menos, que es eso. Y entonces Madame Daleti decidió asesinar a Napoleón
0:11:13 por inconstante. Hay gente así que quiere que le haga. El caso es que Napoleón recibió un mensaje
0:11:20 de Daleti que le invitaba a su casa. Y que me daba que invito a mi casa y sepó que mi marido está
0:11:28 muy lejos. Y no le decía que el marido había ido lejos a una cena y le rogaba que fuera a
0:11:35 reemplazarlo en el mejor de los sentidos o en el peor de los sentidos. Y Napoleón fue. Llegó a
0:11:42 Napoleón, la amó y después se no abundante mente. Es decir, el tipo llegó y dijo, momento, primero
0:11:50 vamos a revocarlo y después nos comemos unos puxedetes. Una vez que morfó, usted ya sabe
0:11:58 cómo es la cosa. Pajaro que comió voló. Se fue en Napoleón. Se las tomó. Dos horas más tarde,
0:12:05 hecho, un dolor en las entrañas lo atacó de modo tal que tuvo que pedir socorro a los gritos,
0:12:11 que por otra parte es el modo más razonable de pedir socorro.
0:12:18 Nadie susurra un socorro.
0:12:20 Por otro lado, pedir socorro como Santiago Gómezcuno socorro.
0:12:28 Bueno, llegó un médico y le dio un antídoto al medio y lo alivió un poquito. Después muchos
0:12:34 vecinos, enterados de la descompostura de una parte, fueron a visitarlo y en un momento,
0:12:41 Quina parece a visitarlo, madanda de ti junto a su esposo que había vuelto.
0:12:49 Y ella se acercó a Napoleón y le dijo al oído, me habéis abandonado cobardemente y me he
0:12:57 vengado. El venero que recorre tus entrañas es lento pero excelente. Si delatáis mi crimen,
0:13:08 yo delataré el vuestro, dijo. Y vello lo señaló al marido que estaba ahí y parece que el marido
0:13:16 era un tipo como de dos metros. Y Napoleón comprendió que valía la pena callarse.
0:13:23 Después llamó al médico, le dijo que el veneno lo estaba consumiendo, pero por suerte madanda
0:13:28 de ti no era experta en envenenamiento y rápidamente el médico encontró el antídoto.
0:13:35 Napoleón resolvió no visitar más a la dama y algún rencursos tuvo cuenta Constán,
0:13:43 el el el mayor domo de Napoleón que escribió un libro muy divertido.
0:13:51 Y contó que ya mucho después cuando Napoleón era emperador, había una lista de personas que
0:13:59 tenían prohibido el acceso a cualquier sector de la corte y entre esas personas sin explicar la
0:14:06 razón estaba madanda de ti. Así que se acordó de ella hasta el final de su vida.
0:14:13 Quiero contar una última historia que es la que más me gusta, pero por ser la que más me gusta le
0:14:17 ha contado tantas veces que todos ya deben estar hartos. Es la de Mitrídate, el rey del Ponto,
0:14:24 que vivía obsesionado ante el temor de ser envenenado. Entonces siguió un procedimiento
0:14:32 muy razonable. Vivía pequeñas dosis de venenos para ir acostumbrándose a todos ellos.
0:14:40 De modo tal que se hizo inmune a cualquier veneno. Bueno, entonces un día lo agarraron unos
0:14:46 tipos y lo asfixiaron con un almohadón.
0:14:54 No había tomado la precaución de ir acostumbrándose a las fixias con pequeñas almohadillas.
0:15:07 O le sacaron el almohadón en la casa.
0:15:09 Claro, que notable. Bueno, hemos ido a la discoteca, nos atendió el discotecario, nos dijo que él
0:15:20 una vez había comido un guiso medio podrido que prácticamente se había envenenado.
0:15:27 Y contó que esa historia era muy superior a todas las que yo le había contado.
0:15:33 No, señor, aquí el veneno está vinculado a la muerte.
0:15:36 No, a una indigestión.
0:15:37 Bueno, por esa razón es que el tango que ilustrará esta charla es el tango de la muerte.
0:15:47 Tango que pertenece por otra parte a la opereta lo que me costó el amor de Laura, que ustedes
0:15:52 encontrarán en las malas librerías.
0:15:55 Esta es la versión del disco, la versión de Bagletto.
0:16:01 Así que escuchamos a Juan Carlos Bagletto con la Orquesta Sin Pónica Nacional en tango
0:16:07 de la muerte de lo que me costó el amor de Laura, que ahora me doy cuenta, ha sido escrito
0:16:12 pensando en Madanda Leti y en la Polina Monaparte.
0:16:17 Sí, se lo digo yo que lo escribí.
0:17:12 No, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no,
0:18:22 no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no,
0:18:31 Era Juan Carlos Baglieto, la venganza será terrible el tango de la muerte.
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