no tengo la intención de defender al Barton de esa época, aunque sí me parece justo señalar algún que otro acierto

A lo mejor soy yo, pero no me causó ninguna gracia. Seguramente no lo termino de entender. Voy a tener que destruir por completo la gracia y pedir que me lo expliquen. ¿La gracia sería que no se puede reservar el numero infinito porque es indeterminable?¿o que Dorio le pida justo el anterior? la respuesta de Dorio es mucho mas rápida e ingeniosa y si bien tampoco me causó gracia, me pareció genial.
Si lo entendí bien, basado en las pavadas que escribo acá arriba, Barton no brilló mas que yo intentando hacerme el chistoso, lo cual habla bastante mal de Barton, pero le tiró un centro a Dorio de esos que a veces tiraba yo cuando me obligaban a jugar al futbol: patear sin mirar para desprenderme rápido del trámite esférico en mis patas, rogando que la pelota cayera en un lugar que hiciese sentido en el juego y que luego no me fajen mis compañeros de equipo. En criollo, dijo una boludez que parece ingeniosa de puro culo.
¿Sabés que? ya me arrepentí; no le tiró un centro a nadie, Dorio fué el que brilló ahí con esa respuesta rápida.

No es que lo tenga "montado entre ceja y ceja" a Barton... ...pero si. La culpa es de él después de todo. Es como si me hubiesen puesto a mí a seguirle el mambo a Dolina; con la no sutil diferencia de que yo sé perfectamente que no podría y me negaría a hacer el ridículo.

Dorio era mucho mas ingenioso, no caben dudas ni punto de comparación, pero pecaba de ansioso. Puedo saber enseguida si estaba en el programa apenas comienza porque rellenaba todos los espacios con risas del orden de "ffffjjj fjjjj ffffjjj" o "ah ah ah ffjj" (si, Krank, lo hice a propósito, sé que te encantan las risas escritas). También es verdad que Dolina deja cada baches que a veces pienso que se cortó el audio. Dorio hacía las veces de risas grabadas de sitcom, indicandole a la gente que se había dicho algo ingenioso. Mmm eso no es buen signo.

PD: No te olvides de ponerle tapitas de gaseosa en los rayos así las minas mueren cuando te ven andar, víctimas del ya clásico ingenio masculino que no resisten.