William Phips, Buscador de Tesoros

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0:00:00 Continuamos en la venganza Serata Ribre desde el auditorio de Radio Nacional en la calle Maipú 555 de la ciudad de Buenos Aires.
0:00:13 Mañana también estaremos aquí haciendo el programa en vivo.
0:00:16 Hablaremos de William Fitz, un buscador de tesoros.
0:00:20 Nuestra historia de hoy comienza en 1641, un día de septiembre, en la isla del español,
0:00:25 que como sabemos contiene hoy a los países de República Dominicana y Haití.
0:00:29 Bueno, estaba la gente en Santo Domingo, aglutinada en el puerto y observando a 20 galeones que había fondeados así.
0:00:39 Se trataba nada menos que de la famosa flota de plata, una flota que llevaba a España tesoros de América recolectados durante dos años.
0:00:47 Había plata de las menas de Potosí, perlas de la isla Marganita, oro del Perú y de Maracaibo.
0:00:55 Y bueno, esas naves permanecieron allí unos días y luego zarparon, iban a zarpar hacia Cádiz.
0:01:05 Se deslizaron hacia Marabierto, navegaron toda la noche hacia el noroeste y llegaron a los arrecifes.
0:01:16 Esos son los arrecifes que hay por allí. Tienen el peligro mayor del viaje porque después de franquear ese paso ya tranquilamente podían marchar por Marabierto hasta Europa.
0:01:30 Pero justo en los arrecifes se desató un huracán y los navíos chocaron contra los arrecifes y hundieron los 20 galeones y murieron 1.700 hombres.
0:01:42 10 años más tarde, aquel episodio, el 2 de febrero del 1651, nació en Maine un hombre llamado William Fitz.
0:01:51 El padre de William era un armero afortunado en amores.
0:01:57 De varias esposas había tenido 27 hijos. William fue su hijo número 21.
0:02:05 Siendo niño, se especializó en cuidar ovejas. Se dedicó a cuidar ovejas.
0:02:13 No aprendió a leer ni a escribir. Bueno, ¿para qué? Es algo que le comunicara sus decisiones a las ovejas por escrito.
0:02:23 Cuando fue mayor, era un hombre muy grande, gigantesco, medía a 2 metros y tenía mucha fuerza.
0:02:32 Por eso lo contrataron para hacer trabajos de armado en un astillero.
0:02:37 Más tarde, quiso tripular algunas de las embarcaciones que él mismo construía.
0:02:41 Aunque soñaba con ser marino, al mismo tiempo cortejaba a una hermosa muchacha, llamada Mary Spenzel, hija de un capitán mercante de Boston.
0:02:52 En verdad, era muy osado que un simple obrero pretendiera la mano de la hija de un capitán.
0:02:58 Sin embargo, William se presentó en la casa de la muchacha y se declaró.
0:03:06 Le dijo al viejo, me dine, yo quiero andar con su hija, etcétera.
0:03:09 Y lo sacaron a patadas. Como era muy perseverante, el amigo William, se presentó tres veces más con idéntico resultado.
0:03:20 Tiempo más tarde, más tarde no, más tarde, se plantó frente a la casa de este capitán y le gritó desde afuera, desde una distancia prudencial,
0:03:33 que conseguiría dinero y dignidad como para poder casarse con Mary.
0:03:38 Debo ser algo digno de verse, en un tipo parado frente a la casa del capitán y tan.
0:03:42 Conseguiré dinero y dignidad como para casarme con Mary.
0:03:50 ¿Está a dormir?
0:03:51 No sabía escribir.
0:03:52 ¡Arrantes y vergüenza!
0:03:53 Estábale, ya dentro de acá.
0:03:54 Si sabía escribirla, hacía un pasacaso.
0:03:56 Claro, menos mal que no sabía escribir.
0:03:59 Bueno, después de haber construido numerosos navíos, William construyó uno para él y comenzó a trabajar con ese navío en las escalas que hacía en los distintos puertos.
0:04:12 Conversaba con otros marinos, oía hablar de piratería, de hombres como Morgan, de Lolonés y otros piratas famosos.
0:04:22 En una de aquellas reuniones, Fitz, o yo hablar de la tragedia de 1641, aquella con la cual comenzamos el programa,
0:04:29 e inmediatamente empezó a soñar y en adelante solo vivió para encontrar el tesoro de la flota de plata.
0:04:36 Para llevar a cabo semejante expedición, hacía falta mucho dinero.
0:04:41 Fitz golpeó las puertas de los notables de Boston, pero no le dieron bolisa.
0:04:48 Para conseguir algún dinero empezó a traficar tabaco de Virginia, se topó con bucaneros y filibusteros.
0:04:54 Su gran estatura y su fuerza física bastaban para hacerse respetar,
0:04:59 pero como estaba desesperado para conseguir lo suficiente como para hacer la expedición,
0:05:04 decidió trasladarse a Londres para pedir ayuda.
0:05:08 Era una locura porque él era apenas un colón o desconocido y un marino de tercer orden.
0:05:16 Pero en la primavera de 1682, Fitz entró con su arco en el Tamesis,
0:05:22 ancló cerca de la Torre de Londres y pidió audiencia con el rey Carlos II, el de la restauración.
0:05:28 Y una vez más lo sacaron a patadas, pero como seguía tan perseverante como siempre,
0:05:35 se quedó en Londres durante 15 meses y todos los días se presentó ante las puertas del palacio,
0:05:42 hasta que un día el rey lo recibió.
0:05:44 Parece que Carlos II era un coleccionista de objetos de platería y recibió a Fitz
0:05:50 para ver si podía acrescentar aquella colección.
0:05:54 Fitz le contó la historia de la flota de plata y lo convenció a Carlos II.
0:05:58 El rey se llevaría la mitad de los beneficios y pondría a disposición de Fitz
0:06:03 el mejor navío de la flota real que era el Arzen Rows,
0:06:08 una fragata de 18 cañones y 100 hombres de tripulación.
0:06:14 Fue a Festeshar, Fitz.
0:06:20 Fetejó por aquel éxito.
0:06:23 Y salió muy contento de una taberna donde había ido a emborracharse
0:06:28 y se cruzó con un magistrado que lo vio borracho y le pidió los documentos,
0:06:35 una espelera de justicia.
0:06:37 Y bueno, el marino dijo que era amigo del rey
0:06:40 y acto seguido lo fajó al magistrado.
0:06:43 Recuerde que Fitz, media dos metros y tenía una fuerza de Herculia.
0:06:47 Bueno, fue preso.
0:06:49 En ese mismo momento parece que los 100 marinos de la fragata también habían salido a Festeshar
0:06:54 y se trenzaron a puñetazos con todo el que se presentaba.
0:06:58 Bueno, son pequeños detalles.
0:07:00 En enero de 1684 partió la nave, pusieron rumbo a la española,
0:07:04 cuando llegaron, Fitz fue a una taberna y en un momento dado o yo pedido de socorro.
0:07:10 Acudió y vio a un anciano acosado por dos ladrones.
0:07:15 William aplastó a los bandidos y el viejo agradecido
0:07:19 le reveló a Fitz el secreto que los asaltantes, según contó este viejo,
0:07:25 querían arrancarle.
0:07:27 Dijo que él era un sobreviviente del naufragio de la flota de plata
0:07:31 y le dio preciosas indicaciones sobre el emplazamiento de uno de los galeones.
0:07:36 Desde luego le cobró aquellos datos.
0:07:39 Fitz fue hasta aquel lugar y no encontró nada.
0:07:42 Había caído en manos de un farzante.
0:07:45 Entonces como debía rendir cuentas a la corona,
0:07:49 se volvió en glaterra con las manos vacías.
0:07:51 Allí se encontró con que el rey Carlos estaba muerto
0:07:55 y el sucesor era Jacobo II, que no era muy amigo de los aventureros
0:08:00 y que le sacó la nave y lo metió preso durante un año por Gil.
0:08:04 Cuando salió, buscó la ayuda de algunos nobles, la consiguió
0:08:09 y el rey Jacobo II, de mala gana, le expidió una autorización oficial.
0:08:17 Salió en 1686 en una nueva expedición y esta vez tuvo éxito.
0:08:22 Llegaron a la zona de los arrecifes,
0:08:25 construyeron unas piraguas para 10 remeros
0:08:29 que era la única manera de navegar entre aquellas piedras.
0:08:32 Los marinos se sambullían y después de seis semanas
0:08:36 alcanzaron a cargar 26 toneladas de oro y plata.
0:08:41 Y fueron todos felices para siempre.
0:08:44 Bueno, en realidad no.
0:08:46 Lo último fue un agregado omeo.
0:08:48 Cargaron sí 26 toneladas de oro y plata, pero nada más.
0:08:51 Cuando emprendieron el regreso a Londres,
0:08:54 lo sorprendieron cuatro corsarios franceses,
0:08:57 seis piratas ingleses, 25 de la Armada Española.
0:09:01 Bueno, igual no fue tan malo porque los derrotaron a todos.
0:09:06 Y en junio de 1687 el hombre que había ido a golpear las puertas
0:09:11 de Carlos II, vestido con una piel de búfalo,
0:09:15 fue recibido con gran pompa por el rey Jacobo.
0:09:19 Al día siguiente Fitz fue nombrado Sal.
0:09:22 Toda la ciudad de Londres cantaba Loas a William Fitz.
0:09:26 Además de Sal, Jacobo lo nombró Sheriff de Massachusetts
0:09:31 en los Estados Unidos, que todavía pertenecían a Inglaterra,
0:09:36 o dependían de Inglaterra.
0:09:38 También lo nombró Gobernador y Capitán General de Maine
0:09:41 y Nueva Escocia.
0:09:43 Así que viajó a América y fue golpear la puerta otra vez
0:09:46 a Mary Spencer.
0:09:49 Pero esta vez el padre silencioso se le aguantó piola
0:09:53 y le entregó la mano de su hija, por no decir otra cosa.
0:09:57 William había cumplido los 36 años,
0:10:00 ella con 29 lo había esperado.
0:10:03 No era común en aquellos tiempos casarse a esa edad.
0:10:06 Bueno, Fitz fue Gobernador, se hizo respetar en su región,
0:10:11 obtuvo una constitución más liberal para su colonia,
0:10:14 pero hay que decir que también aplastó
0:10:17 sin asco toda tentativa de rebeldía.
0:10:20 Fitz vivió en tiempos de las Brujas de Salem,
0:10:24 pero en realidad no le gustaban aquellas persecuciones.
0:10:30 Hizo una campaña contra los franceses,
0:10:33 atacó Kéveks, fue derrotado.
0:10:36 En Londres, muchos nobles envidiosos de los favores
0:10:39 que le había hecho el rey se quejaron y Fitz fue juzgado.
0:10:43 Así que viajó a Londres, recordemos que era la misma administración
0:10:47 para los Estados Unidos y para Londres.
0:10:50 Viajó a Londres para defender su causa, no se defendió bien,
0:10:54 y entonces jamás pudo regresar a Maine y nunca más volvió a ver a Mary.
0:11:00 Lo metieron preso y se murió en una prisión inglesa el 18 de febrero de 1695 a los 43 años.
0:11:08 Dicen que como un soñador impenitente reunía en la prisión
0:11:14 informaciones sobre otro tesoro, el tesoro de Bobadilla, murió antes de buscarlo.
0:11:23 Y esta es la historia de William Fitz, que rescató 26 toneladas de oro y plata
0:11:27 y sin embargo murió en una cárcel.
0:11:30 Las dedicatorias son todas para el amigo Fitz
0:11:33 y para el pobre almirante Villa Vicencio, que se hundió con 20 gallones.
0:11:37 Qué desperdicia.
0:11:39 Hemos sido a la discoteca
0:11:42 y el tema correspondiente resultó ser el tango Volver
0:11:45 en la versión de su autor, Carlos Gardel.
0:11:48 Volver, que es lo que no pudo hacer Fitz
0:11:51 y lo que no pudo hacer el almirante Villa Vicencio.
0:11:54 Y me temo que es lo que nadie puede hacer, porque no hay en este mundo nada que se parezca al regreso.
0:11:59 Canta Carlos Gardel, Volver.
0:12:12 Lo adivino el parpadeo de las luces que a lo lejos van marcando mi retorno
0:12:21 Son las mismas que alumbraron con su un pálido reflejo con las doras de dolor
0:12:30 Y aunque no quise el regreso siempre se vuelve al primer amor
0:12:37 La vieja calle donde le codico, tu desubidazo, tu estupener
0:12:45 Bajo el burlón mirar de la estrella, que tu no dislibería, hoy bebé Volver
0:12:54 Volver, con la frente marcita, la fiebre del tiempo, placer a los pies
0:13:05 Verdi, que es un soplo la vida, que 20 años no es nada, que es abrir la mirada
0:13:17 Errar de la sombra, se busca y se dobra, vivir con el alma cerrada
0:13:27 A un dulce recuerdo que lloro terave
0:13:33 Tengo miedo del encuentro con el pasado que vuelve a enfrentarse con mi vida
0:13:41 Tengo miedo de las noches que pobladas de recuerdo encadenen mi soledad
0:13:49 Pero el viajero que une, tarde o temprano te tiene que andar
0:13:56 Y aunque lo olvido que todo de feo honges, al llamar a dos mil viejas y nociones
0:14:04 Un muerto escondido de pelar, taumilde, que no da la fortuna de mi corazón
0:14:13 Volver, con la frente marcita, la fiebre del tiempo, placer a los pies
0:14:23 Verdi, que es un soplo la vida, que 20 años no es nada, que es abrir la mirada
0:14:35 Errar de la sombra, se busca y se dobra, vivir con el alma cerrada
0:14:46 A un dulce recuerdo que lloro terave