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19 de Octubre de 2009

Cómo detectar enfermedades

Transcripción automática

0:00:00 Vamos a la charla correspondiente al día de hoy. Es una linda historia que les va a gustar.
0:00:07 Usted es un lindo asunto, más que una linda historia.
0:00:10 Es la búsqueda de la inmortalidad en el tauguismo.
0:00:14 Vamos a hablar de lo dicho.
0:00:18 El tauguismo se desplegó con mucho éxito durante el reinado de la denastía Zhang
0:00:24 y se igual supojeó un poco más adelante.
0:00:27 En China no existió casi nunca la intolerancia del pensamiento
0:00:32 que es más bien propia de las religiones monoteístas.
0:00:36 Se puede ser, por ejemplo, hinduista, bramánico y budista al mismo tiempo o sucesivamente
0:00:44 sin que nadie lo acuse de energía.
0:00:49 No existe esa paranoia de ciertas religiones monoteístas,
0:00:54 ciertas corrientes políticas que necesitan un odio para aceitar su opción,
0:01:01 que puede ser el odio racial, el odio nacional, el odio de clases, el odio a los infieles, etc.
0:01:08 Bueno, esto no existía en China, no estaba estructurado así el pensamiento.
0:01:12 En el siglo VII, la dinastía Zhang reintrodujo el orden confusiano, la religión de confusio,
0:01:22 opuesta totalmente a esta religión del Tao, que era la religión del Lao Zé.
0:01:29 Y ahí el taoísmo fue perdiendo su influencia entre la gente
0:01:33 y finalmente se convirtió en una religión un poco extravagante, con monjes que eran medio chiseros.
0:01:40 Había aparecido el taoísmo, Tao quiere decir camino,
0:01:44 como una religión que se proponía llevar a los fieles rumbo a la vida eterna,
0:01:50 a nada de cosas pequeñas.
0:01:52 Pero no se trataba de una inmortalidad espiritual o metafórica,
0:01:59 no, no, se trataba de una inmortalidad material, eso se proponía a los taoís.
0:02:04 Eso está bueno, ¿no?
0:02:05 Así como claro, así como el mundo greco-romano contraponía espíritu y materia
0:02:12 y había un alma espiritual y un cuerpo material, los chinos veían el mundo como un continuo,
0:02:17 una interrupción del vacío a las cosas materiales.
0:02:22 El alma no desempeñaba ese papel de principio invisible opuesto al cuerpo.
0:02:28 No, no había ese dualismo.
0:02:33 Entonces decían que todo hombre tenía dos grupos de almas,
0:02:37 tres superiores, las almas de arriba, que se llamaban hum, y siete inferiores, que se llamaban po.
0:02:45 Sin embargo, me parece que po quiere decir ocho, así que se habrá capado algún alma.
0:02:50 Si bien existían distintas creencias sobre estas almas en el otro mundo,
0:02:55 reinaba la convicción de que todas ellas se separaban al raíz de la muerte,
0:03:01 que cada una agarraba por su lado.
0:03:05 La muerte implicaba también una desgrigación personal,
0:03:09 no solo de las células que nos componen, sino también de las almas,
0:03:13 que se iban cada una para su cielo o para su infierno.
0:03:16 Y si se llama una escomplica o calcule pensar que al morirse uno se va a dividir en ocho o en nueve,
0:03:22 es un plenciamiento incómodo.
0:03:25 Entonces los taboístas vieron que era necesario mantener las almas congregadas, evitar que se desparramara.
0:03:32 El cuerpo era único, y en el cuerpo vivían todas esas almas, y también otros espíritus,
0:03:39 porque estimaban posible lograr una inmortalidad que conservara la personalidad del viviente
0:03:45 sin repartirlos, sin dividirlo.
0:03:48 Bueno, esto también parece un amuno, ¿no?
0:03:51 Él dice que la inmortalidad tiene sentido en tanto de que se preserve la conciencia individual.
0:03:56 Sólo es inmortal, decía Don Viedel, el que es consciente.
0:04:01 La inmortalidad sin conciencia se la regala, dice, es el sombra de inmortalidad.
0:04:06 ¿Qué es cierto? Que te van a recordar tus hijos, que serás inmortal por tus obras.
0:04:13 No, decía un amuno.
0:04:15 Yo quiero seguir viviendo y estar consciente de que estoy viviendo, no?
0:04:19 Viviendo ahí como en los demás.
0:04:21 Bueno, los taboístas pensaban igual.
0:04:23 Ellos creían que la conservación del cuerpo era el único medio para conseguir la vida eterna.
0:04:28 Uno debía, a través de ciertas prácticas que ahora detallaremos, atención amigos,
0:04:34 desarrollar los órganos inmortales para que fueran prevaleciendo sobre los órganos mortales.
0:04:42 Los órganos inmortales son la piel y los huesos.
0:04:45 Para no perturbar a la humanidad, el que se moría, el que se moría, mejor dicho,
0:04:51 el que conseguía volver sin mortal fingía una muerte.
0:04:55 Suponerte que vos alcanzabas con las prácticas que ahora vamos a detallar la muerte.
0:05:00 La inmortalidad.
0:05:02 Muy bien, fingías morir como todas las personas.
0:05:06 Te enterraban según los ritos ordinarios, pero en el ataúd se ponía alguna otra cosa,
0:05:12 pero no el presunto cadáver.
0:05:14 Todo esto para no espantar a la gelada.
0:05:18 La necesidad de transformar el cuerpo para volverlo inmortal imponía algunas obligaciones.
0:05:24 Y ahora vamos a ver qué es lo que hacían para que el cuerpo se les volviera inmortal.
0:05:29 Había que alimentar el cuerpo a través de dos técnicas, las dietas y los ejercicios respiratorios.
0:05:37 Primero, la meditación, la concentración también.
0:05:44 Para las concepciones taboístas el cuerpo estaba dividido en tres secciones,
0:05:49 la de arriba, la del medio y la de abajo.
0:05:53 La de arriba naturalmente era la cabeza, la del medio del pecho y la inferior de las patas.
0:05:58 Cada una tenía su centro vital.
0:06:02 El marote era el palacio de Nguang, que se encontraba en el cerebro.
0:06:07 El segundo era el palacio Escarlata, que estaba junto al corazón.
0:06:11 Y el tercero se hallaba bajo el ombligo y se llamaba el palacio de la Papa Fridt.
0:06:23 Se llamaba el Tantiam.
0:06:28 Estos lugares, se llamaban también campos de sinabrio,
0:06:33 tenían cada palacio sus respectivos dioses encargados de defenderlos contra los malos espinos,
0:06:39 contra los alientos negativos.
0:06:42 En el cuerpo no sólo había dioses aislados, sino la totalidad misma de la administración celeste tenía vos adentro.
0:06:49 Todos los dioses los tenías adentro.
0:06:52 No, no, metafóricamente, ¿no? Yo tengo adentro mi propio infierno. No, no, daban adentro.
0:06:58 Autor tabudista de siglo V dice,
0:07:01 en el cuerpo de cada hombre hay tres palacios, seis administraciones, 120 barreras y 36.000 dioses.
0:07:10 Una verdadera muchedumbre, decía Wittman.
0:07:15 Los docentes maléficos estaban muy cerca de los dioses guardianes.
0:07:19 Los más malvados eran los tres gusanos instalados en el cuerpo antes del nacimiento.
0:07:25 Te metían tres gusanos.
0:07:27 Primer gusano, el gusano azul que vivía en el palacio Nihguang, en el cerebro.
0:07:34 Después la doncella blanca, segundo gusano, vivía en el palacio Carlata, cerca del corazón.
0:07:39 Y último gusano, el cadáver sangriento, se llamaba.
0:07:43 Vivía en el campo inferior, cerca, allá cerca de donde Judas perdió el pom.
0:07:50 Cerca de la papá frita.
0:07:52 Bueno, además de causar la muerte y la de Crepis, los gusanos trataban de acortar la vida,
0:07:59 porque cuando vos te morías los gusanos recuperaban la libertad, así que eras cárcel de los gusanos.
0:08:05 Y por lo tanto, estas entidades maléficas trataban de destruirte.
0:08:10 Pero había forma de defenderse de los gusanos.
0:08:13 Por ejemplo, no comer cereales, no tomar vino, ni comer carne, ni cebolla, ni ajo.
0:08:19 Qué pago.
0:08:21 La destrucción de los tres gusanos concluía con una especie de preparación,
0:08:27 y entonces recién entonces podía sustituirse la alimentación corriente por el régimen ideal.
0:08:34 Por ejemplo, alimentarse de álitos, de aliento, o también respiración embrionaria,
0:08:40 una práctica que por fin conducía a la inmortalidad.
0:08:45 Era importante aprender a retener el aliento durante mucho tiempo para nutrirse de él lo más posible.
0:08:54 Por ejemplo, el señor de Yukén podía retenerlo hasta tres días, me refiero al aliento.
0:09:02 Y se volvió inmortal.
0:09:03 Se volvió inmortal ante la sorpresa de su familia.
0:09:07 El que me decía, mirá, Yukén es inmortal.
0:09:12 La práctica de la retención del aliento era algo en realidad terrible,
0:09:16 y provocaba todo tipo de estrastorno fisiológico, como lo sabe cualquiera,
0:09:21 porque había gente que incluso se moría.
0:09:24 Está también el guanchipunado, que es una técnica sexual para conseguir la inmortalidad entre otras cosas.
0:09:31 Hay que hacer, digamos, todas clases de retención.
0:09:36 No se puede hacer todos los días el guanchipunado.
0:09:40 No, es un problema.
0:09:42 Se trata de que el hombre retenga sus licores y en cambio la mujer expanda sus culminaciones.
0:09:57 Esto produce una involución de los líquidos seminares que llegan al cerebro.
0:10:07 Como el pasa de mundo.
0:10:09 Y ahí es cuando te vuelves inmortal para todo el mundo.
0:10:13 Como se ve, la inmortalidad se lograba con esfuerzos muy prolongados y bien...
0:10:18 Ya no se ve con el sexo tántrico, esto.
0:10:21 Además hay instrucciones totalmente precisas y minuciosas
0:10:25 que no voy a dar aquí para que no empecemos.
0:10:28 Se lo vuelven.
0:10:30 Pero digo, había que hacer esfuerzos muy prolongados para hacerse inmortal.
0:10:35 Pero ese era un problema porque la vida es breve.
0:10:38 Cada estapo del ejercicio era demasiado larga
0:10:41 y las posibilidades de volverse inmortal disminúan con la edad, etc.
0:10:46 Pero había otro problema.
0:10:50 Y es que cada uno tenía escrito su destino.
0:10:53 Y un destino que está escrito es muy difícil de evitar por mucho que uno retenga el aliento.
0:10:58 Existían para los tabuíistas dos registros.
0:11:01 Entonces, indefiguraban los nombres de todos, los seres humanos desde su nacimiento,
0:11:07 hasta la muerte, como en aquel árbol del islam
0:11:12 en donde están escritos los nombres de todas las personas del mundo en las hojas.
0:11:18 Una noche, una noche, no es la noche del cadir, esa noche se abre el cielo.
0:11:23 Pero digo, hay una noche en que ese árbol se agita y caen algunas hojas
0:11:28 y las hojas caídas son las que corresponden a las personas que morirán durante el año siguiente.
0:11:35 Bueno, pero hablamos de dos libros del taburismo.
0:11:40 En uno de estos, en el más voluminoso, están los hombres comunes.
0:11:45 Es el libro de la muerte.
0:11:48 Y el otro era el libro de la vida, el de los futuros inmortales.
0:11:53 Y algunos muy poquitos tenían su nombre allí desde el nacimiento,
0:11:57 pero también había otros que figuraban en esa lista porque habían hecho grandes esfuerzos y entonces los añadían.
0:12:04 Los sectos buenos y malos estaban debidamente codificados y regulados,
0:12:09 así como la retribución de estos actos.
0:12:12 Una regla de los libros tabuistas presentaba esta graduación de castigos,
0:12:17 a medida que se estivaban amontonando los pecados.
0:12:20 120 pecados de enfermas.
0:12:23 180 pecados fracasarás en la cría de animales.
0:12:28 530 pecados nacerán hijos enfermos.
0:12:32 820 pecados te quedarás ciego o sordo.
0:12:37 Si hay 600 pecados, no tendrás hijos.
0:12:42 Cuando los pecados pasaban de Dios mil, había que ser perseverante y malo para hacer 10.000 pecados.
0:12:52 O sea, ciego, sordo, no puede criar animales.
0:12:56 Entonces, no, llegaba el más terrible de todos los castigos, que era la muerte,
0:13:00 el culpable de toda su familia por espada en ejecución pública.
0:13:06 Para los buenos, el catálogo era más breve.
0:13:09 El que tenía 300 buenas acciones se convertía en inmortal terrestre.
0:13:14 1200 llegaba a ser inmortal celeste, que no sé lo que es.
0:13:19 Eran dos categorías de inmortales.
0:13:21 Pero si después de 1199 acciones buenas, por ejemplo,
0:13:25 cometías una acción mala...
0:13:29 No se va a perder todo, ¿no?
0:13:32 Perdíos inmediatamente todo.
0:13:34 Tenías que empezar de nuevo a hacer buenas acciones.
0:13:38 No sé si podías hacer las mismas.
0:13:42 Las mismas buenas acciones que había hecho antes ya...
0:13:44 No, no, no, no van a repetir.
0:13:46 Los que no iban a los oficios religiosos no podían conquistar la inmortalidad.
0:13:52 Pero el templo les concedía los medios para adquirirla de otra forma,
0:13:56 manteniendo las prácticas anteriormente citadas.
0:13:59 Había que enterrar durante la noche y al aire libre unos cuantos metros de seda
0:14:04 y un sello de metal a modo de talismán.
0:14:08 También se podía pagar al difunto un rescate a los dioses del infierno
0:14:13 y ser liberado al cabo de 32 años.
0:14:16 Después de 32 años, los huesitos se recubrían de carne,
0:14:20 recobraba su cuerpo y salía lo más rondo de la tumba
0:14:25 para ir al paraíso de los inmortales con paso de murra.
0:14:28 El Tao era mucho más profundo que esto,
0:14:31 pero hemos leído algunas extravagancias.
0:14:34 Por otra parte contenía presentos espirituales mucho más consistentes.
0:14:39 O sea que hemos buscado aquello que...
0:14:42 ¿El Tao de King?
0:14:44 ¿Es el Tao de King este que estamos hablando?
0:14:47 Hay distintos libros y se dice, ese puede ser uno, claro.
0:14:50 Es un libro no muy grande.
0:14:52 Sí, es el de Confusio.
0:14:54 El de Laos.
0:14:55 El enemigo de Confusio.
0:14:57 Estaban los Confucianos que eran muy rigurosos,
0:15:01 muy aptos para ser funcionarios, personas muy conservadoras.
0:15:09 Y por otro lado estaban los Taoistas que eran estos locos
0:15:12 que les estoy diciendo que, además de esto,
0:15:15 decían otras cosas todavía más difíciles.
0:15:20 Por ejemplo, la famosa Wu-Wai, que era la no-hacer.
0:15:24 El no-hacer.
0:15:26 El no-hacer como...
0:15:29 casi como rebeldía.
0:15:32 El no-hacer.
0:15:35 Una actividad que no era la negación de la actividad,
0:15:39 sino que era una actitud de inacción.
0:15:44 Una cosa rara que después, desde luego,
0:15:46 no conviene mucho a un emperador
0:15:48 que está tratando de construir la muralla china.
0:15:55 hemos explicado el taoísmo.
0:15:58 Me parece una historia muy espiritual para...
0:16:01 El discotecario.
0:16:02 El discotecario dijo que él era budista.
0:16:04 Ah, qué bueno.
0:16:05 Que no le venieran con el taoísmo.
0:16:10 Era budista...
0:16:11 De Buda.
0:16:13 De Mormón también.
0:16:15 ¿Cómo? ¿Le gusta Mormón?
0:16:16 ¿Budista, Mormón?
0:16:17 Budista y Mormón, porque le habían caído los mormones.
0:16:21 Sí, que el taoísmo.
0:16:22 Y había hecho un arrelo con él.
0:16:24 Bueno, el taoísmo.
0:16:26 El caso es que habiéndose enterado de que el taoísmo es el camino,
0:16:30 me dio una linda canción criolla que escucharemos ahora
0:16:34 y que se llama,
0:16:35 Caminito Saleado.
0:16:37 Pero habla de esto.
0:16:38 Por supuesto, Caminito Saleado es otra cosa,
0:16:40 sino el camino,
0:16:42 el camino del que hablaba al lado C,
0:16:44 está un poco de simulado, claro.
0:16:48 No, no es la letra.
0:16:49 La letra no dice casi nada de eso.
0:16:52 Pero escucharemos la versión clásica de Carlos Gerber.
0:18:25 Y cuando viso casitas de puro celoso
0:18:44 que sobro el panpero
0:18:46 para contarle chismoso
0:18:49 que será igual mi espero
0:18:51 y el cuarenta de amor
0:18:54 para su pelo una cinta
0:18:56 que llevo a escondida
0:18:58 de lindos flores
0:19:00 para sus labios mi antuoto
0:19:03 y para sus ojos su claro cristal
0:19:07 y para su blanca garganta
0:19:09 el criollo cacaneta
0:19:12 tiene cacaneta
0:19:17 claro, Caminito Crioso
0:19:21 y el color izoliano
0:19:25 y en algo que sea sombre
0:19:29 jugaré de huelga menor
0:19:31 para el vermeliegar.

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