Transcripción automática
0:00:00 Continuamos la venganza será terrible, estamos en el auditorio de radio del Plata, la calle
0:00:08 Gorriti 5963 hoy en vivo, mañana feriado también, le estaremos haciendo el programa en vivo.
0:00:13 Entre Rabinian y Aleman.
0:00:15 Sí, sí, señor, ya pasó hace media hora eso.
0:00:18 Por mucho corso.
0:00:20 Alrededor.
0:00:22 Es difícil llegar pero…
0:00:23 Pero una vez que se gás la colombina.
0:00:25 Pero una vez que se gás no te querés decir.
0:00:26 Y también difícil ir, sí.
0:00:28 Como todo, como todo en la vida digamos.
0:00:32 Vamos a hablar esta noche acerca de alguna cosa que no es ésta.
0:00:38 Ah, caramba.
0:00:39 Aquí tiene una carteta.
0:00:41 Vamos a ver, vamos a ver si encontramos… va a estar muy difícil esto.
0:00:48 Yo creo.
0:00:49 Entre todos esos papeles.
0:00:50 Entre todos esos papeles o quizás…
0:00:52 No, no, estos no.
0:00:53 …en otros lugares debe haber atención producida.
0:00:56 Ahí viene, ahí viene nuestra secretaria.
0:00:58 Algo que tiene que ver.
0:00:59 Se deja pasar, gracias.
0:01:00 Con cuevas.
0:01:02 El tema de hoy es pipino cuevas.
0:01:05 Lo dicho, cuevas, rutas, cavernas y oso.
0:01:09 Es pa…
0:01:10 Es una de mis mujeres favoritas como en tema.
0:01:13 Hay lugares donde los pueblos se ven imaginar que ocurren sucesos maravillosos.
0:01:21 Una frecuencia de estas supuestas maravillas tiene lugar en sitios antiguos, sitios ruinosos
0:01:29 o inexpugnables y muchas veces en cuevas o cavernas.
0:01:36 Citaremos hoy algunas cuevas famosas en donde se ha dicho que sucedían cosas extrañas.
0:01:43 Primera cueva.
0:01:44 Atención, señora.
0:01:46 La vieja Erin tuvo en un lago una isla donde había una caverna encantada.
0:01:53 Encantada, encantada.
0:01:55 Cuentan que a mediados del siglo V, San Patricio, que en realidad era natural de Escocia…
0:02:02 …bien.
0:02:03 San Patricio, ese de la cerveza y de las festivas verdes, propagó con gran celo la fe de Cristo.
0:02:13 Muchos en aquella región eran reacios… estoy hablando de Irlanda, porque San Patricio fuera natural de Escocia.
0:02:19 Muchas eran reacios en Irlanda a estas predicaciones y persistían en el homenaje a las antiguas divinidades.
0:02:28 Vale, si fue necesario un prodigio, un milagro para que abrazaran las nuevas doctrinas.
0:02:33 Vio como la gente.
0:02:35 Hasta que bueno le haces un milagro.
0:02:36 No te creen.
0:02:37 No te creen.
0:02:39 Bueno, Merced a los rezos de San Patricio, se abrió repentinamente una cueva profunda en una isla del Lago de Árex,
0:02:49 que una cueva exista y se descubra de un modo repentino, es más o menos sorprendente.
0:02:57 Eso sucede, sí, por favor.
0:02:58 Pero que una cueva inexistente quede formada de golpe, eso hace que uno se convierta a cualquier religión.
0:03:07 Muchos curiosos visitaron aquella cueva e incluso se animaron a recorrer sus caminos y terraños,
0:03:14 ya que era una cueva extensa en su fericüet.
0:03:17 Hasta que encontraron algo que los espantó.
0:03:20 Allaron el lugar en donde ardían las llamas de una especie purgatorio.
0:03:27 No te sé que no digo el purgatorio, ya que esta es una institución que todavía no se había creado.
0:03:33 Bueno, ustedes que la constitución del purgatorio es relativamente reciente.
0:03:39 Y en época de San Patricio no había purgatorio, pero allí en la cueva había unas llamas que purificaban las almas de algunos,
0:03:48 a los que, bueno, no le daba la maldapa, era el infierno y entonces sufrían allí hasta amarecer el ascenso de los llenaventuras.
0:03:57 Cuentan que el testimonio de aquellos que, visitando la cueva de Ver, vieron aquella llama,
0:04:04 es que se convirtieron lisa y llanamente, tal como he dicho.
0:04:11 Oían hablar de aquel purgatorio a vanlo al hetero y se convirtían al cristianismo sin más trámites,
0:04:19 sin seguir preguntando como hacen esto.
0:04:22 Al lado de...
0:04:25 Hay otro, ¿no?
0:04:27 Este es la cueva de Derg.
0:04:30 Lo dejamos a Patricio ahí.
0:04:32 Una cueva que contribuyó prácticamente la salvación del cristianismo.
0:04:36 Me dio no haber sido por esa cueva, muchas personas no creerían.
0:04:40 Se que dían creciendo en los druidas, en los duendes y en cosas tan interesantes como esas.
0:04:43 Hay que decir, muy cercanlada, en realidad, el célebre oráculo de trofornio,
0:04:49 allá en los bosques de Veosia, que todos conocen.
0:04:52 Había una cueva, punto.
0:04:55 Esta ballina de serpientes.
0:04:58 Y los visitantes aplacaban la ferocidad de estos repugnantes batracios,
0:05:07 arrojándoles tortas de miel para que los dejaran pasar.
0:05:11 Ya se sabe que las serpientes, cuando no les arroja tortas de miel,
0:05:16 permiten nuestros pasos sin atacarlos.
0:05:19 Dentro de aquella caverna de Veosia, había una fuente.
0:05:23 ¿Y quién bebía de aquella fuente?
0:05:26 Borraba los recuerdos pasados.
0:05:28 Vamos, ni más ni menos que la fuente del Olvido.
0:05:31 Timargo refiere lo que vio hoy escuchó en aquella cueva.
0:05:35 Sonidos melodiosos, voces inarticuladas,
0:05:40 torrentes de fuego, abismos profundos,
0:05:44 deshumbres de hombres y mujeres, cuenta Timargo,
0:05:49 que presenció esas cosas sin saber si estaba dormido o despierto.
0:05:54 Algunos dicen que Timargo había caído en un desmayo,
0:05:57 del que no salió hasta salir de la cueva,
0:06:00 así que todo eso se lo soñó, grisa y llanamente.
0:06:04 Algo parecido finalmente a lo que le ocurrió al Quijote en la cueva de Montecino.
0:06:09 Don Quijote se propuso, allá en el corazón de la mancha,
0:06:13 a de entrarse en la cueva de Montecino para ver si era cierto lo que se decía.
0:06:18 Y cuando entró le agarró un sueño profundísimo
0:06:21 y se quedó allí dormido, parece que un buen rato.
0:06:25 En determinado momento se tocó para ver si lo que estaba viviendo era cierto.
0:06:30 Entonces vio cosas, vio un palacio de muros transparentes,
0:06:35 un anciano que era Montesinos, escuchó sollosos de doncellas vestidas de luto
0:06:41 que iban llorando al héroe Durandarte.
0:06:45 Durandarte, como no.
0:06:46 En fin, cuando contó todas estas cosas a Sancho,
0:06:50 Sancho no le creyó y explicó que Don Quijote simplemente era víctima de una ilusión.
0:06:56 Así se resuelven estos problemas.
0:06:59 Es fácil, sí.
0:07:00 En tiempos de la conquista, los españoles supieron que los indios amaban Salamancas,
0:07:07 algunos lugares y algunas cuevas en donde podían encontrarse maravillas.
0:07:12 Ha escrito un cronista que en las Salamancas podían encontrarse espaciosas habitaciones
0:07:20 cuyas paredes y techos se enteliaban de diamantes y oro gruñido
0:07:26 y allí multitud de jóvenes bellas que danzaban graciosamente al compás de músicas suavísimas.
0:07:35 Bueno, parece una publicidad de algún lugar nocturno.
0:07:40 El caso es que el afortunado que conseguía entrar a una Salamanca
0:07:44 podía observar a estas chicas que, por otra parte, eran custodiadas por serpientes terribles
0:07:50 que eran el último escollo a la constancia de los explorados.
0:07:54 Esa era que tortas de miel, pobriés.
0:07:58 Pues bien, Ulrich Schmidel, nuestro amigo, un amigo de este programa,
0:08:01 buscó a estas jóvenes bellas, pero no encontró ninguna.
0:08:04 En verdad, Schmidel estaba siempre desesperado por encontrar jóvenes bellas,
0:08:09 pero no las encontraba.
0:08:11 En todos sus comentarios acerca de los viajes de los que fue protagonista,
0:08:16 sí quijaba de la fealdad de las nativas, hasta que aparecieron las guaraníes.
0:08:24 Y ahí Schmidel se enamoró perdidamente, porque parece que eran hermosísimas.
0:08:29 Y aquí también Schmidel buscaba Salamancas.
0:08:32 En realidad lo que quería encontrar era aquellas preciosas damas
0:08:36 que danzaban custodiadas por una serpiente.
0:08:39 Era una persona bastante poco recomendable.
0:08:44 Tanto Schmidel como...
0:08:45 Como el resto es un maldito.
0:08:46 Como alguno menos os.
0:08:49 Muchos hombres, acaudalados y caudillos poderosos,
0:08:53 se decía que habían obtenido su fortuna en algunas Salamancas.
0:08:57 Un ejemplo tardío de dicha creencia es este.
0:09:02 En la revolución de los farrapos, o rotos,
0:09:07 que tuvo lugar en la provincia de Rio Grande de Osul,
0:09:13 se distracaba un general llamado Obiento Manuel Ribeiro.
0:09:17 Siempre tenía suerte.
0:09:19 Ya sea en los lances que hacían peligrar su vida,
0:09:23 o en las expediciones que iniciaba,
0:09:26 o acaso en los juegos de azar.
0:09:29 Y la gente atribuía esta buena estrella
0:09:32 a las visitas que hacía la Salamanca.
0:09:35 Una Salamanca que estaba instalada en uno de los cerros del Yarao,
0:09:38 ahí al norte del río Cuareng,
0:09:41 en la frontera del Triurguay y Brasil.
0:09:43 Bueno, no parecía haber en esta cueva
0:09:46 ninguna rareza geográfica.
0:09:49 Simplemente un aire, un aire fatuo
0:09:52 que impregnava de buena suerte a quienes conseguían entrar allí.
0:09:57 El que entraba en esa cueva contraía la buena fortuna.
0:10:02 Ribeiro había puesto una guardia armada
0:10:07 para que nadie más entrara
0:10:10 y le gastara la suerte
0:10:12 que la respiración de aquel aire proporcionaba.
0:10:15 Y, por lo menos,
0:10:17 había entrado en posesión de buena suerte
0:10:20 con pitiéra de algún modo con el tarro que él tenía.
0:10:24 Bueno, esto es lo que tengo que decir
0:10:27 aparte de cualquier alegoría que uno puede intentar.
0:10:33 Toda caverna tiene un atractivo, una fascinación
0:10:39 y unas cuevas siempre peligrosas.
0:10:41 Ahora habría que construirlas.
0:10:44 Habría que construir cuevas misteriosas
0:10:47 para que la gente pudiera entretenerse
0:10:50 porque esta ciudad es un poco aburrida.
0:10:53 ¿A quién quiere...? A mí me gustó la última cueva.
0:10:58 Estaba recordando...
0:11:00 Se guarda hace mucho tiempo en el Océano Atlántico
0:11:03 que andábamos por los mares en esa época
0:11:06 y había un lugar hacia Pasando, Mar del Plata,
0:11:08 que yo no se metía unas cabernas y después cubrí el agua.
0:11:10 Y eso sería que buena suerte no hoganlos.
0:11:13 Claro, esa es nuestra mejor suerte.
0:11:15 La mejor suerte que hemos podido encontrar en una caverna es no hoganlos.
0:11:19 No hoganles.
0:11:21 Éramos muy sufridos.
0:11:23 No, pero con eso, recuerdo,
0:11:26 puedo menos que recordar, hacia febrero del 86
0:11:29 yo me fui a Libia, me fui a Italia, me fui a Libia,
0:11:32 tuve preso para hacer una guerra,
0:11:34 bombardeo y cuando volví un amigo...
0:11:36 Por quién hielero.
0:11:38 ¡Un amigo!
0:11:40 ¡No van a dar un nivel!
0:11:42 ¡Lemantando Quimelia y Nela en Libia!
0:11:44 Un amigo argentino, periodista,
0:11:46 que todavía no hacía trabajo en la República,
0:11:48 que a la Roma dice, qué cosa, che.
0:11:50 Algunos nos rompemos el alma trabajando
0:11:52 y otros tienen la suerte de irse a Libia
0:11:54 dos días antes que empiece el bloqueo.
0:11:56 Yo dije, no lo saluden nada más,
0:11:58 pero estaba pensando que hay varias formas de la suerte.
0:12:00 La estadística garantiza que una persona sea su artuda o no.
0:12:03 Pero a veces puede ocurrir qué es la estadística,
0:12:06 pero a veces es el talento.
0:12:08 Digo, qué suerte, el tipo me dio 15 goles por partido
0:12:10 a largo del 3 temporados y bueno, hermano, algo debe tener.
0:12:12 O bien los que dicen suerte con...
0:12:14 ese tipo tiene suerte con las mujeres.
0:12:16 Mirá lo feo que es y tiene suerte con las mujeres.
0:12:18 Empezaremos a sospechar que quizás alguna capacidad
0:12:20 accesoría no asiste.
0:12:22 Pero después hay otras cosas como la suerte del campeón.
0:12:24 No hay tal suerte del campeón.
0:12:26 Hay el campeón.
0:12:28 O el viento de cola, que algunos dicen
0:12:30 qué suerte que llegaron bien.
0:12:32 El viento de cola, cualquier tipo que haya salido a navegar a vela,
0:12:34 sabe que hay que tener mucha habilidad para aprovechar el viento de cola.
0:12:36 A mí un viento de cola me precipitaría en el fondo del mar.
0:12:38 De modo que la suerte, realidad,
0:12:40 es aquella condición que uno sabe manipular o aprovechar para así.
0:12:42 Por ahí de pronto,
0:12:44 hacer la mujer adecuada en el momento adecuado
0:12:46 o el amigo adecuado es una cuestión de buena fortuna.
0:12:48 Basta que uno la deje ir o le haga algún seo al fulano
0:12:50 como para que esa suerte ya no sirva.
0:12:52 Digo que en general,
0:12:54 lo que hago, no más lo irritas,
0:12:56 es que a ver, pienso que la suerte
0:12:58 es una buena suerte.
0:13:00 Y lo que hago es que la suerte
0:13:02 es que a ver, piense el destino como la boca
0:13:04 de las cartas donde van a salir en raíz.
0:13:06 Y piense uno como estar al acecho de eso.
0:13:08 Uno no es cierta, por suerte,
0:13:10 la carta de la boca.
0:13:12 Uno sabe que hay ciertas jornadas,
0:13:14 ciertas alternativas, ciertas encrucijadas
0:13:16 en las cuales el destino
0:13:18 lo va a tomar siempre de sorpresa.
0:13:20 En asuntos como usted se haya preparado
0:13:22 para la derrota, para la victoria
0:13:24 y sobre todo para ejercer algún destino
0:13:26 para seguir por algún camino.
0:13:28 Los que lo ven a alejarse por ese camino
0:13:30 son los miserables que dicen después.
0:13:32 Pero mira, boche, qué suerte loca.
0:13:34 Suerte loca.
0:13:38 Al saberlo llaman suerte.
0:13:40 Al saberlo llaman suerte.
0:13:42 Y ahora escucharemos una versión
0:13:44 de Suerte Loca
0:13:46 de un joven Charlo.
0:13:48 Una versión un poco antiguas
0:13:50 si ustedes quieren,
0:13:52 pero maravillosa.
0:13:54 Una pista porquentoso Charlo.
0:13:56 Sí, sí, para escuchar esta maravillosa voz.
0:13:58 Escuchamos el tango Suerte Loca por Charlo.
0:14:28 En el naipa del vivir
0:14:30 suena ser tal
0:14:32 la carta de la boca
0:14:34 y a mi lado oigo decir
0:14:36 que es porque estoy
0:14:38 con un ensuerte en loca
0:14:40 Al saberlo llaman suerte
0:14:42 yo aprendí
0:14:44 viendo tras diaremes
0:14:46 y ahora solo
0:14:48 un jefacero
0:14:50 y ahora lo voy a hacer
0:14:52 y ahora lo voy a hacer
0:14:54 y ahora lo voy a hacer
0:14:56 y ahora solo un jefacero
0:14:58 y ahora solo un jefacero
0:15:00 cuando venden con la muerte
0:15:02 cuando venden con la muerte
0:15:04 en el naipa del vivir
0:15:06 en el naipa del vivir
0:15:08 para ganar
0:15:10 primero perdí
0:15:12 yo también
0:15:14 entre el lugar
0:15:16 confiado en
0:15:18 la ceguera de la zara
0:15:20 en el cuerpo vivo
0:15:22 es solo un mentir
0:15:24 y el capital
0:15:26 de malos el máfir
0:15:28 no me creen
0:15:30 te pierdes el corazón
0:15:32 que te tenés
0:15:34 doble que no acertas
0:15:36 que si apuntas
0:15:38 a cartas de ilusión
0:15:40 son de dolor
0:15:42 los cartas que serás
0:15:46 no me envíes
0:15:48 y me ves
0:15:50 a su aferrador
0:15:52 de los grandes engaños
0:15:54 y si ciego
0:15:56 así perder
0:15:58 te tenés
0:16:00 los lindos 20 años
0:16:04 el tapete es la esperanza
0:16:08 y a pesar de lo aprendido
0:16:12 y me dan lo que has perdido
0:16:16 vuelve a hundirme la confianza
0:16:18 suerte no te conserva
0:16:22 una ilusión
0:16:24 en tanto penal
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