Transcripción automática
0:00:00 Bien, hablaremos ahora de asuntos relacionados con el veneno.
0:00:04 Aquí en este programa hemos hablado muchas veces de célebres envenenadores,
0:00:09 como Madame de Montespain, Lucre Céaborza, Agrippina, que envenenó al emperador Claudio, etcétera.
0:00:20 También contamos, recuerdo, sucesos que tenían que ver con la muerte en Napoleón,
0:00:26 siempre se sospechó que lo habían envenenado su vez.
0:00:29 Hablamos de Rasputina, que no le funcionó el veneno también.
0:00:31 Rasputina, claro, que entre otras cosas, entre otras muchas cosas,
0:00:34 lo envenenaron para matar, lo envenenaron, pero también le pegaron un tiro, tiraron al río, etcétera.
0:00:41 Hoy tenemos otros episodios.
0:00:43 El primer asunto inspiró a Verdi y tuvo una extraña conexión con el Reino de Francia.
0:00:49 El 16 de marzo de 1792, el rey Gustavo III de Suecia,
0:00:54 recibió una nota sin firmar, en la que se le sugería que no asistiera a un baile de máscaras en la ópera de Stocolmo.
0:01:04 Gustavo ignoró la cartita y, vestido con su habitual elegancia, Calcule la Reyes, fue.
0:01:12 Se mezclo con los invitados y, en determinado momento, uno de ellos, el con de Horn,
0:01:19 tocó su brazo, gritó una contraseña en francés,
0:01:23 y parece que esa era la señal que había sido convenida para que actuara un asesino que había allí.
0:01:31 El asesino llamaba Jakob Johan Ankerström, que le disparó al rey Gustavo,
0:01:38 y después salió rajando como corresponde.
0:01:40 Gustavo cayó herido, pero consciente.
0:01:45 Un cortesano cerró las puertas del lugar y pidió a todos que se quitaran las máscaras para ser reconocidos.
0:01:51 De todos modos, los conjurados ya habían salido y recién los pudieron atrapar algún tiempo después.
0:01:59 Gustavo III no murió en el atentado, pero sí murió 13 días más tarde, eso pechosamente.
0:02:08 Después, incluso de haber mostrado síntomas de recuperación, entonces empezó a pensarse que lo habían envenenado.
0:02:19 Se creyó que el encargado de mezclarle arsénico en los medicamentos fue su hermano, Dorio.
0:02:26 Ah, no, el hermano del rey, Carlos, el duque de Södermanland,
0:02:33 que por esa muerte llegó a la regencia, dada la minoría de edad del hijo de Gustavo.
0:02:38 Pero nunca se supo la verdad, dicen que el duque Carl era adepto de los iluminados,
0:02:45 una sociedad secreta establecida en 1776, que tenía vinculación con los Jacobinos franceses
0:02:52 y estaba complotada para envenenar reyes.
0:02:56 Buenas tardes, lo nuestro es envenenar reyes.
0:03:01 Bueno, los famosos, a través de Hollywood, este grupo conocido como los iluminati,
0:03:05 que trabajan en varias películas de este tipo, dan, no sé cuánto, dan pena.
0:03:09 Bueno, había caído Gustavo III, después murió inesperadamente Leopoldo II de Asburgo,
0:03:15 también envenenado, que era el hermano menor de María Antonieta.
0:03:20 Entre los que sugerían que había un complot para envenenar a reyes estaba un tal Morris,
0:03:27 trabajador norteamericano en París.
0:03:30 Morris le escribió a George Washington,
0:03:33 aquellos que piensan que los Jacobinos franceses,
0:03:36 era un poco moposo, pero aquí.
0:03:39 Aquellos que piensan que los Jacobinos franceses son los impulsores de un gran proyecto
0:03:44 para asesinar a los reyes, consideran que las martes de Leopoldo y Gustavo están relacionadas.
0:03:51 El rey de Prussia y tantos otros deberían cuidarse y ser precavidos con cocineros y camaradas.
0:03:58 Por esos tiempos, ya soy otro, no?
0:04:02 Afortunadamente.
0:04:04 Por esos tiempos los Reyes de Francia, Luis XVI y María Antonieta todavía vivían.
0:04:09 Vivían, estaban medio en cano, vivían en el Palacio de las Tuserías,
0:04:15 pero estaban presos y tenían miedo de que los envenenaran.
0:04:23 Le llevaban los alimentos, pero ni Luis ni María Antonieta tocaban en las viandas que le traían.
0:04:30 Incluso se hacían los que morfaban y cuando se iban los lacallos que los atendían,
0:04:35 escupían el morfe, escupían y esperaban que unos ciudadanos fieles
0:04:41 les llevaran unos alimentos frescos que compraban especialmente para ellos.
0:04:45 En realidad, cada vez resultaba más difícil acercarle alimentos a los Reyes
0:04:51 y estos habían adelgazado notablemente,
0:04:56 porque a veces sus proveedores no conseguían alimentos suficiente, por ahí traían medio sanguche.
0:05:02 Y a muchos en casa.
0:05:04 Bueno, pasó un año y se habían puesto muy flacos
0:05:08 y no sabían qué hacer para alimentarse adecuadamente.
0:05:11 Por suerte vino la solución, los guillotinaron.
0:05:18 Última historia de envenenamientos.
0:05:23 Acá dice María de Rosar,
0:05:28 dice María de Rosar, pero en realidad es Diana de Rosar.
0:05:34 Diana de Rosar era una muchacha hermosa millonaria,
0:05:42 noble, había sido amante de Luis XIV,
0:05:47 había conocido a Cristina de Suecia y también había sido amante de ella,
0:05:52 ya que cualquier ómnibus la dejaba en las inmediaciones.
0:05:57 Bueno, esta chica era tan hermosa, tan hermosa,
0:06:02 la mujer más linda de su época siempre se dice, pero está bien.
0:06:06 Era tan hermosa que realmente había como curiosidad por saber
0:06:12 cuál de los caballeros franceses iba a ser su mal.
0:06:16 Él eligió mal, se casó con un marqués,
0:06:22 reñe de Gange, ese nombre,
0:06:28 un muchacho joven, que tenía dos hermanos poco escrupulosos,
0:06:33 uno era bate, el otro era caballero, sabía cómo se llamaban, pero no importa.
0:06:40 Muy bien, y tampoco escrupulosos eran los hermanos de señor de Gange,
0:06:46 que se enamoraron de su cuñada.
0:06:49 Él parece que viajaba mucho,
0:06:55 aquel de sus hermanos que era bate la confesaba, la confortaba espiritualmente,
0:07:00 esperando que en algún momento esa proximidad amistosa pudiera trocarse
0:07:06 en Desenfrenada de Alujuria,
0:07:09 digamos la razón y la esperanza que todos tenemos cuando tenemos una amiga.
0:07:15 Si, cuando confesamos salir de la situación.
0:07:17 Estamos ahí, oímos todo, como la mina no se cuenta cosas,
0:07:20 y nosotros les contamos, pasamos larguísimas horas,
0:07:23 esperando que un día la mina termine con su conversación
0:07:26 y nos diga, bueno, lo que en realidad, lo que deseo, etc.
0:07:29 Es lo mismo que vos, pero nunca sucedió la historia de la estirpe.
0:07:36 Estirpe se escribe con ese.
0:07:40 Falta de ortografía extraordinaria, escribir la palabra estirpe con X.
0:07:45 Con X, eso se encuentra en la genealogía, ¿ves?
0:07:49 Bueno, el caso es que en un momento el abate se le pronunció.
0:07:57 Ella dijo, mira, tal cosa, y ella lo rechazó.
0:08:01 Y entonces, el que se pronunció fue el otro.
0:08:04 Ah bueno.
0:08:05 Y ella también lo rechazó y le dio tanta bronca,
0:08:08 tanta bronca, aquí revocó una especie de herencia,
0:08:14 una especie de...
0:08:16 de dote, de dote, que ya había destinado para ellos.
0:08:20 Y se cambió su testamento.
0:08:23 No cambió su testamento.
0:08:25 Eran como un legado que ella tenía.
0:08:27 Bueno, no sé, el caso es que lo revocó.
0:08:29 Se enojaron muchísimo.
0:08:31 Se enojaron muchísimo.
0:08:33 Los dos hermanos hablaron con el marido,
0:08:35 y para tratar de que volviera sobre sus pasos,
0:08:38 le diera ese beneficio.
0:08:41 Ya vemos herencia.
0:08:45 Y ella al final se dejó convencer.
0:08:47 Y volvió a incluirlos dentro de su testamento,
0:08:52 o lo que fuere.
0:08:54 Y entonces decidieron envenenarla.
0:08:56 Si en varios intentos ella se salvó,
0:08:59 parece que cada cosa que le servía,
0:09:02 ella no las tomaba, no las tomaba, o qué se...
0:09:05 Hasta que un día directamente entraron el abate con una pistola.
0:09:10 El caballero con un puñal,
0:09:14 y además llevaban una taza de chocolate envenenada.
0:09:18 Y le dijeron, elige, o mujer,
0:09:22 ¿quieres morir por la pistola, por la daga, o por el veneno?
0:09:26 Ya que estamos, hijo, es un gesto humanitario.
0:09:28 Bueno, ella no sé qué hizo.
0:09:31 Creo que se tiró por la ventana.
0:09:33 ¿Hizo bien?
0:09:35 Se tiró por la ventana, fue donde un granjero,
0:09:38 creo que incluso le habían hecho tomar un poco de veneno.
0:09:43 Un granjero la asistió y vomitó el veneno.
0:09:48 Parece que metiéndose unas peinetas en la boca.
0:09:51 Ah, sí, las tres.
0:09:53 Bueno, parece que incluso las corrieron, los tipos.
0:09:59 Trataron de ensaltarla con la espada, le tiraron un par de tiros.
0:10:05 No consiguieron matarla del todo.
0:10:07 Bueno, pero la dejaron bastante maltrecha,
0:10:10 y ella murió 19 días después.
0:10:13 Días durante los cuales se negaba a probar bocado,
0:10:17 no la podía alimentar, porque tenía miedo,
0:10:20 pero bastante justificado de que la envenenaran.
0:10:26 Finalmente se murió y dicen que a la hora de los últimos sacramentos,
0:10:33 Diana exigió a El Cura que tomara con ella la mitad de la bostia.
0:10:40 Los hermanos Gansh Uyjeron fueron condenados al descuartizamiento,
0:10:47 pero en ausencia, ya que se habían rajado,
0:10:49 que descuarticen cuando no estás.
0:10:51 Es fantástico.
0:10:52 Es absolutamente ventajoso.
0:10:55 ¿Cómo no me avisaron, dijo Tupacamar?
0:10:58 No, al señor de Gansh fue desterrado,
0:11:04 fue privado de su fortuna, desterrado,
0:11:07 peleó contra el turco,
0:11:10 digo, contra los turcos,
0:11:12 y finalmente creo que perdió la vida
0:11:16 en unas guerras que no se conocen bien,
0:11:20 cuando digo que no se conocen bien, digo que yo no las conozco bien.
0:11:23 Es una historia que estoy un poco traduciendo,
0:11:26 un poco corrigiendo,
0:11:28 porque algunos dicen que ni siquiera llamaba Diana,
0:11:31 sino Ana Elizabeth, esta mujer.
0:11:34 Aquí en Micronista da como marí,
0:11:38 otros como Diana,
0:11:41 y otros como Ana Elizabeth.
0:11:43 El apellido, aquí lo dan como Rosar,
0:11:47 yo le juro que era Rosan.
0:11:49 Rosan.
0:11:51 Bueno, en cuanto al apellido del Marqués,
0:11:55 acá lo dan como Gansh,
0:11:57 que no existe.
0:11:59 Se equive como el famoso río de la India.
0:12:04 Así terminó esta historia,
0:12:07 esta última historia, la última de las tres que contamos,
0:12:10 dos hermanos, dos cuñados,
0:12:14 a falta de uno, tratando de beneficiar a una edad,
0:12:18 su cuñada, sin que el marido
0:12:22 pusiera muchos inconvenientes.
0:12:26 Parece incluso que hubiera sido un poco cómplice de los cuñados,
0:12:30 porque es el hoyo de esta disunidad que se me acaba de cruzar ahora,
0:12:33 no sé con qué ventaja.
0:12:35 Mucha ausencia, mucha indiferencia, poca reacción
0:12:38 y un destino de tierra, no me hace pensar bien de cabello.
0:12:43 No, ciertamente.
0:12:45 ¿A quién quiere dedicar estas tres historias
0:12:48 a saber la de Gustavo III de Soyaquén?
0:12:53 Inspiró la obra Un Bairu in Máscaras.
0:12:56 La otra, los reyes franceses que comían zanguchitos
0:13:02 que le acercaban los ciudadanos fieles
0:13:05 y esta última, esta chica que se casa con el Marqués de Gansh.
0:13:11 A ver, yo creo, Alejandro, que en principio
0:13:13 tenemos que pensar que si hay una forma de cierta naturalidad,
0:13:16 de el veneno, uno no puede sino asociarla con las serpientes.
0:13:19 Y la serpiente para los occidentales
0:13:21 está inexorablemente asociada con el mal o con el mal,
0:13:24 con el demonio, con cualquier forma del mal.
0:13:26 De modo que aquel que recurre al veneno como instrumento
0:13:29 para lograr algún fin, es un poco un arrastrado.
0:13:32 Yo aquel envenenador...
0:13:34 Es una actitud reptil.
0:13:35 Es una actitud, exactamente, miserable y reptante.
0:13:38 Pero pensaba que en medio de esas reacciones
0:13:40 hay ocasiones, algunos envenenadores tienen la dignidad
0:13:43 cuando menos de formular sus deseos o sus voluntades.
0:13:46 Creo que hay otras formas.
0:13:48 Un primer dedicando podría ser alguien que no era envenenador
0:13:51 y jamás tomó veneno, pero sí tenía tatuado en su cuerpo
0:13:54 la leyenda Muerte a los Reyes.
0:13:56 Y él mismo murió como rey,
0:13:58 que es el mariscal Bernado, que murió como rey de Suecia.
0:14:01 ¿Cómo rey de Suecia?
0:14:02 ¿Inauguró, además, la que hoy todavía es la dinación reina?
0:14:05 ¿Y que nunca se dejó ver desnudo por los cortesanos
0:14:08 o por su ayuda de cámara?
0:14:10 Porque tenía tatuada la leyenda Muerte a los Reyes.
0:14:12 Y él era un iluminati también.
0:14:14 Y después pensaba que, en general,
0:14:16 era aquellos hombres que no recurrían jamás al veneno,
0:14:20 porque ellos saben que se puede coquetear con distintas muchachas,
0:14:23 como la venganza, el riesgo o la ambición o la fama.
0:14:27 Pero cuando uno se olvida de coquetear con una de ellas,
0:14:30 que es la conciencia, la conciencia de sí mismo,
0:14:33 entonces inexorablemente están condenados al peor de los infiernos,
0:14:36 porque se puede vivir con cualquiera de esas otras,
0:14:39 pero sin ella es imposible continuar.
No hay comentarios. ¡Podés ser el primero en comentar!