Transcripción automática
0:00:00 Ahora vamos a hablar del cortijo amoroso en un momento histórico determinado.
0:00:28 En la época victoriana y en tiempos eduardianos,
0:00:32 es decir, Eduardo VII, todo esto en Inglaterra,
0:00:35 cosas que ocurrieron no tan lejos de nuestro tiempo.
0:00:39 Vamos a ver qué costumbres tenían los novios, los amantes.
0:00:44 Había una serie de costumbres, pero bueno, vamos a ver.
0:00:50 Las prohibiciones en cuanto a la publicidad de los asuntos amorosos,
0:00:56 persistía todavía en tiempos de Eduardo VII.
0:00:59 Ninguna joven prudente permitirá que un admirador pase demasiado tiempo con ella
0:01:06 en ausencia de toda mirada humana, decía el reverendo Lengridge,
0:01:12 en su contribución a la biblioteca del eclesiástico.
0:01:16 Es decir, que no había forma de estar solo con una mena que te gustaba.
0:01:21 Estaba mal visto, estaba prohibido, lo impedían.
0:01:26 No es que te miraba mal si lo hacía, no lo podías hacer,
0:01:30 porque siempre había alguien que se interponía,
0:01:33 que se presentaba para romper esa soledad.
0:01:39 No podías estar con las personas que te gustaban.
0:01:44 Hombres y mujeres se veían obligados a besarse cuando querían,
0:01:48 donde podían.
0:01:50 Por ejemplo, se besaban aprovechando el paso de los trenes por los túneles.
0:01:55 Bueno, aquí yo diría que en los 45.000 kilómetros de Vía Ferre,
0:02:03 que hubo antes de la gestión de Ménem,
0:02:09 no registran casi ningún túnel.
0:02:13 La pampa, las largas llanuras,
0:02:16 la ausencia de grandes cadenas ferroviarias en las zonas montañosas,
0:02:21 hacen que casi nunca un tren pase por un túnel.
0:02:24 Es decir, ¿dónde quieren que vese a una persona?
0:02:28 Tiene que ir al tren a las nubes en Salta y Chao, ¿no?
0:02:31 Sin embargo, yo voy a postular esto, aún en esta época.
0:02:36 Esos momentos sirven para besar a alguien que no anda con nosotros.
0:02:46 A la novia de otro tipo.
0:02:49 Es un momento clandestinido.
0:02:50 Es un momento de clandestinidad.
0:02:52 No vas a besar a tu novia.
0:02:53 Claro, en aquellos tiempos, aún tu novia era clandestinida.
0:02:56 Todo, claro.
0:02:57 Pero bien, pero ahora que esa clandestinidad ha sido abolida,
0:03:02 tenemos que buscar nuevas zonas de clandestinidad,
0:03:05 para estimularnos.
0:03:07 Entonces, cuando un tren pasa por un túnel,
0:03:09 hay que besar a la novia de otro, de un amigo.
0:03:12 Porque la novia de un amigo está con nosotros.
0:03:14 Hola, mucha amistad.
0:03:16 Que es yo.
0:03:17 Pase el tren por el túnel.
0:03:19 Sorpresa.
0:03:19 La en boca.
0:03:20 Sorpresa.
0:03:21 ¿Qué hace la mena?
0:03:22 ¿Un escándalo o no?
0:03:25 ¿Códios?
0:03:25 El momento decisivo es el segundo túnel.
0:03:31 Pase un túnel, la besaste a la mena.
0:03:34 ¿Qué hace el segundo túnel?
0:03:35 Si la mina se levanta y se va otro asiento, ya no todo perdida.
0:03:39 Es una mala señal.
0:03:40 Sí, bueno, claro.
0:03:41 Ahora, si la mina es la que...
0:03:44 La mirada de la mena.
0:03:46 Uno dice, viene un túnel.
0:03:49 O es evidente que viene un túnel.
0:03:51 Y si los ojos de la mena...
0:03:53 Van.
0:03:55 ...lo buscan a uno...
0:03:57 Hay otra oportunidad.
0:03:58 Igual, no entiendo porque las luces de los trenes
0:04:01 están prendidas en los túneles.
0:04:04 Pero a todos es una porquería.
0:04:06 Sigamos con la época victoriana.
0:04:09 También se besaban, aprovechando la niebla,
0:04:13 que según Turner, transformaba cada metro cuadrado de vereda
0:04:18 en un salón particular.
0:04:21 Cuando las parejas no podían besarse, se apretaban las manos.
0:04:26 Bueno, también es una señal de...
0:04:29 Extensión.
0:04:30 ...estoy dando un beso.
0:04:33 Vale por un...
0:04:34 Esto no se dan cuenta.
0:04:35 Un beso de mano.
0:04:37 Había un código a ese respecto.
0:04:39 Dos presiones en la mano, era una pregunta.
0:04:43 ¿Me amáis?
0:04:45 Con una presión violenta se comunicaba el ardor
0:04:48 de una gran pasión.
0:04:51 Como puede suponerse, si uno preguntaba
0:04:55 y no volvía ninguna pretón del otro lado,
0:04:59 eso era indiferencia.
0:05:02 Indiferencia, señor.
0:05:03 No hay ninguna otra posible interpretación.
0:05:06 Un código morse, casi.
0:05:07 No vale preguntar varias veces.
0:05:09 Claro, insistir.
0:05:10 Me amas.
0:05:11 ¡Me amas!
0:05:14 Una publicación muy famosa, en esos tiempos fue el diccionario
0:05:19 del enamorado de un tal de Berre.
0:05:22 Indicaba, por ejemplo, a las muchachas que debían indagar
0:05:26 con exactitud milimétrica las caras de quienes las cortejaban.
0:05:31 Bueno, es que era un libro lombrosiano.
0:05:33 Hacía referencia a las prácticas del lombroso,
0:05:37 la frenología, aquellos tipos del siglo XIX,
0:05:41 que sostenían que, mirando las protuberancias del marote
0:05:44 de un señor, podía uno descubrir si tenía
0:05:48 propensión al crimen, a la infidelidad, etcétera.
0:05:52 La cara también, la distancia que había entre el ojo y la boca,
0:05:56 todas esas cosas.
0:05:57 Este libro del tal de Berre decía...
0:06:04 Prevenía a los chicos, a los muchachos,
0:06:07 contra la cabeza número 4 que aparecía dibujada en una página
0:06:11 y dice, esa era la cabeza de la mujer filósofo.
0:06:15 Y dice, de Berre, la colocamos entre los tipos femeninos
0:06:20 con los que un hombre no debe casarse.
0:06:25 Y nada más, no daba ninguna otra plena.
0:06:27 El reto del más o sí.
0:06:31 Era de notable horror observar a los jóvenes ingleses
0:06:34 de los tiempos eduardianos,
0:06:36 cochejar a las muchachas con el libro de Berre.
0:06:40 Y van ahí, esto se miraba en la tiempo,
0:06:43 la número 4 de la mujer filósofa, esta un fiel,
0:06:46 la otra loca, todo por el estilo.
0:06:51 El correo había inspirado a los enamorados de esos días
0:06:55 códigos también curiosos.
0:06:58 Si un joven recibía una carta, primero le habría el padre.
0:07:03 Qué feo el padre que le, primero todo.
0:07:06 Y no era raro que los amantes secretos
0:07:09 se comunicaran por medio de manchas de tinta
0:07:13 extendidas en sobres con remitente falsos.
0:07:16 Entre otros códigos, muchos enamorados
0:07:18 solían enviar sobres vacíos
0:07:21 en los cuales la posición de las estampillas
0:07:23 transmitía un mensaje especial.
0:07:26 Si el mensaje ya te lo dije,
0:07:29 ¿para qué cree que te la mando de nuevo?
0:07:31 No, el asunto es que te abra el padre de la mina,
0:07:35 una tarta que vos destinabas a la mina.
0:07:39 Anoche, si bien estabas un poco borracha,
0:07:43 amada mía, la lujuria que trasuntaban tus actos.
0:07:49 Pero ¿por qué escribe todo eso?
0:07:51 ¿No le escriba eso?
0:07:52 ¿Qué le va a escribir una mina?
0:07:54 ¿Qué le va a escribir?
0:07:55 Haga cartas para el padre.
0:07:58 Sabiendo, amor mío,
0:08:00 hermosa conversación que tuvimos,
0:08:03 la que tuvimos acerca de los poemas de Amado Nervo.
0:08:09 Sí, yo quiero decir...
0:08:10 Dar saludos a tu padre.
0:08:12 No podrá alcanzar la estatura moral de tu padre.
0:08:15 Claro, pero me postulo humildemente,
0:08:18 a pasar años tratando de emularlo
0:08:20 y a ver si merezco siquiera tu amistad
0:08:23 o respetada niña mía.
0:08:27 Yo soy tan linda como tu padre.
0:08:31 Errada la frase, ¿no?
0:08:35 ¿Le puede recibir cartas del padre?
0:08:37 Hay que tener mucho tacto para hablar con el padre de la mina
0:08:41 que anda con nosotros.
0:08:43 Particularmente si ese andar es muy fogoso y muy apasionado,
0:08:47 pero mira al padre y hay...
0:08:51 El tipo te mire y se enteró de todo.
0:08:55 Y hay tipos que seguida entran en confianza y ya se pisan.
0:08:59 Ya largan.
0:09:01 Ya largan, dice, mira a su hija,
0:09:03 vestida no decía gran cosa.
0:09:05 No, con cautela, por favor.
0:09:11 Bueno, el padre de la mujer que anda con uno
0:09:15 es un persona que tiene que mejor no cruzarse nunca.
0:09:19 Está en el borde de ser un enemigo, es un enemigo latente.
0:09:23 No, es un enemigo total.
0:09:25 Bueno, fue en aquel tiempo en que aparecieron las tarjetas de felicitación.
0:09:33 Hasta entonces el amante dibujaba y decoraba el mismo el testimonio de los amores.
0:09:41 A partir de la era victoriana proliferaron los mensajes ya confeccionados.
0:09:47 Y las mujeres reaccionaron favorablemente porque eran más lindas además.
0:09:52 Imagínense, yo tuviera que construir mis tarjetas de amor.
0:09:57 Imagínense, un dibujo, o sea, amor mío te dibujé esta flor.
0:10:02 Ah, es una flor.
0:10:04 Una flor de porquería.
0:10:07 Estos mensajes llevaban cintas, lazos de papel, aderezos metálicos, cabello, plumas, espejitos, perfumes.
0:10:15 Algunas se abrían de tal manera.
0:10:17 Bueno, como ahora, que su tamaño aumentaba varias veces, otros se desplegaban como un farol chino.
0:10:23 El texto podía encontrarse en el corazón de una rosa de múltiples pétalos.
0:10:27 Y bueno, las mujeres se volvían locos.
0:10:30 Por lo menos estaban entretenidos un buen rato.
0:10:32 Y hasta que lo habría hecho.
0:10:33 Un mensaje, amor mío, ya que era flor.
0:10:36 Era frecuente que los hombres que se casaban con alguna joven se encontraran con sorpresas desagradables.
0:10:44 Ay, qué feo, eh. Se ha casado, ¿no?
0:10:47 Una cosa común era que la seducida fuera mucho mayor de lo que decía.
0:10:52 Porque la edad se certificaba recién en la iglesia.
0:10:58 Y se produjeron múltiples escenas violentas en los casamientos.
0:11:02 Y se quedaron en cincuenta años.
0:11:05 ¡Como, cincuenta años! ¡Qué hay que hacer aquí!
0:11:08 En muchos casos, los curas de la iglesia eran cómplices.
0:11:15 Y los engañados se quejaban en la casa de la madre y la novia.
0:11:21 Porque la madre también era cómplice.
0:11:23 Quería no ubicarla a la nena.
0:11:25 Claro, y le decía, mira, le quitaban 20 años.
0:11:29 El cronista comenta también la costumbre masculina.
0:11:34 Dile llevar una esposa, pero en el sentido policial de la expresión.
0:11:40 Una esposa en la muñeca.
0:11:42 No sé si la de juguete o qué.
0:11:44 Y la otra suelta, digamos, porque siempre son un paz.
0:11:48 La otra suelta, me imagino.
0:11:49 Pero era como recuerdo del casamiento.
0:11:52 Y, bueno, eso es horrible.
0:11:55 Un símbolo muy feo.
0:11:57 También había en aquel entonces hombres, escritores, pensadores, como Bernard Shaw,
0:12:04 que hablaban fervorosamente acerca de la ventaja de un amor menos vigilado.
0:12:10 El amor libre propiciaba Bernard Shaw.
0:12:13 Y a través de Don Juan, que estaba en el infierno de hombre y superhombre,
0:12:18 decía que había que suprimir el matrimonio.
0:12:22 Pero bueno, está bien.
0:12:25 Otro que a principios del siglo preocupó a las autoridades fue nuestro amigo Harry Berwells.
0:12:30 En su moderna utopía decía que había que terminar con los celos y el remordimiento.
0:12:38 Y aquella obra que propiciaba que se hiciera el amor tantas veces como uno pudiera,
0:12:49 que nadie tuviera vergüenza de su carne y todas esas porquerías, digamos así,
0:12:55 fue prohibida, fue prohibida.
0:12:58 Poco más tarde apareció Sigmund Freud.
0:13:02 Venía trabajando en asuntos relacionados con la represión y empezaron a tener difusión sus cosas.
0:13:11 Pero todo esto que lo estoy contando siguió a mí me parece que en algunos casos hasta ahora.
0:13:19 Porque muchas personas no se han dado cuenta de que el tiempo ha pasado,
0:13:23 y entonces siguen procediendo en consecuencia, siguen escandalizándose, etcétera, etcétera.
0:13:31 ¿Y qué debe hacer uno ante esto?
0:13:36 Personas anacrónicas que se escandalizan fácilmente ante lo que pasa.
0:13:42 Yo creo que lo que hay que hacer es escandalizarlos más todavía.
0:13:46 ¿Cómo? Por ejemplo, ¿cómo?
0:13:48 Haciendo patente lo que ellos tratan de evitar.
0:13:54 Si usted llega, ponen el padre de su novia, no es muy evidente.
0:14:00 Es muy evidente, pero...
0:14:05 En el barrio de la novia o en los primos parientes...
0:14:09 En los primos parientes son cumpleaños, y usted aparece ya directamente en Casuncillo.
0:14:17 Y le dice, viene en Casuncillo porque la verdad es que tengo mucho deseo de tener comercio carnal con su prima,
0:14:27 y no quiero andar perdiendo tiempo. Así que venía acá, se termina,
0:14:33 y ahí en un sillón directamente consuma el contrato carnal con la prima.
0:14:41 Y algunos dicen, bueno, es el amor.
0:14:45 Hay... Yo creo que el problema es que todo lo... digamos, el...
0:14:58 Esta mañana. Siempre se toma como una actualidad esto.
0:15:04 El problema moral, el problema la culpa, y es algo que ya tiene tantos años,
0:15:11 pero nadie lo ve en perspectiva de que son problemáticas ya antiguas.
0:15:17 Y sin embargo, no.
0:15:19 Bueno, pero ya deberían...
0:15:22 ¿Qué va a decir la gente?
0:15:24 ¿Qué es eso desde cuándo que hiciste?
0:15:26 Y si va el novio y dice, ¿qué te pusiste? Conmigo no salísas, y vestida, y el novio...
0:15:31 Claro. Pero no ocurre mucho menos que...
0:15:35 No ocurre mucho menos que hace 50 años.
0:15:37 Por suerte sí.
0:15:39 Pero ocurre.
0:15:40 Ocurre, ocurre.
0:15:41 Ocurre.
0:15:42 Ocurre, y mayor medida, en lugares... por ahí, de Conurbano.
0:15:48 En su barrio.
0:15:50 ¿Usted se queja de su barrio?
0:15:51 No, pero digo, en los edificios modernos de la capital federal, que uno no conoce a los vecinos,
0:15:57 poco puede importar la opinión del que uno no conoce.
0:16:00 Claro, pero cambia el tipo que vive al lado.
0:16:01 Claro, hace 30 años vive el tipo.
0:16:04 Y está con la manguera...
0:16:05 Viendo todo lo que pasa en su casa.
0:16:07 Y sale...
0:16:08 Viendo crecer a su hija, y viendo cómo su hija tiene un amante tras otro.
0:16:12 Y bueno, entonces lo cuestioné.
0:16:15 ¿Cómo puede ser, piensa, que la hija de este tipo tenga tantos novios?
0:16:19 Desmidioso lo digo.
0:16:20 Desmidioso.
0:16:21 Sí, desmidioso.
0:16:22 Sí, el tipo está con la manguera arreglando ahí.
0:16:25 Pero mira, no aprueba para nada la diversión.
0:16:28 El tipo con la manguera dice, está muy mal.
0:16:30 Bueno, eso es todo lo que yo le quería decir.
0:16:32 No es muy bueno este informe ahora que pienso.
0:16:35 Es uno de los peores de los últimos 20 años.
0:16:38 Pero qué loco que Bernal Lló ya planteaba esta situación de que...
0:16:43 de que ya quería que el matrimonio...
0:16:45 El matrimonio, mire, es un cazón.
0:16:48 No hace falta que yo argumente el respecto.
0:16:51 Sirve para tener hijos, ¿no?
0:16:53 Los hijos no están nada mal, lo voy a decir.
0:16:56 Pero después, en lo que se refiere al amor, molesta.
0:17:00 El amor considerado así en su pureza, con el matrimonio,
0:17:06 sufre un quebrán.
0:17:10 Tanto sí que mucha gente para sacarse encima alguna mina,
0:17:13 se casan con ella.
0:17:16 Sí, es un trámite.
0:17:18 Bueno, fui a la discoteca, le conté esto.
0:17:20 No, este es tema bárbara, porque bueno, la mayoría de los compositores musicales
0:17:24 han basado su obra en el amor y en el desamor.
0:17:27 Sí, pero este no es compositor, sino que es el de la discoteca.
0:17:31 Y está en contra de cualquier cosa que venga a contravenir
0:17:36 la moral, la pureza de las costumbres.
0:17:40 Es un victoriano.
0:17:41 Sí, bien, a mí me gusté, les parece, los jóvenes de hoy en día.
0:17:44 No se sabe en divertir, meta, sexo y rock and roll todo el tiempo.
0:17:49 No como en mis tiempos.
0:17:50 ¿Cómo eran sus tiempos?
0:17:51 En mis tiempos yo me pasaba con mis amigos jugando a los dados
0:17:53 hasta las cinco de la mañana.
0:17:54 Bueno, los compadés con señor Cogre.
0:17:56 Eso es la diversión, eso es la meta.
0:17:59 No como ahora.
0:18:02 Puebla los dados, si usted quiere, y que los demás basan con las edad.
0:18:07 Si yo le estoy contando lo que hablé con los...
0:18:08 Bueno, dígale al discotecario.
0:18:10 Dice, meten todos.
0:18:11 A los lados.
0:18:12 A todos lados.
0:18:13 A ustedes les parece, me dijo.
0:18:15 ¿Y usted qué le contestó?
0:18:17 No nada, yo siempre le doy la razón.
0:18:19 Sí, sí, a todos les doy la razón.
0:18:20 Mire, él se le tiene que dar un disco, nada más.
0:18:23 No, bueno, le gusta comentar, le gusta comentar.
0:18:27 Hay gente que se...
0:18:28 Hay muchos muchachos, me dicen, que se propasan con la novia.
0:18:32 Y sí, sí.
0:18:33 Para mí la novia siempre fue desagrada.
0:18:36 La novia es un observorio de pureza.
0:18:40 Impoluta.
0:18:41 Yo, eh... ¿Cómo dice?
0:18:43 No, impoluta.
0:18:44 Ah, lávese la boca.
0:18:48 Blanque radiante.
0:18:52 Le dio un disco o no le dio un disco?
0:18:53 Le dio un disco.
0:18:54 Y se, mire, yo en mi vida tuve una sola novia.
0:18:57 Bueno, tampoco le oiga contra Torbuya.
0:18:59 Una sola novia, que es la que ahora es mi señora esposa.
0:19:03 Que es la que en este momento no se está mirando.
0:19:06 Dijo mientras así unos visajes con la cara.
0:19:09 Así que le voy a dar este disco, que se llama Me enamoré una vez.
0:19:13 Me enamoré una vez.
0:19:14 Es una ranchera que canta Carlos Gardel con voz no de ranchera.
0:19:21 Es verdad, hay una voz de ranchera.
0:19:24 Hay una voz de ranchera, que es una voz cachadora.
0:19:26 Y esta es cachadora, está por ahí.
0:19:28 Es una voz de canción de cámara.
0:19:31 Dijo, tengo ganas de cantar.
0:19:33 Es una voz totalmente afinada, sin ningún exablucto.
0:19:38 Y si voy a cantar una canción de cámara, se puso así.
0:19:41 Y canto Me enamoré una vez.
0:19:43 Que es esta rancherita que vamos a escuchar ahora.
0:20:16 Me enamoré una vez.
0:20:18 Me enamoré una vez.
0:20:44 Me enamoré más.
0:20:46 A mí no me encostré, porque no me encontrá.
0:20:50 Si no me antes enteraba porque por más que antes, a mí no me enseñaría.
0:21:04 Cuando yo pedí unas citas en el gallinero en el gallinero
0:21:08 me dejaste sin visita y sin entrevero y sin entrevero.
0:21:13 porque estaba loco, me quedé de a mí
0:21:16 y ahora que tengo otra cosa que muy buena cosa
0:21:19 que eres que la deje
0:21:21 y ahora que tengo otra cosa que eres que la deje
0:21:24 pero no hay de qué
0:21:26 ah, ah, ah, como no
0:21:30 yo soy así
0:21:32 para que sepa
0:21:35 y si te amaba, pues de esa no me interesa
0:21:39 yo soy así
0:21:41 y sé por qué
0:21:43 y sé si ni cero seré
0:21:46 me enamoré una vez
0:21:49 no me enamoro más a mí no me busqué
0:21:51 porque no me encontré
0:21:53 me enamoré una vez y no me han desatado
0:21:55 porque por maquillande
0:21:57 a mí no me engañas
0:22:03 era Carlos Gardel en la venganza
0:22:05 será terrible me enamoré una vez
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