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7 de Marzo de 2016

Cómo se castigó al homicidio a lo largo de la historia

Transcripción automática

0:00:00 Continuamos la venganza, será terrible, estamos en esta matinée que se está haciendo habitual,
0:00:13 la matinée de los viernes aquí en el galponcito de radio del Plata. Recuerden, ya el viernes
0:00:19 de la semana que viene estaremos en Rosario, en el teatro del círculo 11 y 12 de marzo
0:00:25 estaremos en Rosario, entonces las entradas están en Tic-Tac.
0:00:29 Recuerdaremos esta noche del homicidio y de cómo se lo castigaba, a través de la historia
0:00:36 e incluso en los mitos. Lo primero que se me ocurre de decir es que en general, en la
0:00:46 antigüedad clásica y mucho más adelante también en la Edad Media y especialmente en la Edad
0:00:52 Media, el homicidio se resolvía con guerras de familias, mataban a un primo tuyo, bueno,
0:01:02 pero bueno, voy a ir con una barra de tus familiares a tratar de matar a un primo guáneo.
0:01:11 Y el Estado intervenía más o menos, más o menos, pero no mucho. Si perdían más vidas en la Edad
0:01:22 Media por guerras privadas en épocas del feudualismo, ¿qué? En guerras nacionales, pues me dirá,
0:01:31 si no había guerras nacionales, de qué, si no había estado nacionales, de qué guerras
0:01:37 nacionales me hablan. Bueno, les hablo de la guerra, ponele de conquista el imperio Román.
0:01:43 Se perdían más vidas durante la Edad Media que en aquella, porque ahí, porque todo se resolvía
0:01:50 un poco así. Los varones, los señores feudales, resolvían sus conflictos de cualquier índole,
0:01:57 con guerras privadas. La Iglesia intervenió, empezó a prohibir asesinatos en algunos días.
0:02:11 Claro, prohibir estaba prohibido siempre, pero empezó a santificar muchos días para que
0:02:21 especialmente estuviera contraindicado y resultara pecaminoso asesinar en determinadas
0:02:29 fiestas. Acuérdate de santificar las fiestas. Una manera de santificarlas, ayer hablábamos,
0:02:36 creo, del sabat y del domingo, era no matando, no matando especialmente, no matar nunca,
0:02:43 pero especialmente los domingos. Entonces, acabaron los domingos, les acabaron la páscoa, les acabaron
0:02:50 la cuaresma, les sacaban pentecostés, les sacaban navidad, les sacaban... Si te maten en
0:02:57 Marasueva. Ya uno no sabía cuando amasijara un tiempo. Se había instituido también una
0:03:04 especie de cuarentena de venganza. Si a vos te mataban un pariente, tenías que esperar
0:03:14 cuantimeno 40 días para amasijar al ofensor. ¿Qué calculaba a la iglesia? Que algunos
0:03:24 tipos se les iba a pasar. Si a quietaba el ánimo 40 días, era un tiempo para que por
0:03:31 ahí el tipo recapacitara. O sea, o el otro escapara. Lo que sea. Trataban sabiamente,
0:03:43 de un modo casi ecológico, de evitar de bajar el número de asesinas.
0:03:53 Quiere decir que no existía esta idea de que la ley intervenía. Claro que sí que intervenía,
0:04:02 pero a veces, a veces. Y cuando intervenía era de un modo un poco extraño, un poco extraño.
0:04:12 Digamos que en gris ya existía la idea de la legítima defensa. La ley de Radamante, se llamaba.
0:04:26 Radamante era uno de los tres jueces del infierno, un tipo. Y sí que era muy amplio esto de la
0:04:35 legítima defensa. Y cita como ejemplo, un crimen cometido por Heracles, nuestro querido Hércules,
0:04:44 para los amigos. Parece que el tipo tenía un maestro de música que era Linos, nada menos que
0:04:54 el hermano de Orfeo, el príncipe de los músicos y los cantores. Tenía un hermano que se llamaba
0:05:01 Lino, que era profesor de Lira. Y era que fue a tomar clase de Lira. Pero no le salía hubo en el
0:05:10 tiempo, porque era mucho mejor realizando asañas que tocando la Lira. Y parece, parece que en una
0:05:21 de esas, el maestro Lino, medio tocado porque Heracles era un pésimo ejecutante, lo trató mal.
0:05:32 Lo maltrató, le dice, ahí es, me dijo que lo empujó. Y Heracles se enojo, agarró la Lira, se la rompió
0:05:43 el hermano y lo mató. Lo mató directamente. Y dice, qué tocado, dice lo otro. Pum! La Lira en el mate murió.
0:05:52 Y aplicaron la ley de Radamante, de defensa propia. Y por qué, dice, la ley decía que el hombre que
0:06:06 ha castigado al que lo irritó es inocente. Bueno, no hay ninguna culpabilidad. Jamás vamos a declarar
0:06:17 culpable a ningún asesino. No está mal como meta. No está mal como meta y no está mal como óptica,
0:06:29 como forma de mirar un fenómeno. Pero lo señalo porque tiende a creerse que las leyes antiguas eran más
0:06:41 rigurosas con el criminal. Y no, no eran rigurosas, eran menos rigurosas. Penas de la antigua Grecia, el destierro.
0:06:52 Asesinato, desierro. Te ibas a purificar a lo que ellos llamaban otro país, que realmente no era otro país, sino que era
0:07:01 otra de las tantas ciudades de Estado de la LAD. Así ha sonado un neato en antenas y ibas a purificarte a Teba.
0:07:12 Te purificaba. Un año de destierro. Volvea. Estamos todos lo mismo de contentos que hace.
0:07:25 El sistema de represión por las guerras de familia es peligroso. Es peligroso porque es desigual.
0:07:35 Se habían dado cuenta de que esta manera de resolver los homicidios daba derechos al que más recursos tenían.
0:07:46 Más derechos al que más recursos tenían. ¿Por qué? Y bueno, porque si vos tenías recursos como para pagarte un pequeño
0:07:53 ejército, si todos los crímenes se resolvían con una guerra y vos ganabas la guerra, bueno, si el término no había ley para vos.
0:08:03 Se habían dado cuenta de eso los griegos tempranamente. Pero había algo más que la purificación.
0:08:17 Había unas especies de parcas, de monstruitos, llamados las eriñas, que se encargaban de impartir justicia penal en Grecia.
0:08:33 Si las llamaban a las eriñas, también las humanides, es decir, las bondadosas, y era un sobrenombre destinado a adularlas.
0:08:43 Y por consiguiente, a solayar su temible cólera en caso de llamarlas con un nombre odioso. Los romanos les llamaban la furias.
0:08:55 Y también creo que les llamaban las humanides porque el verdadero nombre de eriñas no querían pronunciarlo.
0:09:02 Era como una de las palabras prohibidas que eran nefastas y que daban mala suerte al que las pronunciaban.
0:09:12 Había nacido de las gotas de sangre con las que se impregnó la tierra cuando la mutilación de urano.
0:09:21 Entonces dirá a algunos gente astuto.
0:09:23 Hace algunas semanas usted habló de los gigantes, o no sé quién, y dijo que también había nacido de la tierra y de su mezcla con la sangre que brotó de las erías de urano cuando su hijo Cronos lo mutiló.
0:09:44 Lo castró, vamos a decirlo.
0:09:46 Termino. Brutales.
0:09:49 Bueno, es que parece que casi todo el mundo nació ahí.
0:09:52 Casi todo el mundo aprovechó para nacer.
0:09:55 Todos los monstruos que son gregos son o hijos de tifón y equirna o nacieron ahí como medea o como tantos.
0:10:08 El caso es que estos personajes pertenecen a las divinidades más antiguas del panteón y el étnico.
0:10:17 Son fuerzas primitivas que no reconocen incluso la autoridad de los dioses de la generación joven.
0:10:24 ¿Cuáles son los dioses de la generación joven?
0:10:26 Bueno, los doce olímpicos.
0:10:28 Zeus era, Atenea, Artemis, Apolo, todo eso.
0:10:34 Los otros son más viejos como Urano, Cronos, Oscuro.
0:10:38 Algunos han desaparecido.
0:10:40 Bueno, ahora todo.
0:10:44 Son parecidas a las parcas y no tienen más ley que ellas mismas.
0:10:49 Incluso el propio Zeus, el príncipe del olímpico, se ve forzado a obedecerlas.
0:10:56 En un principio el número de heriñas era indeterminado,
0:10:59 pero después se va precisando, generalmente se conocen tres.
0:11:06 Alecto, Tisífone y Mejera.
0:11:12 Parece la niña media de Uruguay.
0:11:16 Se representan como genios alados con serpientes entremezcladas en su cabellera convenientemente,
0:11:23 como era la moda de los monstruos antiguos.
0:11:26 Y llevando en la mano antorchas oráticos, según el caso.
0:11:30 Cuando se apoderan de una víctima, la enloquen y la torturan de mil maneras.
0:11:36 A veces son comparadas con perras que presigan los humanos donde viven en los infierno.
0:11:42 En lo más tenebroso de los infierno es el ereo.
0:11:46 El ereo, en realidad.
0:11:48 A partir de los poemas homéricos, la misión esencial de las heriñas,
0:11:54 paso a ser la venganza del crimen.
0:11:57 El castigo del crimen.
0:11:59 De modo especial castigan las faltas contra la familia.
0:12:03 Por ejemplo, son las heriñas las que intervienen en el crimen de Altea contra el meleagro.
0:12:12 Cuando va, en un espizo de horror, meleagro vivía,
0:12:19 déjame recordar que lo cuente algún día,
0:12:22 había un tizón que estaba ligado a la duración de la vida del meleagro.
0:12:28 Se decía que cuando ese tizón se apagara o se consumiera enteramente,
0:12:33 el meleagro iba a morir.
0:12:36 La madre primero guardó ese tizón, pero después, etcétera.
0:12:40 Bueno, las heriñas intervinieron cuando se produjo ahí un crimen.
0:12:45 También impulsaron a Clitemnestra a matar a su esposo y después la castigaron.
0:12:54 Primero te hacían cometer el pecado y lo castigaron.
0:12:59 Tal el caso de esta...
0:13:02 Es una forma especial de malevolencia y muy frecuente.
0:13:08 Al algún día vamos a hablar de eso.
0:13:13 Como protectoras del orden social, castigan todos los delitos susceptibles de exturbar ese orden.
0:13:20 Especialmente sabe cuál. Una cosa que para nosotros no es nada, pero para los griegos era el peor de los pecados.
0:13:26 La híbris, la desmesura.
0:13:29 Híbris era una palabra que quería decir demasiado.
0:13:34 Demasiado.
0:13:35 Y sofrocine, era la palabra contraria, y quería decir...
0:13:43 Poco.
0:13:44 No, no. Quería decir suficiente, mesurada, medido en su justo término.
0:13:56 Lo correcto sería algo así.
0:13:59 Pero lo correcto casi desde un punto de vista artístico.
0:14:04 Se podía ser lindo hasta ahí.
0:14:08 Se podía ser triunfador hasta ahí.
0:14:11 Cuando te pasaba, cuando tenías demasiada suerte,
0:14:15 cuando te creías tan lindo que te comparabas con los dioses y decías, yo soy más lindo que los dioses,
0:14:22 ahí intervenía la desmesura, la híbris.
0:14:26 Y eso se castigaba.
0:14:28 Quien lo castigaba estas chicas, las herinas.
0:14:33 Las herinas también en otro orden prohibían a los adivinos y profetas
0:14:39 a revelar con excesiva precisión el futuro.
0:14:46 Es decir, lo que le prohibían era librar a los humanos de la incertidumbre
0:14:52 y a semejarlos a los dioses.
0:14:56 Por eso los oráculos son oscuros.
0:15:00 Por eso, y también porque el oráculo, si tiene un lenguaje no preciso,
0:15:07 no puede ser acusado luego de haber fallado.
0:15:12 Si vos decís un gran imperio triunfará,
0:15:17 bueno, si ganas esto, si ganas lo otro, si yo se lo dije.
0:15:21 Ahora si vos decís los persas vencerán a los griegos
0:15:24 y ganan los griegos te desprestigias.
0:15:27 Pero de todo modo no está mal que el oráculo tenga por obligación
0:15:33 ser un poco oscuro, es decir, interpretativo.
0:15:37 Cada vez que pienso en esto, me acuerdo de la ciencia interpretativa,
0:15:42 que es naturalmente la relacionada con los aportes de Sismon Freud.
0:15:51 Y cuando hay algo interpretativo,
0:15:54 hay algo de oscuridad en el lenguaje que lo revela.
0:16:00 Hay algo que no se dice de un modo matemático.
0:16:04 Dígame cuánto de loco estoy, le dice un cliente a Roló.
0:16:10 Y, don Oris Hemérez, usted es un colifa 657.
0:16:18 No, le dice otras cosas, algunas más precisas que esas,
0:16:23 pero algunas más imprecisas.
0:16:26 Y a veces la imprecisión es indispensable para la descripción de la verdad.
0:16:34 Bueno, estas chicas protegían el orden de esta manera que se ha descrito,
0:16:42 pero la principal es castigar a la omicida.
0:16:48 ¿Y cómo lo castigaban?
0:16:51 Muchachos lo volvían loco, lo volvían loco.
0:16:57 El tipo que cometía un crimen y era capturado de algún modo,
0:17:02 era descubierto por las sereñas, se volvían loco, se volvían loco.
0:17:07 Y ese era el castigo, el castigo era la locura.
0:17:11 La locura era considerada como un castigo,
0:17:17 no como un estado venturoso y artístico como creen a la gente.
0:17:25 No, es un mal, es algo de lo peor que le puede pasar.
0:17:33 Qué raro que apareciera esta vecindad con el crimen,
0:17:40 porque el castigo es la locura.
0:17:47 Para esconderse de las sereñas los criminales hacían de todo,
0:17:53 porque creían en ella.
0:17:56 Y ahí viene la explicación.
0:18:00 Recién nos preguntamos, ¿por qué las sereñas enloquecen?
0:18:06 ¿De dónde viene esto?
0:18:08 ¿Para qué sirve que concebir un ser que enloquece a los que comentan crimen?
0:18:15 Y la respuesta es la siguiente,
0:18:17 para que el criminal crea en eso y de algún modo encuentre ese castigo,
0:18:25 que se vuelva loco creyendo que las sereñas lo van a volver loco.
0:18:31 Que crea tan firmemente en ese castigo que o deje de cometer crímenes,
0:18:36 o peor todavía que una vez cometido,
0:18:40 empiece a notar a su alrededor indicios de haberse vuelto loco.
0:18:45 Y hay 200 mil historias griegas acerca de un tipo que comete un crimen.
0:18:52 Orestes, Iraq, etc.
0:18:55 Y empieza a sentirse loco.
0:18:57 ¿Por qué se siente loco? ¿Por qué era verdad?
0:19:03 Porque su propia fe en las sereñas le hacía tener miedo de volverse loco.
0:19:10 Y yo se lo digo por experiencias propias,
0:19:13 que cuando uno sueña que se muere, se muere.
0:19:18 Cuando uno empieza a creer que está loco, está loco.
0:19:23 Eso me lo dijo muchas psicólogas, me han dicho eso.
0:19:29 Primero que me dicen cuando voy a tratarme,
0:19:32 y se miren, sí, ya lo sé, le digo.
0:19:35 Es como si no le dijo nada.
0:19:37 Pero ya sé lo que me quiere decir con esa cara,
0:19:40 que cree que está loco, está loco en realidad.
0:19:42 Otros dicen lo contrario,
0:19:45 que verdaderamente el que dice que no está loco,
0:19:48 lo hacían en el siglo XIX, en los manicomios, te preguntaban,
0:19:52 ¿Estás loco?
0:19:53 Y si vos decías que sí, te metías nada adentro, porque sí.
0:19:56 Porque está loco.
0:19:57 Y evidente, estabas loco.
0:19:58 Y si decías que no,
0:19:59 bueno, esa es la mejor demostración de que sí estás loco.
0:20:05 Otro recurso y con esto termino.
0:20:09 Ya hemos terminado hace mucho tiempo,
0:20:11 y ya hemos terminado conversando.
0:20:15 Era un sistema que tenía la inquisición para descubrir brujas.
0:20:21 Le hacían rezar un padre nuestro.
0:20:25 Le hacían rezar el padre nuestro sin equivocarte ni una sola vez.
0:20:30 Qué nervioso.
0:20:32 No, no se ponía...
0:20:34 Si te equivocas, chao.
0:20:37 Y bueno, a veces,
0:20:39 las supuestas brujas se equivocaban y las mandaban a la uguera.
0:20:44 Pero cuando lo recitaban el padre nuestro sin ningún error,
0:20:48 decían, y es evidente,
0:20:50 que ha conseguido recitar el padre nuestro sin errores,
0:20:53 mercer a la ayuda del demonio.
0:20:59 Así que, a la uguera.
0:21:01 Marche también.
0:21:02 Ah, sí, a la uguera.
0:21:03 Tabelita de achubro.
0:21:04 Esa es una de las cuantas de los mercaderos.
0:21:08 Hemos sido con esta misma idea
0:21:10 del homicidio y sus castigos
0:21:14 a la discoteca.
0:21:17 Y nos dieron un disco.
0:21:20 Ese es un homicidio.
0:21:23 El relato de un homicidio en el lenguaje gauchesco.
0:21:27 No parece gran cosa.
0:21:30 Quizá no lo es.
0:21:32 No tengo una particularidad.
0:21:34 En un momento de la acción
0:21:37 el sujeto de enunciación, el que habla,
0:21:41 es el muerto.
0:21:44 Es un asesinato.
0:21:46 Hay un tipo que se está casando
0:21:49 y cae uno cualquier en medio de la fiesta y lo mata.
0:21:54 La mujer lo ve morir
0:21:58 justo el día de su casamiento.
0:22:01 Y el tipo se despide de ella
0:22:06 y, siendo lo que no lo olvide,
0:22:08 que no se olvide,
0:22:10 que le lleve cada tanto algunas flores.
0:22:12 Una cosa así.
0:22:15 Y después la tipa no va más.
0:22:19 Va dos o tres veces y no va más.
0:22:22 Y entonces el muerto habla
0:22:26 y le dice,
0:22:30 es tan fría la tierra que se llama.
0:22:33 El autor es el guitarrista de Gardel
0:22:36 Guillermo Barbieri.
0:22:38 Gardel no lo grabó.
0:22:41 Y el de la letra es Enrique Cadícamo
0:22:44 y no es la primera vez que se le ocurre esta idea
0:22:48 de Dios mío que solo se quedan los muertos.
0:22:52 Que es una poesía de Becker.
0:22:55 Y, en el tango Cruz de Palo,
0:22:57 era el mismo argumento.
0:23:00 Qué raro, ¿no? Porque después de todo,
0:23:03 no creo que nadie le importe si lo van a ver.
0:23:06 Bueno, estoy hablando por mí.
0:23:09 propia cosa.
0:23:11 Pero en un momento habla el muerto.
0:23:13 Así que es casi una curiosidad
0:23:15 ver como en un relato tan sencillo,
0:23:18 como es el de un tango,
0:23:20 el sujeto de enunciación
0:23:22 ni el poeta,
0:23:24 ni el criminal,
0:23:26 como en el caso del tango el Barbijo,
0:23:28 la tipo,
0:23:29 no, es el muerto.
0:23:33 El muerto como en la novela de Rassomón,
0:23:36 en donde también es el relato de un crimen,
0:23:40 y hablan todos los personajes.
0:23:42 Hablan un amigo,
0:23:44 y ya vos te crees que terminaste con el cuento
0:23:47 y uno de los últimos que habla es el muerto.
0:23:51 Especial.
0:23:53 Escuchamos entonces el tango que se llama
0:23:56 Olvidado por el Mundo Rivero.
0:23:59 La verdad.
0:24:21 Por la propia mujer
0:24:23 o en el patio y en la estancia la saña,
0:24:27 la fiesta de los novios,
0:24:29 pero un esplendor.
0:24:31 Más de pronto
0:24:33 los vagas hicieron
0:24:35 de aquí se alegría
0:24:37 un cuadro de horror.
0:24:40 Y herido de muerte
0:24:42 en sangre bañada
0:24:44 hablo de este modo el recién casado.
0:24:48 No es nada, mi gaucha,
0:24:50 no te asustes, mi alma,
0:24:53 a los dos periéndose no fue el pacón.
0:24:56 Siento que me cega un bien titulado
0:25:00 a ti, de este lado,
0:25:03 en el corazón.
0:25:05 Lleva mi la flor, anda a visitar
0:25:09 la tierra es mojifía para estar olvidada.
0:25:13 Adiosito Gaucha,
0:25:15 te estaré esperando,
0:25:18 me voy apagando de puro final.
0:25:22 Al principio juez, ahora por mesa,
0:25:26 la vida lloraba sin duda,
0:25:29 demás más de cuesta
0:25:32 lejó la tristeza
0:25:34 y a su pobre gaucha
0:25:36 no lo puedo remar.
0:25:38 Con razón de las noches tormentas
0:25:41 se escucha patente la voz de los finales
0:25:46 que la llama diciendo,
0:25:48 Lucinda,
0:25:50 estoy muy solito, venite a mirar.
0:25:54 Llevan en las flores, anda a visitarme
0:25:59 la tierra es mojifía para estar olvidada.
0:26:03 Adiosito Gaucha,
0:26:05 te estaré esperando,
0:26:08 me voy apagando de puro final.
0:26:16 Adiosito Gaucha,
0:26:18 te estaré esperando,
0:26:21 me voy apagando de puro final.
0:26:26 Me voy apagando de puro final.
0:26:31 Me voy apagando de puro final.
0:26:35 El que me reveló a mí,
0:26:38 este notable situación,
0:26:41 el sujeto de enunciación era el muerto,
0:26:44 Antonio me dijo,
0:26:46 si que te tango es raro, habla el muerto.
0:26:49 Habla el muerto, el que habla es el muerto.
0:26:52 Y yo lo recuerdo a él ahora
0:26:57 y cómo se dan las circunstancias,
0:27:02 cómo hablan los muertos.
0:27:05 Para terminarme acuerdo de que veo
0:27:08 que decía que oía con los ojos a los muertos
0:27:12 y oír con los ojos a los muertos es leer.
0:27:16 Estamos todo el tiempo conversando con muertos,
0:27:20 con nuestros muertos queridos,
0:27:22 pero también, por ejemplo, con que veo.
0:27:25 Así que...
0:27:31 hemos escuchado el siguiente tango, ¿no?
0:27:34 ¿Cuál? ¿Olbidado?
0:27:35 Olvidado por el mundo rivero.
0:27:37 Vamos.

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