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14 de Julio de 2014

Catálogo de verdugos

Transcripción automática

0:00:00 Continuamos en la venganza será terrible estamos en vivo aquí en el auditorio de radio
0:00:06 de Plasta en la calle Gorriti 5963.
0:00:09 Sí amigos.
0:00:10 Y el día no está bien vamos a estar aquí.
0:00:14 Pero también mañana.
0:00:15 Y mañana y paso.
0:00:16 Claro y así.
0:00:18 Hablaremos hoy, cuaremos hoy un catálogo de verdugos.
0:00:26 Vamos a decir para empezar con esta historia de verdugos que en el antiguo Egipto las
0:00:35 ejecuciones se verificaban del siguiente modo.
0:00:39 El condenado era despedazado.
0:00:42 A punto.
0:00:44 El encargado de esa atomización de los condenados era el verdugo.
0:00:51 También había para los culpables el suplicio de Maat.
0:00:56 Se llenaba un recipiente de barro, de barro cocido me imagino, con estopa empapada en
0:01:01 alquitrán.
0:01:02 Repito, estopa empapada en alquitrán.
0:01:06 Y allí lo metían al condenado, un recipiente grande me imagino, un carrón enorme lleno
0:01:12 de alquitrán y que se llego estopa.
0:01:14 Más o menos como el mecánico, el suplicio del mecánico.
0:01:19 Ahora, agarraban al condenado que también tenía unas ropas empapadas en alquitrán,
0:01:22 lo metían adentro, me imagino que le prenderían fuego.
0:01:26 Otro castigo terrible se aplicaba a las mujeres, pero no ya en Egipto, porque la Biblia exigía
0:01:34 que a las mujeres se las sustrajera de las miradas curiosas.
0:01:39 Entonces a la culpable de algún delito se le encerraba en una bolsa y se la arrojaba
0:01:45 al agua junto con una gran piedra.
0:01:49 En la legislación de los hebreos existía desde luego la lapidación, donde todos arrojaban
0:01:56 piedras.
0:01:57 La lapidación se realizaba fuera de las murallas de la ciudad y el que arrojaba la primera piedra
0:02:03 era el denunciante mismo y no el que estaba libre de pecado como se pedía por ahí.
0:02:11 En Antenas también había pena de muerte, sobre todo para los delitos contra la cosa
0:02:17 pública o contra los sagrados.
0:02:21 Antes de la ejecución tenían por costumbre arrasar la casa del culpable y hasta tal punto
0:02:30 no debían quedar rastros del criminal que antes de llevar a la víctima al sitio de
0:02:34 ejecución se barraba su nombre del cuadro de ciudadanos.
0:02:40 El paso previo constituía un subterfugio legal para que la infamia no recallera su
0:02:45 familia, familia a la que acababan de incendiarle la casa.
0:02:51 Las penas principales en Atenas eran decapitación por medio de espadas o lapidación.
0:02:59 Según las leyes de Platón, según el libro, la que Platón no…
0:03:08 ¿Pueden ser el libro las leyes?
0:03:13 Pero más probablemente se trata de un error y han nombrado Platón queriendo nombrar a
0:03:22 Solón.
0:03:23 Digo por qué esto pasa aquí cada vez que llueve.
0:03:27 Este sería muy mal lógico.
0:03:28 El caso que, según esas leyes, según las que se cascualen, los magistrados que habían
0:03:33 limpiado las evidencias estaban obligados a arrojar la primera piedra como prueba de
0:03:40 la sinceridad en la acusación.
0:03:42 Me refiero a la lapidación griega.
0:03:45 El juez en persona era el verdugo.
0:03:47 Es notable.
0:03:48 El veneno también figuraba… aquí hay algunas miradas sonrientes.
0:03:55 El veneno también figuraba como castigo.
0:03:58 El caso de Sócrates es el más famoso, ya que fue obligado a beber sicuta.
0:04:03 Una muerte espantosa.
0:04:05 Cuéntela.
0:04:06 Los dolores empiezan con un ligero calambre en los miembros inferiores, que después se
0:04:10 transforman en un dolor agudo en las vísceras del vientre y después un derrame de eses
0:04:15 y sangre y una agonía que puede durar mucho tiempo, sobre todo en un hombre de la contextura
0:04:20 que tenía Sócrates, su nombre grandote.
0:04:22 Y esto presenciado por alguna gente, lo cual es totalmente aterrador del lado de la justicia.
0:04:28 En Grecia, la manera de pronunciarse los fallos en casos penales varió según las épocas.
0:04:35 En un principio cada juez tomaba una pequeña piedra y la depositaba silenciosamente y de
0:04:41 modo secreto en una de dos urnas, la de la muerte o la de la misericordia.
0:04:48 Ese sistema de voto secreto molestó a los 30 tiranos quienes deseaban conocer la opinión
0:04:53 de cada magistrado.
0:04:55 Y desde entonces el voto se emitió a la vista del público, así como la elaboración
0:05:01 empanada en algunos retorados.
0:05:05 También cambiaron las piedras por unas fichas de Nácar que se entregaban a los miembros
0:05:09 del tribunal en el momento de entrar en sesión.
0:05:13 Más tarde se usaron piezas de metal llamados expondilos, de los cuales los que significaban
0:05:20 condena eran negros y agujereados en el medio.
0:05:23 Los otros eran blancos y enteros.
0:05:26 Quiere decir que si vos agarrabas algo que era negro y tenías una mujer en el medio
0:05:33 es que eras culpable.
0:05:36 En Grecia, antes de proceder al voto, les preguntaban al acusado qué castigo creía
0:05:44 merecer.
0:05:45 Si el acusado decía que merecía una gran pena, el tribunal solía mostrarse indulgente.
0:05:52 Esa era la opción contra lo que hizo Zocas.
0:05:55 Claro, en asuntos también esta responsabilidad de saber o no quién decía la muerte.
0:06:00 Los griegos oscilaron mucho entre eso, incluso para decisiones un poco menores.
0:06:05 Y lo que tenían era una pieza que era como una ficha de casino con un pituto para arriba
0:06:10 que podía ser hueco o no.
0:06:11 Y uno se llevaba el voto hasta la urna tapando la parte de arriba.
0:06:15 De modo que jamás se sabía si uno votaba por el cío o por el no.
0:06:18 Votaban bajo mano.
0:06:20 En tiempos medievales, la mayoría de las ejecuciones de París se verificaron en un
0:06:27 lugar llamado Mont Poisson, el monte veneno.
0:06:32 Y los acusados se dirigían al lugar del suplicio a pie.
0:06:37 Para el origo que falta que tiran en el taxi.
0:06:42 Sin embargo, parece que en el camino se detenían en un convento donde tenían siempre preparado
0:06:47 una mesa con pan y vino.
0:06:50 Y los acusados disfrutaban de su última comida.
0:06:55 Desde los tiempos de San Luis y hasta la Revolución Francesa, los verdugos de París trabajaban
0:07:03 en la famosa picota de los mercados.
0:07:06 Allí eran expuestos los comerciantes de Sonnestos que vendían sus productos con pesos falsos
0:07:12 o le ponían flores de caléndula a la manteca para hacer la masa amarilla.
0:07:16 Alrededor de la picota, la multitud se burlaba de los condenados y les arrojaba inmundicias.
0:07:25 También se ha dicho que, especialmente con las orcas y posteriormente con la guillotina,
0:07:35 muchas personas acudían a ver las ejecuciones porque se excitaban.
0:07:41 Se excitaban de un modo sexual.
0:07:43 Sí, absolutamente.
0:07:44 Y eso digo que cuenta Casanova, en donde cierto condi amigo de él aprovecha para beneficiar
0:07:52 una amiga aprovechando que había ejecución.
0:07:55 En los días del terror blanco, incluso, había escenas que se hace producir en la vía pública,
0:08:00 en medio del desenfreno, de todos contra todos.
0:08:05 Había, bajo el antiguo régimen de Francia, un ejecutor, un verdugo en cada distrito.
0:08:13 En todas las provincias del este tenían incluso un verdugo por pueblo.
0:08:18 El día de junio de 1793 la convención ordenó a todos los verdugos que fueran distribuidos
0:08:26 en el territorio de la República y que aprendieran a usar una nueva máquina.
0:08:32 No ordenó que fueran distribuidos.
0:08:34 Ordenó a todos los verdugos de la nación que aprendieron a usar una nueva máquina de
0:08:37 matar que era la guillotina.
0:08:39 El decreto provocó verdadero pánico entre los verdugos porque no se impatizaron con la máquina.
0:08:47 Y hay en los archivos nacionales de Francia miles de cartas, miles, un montón de cartas
0:08:54 de verdugos que jamás habían tenido que ejecutar a nadie y que se excusaban de aprender a
0:09:00 usar la guillotina alegando inexperiencia o incapacidad.
0:09:07 Entonces no quedó en Francia más que un grupo de verdugos.
0:09:10 En verdad la familia Sansón había entrado, digamos la familia más numerosa y más famosa
0:09:18 de verdugos, que era costumbre que esa profesión fuera...
0:09:25 Aprender, transmitir lo fisio.
0:09:27 Aprender, así padre, es ahí.
0:09:29 Bueno, la familia Sansón había entrado en la historia de los agricultores en 1668.
0:09:36 Allá bajo el reinado Luis XIV, ya la Sansón era un oficial.
0:09:43 Tuve un accidente y fue trasladado a casa de un vecino y allí fue atendido y cuidado
0:09:49 por la hija del tipo que lo había rescatado.
0:09:53 La muchacha se llamaba Margarita y Sansón, como suele ocurrir, se enamoró y se hicieron amantes.
0:10:01 Una vez curado Sansón dejó a la casa, pero continuó viendo Margarita.
0:10:09 Lo hacía cada vez que el padre se iba de viaje.
0:10:12 En realidad este hombre misterioso no se sabía bien de qué trabajaba, no se conocía su nombre.
0:10:21 Un día Sansón iba paseando, atravesaba una plaza, pasó por donde había la casa.
0:10:31 Patíbulo.
0:10:33 Patíbulo, bueno.
0:10:35 Y vio al padre de Margarita decapitando a un señor, con un hacha.
0:10:39 Era verdugo el tipo.
0:10:41 Su nombre real era Pedro.
0:10:43 Sansón quiso romper la relación, pero estaba demasiado enamorado.
0:10:47 Decidió entonces entregarse a Margarita, casarse con ella.
0:10:53 Pero debió dejar su rango militar, porque las autoridades militares estigmatizaban a quienes se fueran a casar con el familiar del verdugo.
0:11:03 Una noche Sansón le propuso a Margarita huir, pero era tarde.
0:11:08 Ya el padre se había enterado de la conducta de su hija y entró en la habitación, junto cuando los amantes estaban ahí, que soy yo.
0:11:17 ¿Quería ejecución?
0:11:19 Sí, el padre exigió inmediatamente una reparación.
0:11:23 Con una licuadora rosa.
0:11:28 Él dijo, ningún hombre se casará con mi hija, a menos que sea verdugo él también.
0:11:37 O mejor dicho.
0:11:40 Vos sabéis, de sonrado a Margarita, y ahora desposáis te convertís en mi ayudante y sucesor, o bien yo mataré a mi hija, o algo así.
0:11:51 Si la virginidad es el único bien que la hija de un verdugo pueda apertar a su esposo, dijo y dejó la frase en sus pensones, o la dejó en su peso el obtuso copista de estas cosas.
0:12:07 Bueno, y Sansón no tuvo maravilloso que aceptar, y se hizo verdugo.
0:12:12 Lo que es el amor.
0:12:14 Y la primera vez que debió ayudar a su suegro, cayó desmayado.
0:12:19 Después se acostumbró, o sea, como es.
0:12:21 Y así todas las familias, también los hijos y nietos que vinieron, se dedicaron a aplicar los terribles castigos en vigencia.
0:12:30 Entonces el apellido fue casi sinónimo de verdugo.
0:12:34 Aquella línea de la familia se reprodujo en toda Francia.
0:12:38 Carlos Juan Bautista, Sansón, nieto del primer verdugo, reunía una vez por año a sus primos y sobrinos, todos verdugos también.
0:12:48 Y así en una gran mesa, se hacían llamar por sus criados por el nombre de la ciudad donde ejercía.
0:12:55 El señor de París, el señor de Ráin, todo eso.
0:12:58 El más célebre señor de París fue Carlos Enrique Sansón, que en 1788 estaba a punto de justiciar a uno en la rueda.
0:13:08 Pero una sublimación impidió el castigo y la rueda fue detenida.
0:13:13 Luis XVI, asustado, ordenó que se suprimiera el castigo de la rueda.
0:13:19 Y en caso de condenar a alguien a la rueda, el condenado tenía derecho a reclamar la muerte por medio de la espada o el hacha.
0:13:30 Este mismo, Carlos Enrique, fue el que, años más tarde, le vio ejecutar nada menos al rey y a María Antonieta.
0:13:40 ¿Qué es el capito?
0:13:41 Respeito a la muerte de María Antonieta, parece que el día de su ejecución, toda la terraza del Palacio de la Estallería repleta de mirones.
0:13:54 La Plaza de la Revolución debía ser la Plaza de la Concor, me parece.
0:13:58 Está frente a donde antes estaba el Palacio.
0:14:01 El caso es que iba llegando, ya estaba todo preparado, estaba el verdugo.
0:14:09 Y la reina descendió de la carreta y subió la pequeña escalera hasta el patíbulo y en su prisa pisó al verdugo.
0:14:20 Y le dijo muy amablemente y visibilmente apenada, perdóname usted señor, no ha sido mi intención.
0:14:31 Qué tremendo, qué escena notable.
0:14:33 Estaba pensando Alejandro que, dicen los hermanos, aludiendo a una frase del autor de Sam Spade, el novelista de Jason Hammond,
0:14:46 de los policiales, que la primera vez que uno mata a un hombre es una tragedia y que después es simplemente sangre,
0:14:53 lo que era el título a una película, y pensaba que quizás la forma más brutal de comprobar la condición humana es ver
0:14:59 de qué manera brota cada tanto la voluntad por la pena de muerte, que durante el siglo se dio por descontado
0:15:05 como un castigo como si los hombres tuvieran derecho a tomar eso, pero al mismo tiempo hay algo que lo manera hace con frecuencia,
0:15:11 que es ver en algo que reivindica como parte de la justicia un pecado brutal,
0:15:16 porque justamente la condición de Verdugo estuvo marcada por la estigmatización en todas las culturas,
0:15:22 y de hecho hay una figura que todos conocemos, se te asociamos con la del Verdugo, que es un tipo con una capucha negra,
0:15:27 que tenía que ver con dos cosas, una era que los asistentes de la ejecución no lo reconocieran
0:15:34 y pudieran eventualmente tomar venganzas, pero la otra era el ajusticiado, no le viera la cara del tipo que le quitaba la vida,
0:15:41 porque se suponía que cuando uno moría ajusticiado volvía como fantasma y después iba a buscar a que lo había matado
0:15:46 y a tortularlo permanentemente.
0:15:48 Claro, se nota mucho la ciencia en todo esto.
0:15:51 Es cargar un pensamiento científico.
0:15:53 Más la ciencia jurídica, como la ciencia biológica o natural.
0:16:01 Después digo justamente en ese sentido los grigos tenían un poco más de nobleza,
0:16:05 pese a que la justicia, igual que la democracia tenía, se eran a veces tan espantosamente parecidas,
0:16:11 que las de ahora quedan penas los años perdidos, pero había un protocolo de las armas,
0:16:15 y la gente en general, y la espada, se reservaba a los nobles.
0:16:19 La espada era, usted lo habrá visto en el Museo de la Torre de Londres,
0:16:23 hay un par de espadas que se usaban para la ejecución,
0:16:25 una semejante era que se usó para separar la cabeza del tronco de Ana Bolena,
0:16:29 donde había que ser muy ávide con la espada y tener una musculatura muy fuerte.
0:16:34 Con lo cual el ajustecedor por espada se ponía en el rango de un caballero,
0:16:39 cosa que nuestros amigos japoneses también los utilizan en el sepulco,
0:16:43 que no es una ejecución, sino que es un suicidio cumpliendo una condena,
0:16:47 pero que recibe el corte de cabeza.
0:16:49 Y pensamos finalmente en una figura que ha aparecido muchas veces,
0:16:54 que ha visitado este programa que es Carlos Estuardo, Carlos el primero,
0:16:58 hijo de María Estuardo, rey de Gran Bretaña, rey de la terra, en aquel momento,
0:17:02 que fue derrotado por la revolución de Canguel y condenado a muerte,
0:17:06 y en 1649, un millopueno de Borges, que dice Carlos avanza entre la gente,
0:17:11 abandonado en los brazos de la escolta, sabe que iba la muerte a un rey de los olvidos,
0:17:15 que es un rey de la ejecución, lo espera.
0:17:17 Bien, Carlos el primero...
0:17:18 ¿Y qué sonrí? Lo había hecho tantas veces.
0:17:20 Lo había hecho tantas veces.
0:17:22 Se lo conocía como el rey caballero por sus buenas maneras
0:17:25 y sus manejos del violín y de la espada,
0:17:27 y se dice que llegó con una vara de mindre hasta el patíbulo,
0:17:30 y que cuando pasó frente a la espada, hablan de un hacha,
0:17:33 algunos dumas en los Tres Mujerteros hablan de un hacha,
0:17:36 le dio un golpe con la vara,
0:17:38 y dijo, espero que seas tan amable al devolvérmelo como yo al ofertarte, al ofrecerte lo.
0:17:44 Después puso su cabeza en el potro, en el hueco, en la madera,
0:17:50 miró la multitud y les dijo, ¡ven under!
0:17:52 Que se acordaran, y los británicos se han acordado más de una vez de esa munición.
0:17:57 Lo que digo es que hay que ser...
0:17:59 Bueno, pues le paso la cabeza y palmo, pero...
0:18:01 Debo hay que ser más exálea de la condición moral de Carlos, que era un miserable.
0:18:05 Digo, muy hombre y muy caballero,
0:18:07 pasa a tener la voluntad de no solo ir a morir sin desesperación,
0:18:10 sino en hacerlo con elegancia, y de algún modo también, amablemente.
0:18:15 Y amablemente es una milonga,
0:18:19 donde también se cuenta un hecho de sangre.
0:18:23 Una breve milonga, muy breve, que va a cantar ahora mismo el mundo rivero, adelante.
0:18:51 La encontró en el bulín,
0:18:54 y en otros brazos,
0:18:57 y sin embargo canchini sin caliarse,
0:19:00 que le dijo al gabinán, puede relajarse,
0:19:03 que el hombre recupó de electos cascos.
0:19:09 Y al encontrarse solo con la vida,
0:19:12 tiras a patillas y a lito,
0:19:15 le dijo, por si no le hubiera visto,
0:19:18 llevamos un par de mates, catalina.
0:19:24 La mina jaboniada, el hizo caso y el varón,
0:19:27 caboreando su buen paso, la señor se amullando en pavanas,
0:19:31 y luego me sujeándole la frente,
0:19:34 con gran tranquilidad, amablemente,
0:19:40 le fajó 34 puñaradas.
0:19:50 Era el mundo rivero, la venganza será terrible,
0:19:53 amablemente.

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