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0:00:00 Por aquí no hay más mensajes, pero voy a buscar unos que vi en el fondo y enseguida vuelo.
0:00:12 No me dejes solo.
0:00:13 Es solo un momento.
0:00:25 Tengo miedo.
0:00:30 A todo le tengo miedo.
0:00:34 Quizá podría contarles que le tengo mucho miedo a las cuevas, a las grutas, a las cavernas, a los túneles y a los hoyos.
0:00:50 Los lugares donde los pueblos suelen imaginar que ocurren sucesos maravillosos.
0:00:57 Y con frecuencia estas maravillas tienen lugar en sitios más o menos inacpugnables o antiguos o ruinosos y muchas veces en cuevas o cavernas.
0:01:11 Yo citaré ahora sólo para agujentar mi miedo a la soledad algunas cuevas famosas donde se ha dicho que sucedieron cosas extrañas.
0:01:23 Allá en la vieja herin había un lago y en el medio del lago una isla.
0:01:33 Y cuentan que a mediados del siglo V, San Patricio, que en realidad era natural de Escocia, propagó la fe de Cristo.
0:01:43 Muchos eran reacios en Irlanda a esas predicaciones y persistían en el homenaje a las antiguas divinidades.
0:01:52 Y fue necesario un milagro para que aquella gente abrazara las nuevas doctrinas.
0:01:59 Eran mejores tiempos cuando la gente se resistía a creer algo, bueno, se les hacía un milagro y los convencía.
0:02:09 Ahora no basta.
0:02:12 Y gracias a los rezos de Patricio, repentinamente en medio de aquella isla que he citado,
0:02:19 la isla que estaba en medio del lago Derg, se abrió una cueva.
0:02:26 De golpe se abrió una cueva y todos nos convertimos al cristianismo.
0:02:31 Muchos curiosos visitaron aquella cueva y no faltaron los que se metieron cueva adentro en los caminos subterráneos.
0:02:43 Y en una de esas excursiones vinieron a encontrar algo que los espantó.
0:02:51 Encontraron un lugar en donde ardían las llamas de una especie de purgatorio que era en una institución que todavía no se había fundado.
0:03:01 Curioso, estamos hablando del siglo V, no había purgatorio.
0:03:06 Purgatorio es una creación humana.
0:03:09 Bien, en época de San Patricio todavía no la había inaugurado,
0:03:15 pero ya en aquella cueva había algunas amitas que purificaban algunos a los que no les daba la maldad como pa' infierno.
0:03:25 Entonces allí sufrieron hasta merecer el ascenso a la mansión de los bienaventurados.
0:03:34 Y el testimonio de aquellos que visitando la cueva de Derg vieron las llamas y el sufrimiento de aquellos tipos movió a muchos a la conversión lisa y llada.
0:03:46 Oían hablar de aquel purgatorio y se convertían al catolicismo sin más trámites.
0:03:51 Ahora mismo, al escuchar este recuerdo del siglo V, muchas personas que desconocían este milagro acaban de convertirse al budismo.
0:04:06 Otra cueva.
0:04:09 Al lado del célebre templo del oráculo de trofonio en los bosques de Beosia había una cueva.
0:04:17 Estaba hasta la pera de serpientes y los visitantes aplacaban la ferozidad de aquellos retiles arrojándoles tortas de miel para que lo dejaran pasar.
0:04:32 Ya se sabe que el retil al recibir una torta de miel como soborno se hace obsequioso y servil.
0:04:45 Dentro de aquella caverna, además de los reptiles, había una fuente.
0:04:48 Quien bebía de aquella fuente borraba de la memoria los hechos y recuerdos pasados, ni más ni menos que la fuente del olvido.
0:05:00 Timargo refiere lo que vio y escuchó en aquella prueba.
0:05:05 No, cueva.
0:05:07 Pero también prueba, ya que la gente iba a probarse.
0:05:11 Iba a ver si por casualidad se olvidaba de todo o si, por el contrario, lo picaba una serpiente y moría.
0:05:18 En cuyo caso también se olvidaba de todo.
0:05:22 Timargo dice que oyó sonidos melodiosos, voces inarticuladas, torrentes de fuego, abismos profundos, que jumbres de hombres y mujeres, la radio.
0:05:35 Cuenta Timargo que presenció esas cosas sin saber si estaba dormido o despierto, lo he dicho.
0:05:40 Algunos dicen que Timargo había caído en un desmayo, de él que no volvió hasta que lo sacaron de la cueva.
0:05:46 A nadie se le ocurrió pensar que Timargo mentía, que es lo primero que yo supuse.
0:05:53 Pero bueno, algo parecido le pasó al Quijote en la cueva de Montesinos.
0:05:58 Se propuso don Quijote ahí en el corazón mismo de la mancha entrar a la cueva de Montesinos para ver si era cierto lo que se decía, que no sé qué era.
0:06:09 Pero cuando entró cayó en un sueño profundo y se quedó dormido.
0:06:13 En cierto momento, él se tocó, digo para ver si lo que estaba ocurriendo era verdadero o no.
0:06:21 Y lo que veía eran cosas como palacios de muros transparentes, un anciano que era el propio Montesinos,
0:06:30 ollosos, ollosos de don Sejas, ollosos, ollosos de don Sejas.
0:06:36 Escuchó jóvenes llorando y todo esto se lo contó a Sancho.
0:06:49 Y Sancho hizo lo que yo acabo de hacer con el anterior testimoniante.
0:06:55 No le crió nada.
0:06:57 Dijo que don Quijote era víctima de una ilusión o que lo estaba engañando.
0:07:04 En los tiempos de la conquista, los españoles supieron que los indios amaban salamancas algunos lugares y cuevas donde uno podía encontrar maravillas.
0:07:16 Ha escrito un cronista que en las salamancas podían encontrarse espaciosas habitaciones cuyas paredes y techo se enteleaban con el diamante y el oro brunido.
0:07:28 Y así, multitud de jóvenes bellas danzaban al compás de música suavísima.
0:07:38 El caso es que el afortunado que conseguía entrar a una salamanca podía observar a estas hermosas muchachas que, por otra parte, eran custodiadas por serpientes terribles.
0:07:55 Ulricho Schmidl, ya anduvo por aquí. Aquí, ahí donde está sentado ese señor, estuvo alguna vez Ulricho Schmidl.
0:08:06 Y buscó esas cuevas pobladas de mujeres bellas, pero no encontró nada. Schmidl buscaba mujeres bellas por toda América.
0:08:16 Y empezó a tener suerte más o menos por acá.
0:08:23 Y tuvo más suerte más al norte cuando encontró a las guaranillas, que según él mismo cuenta,
0:08:34 él parece que tenía la sensación de que había venido a América a hacer una crónica de cuáles eran las mejores y más bellas mujeres.
0:08:42 Dijo que las guaranillas.
0:08:46 El caso es que decía Schmidl que en la salamanca algunos hombres conseguían el secreto de la riqueza.
0:08:59 Y yo voy a contar algo que pasó aquí, cerca de aquí, en la frontera de la República Oriental y el Brasil.
0:09:11 A mediados del siglo XIX había un general llamado Bentos Manuel Ribeiro, que siempre tenía suerte.
0:09:19 Ya sea en los lances que hacían peligrar su vida o en las empresas que comenzaba, en fin.
0:09:27 Y la gente atribuía esta buena estrella de Ribeiro a las visitas que hacía una salamanca,
0:09:33 que parece que había en uno de los cerros del Yarao, ahí al norte del río Cuarein, cerca de la frontera.
0:09:41 No había en esa cueva rarezas geográficas, simplemente había un aire.
0:09:48 Un aire que impregnaba de buena suerte a quienes conseguían ingresar allí.
0:09:54 Ribeiro se había apropiado de la cueva y había puesto una guardia armada para que nadie más entrara
0:10:02 y le gastara la suerte que la inhalación de aquel aire proporcionaba.
0:10:08 Tenía miedo que le respiraban, que le respirara a otro la suerte que le había tocado.
0:10:15 Mezquino Ribeiro.
0:10:21 Todos hemos habido hablar de la cueva de Macpheila, que es también quizá la más célebre de todas.
0:10:32 Es una cueva donde fueron enterrados a Danieva. Fueron la primera pareja enterrada allí.
0:10:44 Parece que Abran fue a buscar un becerro que escapó y se metió dentro de la cueva.
0:10:52 Y ahí fue Abran a buscar el becerro.
0:10:55 Y cuando entró, vio a Danieva, como si estuvieran durmiendo en medio.
0:11:03 Mientras que las vilas encendidas alrededor de ellos largaban un olor fragante.
0:11:11 Después al propio Abran le tocó estar allí con Sara.
0:11:17 Y después Isaac y Rebeca fueron enterrados allí.
0:11:22 Y después Jacob y Liga.
0:11:26 Después no.
0:11:29 Después empezaron las discusiones.
0:11:31 ¿Dónde queda? ¿Es ésta? ¿No es ésta?
0:11:34 Vio cómo son estas cosas.
0:11:39 En las afueras de Liverpool hablan de la cueva del amor.
0:11:49 Si uno consigue entrar allí en compañía de una dama, es fatal que ella se enamore y usted también.
0:11:58 Se dice que cuanto más se internan los amantes en la cueva, más se enamora.
0:12:05 Y una marca más allá de la cual no hay regreso.
0:12:12 Quedan en un estado tal que la atracción mutua les impide regresar al mundo de todos los días.
0:12:19 En general, sin embargo, ninguna pareja llega muy, muy lejos.
0:12:25 Todas se limitan a adentrarse dos o tres pasos y ahí nomás dan rienda suelta a la lujuria.
0:12:32 Otros dicen que la cueva no es más que un refugio clandestino de amores ilícitos,
0:12:37 que eso lo sirve para esconderse por un rato.
0:12:41 En la puerta hay un letrero que dice,
0:12:47 You got to hide your love away.
0:12:54 Y usted dice, tienes que esconder tu amor.
0:13:25 Everywhere people say, each and every day,
0:13:33 I can see the laugh of me and I hear the same.
0:13:45 Hey, you got to hide your love away.
0:13:53 Hey, you got to hide your love away.
0:14:02 How could I even try?
0:14:08 I can never win.
0:14:13 Hearing them, seeing them,
0:14:18 in the state I am being.
0:14:24 How could she say to me,
0:14:28 Love will find a way.
0:14:33 Around all your clowns,
0:14:37 let me hear you say.
0:14:45 Hey, you got to hide your love away.
0:15:24 Subtítulos por la comunidad de Amara.org
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