Transcripción automática
0:00:00 Vientos griegos. En Grecia el señor de los vientos era Eolo. La historia familiar de Eolo antes de que le tocara manejar los vientos es trágica.
0:00:13 Su casa estaba en Liparra, una isla flotante de riscos estarpados entre los cuales se confinaban los vientos.
0:00:23 Eolo tuvo seis hijos y seis hijas de su esposa en Aresta, escúlpenme usted.
0:00:30 Y vivían todos felices en un palacio rodeado por una muralla de bronce.
0:00:36 Era una vida de continuos resejos, canciones y diversión, hasta que un día Eolo descubrió que su hijo menor, Macareo, se había acosado con su hermana, Kahnase.
0:00:48 Horrorizado, Eolo tiró a su hijo a los perros.
0:00:52 De lo que era ocho.
0:00:53 Se enojó tanto que se lo tiró a los perros, que serían muy celosos.
0:00:58 Bueno, que algunos perros, por más que uno le tiga a su hijo, no suceden gran cosa.
0:01:05 En este caso parece que eran perros, feroces, cimarrones y hambrientos.
0:01:10 Bien, y en cuanto a Kahnase, le dio una espada con la que ella, evidentemente, se suicidó.
0:01:17 Pero Macareo los enteró de que sus otros hijos, que no habían sido advertidos nunca, de que el insecto entre humanos estaba mal visto por los dioses.
0:01:26 También se habían amado inocentemente y se consideraban esposas y esposas.
0:01:33 Claro que sabían.
0:01:35 No queriendo ascender a Zeus, que consideraba el insecto una prerrogativa del olimpo, Eolo rompió esas uniones y ordenó a los hijos que le quedaban que emigraran, que se fueran por ahí.
0:01:50 Eolo se quedó en transezólo con su esposa en la isla de Lippara.
0:01:56 Por esos tiempos, Zeus había encerrado a los vientos porque, tenia que, a menos que estuvieran bajo control, pudieran un día varrer la tierra y el mar.
0:02:07 Por decisión de Eora, su mujer, se hizo cargo a Eolo del control de los vientos.
0:02:14 La mujer de Zeus era el de nuevo.
0:02:17 Dicen los mitógrafos que aunque Zeus los mantenían cerrados, los vientos eran originalmente propiedades de Eora y los dioses masculinos no tenían poder sobre ellos.
0:02:29 La tarea de Eolo consistía en dejar salir a los vientos uno por uno.
0:02:34 Esto lo hacía Eolo a su propia discreción.
0:02:38 O a veces considerando la petición de alguna autoridad olímpica.
0:02:42 Me mandaban un memorandum, por ejemplo, a Polo.
0:02:48 Señor Eolo, en el que se lo considera la posibilidad de dejar salir un viento fresco, el miércoles y a tal hora, en razón de un pequeño milagro, me tengo que mandar.
0:03:03 Si hacía falta volver alguna tormenta para corrobar alguno, clavaba su lance en una cantilla de los vientos y había del agujero que había hecho hasta que él volvía a cerrarlo.
0:03:14 Eolo era muy discreto y muy eficaz.
0:03:19 Cuando se aproximó la hora de su muerte, Zeus no lo condenó a vivir en la mansión de los muertos sino que lo sentó en un trozo dentro de la llamada Cueva de los Vientos, donde todavía está Eolo.
0:03:34 Ya no sé si ha sido una distinción o un castigo que está sentado ahí como un gil durante toda la tannidad.
0:03:43 Era la mujer de Zeus.
0:03:46 Insiste en que las responsabilidades de Eolo le dan derecho a asistir a los banquetes de los dioses.
0:03:52 Y si se quiere, vamos a, de muchachos, maneja el viento, vamos a inventarlo a los banquetes.
0:03:58 Pero los otros olímpicos lo consideraron un intruso, especialmente el posidón que lo tenía montado entre Ceja y Ceja, porque desde luego era el Dios del mar.
0:04:10 Y él reclamaba que el aire encima del mar también fuera manejado por él.
0:04:15 Quería prohibir a todos el derecho de levantar tormentas.
0:04:20 Algunos delato derrestan importancia al trabajo de Eolo.
0:04:23 De Odoro, de Odoro Céculo, ha contado que en realidad Eolo simplemente enseñaba a los isleños el uso de las velas de navegación y predecía por las sellales que podía leer en el fuego que vientos iban a soplar, es decir, nada.
0:04:39 Los morios elevaron a Eolo al rango de divinidad de Segundo Obre.
0:04:45 Este arreglo parece que fue aceptado de mala gana por los acerrotes de Stoins y posidón que se oponían a la creación de nuevos dioses y sin duda también por los devotos conservadores de era que consideraban a los vientos como una propiedad inalienable de la diosa.
0:05:03 Una de las intervenciones más famosas de Eolo fue junto a Ulises, a Ulisero y es bien conocida.
0:05:12 Parece que después de escaparse del sitio pepolisquemos, Ulisero llegó a la isla de Eolo.
0:05:19 Este lo recibió vitalariamente y le regaló un obre de piel y el de huey, al seguir, que contenía a todos los vientos excepto una abrisa favorable que debía conducirlo de regreso a Itaca.
0:05:36 Es decir, los vientos que estaban dentro de ese obre no soplaban.
0:05:40 El único viento que estaba fuera era una abrisa que iba justo para el lado de Itaca.
0:05:45 Ulises recibió el regalo, agradeció y partió a favorar esa abrisa favorable.
0:05:51 Pero ya en viaje Ulises se durmió y los compañeros eran de terror creciendo que el obre llevaba oro lo abrieron.
0:06:03 Que broma, cuando abrieron el obre salieron todos los vientos, vientos huracanados, mezclados, entreverados y terribles,
0:06:12 con tanta mala sordidia le impulsaron de vuelta a la isla de la que había partido, es decir, a la isla de Eolo.
0:06:20 Ulises entonces le explicó a Eolo lo que había ocurrido y le preguntó si podía prestarle otros nuevos vientos más favorables.
0:06:29 Eolo le contestó que ya nada podía ser un su favor, ya que los dioses habían manifestado de manera clara la oposición a que él regresara a Itaca.
0:06:39 ¿Cómo le habían manifestado? Bueno, con esos vientos.
0:06:42 Ulises entonces le dio inicio a su navegación al azar y pareció otras muchas aventuras, como ustedes saben,
0:06:50 antes de volver a su patria y a su querida Penélope.
0:06:54 Los vientos que Eolo guardaba eran Bóreas, que era el viento norte, Céfiro, que era el viento oeste,
0:07:05 Euro, que era del este y Noto, que era el viento del sur.
0:07:12 Bóreas era representado como un genio al lado de enorme fuerza física, barbudo,
0:07:18 y generalmente vestido con una túnica corta.
0:07:22 El soplo de Bóreas, el viento norte, era helado.
0:07:27 Dicen que en una ocasión salvó a los griegos de una derrota militar.
0:07:31 El rey Perza Gérges atacó a Tenas con una flota enorme y Bóreas empujó violentamente a los barcos invasores hacia Altamar.
0:07:44 Bóreas era hijo de Eos, la aurora de quien hemos hablado aquí, y de Astreo.
0:07:50 Bóreas era un viento dalante.
0:07:53 Solía amar muchachas.
0:07:56 Una fue Oritía, hija del rey Erecteo, que estaba jugando con sus compañeras en las margenas de un río.
0:08:03 En los mitos griegos cada vez que una dama juega con sus compañeras en las margenas de un río, es goleta.
0:08:10 Parece que Bóreas la levantó hacia una roca del río Eregiñes y allí envuelto en un manto de nubes oscuras la amó.
0:08:22 Con eso tuvo dos hijos, Calais y Cetis.
0:08:27 Estos dos jóvenes eran unos seres calados y fueron asumantes de su padre.
0:08:33 Calais soplaba suplaba suerte.
0:08:42 Son dos hombres calados.
0:08:44 Uno primero tiene la tentación de decir Calais en vez de Calais.
0:08:48 Y en cuanto a Cetis, la tentación depende a la rima especialmente sabiendo que soplaba.
0:08:57 Y que soplaba fuerte.
0:08:59 Soplaba fuerte.
0:09:01 Bueno, no comprendía a los mitos y entonces no había captado el sentido de esta violación de Oritía por parte de un ventarón.
0:09:11 Él sugieren que una princesa con ese nombre estaba jugando en los acantilados cerca de Ilysos o en la colina de Ares y accidentalmente fue abatida por el viento y murió.
0:09:26 Sócrates dice eso.
0:09:28 No cabía para él la posibilidad de un viento amoroso.
0:09:31 Y sé porque no creía en los dioses y en los mitos.
0:09:34 Céfiro, el Dios del Viento del Oeste, también tiene sus historias.
0:09:39 Una vez se unió con las arpías, aquellos seres horrendos, raptoras de almas y de niños.
0:09:47 Y aquí se unió con las arpías, nacieron caballos.
0:09:53 Canto y Vario fueron dos por seres divinos que usó a Cibres.
0:09:58 Otros dos fueron flojeo y árpago que eran los caballos de los diósfudos, castorifólogs, los heros.
0:10:06 Céfiro se enamoró, el viento del oeste, se enamoró de un príncipe, del príncipe espartano y asinto.
0:10:17 Pero este príncipe era amante nada menos que el Dios Apolo, que cualquier colectivo lo dejaba a la bolsa.
0:10:25 Y un día celoso, Céfiro se puso a soplar en medio de una competencia de disco que estaban discutiendo y asinto y apolo.
0:10:35 La cuestión fue que en un momento Céfiro decidió el disco, lo hizo estrellar, se encontró una roca y le repre el disco cuadrado en la cabeza y le asintió el líquido.
0:10:48 Apolo quedó concernado y para inmortalizar el nombre de su amigo,
0:10:52 tramporbo la sangre que había brotado de la herida en una flor nueva que fue naturalmente el jacinto.
0:11:01 Digamos para terminar que a diferencia de bóreas y céfiro, los vientos noto y euro casi no intervienen en los muertos.
0:11:09 Bien, esto es todo lo que tengo que decir acerca de los vientos gregos.
0:11:17 Si, la historia, el pobre Jeholdo, su pobre hijo menor, Macareo,
0:11:24 que no sabía de la prohibición de mi sexto.
0:11:28 Así que también debe ser oí para los padres, que se lo digan pronto.
0:11:32 Que se lo digan enseguida, que no comentan esas clases de errores jurídicos,
0:11:38 que obligan a uro después de tirarse los los perros.
0:11:43 Eso es verdaderamente horrible.
0:11:47 También una dedicatoria a yacinto y apolo que fueron víctimas de un viento traidor.
0:11:55 Hemos sido a la discoteca y al discotecario le gustó mucho la historia,
0:12:03 o le impresionó mucho la historia de Macareo, que niños que fueron arrojados,
0:12:08 que pobres que fueron arrojados los pernos.
0:12:10 Y como hoy hablamos con un amigo de este programa, que es Díaz Morrisco,
0:12:14 y nos pidió que disculpieramos la canción de Néstor Feria,
0:12:20 Chumba de los perros, en la versión de Nélio Mar, y eso es lo que haremos.
0:12:26 Eso es lo que queremos ya, que Chumba de los perros seguramente fue escrita y compuesta
0:12:32 como homenaje a este joven Macareo que fue arrojado a los padres.
0:12:36 Desde luego la letra no dice otra cosa, pero justamente para disimular la intención de homenaje,
0:12:46 que desde luego un muchacho incestuoso no es el mejor objeto de homenaje que un autor de canciones criolas pueda escribir.
0:12:56 Entonces temeroso que la amistad de la mujer, que era tu marido,
0:13:00 aquí en vino homenaje a Arque Sirento y no dijo nada,
0:13:04 incluso la letra hizo otra cosa para evitar la mala licencia,
0:13:08 pero Chumba de los perros probablemente fue escrita en homenaje a Macareo, el hijo menor de Eón.
0:13:16 Escucharemos como se ha dicho la interpretación de Nélio Mar.
0:13:30 No te hundas lo que es lo que duele el barro,
0:13:42 y entregués su alma una niña de aventura,
0:13:48 a este desaliento que apaga la vida,
0:13:54 como una niña que amaba el barro,
0:14:02 que ya que alojala su juro, su carga,
0:14:08 que el hombre resuelto no lo conozco porza,
0:14:14 ya que la existencia no resulta corta,
0:14:18 como una niña que no salga la carga,
0:14:26 que el hombre que hacía este vencido,
0:14:32 que te hagan caído, pero hecho pedazo.
0:14:48 Nunca fue de crioso, oblazna cabeza,
0:15:00 es tierra de guapos, es tierra de la vida,
0:15:06 el trabajo alata, la patria y la vida,
0:15:12 y un hombre de nosotros en una belleza,
0:15:20 si un barrio no se alquilable de pena,
0:15:28 prende que al lado si verás que un día,
0:15:34 que enfrente a la zona en otro vacía,
0:15:40 de un barrio no es una gran vera,
0:15:50 y el viento que pasa de tranquila,
0:15:56 no dejes que el viento que deja en tu casa,
0:16:02 creó un palo que aguanta los ojos y implora,
0:16:08 las mujeres lloran y los hombres caen.
0:16:24 Este ha cantado Melio Mar de Néstor Feria,
0:16:30 chum vale los perros.
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