Transcripción automática
0:00:00 Señores, vamos a hablar hoy de barcos maravillosos. Atención a aquellas personas que sean navegantes que se encuentren aquí.
0:00:12 Pensé en el Titanic.
0:00:14 Sí. A ver, cuántos navegantes hay en la sábada.
0:00:18 Yo lo he dicho, una enorme mayoría.
0:00:20 Sí, aquí hay uno.
0:00:21 Hay varios.
0:00:22 A veces también.
0:00:23 La verdad que así todos son navegantes.
0:00:25 ¡Va, te levantan la mano sin miedo!
0:00:27 ¡Vamos, vamos todos!
0:00:30 Incluso aunque no sean navegantes.
0:00:32 ¡Mientan, mientan!
0:00:34 Esa es una gran cantidad.
0:00:36 Está lleno de barcos, la cuarta.
0:00:37 Sí, está lleno de mystificadores, las dalas.
0:00:41 Cuando los pescadores franceses ven desde la duna de Renard un barco fantasma llamado Concord.
0:00:51 Observan que está tripulado por unos hombres con gorros rojos y saben entonces que algún peligro grave se ha venido.
0:01:00 Este es el primer barco peligroso.
0:01:03 Es un barco fantasma, el Concord.
0:01:06 ¿Qué época?
0:01:08 ¿Qué época?
0:01:11 Ahora y siempre.
0:01:14 Usted vive en la duna de Renard, ve un barco fantasma llamado Concord, ve que lo tripulan hombres de gorros rojos y dice chau.
0:01:23 Y sale corriendo.
0:01:25 Lijo de toda mitología en el libro del cielo y del infierno, Borges y Bjoj, dicen lo siguiente.
0:01:34 Para los negros de Benning, el infierno está en el mar.
0:01:39 ¿Y sabe por qué creían que estaba en el mar, el infierno?
0:01:42 Porque desde el mar arribaban a Benning los navíos de los negros.
0:01:46 ¿Todo?
0:01:47 Y se estableció esa creencia, que del mar venía al mar y tenían razón.
0:01:52 Hay muchas historias de barcos gigantescos, pero muy grandes.
0:01:56 El barco giganteco, como más me impresiona, es el Refa Nú, que es de Suecia, y es tan grande que un viaje de popa a proa dura tres días.
0:02:09 Tres días a caballo.
0:02:11 Y para cada noche de recorrido que se hacía a caballo existe una posada.
0:02:17 ¿Dentro arriba del barco?
0:02:19 ¿Ariba el barco?
0:02:20 ¿Ariba el barco?
0:02:21 ¿Ariba el barco?
0:02:25 Una popular dice que Gargantua, aquel gigante padre de Pantagruel, recuerden la obra de Ravellé, construyó un gigantesco barco para cuyas cuadernas taló un bosque entero.
0:02:38 En la provincia francesa de Barth se cuenta la historia de un buque gigantesco llamado Lucerne, que solía frecuentar las costas provenciales.
0:02:49 Los barcos gigantescos que se vieron en el barco, que son muy grandes, eran tan altos que los grumetes que subían bajaban siendo ancianos.
0:02:58 En la baja bretaña también aparecen barcos gigantes, pero más que barcos gigantes quiero mencionar un barco o una colección de barcos tripulados por hombres gigantescos,
0:03:14 cuyo sonido se escuchaba a millas y millas de distancia, cosa que servía de aviso a los lugareños que salían corriendo a escuchar estas órdenes,
0:03:23 ya que estos gigantescos tripulantes tenían la costumbre de comerse a la gente que capturaban.
0:03:31 Thorpe habla de un barco gigante llamado Manicual Eracre, un barco monstruoso que ciertas veces puso rumbo al Océano Atlántico y después se lo ocurrió pasar por el canal de la mancha.
0:03:46 Cuando llegó al estrecho que existe entre Dover y Calde, que tiene unos 30 kilómetros de costa a costa, al barco le resultó demasiado estrecho.
0:03:58 Entonces el capitán tuvo la idea de afrontar todo el barco con jabón, con un jabón blanco que tenía para qué pasar.
0:04:06 Y la operación dio resultado.
0:04:10 Sí, y el barco consiguió pasar y pudo llegar al mar del norte.
0:04:14 Desde entonces los acantilados de Dover tienen esa apariencia blanca y jabonosa.
0:04:20 He ahí los blancos acantilados de Dover.
0:04:25 La espuma incluso que hay en aquel mar también fue consecuencia de esta enjabonada.
0:04:31 De todos modos es clásico este procedimiento de enjabonar algo que no entra.
0:04:37 Sí, pero pequeños objetos, no bricar.
0:04:40 En el subterráneo, en las nuevas estaciones...
0:04:42 Un tornillo, uno le pone jabón para que entre.
0:04:45 Los vagones del subterráneo no entraban en el túnel de las últimas estaciones, que lo habían hecho un poco estrecho.
0:04:53 Y entonces, ahora no porque ya lo agrandaron, de tanto pasar, entre entrar y salir...
0:04:59 Pase 10.
0:05:00 ...que esa gran dola parece una cacerola.
0:05:03 ...el túnel.
0:05:04 Pero los primeros viajes los maquinistas no podían seguir adelante.
0:05:09 Que se daba trabado el tiempo.
0:05:10 Claro, le ponían...
0:05:12 Enjabonaban.
0:05:13 Enjabonaban todo, enjabonaban desde el tren y tomaban un poco de carrera y iban hacia atrás.
0:05:18 ¡Fuah!
0:05:19 Y venían y se traba el paradelante al final.
0:05:22 En una de esas llegaban directamente hasta el Congreso de Tucumán.
0:05:31 Este barco, el de enjabón, llegó al mar Báltico.
0:05:37 Y la tripulación se dio cuenta de que el agua de aquel mar no era lo suficientemente profunda
0:05:42 como para navegar con aquel barco.
0:05:45 Y para poder ponerlo a flote, decidieron que era necesario tirar todo el lastre,
0:05:50 junto también con los desperdicios de la cocina.
0:05:53 Y así nació la isla de Bornholm, que hoy se conoce que existe.
0:05:58 Nuestra cosa es que la basura de ese barco enorme.
0:06:02 Entre las historias que cuentan los marineros, también hay muchas que se refieren a barcos diabólicos.
0:06:08 Los marinos antiguos, que no sabían mucho de corrientes de mar,
0:06:15 que es a corriente que van para un lado, mientras que van para otro,
0:06:18 se quedaban pasmados cuando veían a un barco moverse en contra del viento.
0:06:22 Y entonces nacieron una serie de creencias acerca del origen del desplazamiento de aquellos barcos.
0:06:28 Ellos decían que los demonios y espíritus marinos levantaban vientos particulares para aquellas naves.
0:06:37 Y se decía que el diablo podía poseer o hechizar los barcos,
0:06:41 que luego él mismo conducía junto con sus ayudantes.
0:06:45 Según parece, muchos marineros de distintos pueblos dudaban
0:06:51 antes de salvar a un hombre que se estuviera ahogando,
0:06:54 porque eso enfurecía especialmente a los demonios del mar.
0:06:59 Y en ese sentido los hindúes tenían una conducta parecida.
0:07:04 En la India nunca salvaban a un hombre que se estuviera ahogando en el sagrado Rio Ganges,
0:07:11 porque decían que aquel que salvara a alguien allí terminaría ahogado también.
0:07:17 Qué cosa, qué cosa.
0:07:21 Algunos iban más lejos, pensaban que era un gran pecado,
0:07:24 no solo salvar al que se ahogaba, sino que era pecado también tratar de salvarse cuando uno estaba ahogándose.
0:07:32 Es decir, yo no había sido destinado a ahogarse, había que cumplir con el destino.
0:07:38 Así que si la persona que caía al agua se salvaba, nadie le hablaba,
0:07:43 no le retiraban el saludo, no conseguía comida
0:07:49 y nadie se casaba con él. Usted se cayó al agua y salió nadando.
0:07:53 Lo consideraba muerto.
0:07:56 Si alguien se caía al agua y otros presenciaban el lecho, lo ayudaban a hundirse
0:08:01 para que cumpliera con su destino en lugar de eludirlo miserablemente.
0:08:08 Hablaremos del fuego de Santelmo, que aparece siempre relacionado con los barcos diabólicos.
0:08:15 Cuenta una leyenda francesa que un día Satanás construyó un enorme barco
0:08:22 en el que metió muchas almas en pena.
0:08:25 Esta embarcación apestaba a sufre.
0:08:30 Con ella, Satanás cometió muchas piraterías.
0:08:33 A todos sus víctimas las capturaba y las metía en el barco.
0:08:36 Finalmente, las sandanzas del diablo empurecieron a Santelmo.
0:08:41 Y una noche se acercó el santo al barco y destruyó su casco.
0:08:46 Lo tenía merecido Satanás.
0:08:48 Satanás tuvo el tiempo justo para salvarse del agua, pero toda la tripulación se hundió.
0:08:53 Desde entonces, en las noches oscuras y cáridas, el barco diabólico arde en el mar,
0:09:00 las llamas suben hasta el cielo y puede volerse el azufre a muchas millas.
0:09:06 Esta es la explicación de ese fenómeno atmosférico que se conoce como fuego de Santelmo.
0:09:12 Y yo creo en esta, en otra cosa.
0:09:15 En los mitos griegos también aparece un barco encantado.
0:09:18 Encantado de ese encantamiento.
0:09:21 Esta historia me gusta mucho.
0:09:24 Había una doncella llamada Melibea que amaba a un muchacho llamado Alexis.
0:09:29 Y era corresponder. Alexis también la amaba.
0:09:32 Pero los padres de la muchacha la prometieron a otro hombre.
0:09:37 Alexis, desesperado, se fue a otro lugar.
0:09:41 Bueno, tan desesperado no estaría, se fue.
0:09:43 Fue a otro lugar.
0:09:45 El día de la boda Melibea se arrojó el tejado de la casa con la intención de matarse.
0:09:52 Pero sea por casualidad o porque el tejado después de todo no era tan alto,
0:10:00 no se hizo daño alguno.
0:10:03 Entonces, aprovechando el impulso de la caída, siguió corriendo.
0:10:08 Enderezó para el puerto y se refugió en una nave que encontró allí.
0:10:12 De pronto las velas de aquel barco se desplegaron solas.
0:10:16 Y rápidamente se hizo a la mar sin que nadie lo manejara.
0:10:21 El barco llegó a un lugar donde Melibea encontró a quien.
0:10:26 Se casaron.
0:10:28 Qué fácil es.
0:10:30 Y como estaban tan agradecidos a los dioses por todos aquellos milagros,
0:10:35 levantaron en Ephesó un santuario a Artemis.
0:10:40 Este santuario, el templo de Artemis en Ephesó, era una de las siete maravillas del mundo antiguo.
0:10:47 El templo de Diana decía que es la misma Artemis.
0:10:52 Otro barco extraño es el Nagelfar, el barco de la mitología nórrica.
0:10:58 Es conducido por Jotunie, el señor de los gigantes.
0:11:03 Y los tripulan enormes guerreros altos como castillos.
0:11:08 Y esta nave aparece o va a aparecer el día del fin del mundo, en el Ragnarok,
0:11:14 el día final, el del ocaso de los dioses,
0:11:16 cuando las fuerzas del bien y del mal se enfrenten.
0:11:21 Y es el Nagelfar, el barco donde van montados los agentes del mal.
0:11:28 Todos los malvados vienen en el Nagelfar.
0:11:32 Ahora vean, esta nave está construida con el siguiente material.
0:11:37 Uñas de los muertos.
0:11:39 Oh, señor.
0:11:40 Uñas de los muertos a los que no se le cortaron debidamente al morir.
0:11:44 Porque entre los rituales funerarios de los nórdicos,
0:11:47 figuraba la costumbre de cortar las uñas al muerto
0:11:50 para que tardara mucho en construir el barco
0:11:54 y se retrasara de este modo el Ragnarok,
0:11:57 es decir, aquel final tremendo del mundo.
0:12:02 Pero tal vez la más famosa historia de barcos, maravilloso,
0:12:07 es la de los holandes serrantes.
0:12:10 Se trata de un marino condenado a vagar eternamente en el mar.
0:12:15 La historia dice que en el viejo castillo de Patendar,
0:12:18 en la provincia de Limburgo, vivían dos hermanos,
0:12:22 Bernard y Resinald.
0:12:25 Ambos amaban a la misma muchacha.
0:12:29 Bernard tuvo más suerte, la enamoró y se casaron.
0:12:33 Pero en la noche de bodas apareció...
0:12:37 ...Reynard, en la habitación donde apolillaban.
0:12:41 Y los asesino.
0:12:46 Bernard, antes de morir, le hizo a su hermano una marca de sangre en la cara.
0:12:52 El asesino, buscando alivio para su conciencia,
0:12:56 fue visitar a un santo hermitáneo que vivía en el bosque.
0:13:00 El eremita no se animó a absolverlo de un acto tan terrible,
0:13:04 pero le aconsejó que luego de una noche de vigilia
0:13:08 se caminara hacia el norte hasta que no hubiera más tierra.
0:13:13 Y así recibiría una señal.
0:13:16 Así fue.
0:13:19 El asesino marchó hacia el norte
0:13:24 y lo acompañaron en el viaje una sombra blanca a su derecha
0:13:28 y una negra a su izquierda.
0:13:31 Viajó por muchos meses hasta que vio que no había más tierra
0:13:35 y el mar misterioso, el Ártico.
0:13:38 De repente se le acercó una barca que lo condujo así,
0:13:42 una fragata anclada en la bahía.
0:13:45 Las dos sombras fueron con él.
0:13:47 Subieron al barco.
0:13:49 La fragata empezó a navegar sin rumbo fijo.
0:13:53 Entraron a una recámara donde había una mesa y dosillas.
0:13:57 Así se sentaron la sombra blanca y la negra.
0:14:00 El espectro oscuro sacó unos dados
0:14:03 y empezaron a jugarse el alma del viajero.
0:14:06 Seiscientos años llevan navegando sin timón.
0:14:10 Las sombras siguen aún hoy jugando a los dados
0:14:15 y lo harán así hasta el fin de los días jugándose el alma del Reinaldo.
0:14:21 Los marinos que navegan por el mar del norte,
0:14:24 que es el Ártico Cabello,
0:14:27 aseguran que a menudo se encuentran con ese barco encantado.
0:14:33 Viene de historia esta obra.
0:14:36 La mía es muy linda.
0:14:38 Todavía se están jugando a los dados.
0:14:41 Es una partida larga.
0:14:43 Es una generala, pero con varios talonarios de avanti.
0:14:48 Señores, he ido a la discoteca y le he contado esta historia seis veces.
0:14:55 El discotecario que no la...
0:14:57 ¿Qué discotecario?
0:14:59 No entendía la historia y se le hacía contar una y otra vez,
0:15:04 pero leí mal.
0:15:08 Al preguntarle cuál de estos barcos le había gustado más
0:15:12 o qué historia le había gustado más,
0:15:14 me dijo que la desantelmo.
0:15:17 A él le gustaba que Santelmo fuera un santo comativo,
0:15:21 que hubiera hundido el barco al diablo y...
0:15:24 Además, él vivía en Islamaciel y era hecha de Santelmo.
0:15:29 Así que escucharemos a Roberto Grela tocando su hermoso tango a Santelmo.
0:15:36 ¿Qué no se refiere, como piensan algunos,
0:15:39 a este barrio de Buenos Aires tan pinta de esto?
0:15:42 Sino al santo, a Santelmo.
0:15:44 Y Grela estaba pensando en la destrucción del barco satánico a manos de Santelmo.
0:15:51 No sé si me parece que para el barrio Santelmo.
0:15:55 No, son opiniones.
0:15:58 Escuchemos ahora a este prócer de la guitarra de Roberto Grela.
0:16:21 La guitarra de Roberto Grela
0:16:51 La guitarra de Roberto Grela
0:17:21 La guitarra de Roberto Grela
0:18:50 En la venganza sería terrible, a Santelmo.
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