Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos esta noche de Amores de Califas.
0:00:05 Ya se sabe como dice la canción.
0:00:08 Hoy un juramento, mañana una traición.
0:00:11 Amores de Califas, Flores de un Diasón.
0:00:16 Los Califas de Bagdad han tenido con las mujeres del aren
0:00:21 comportamientos muy variados.
0:00:24 El trato de las Hawari era para algunos un asunto sin importancia
0:00:30 y para otros el aspecto esencial del califato y de sus vidas.
0:00:35 Se ha escrito sobre dos califas de Bagdad
0:00:39 que tuvieron relaciones notables con algunas esclavas del aren.
0:00:44 Sobre ellos hablaremos hoy.
0:00:47 Veremos que estos hombres obtuvieron sus amores de manera muy particular.
0:00:52 Primero de los califas fue Yassid II, que gobernó Bagdad entre los años 720 y 724.
0:01:03 Yassid se lo consideró un degenerado y un incompetente en cuestiones políticas.
0:01:12 Parece que los historiadores lo despreciaron por haber amado a una Jaria
0:01:19 que es el singular del sustantivo plural Hawari, que es como se llama a las mujeres del aren.
0:01:27 Apenas llegó al califato, este muchacho Yassid se enamoró locamente de una esclava
0:01:35 que era de más poetiza y cantante.
0:01:38 Su nombre era Javaba.
0:01:41 Vamos, no es un gran nombre.
0:01:44 Y era hermosa.
0:01:46 Dicen que por aquel amor Yassid entró entrante y llegó a pronunciar frases incoherentes.
0:01:54 Masudi, un general de esos tiempos aficionado a las crónicas, escribió
0:02:01 un día mientras Javaba cantaba, Yassid experimentó un placer tan grande que se desmayó.
0:02:12 El califa visitaba a Javaba todos los días.
0:02:18 Yo sé que, señor Orgente, es engorroso y es un poco enojoso incluso,
0:02:23 escuchar este nombre Javaba especialmente cuando está contigo a la conjugación del pretérito imperfecto.
0:02:34 Hablaba Javaba, es horrible.
0:02:37 Bueno, el caso es que el califa la visitaba todos los días,
0:02:41 permitió incluso que saliera del aren y que lo acompañara en salidas que le hacía provincias durante otros protocolos.
0:02:52 Pero un día sucedió algo terrible.
0:02:55 En medio de una comida campestre, luego de cantar para el califa,
0:03:00 Javaba se atragantó con una semilla de granada que es muy pequeña y se murió.
0:03:10 La pena de Yassid fue tan grande que se olvidó de su deber,
0:03:15 se olvidó también de los fieles y de los infieles.
0:03:19 No quiso enterrar a Javaba, dejó en su palacio el cuerpo embalsamado y lloró sobre él cada día.
0:03:28 Se negó a que lo separaran de aquel cuerpo y olvidó sus obligaciones en las mezquitas,
0:03:34 incluso el ritual de los viernes.
0:03:36 Bagdad se vio obligada a rezar las plegarias sin su califa.
0:03:43 En verdad, Yassid II enloqueció, dejó de comer.
0:03:48 Unas semanas después murió.
0:03:52 Los creyentes caminaban tras el féretro de Califa.
0:03:57 Lamentablemente fue estigmatizado por todos los historiadores.
0:04:04 Solo recuperó prestigio y respeto como califa cuando escribió sobre él Abou Al Farah,
0:04:13 el autor del libro de las canciones.
0:04:16 En realidad el nombre completo es Abou Al Farah Al Isvahani
0:04:21 y escribió un libro que se llama Libro de las canciones.
0:04:24 Allí se citaba a Javaba, perdón, disculpe, como una de las artistas que contribuyó
0:04:34 al desarrollo del canto y la poesía en Bagdad.
0:04:38 Y se habló de Yassid II como un hombre en el que el gusto estético
0:04:42 estaba lo suficientemente desarrollado como para apreciar las dotes
0:04:48 de aquella artista excelente.
0:04:50 Esta es la historia del pobre Yassid II y de la pobre Javaba
0:04:55 por un accidente. Yo por eso no como granadas.
0:05:01 Mita porque no me gusta y mitad porque temo fallecer.
0:05:05 Ha tragantado por una de sus estúpidas semillas.
0:05:09 Es difícil conseguir granadas hoy por hoy.
0:05:13 Es muy difícil, sí. Yo recuerdo que siempre he odiado las granadas
0:05:18 pero ahora no tengo suficiente oportunidad de ejercir ese odio
0:05:21 toda vez que no me veo frente a granadas.
0:05:25 ¿Claro? Las tiene que conjeturar.
0:05:28 Nos referimos ahora al segundo de estos califas.
0:05:33 En realidad no eres exactamente un califa, pero bueno,
0:05:37 nos referiremos a Adod al-Daula que vivió a mediados del siglo X.
0:05:43 Él era un militar de la dinastía chiquita de los Bullíes.
0:05:48 En ese momento estaba en el poder el califa Al-Taí,
0:05:53 que era abací, o sea, era perteneciente a la dinastía de los abácidas.
0:05:58 Y sin embargo el poder de este califa era únicamente nominal y simbólico.
0:06:03 Los bullíes de Adod eran militares aristócratas
0:06:08 que tomaron el poder y se convirtieron en la autoridad secular establecida.
0:06:14 Y ahí estaba entonces el califa Al-Taí manejado por el general Adod.
0:06:20 El califa concedía títulos y Adod proporcionaba a abacidad
0:06:26 la protección militar que necesitaba.
0:06:31 ¿Usted querrá saber cómo sigue esta historia?
0:06:34 Sí, cómo sigue la historia de todos los jababas que están en el relato.
0:06:41 Este segundo militar terminó mal también.
0:06:50 La relación entre el califa y Adod al-Daula vino a complicarse
0:06:55 porque Adod dio pasos que resultaron chocantes a los ojos,
0:07:00 incluso de cualquier buen musulmán,
0:07:03 y que anunciaron la decadencia del califato como autoridad suprema.
0:07:09 Ante todo fue el primer líder musulmán que reivindicó el título de Shahan Shah,
0:07:16 que era un terrible insulto para el Islam,
0:07:19 porque ese era el título de los reyes preislámicos de Persia
0:07:23 que habían peleado contra los mahumetanos.
0:07:26 La segunda transgresión de Adod al-Daula fue su exigencia
0:07:31 de que en las plegarias de los viernes el nombre del califa
0:07:37 se proclamara después del nombre del líder secular.
0:07:43 El tipo dijo, no, primero dice, me nombran a mí, y después recién al califa.
0:07:48 Hasta ese momento sólo parecían prevalecer los asuntos políticos,
0:07:53 pero un día Adod, el más poderoso entre los musulmanes,
0:07:57 se enamoró de una de las mujeres del Arendes, su Arende, llamada Shahab.
0:08:05 Todas tienen nombres enojosos. Shahab también es muy difícil.
0:08:10 Dicen que el primer aislamiento, por llamarlo así, con Shahab,
0:08:17 se prolongó varias noches.
0:08:20 Cuando reapareció en el palacio, Adod observó que los asuntos de gobierno
0:08:25 se habían acumulado y se sintió miserable por tener tan abandonados sus deberes.
0:08:31 Entonces no volver a ver a Shahab.
0:08:35 Se sintió culpable, el neato, y se no la veo más, no la veo más.
0:08:47 Pero la pasión que ella le inspiraba volvió a atentarlo, vio como eso.
0:08:52 Dice que no, no quiere más, y pasó otras largas jornadas junto a la mina.
0:08:59 Luego de aquellos días de amor, Adod se enteró de que habían sucedido,
0:09:04 mientras él estaba ahí, de le que dele,
0:09:07 habían sucedido algunas cosas que él no preocuparon.
0:09:11 Una de ellas fue que en la plegaria de los viernes habían vuelto a nombrar el primero del califa,
0:09:17 antes que a él.
0:09:19 Entonces Adod se enojo, imagínense, castigó a los culpables
0:09:24 y prometió no volver a distraerse.
0:09:28 No la veo más a esta mina.
0:09:30 Cada vez que la veo pasa algo, no la veo más, no la veo más, pero no pudo.
0:09:36 Entonces vieron nuevos días de delicios en el área.
0:09:42 Durante esos tiempos Adod vino a enterarse
0:09:45 del que el califa alta y había construido poder haciendo fastuosos regalos a los hombres de Adod.
0:09:55 Bueno, horrorizado, Adod hizo algo espantoso.
0:10:01 Dice la crónica.
0:10:03 Llamó a su ayudante, Sucur,
0:10:08 y le ordenó que tomara a Jacques Hab
0:10:11 y la ahogara en un río.
0:10:15 Su razonamiento era tan simple y tan estúpido.
0:10:20 Dijo Adod, que en sede al placer perderá el poder terrenal
0:10:25 y el asesinato de la hermosa Jacques Hab se cumplió.
0:10:33 Esto es todo lo que tengo que decir acerca de estos.
0:10:37 Estos dos líderes que tuvieron, después de todo, tan distinto comportamiento.
0:10:45 Con respecto a sus enamoradas.
0:10:49 Debe uno, que era una moralésaleza,
0:10:52 debe uno abandonar los asuntos seculares cuando se enamora.
0:11:03 Y yo contesto con algo que creo que dijimos ayer, o nos olvidamos de decir,
0:11:09 que no hay nada más sagrado que el amor.
0:11:13 Ayer hablábamos del enojo de Artemis,
0:11:17 cuando se enteró de que Melanipo y Cometo,
0:11:22 que dan un chico y una chica,
0:11:25 se escondían en su santuario para transar.
0:11:29 Entonces los liquidó.
0:11:34 El argumento de Artemis era que habían profanado algo sagrado, que era su santuario.
0:11:40 Y nuestra humilde respuesta, que aquí le importa lo que decimos nosotros,
0:11:47 fue que no hay nada más sagrado que el amor.
0:11:50 Que el amor entre Cometo y Melanipo era mucho más sagrado que 20 santuarios de Artemis.
0:11:56 Y hoy decimos lo mismo, no hay asunto más importante que el amor.
0:12:01 Entonces no está mal que los califas dejen de ocuparse de los califas y los príncipes en general,
0:12:13 dejen de ocuparse de los asuntos políticos para ocuparse de sus amadas.
0:12:21 Especialmente pensando de qué manera se ocupan los asuntos políticos.
0:12:27 De suerte el desdén de estos príncipes por los asuntos políticos sería una buena noticia para todos,
0:12:34 empezando por las mujeres que aman.
0:12:39 Escucharemos un tango que tiene mucho que ver con esto y que es bellísimo,
0:12:44 y fue compuesto seguramente pensando estos dos príncipes musulmanes.
0:12:50 Se trata del tango que se llama Cinella y se lo ha interpretado por el maravilloso Charlo, que es también autor del tango.
0:13:20 Y este espejo reflejo su cara buena, la tienda entre las sombras me condena la mano misteriosa del reloj.
0:13:33 Ya se fue, me dice todo con tristeza y el vaso del alcohol ya no me ayuda.
0:13:42 No puedo corazón vivir sin ella, sin ella que era todo nada solo.
0:13:51 Sin ella estoy sin ella triste y solo, pensar que por quererla la deje.
0:14:00 Pensar que era la vida de mis ojos, pensar que de mis ojos la arranqué.
0:14:10 Jamás ha de saber lo que la lloro, jamás ha de saber que me maté,
0:14:18 que veo mi amargura como un loco, que muero por la angustia de querer.
0:14:33 Si la encuentran mis amigos no le digan que me vieron solitario y desvelado.
0:14:42 Bumplado entre las sombras del pasado, las cosas que me hablan de su amor.
0:14:51 Pero inútil es la noche que la esconde y esa es la vida cruel que me castiga.
0:15:00 Tan solo entre las sombras me responde de la lluvia de la ausencia y de la dios.
0:15:10 Sin ella estoy sin ella triste y solo, pensar que por quererla la deje.
0:15:19 Pensar que era la vida de mis ojos, pensar que de mis ojos la arranqué.
0:15:30 Jamás ha de saber lo que la lloro, jamás ha de saber que me maté,
0:15:38 que veo mi amargura como un loco, que muero por la angustia de querer.
0:16:03 Era a Charlo en la venganza, será terrible sin ella.
0:16:07 Esa es la nota novena del acorde.
0:16:19 El acorde de D major pero con la novena.
0:16:23 Charlo entonces.
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