Transcripción automática
0:00:00 De cama en cama en los mitos clásicos. Es un catálogo de gente que se mete en
0:00:06 camas ajenas. La primera historia es de la India. El Ramayana contiene un episodio
0:00:14 en donde se cuenta, con cierta vergüenza, el pecado de Indra, el Dios del
0:00:22 firmamento, en cuyas manos estaban el trueno y el relámpago, y también aquel
0:00:28 que decidía cuando iban a caer las lluvias. Indra montaba al elefante
0:00:34 Aira Abata. No es esto lo que le queríamos contar.
0:00:40 En alguna oportunidad, Indra quiso seducir a la esposa de un funcionario
0:00:47 llamado o casualidad Gautama. La mujer se llamaba Ahalia y era hermosa.
0:00:57 Para seducir la Indra, que era un Dios, tomó la forma del sabio Gautama,
0:01:04 descendió a la tierra y fue a buscarla, convertirlo en Gautama a la mena. Se metió
0:01:11 en la casa directamente un rato antes de que el verdadero Gautama volviera a
0:01:15 lograr. Y así tenía esperanza de unirse a la mujer, por no decir otra cosa.
0:01:24 Cuenta la historia que Ahalia se dio cuenta enseguida de que la persona que se
0:01:29 había presentado era Indra y no su marido, porque vio al elefante Jair Abata en
0:01:35 la puerta. No tenía una situación. Si vos no tenés elefante.
0:01:41 Vio al elefante Jair, ¿quién va a ser? En un palenque estaba.
0:01:44 Por la trompa, hijo. Bueno, pero se hizo la autaria y se unió al Dios muy contenta.
0:01:52 En todo caso habrá pensado que si se descubría una supuesta falta, podría
0:01:57 explicar que había sido engañada. O me confundrá. Y el pozo mío.
0:02:01 En eso el Che aparece el verdadero Gautama y se encontró nada menos que con él
0:02:07 mismo, uniéndose a su esposa. En el mismo momento en que fue descubierto el Dios
0:02:14 Indra, volvió a su forma inmediatamente. Y entonces el verdadero Gautama
0:02:20 profirió una maldición sobre el Dios y también sobre su esposa. A consecuencia
0:02:27 de esta maldición, Indra perdió su virilidad. Y Ahalia fue condenada a vivir
0:02:35 invisible durante muchos años en un bosque. Nadie la veía. Después Rama la
0:02:42 encontró y la ayudó a ser visible otra vez. Otra versión de este maleficio
0:02:50 cuenta que Indra fue obligado a llevar mil marcas de sonrosas en su cuerpo para
0:02:56 que todos pudieran ver el pecado que había cometido. No sé qué marcas serían.
0:03:00 Me gustó esta historia. Me gustó más o menos.
0:03:06 En realidad no me gustó.
0:03:11 Fue muy poderoso, no era. Con esos recursos de actor de segundo.
0:03:17 El rey Salmoneo de Tesalia, pasamos a los mitaulitos almoneos.
0:03:24 Tesalia, ahí donde había buenos caballos, era aquel tipo que pretendía ser Zeus.
0:03:29 Recorría las calles cargados de cacharro, de bronce, atados a su carro para
0:03:34 imitar el trueno de Zeus. Salía más o menos. Y al mismo tiempo tiraba al aire
0:03:41 unas flechas encendidas, algunas de las cuales caían y quemaban a su
0:03:46 suítitos y tenía la ilusión de que estas flechas podían ser confundidas con
0:03:51 los rayos de Zeus. Al final el verdadero Zeus lo reventó con un rayo de verdad de
0:03:57 bronca. Bueno, este Salmoneo tenía una hija hermosa llamada, disculpen ustedes,
0:04:08 Y la muchacha se había enamorado de un río, del río Nipeo, o más bien de su
0:04:14 personificación. Recuerdece que en los mito griegos los ríos tenían una persona,
0:04:20 se volvían personas en algún momento. Bueno, pero este río fluvial no le
0:04:28 hacía mucho caso. La chica vagaba todos los días por la orilla del río,
0:04:32 orchipo hacía algo, llorando su soledad, pero Nipeo, a pesar de sentirse alagado
0:04:38 y divertido por la pasión que desataba, no le daba bolilla. Cuenta Graves que un día
0:04:44 el dios Poseidon, el dios del mar, decidió aprovecharse esta circunstancia.
0:04:49 Entonces mientras la maina andaba allá al costado del río, ah, ya que sé yo, Poseidon tomó la forma de
0:04:56 Nipeo e invitó a Tiro a un encuentro. Cuando ella se presentó encantada, ¿qué está?
0:05:06 Cantada. Mucho gusto. Poseidon ya no sostuvo su figura impostora, pero con artes
0:05:14 mágicas la sumió en un sueño mágico. Mientras tanto, una enorme ola como un tsunami
0:05:21 se levantó como una montaña para que para ocultar esta fechoría. ¿Qué fechoría?
0:05:28 Y así Poseidon la amó. Así con mucha sal. Sí. Cuando Tiro despertó,
0:05:36 qué lindo. Linda la tiro. Cuando Tiro despertó, le decía en tirito.
0:05:45 Cuando Tiro despertó Poseidon le dijo, palmeándole el honro probablemente, que tendría estupendos mellizos.
0:05:54 Porque se trataba de puntería. Un dios que no daba puntadas sin nudo.
0:06:02 Y que naturalmente serían hijos de un padre mejor que un simple dios fluvial.
0:06:07 Y esos hijos fueron peleas y neleo. La última historia es de China.
0:06:14 Y figura en el libro de las historias extraordinarias citadas por Gambao, un libro del siglo VI.
0:06:22 La historia sexta. Yudinck era un hombre extraordinariamente hermoso, que vivía en la localidad de Yudinck también.
0:06:33 Acá debe haber algún error. Tenía un puesto alto en la administración.
0:06:40 Y en aquella misma localidad vivía la familia Su. La hija menor era hermosa.
0:06:48 Hermosa como ninguna otra mujer de la región. Se llamaba Tiro.
0:06:54 Tiro también? No, no, no. No, pero como estaba en todos los nombres.
0:06:59 No sabemos todavía cómo se llamaba. Un día, la familia Su recibió una visita inesperada.
0:07:06 Era nada menos que el funcionario Yudinck. Bueno, el padre, el viejo Su, lo trató con gran cortesía.
0:07:14 Y estuvo agasajando lo largo tiempo. Me dio cargos.
0:07:19 No hagas cumplido. Coma, coma. Siempre arroz, arroz.
0:07:24 Cuando terminó la reunión, ya era muy tarde.
0:07:28 Entonces, el viejo Su le dijo al funcionario, mire, no regreses a su casa porque es muy tarde.
0:07:35 Porque no me honra durmiendo bajo mi techo. Yudinck aceptó.
0:07:40 Pero inmediatamente le habló con franqueza al viejo Su.
0:07:45 Y le confesó que su hija le había parecido muy bella y que estaba enamorada.
0:07:49 Usted no se ilusione, le dijo.
0:07:51 Finalmente, ya jugado, le dijo, mire, Su, se le pio la pio la.
0:07:56 Bueno, en una palabra le preguntó si no podía quedarse con la mena hasta el día siguiente.
0:08:02 Bueno, el viejo al principio se ofendió un poco, imagínense, pero inmoral de la propuesta.
0:08:08 Pero considerando el gran prestigio y poder que tenía el funcionario, Yudinck aceptó la propuesta.
0:08:15 Dice, bueno, vaya, dice. A la hija ni le consultaron, yo creo.
0:08:19 Si vaya, dice, bueno, más tranquilo.
0:08:23 Y parece que a la hija le gustó este funcionario.
0:08:27 Funcionaba bien.
0:08:29 Así que, bueno, si era muy funciona.
0:08:32 Dormieron juntos.
0:08:34 Y a partir de entonces, al Yudinck se le dio juego de seguirilla.
0:08:38 Y cada tanto iba a comer y a chupar de ojo a la casa de los Su.
0:08:43 Y entrevino, si sale a Mine, al final se quedaba polillando con la hija menor de los Su.
0:08:48 Eso era el histórico.
0:08:50 Un día, incluso este funcionario, Yudinck, estaba tan contento,
0:08:55 que le dijo a Su que, a modo de agradecimiento, podía ayudarlo con cualquier tema en que la administración pudiera molestar.
0:09:03 Y el señor Su, mientras, si iba sacando los liensos,
0:09:07 capino a la sapia, yendo por el lado de la sapia, le dijo,
0:09:11 si tiene algún problema con la administración, que alguna molestia, alguna cosa, avíseme.
0:09:16 ¡Ven, hijo de bebé!
0:09:18 Un día, el señor Su fue convocado por el Estado por una deuda.
0:09:23 ¿Una deuda? ¿Usted que acá es una deuda con el Estado? ¿Cómo es eso?
0:09:27 Entonces, se acordó el viejo Su y dice, yo lo voy a ir a buscar a Yudinck para pedirle ayuda.
0:09:31 Y se fue allá hasta lo quisiera.
0:09:33 El puesto se presentó la respuesta...
0:09:37 La respuesta del funcionario fue la siguiente.
0:09:41 ¿Cómo se atreve a pedirme ayuda si yo no lo he visto en mi vida?
0:09:45 Era el mismo tipo.
0:09:46 ¿Cómo, dice?
0:09:48 No, que no me conocés.
0:09:49 ¡No, que no me conocés!
0:09:50 No, las circunstancias en que lo había visto.
0:09:53 Me dios, ¿ustedes acuerdan?
0:09:55 Los alamé, las mías...
0:09:57 Y el funcionario lo miró con mucha extrañeza.
0:10:00 Y finalmente le dijo, si vuelvo a aparecer por su casa, mátenme.
0:10:08 Pocos días más tarde, Yudinck se presentó lo más contento en la casa del señor Su,
0:10:14 frontándose en las manos.
0:10:16 Y el señor Su le dijo, te voy a matar porque...
0:10:21 ¡Va, mi mamá, y jita!
0:10:23 Ah, le explicó.
0:10:24 Le gusta explicar a mi hijo todo.
0:10:26 Y te digo, vuelvo a presentarme en tu casa y etcétera.
0:10:29 Te voy a matar, te voy a matar, agarro un cuchillo y en ese momento Yudinck dejó de ser Yudinck.
0:10:36 Y en pocos instantes fue otro Su, fue tigre, fue zorro, fue perro, fue grito y se disolvió en el aire.
0:10:47 El verdadero funcionario Yudinck nunca se interesó por la hija de Su,
0:10:54 que sufrió mucho con la desaparición.
0:10:58 Y así termina la historia.
0:11:01 Me dejó miedo, ¿eh?
0:11:04 Que tiene una enseñanza.
0:11:05 Sí, la hemos leído.
0:11:06 ¿Qué cual, Alejandro?
0:11:08 ¿Quién sabe si verdaderamente la persona que está a nuestro lado en este momento en el lecho,
0:11:13 no es un impostor?
0:11:15 Y entranose a un funcionario, esta dos mire.
0:11:20 Pero es fea, es fea la situación.
0:11:22 Es fea, pero yo sé que dado que tenemos, querido Alejandro, a nuestro amigo y confesor, Gabriel Rolón,
0:11:28 él va a poder confirmar esta sospecha que algunos bienes estén tenemos,
0:11:32 algunos estudiantes de medicina, respecto de que siempre somos mucha gente.
0:11:35 Cuando hay dos personas en una cama, a veces sí somos mucha gente también, ¿no?
0:11:39 Pero en algunos veranos hace tiempo y yo no estaba.
0:11:43 Pero imagino, por ejemplo, a señorita Tiro, que dijo,
0:11:47 nunca me baño dos veces con el mismo río, teniendo un novio de río, a mí me ha pasado eso.
0:11:52 Pero pensaba que en algunas otras historias clásicas, en general,
0:11:55 aquellos que están vinculados a los héroes tienen una especie de estrategia que los condena
0:12:01 y pueden encontrar a ellos, pero no ser ellos mismos.
0:12:03 Voy al caso.
0:12:04 Había un señor llamado Azor Pendragon, Uter, decíamos cuando lo leíamos, de chiquitos,
0:12:08 al que le gustaba una mina que estaba casada con un rey.
0:12:11 Y como tenía un amigo mago, Merlin le dijo, ¿cómo hacemos?
0:12:14 Y Merlin le dijo, bocas de tranquilo.
0:12:16 Y entonces el tipo entró y tuvo la precaución de matar al marido de la mina.
0:12:20 Y ahí nació quien Arturo, Arturo el rey.
0:12:23 Y a partir de ahí, bueno, se suceden las historias en Occidente que nos permiten pensar
0:12:28 que si bien está bueno que socialmente hablemos del matrimonio,
0:12:32 cada vez que hacemos la literatura pensemos en el adulterio.
0:12:35 De modo tal que lo que uno está esperando alguna vez es que alguien explique,
0:12:40 ¿cómo se sale de este entuerto?
0:12:42 Porque allí cuando llega el padre de la chica y uno no le puede hacer ningún favor,
0:12:46 entonces es probable que uno prefiera pensar, es aquello que decía cuando recién llegaba a la casa,
0:12:51 yo soy aquí el muchacho, nunca te prometí nada, pero yo soy aquel muchacho.
0:12:55 Y yo soy aquel muchacho, es la canción que nos ha dado el discotecario
0:12:58 para ilustrar esta historia o estas historias que son así quienes ustedes yo soy aquel muchacho.
0:13:07 Su marido, o sea, ¿de acuerdo?
0:13:09 Interesante, Alejandro, si me permite sumarme, porque todas las historias son en realidad historias de imposturas,
0:13:17 más que de infidelidades, aparece una impostura.
0:13:21 Claro, y estoy pensando que bueno, esto estaría bueno dedicarse al amigo Zeus
0:13:26 que cuando se disfrazaba de alguien convencía, y estoy pensando en Antitrión en su visita.
0:13:31 Gabriel, pero siendo Dios es fácil.
0:13:33 Claro, pero a este Dios, a Indra no le salió lo descubrieron en sí.
0:13:36 Y con él me echamos claro, no me tiró.
0:13:38 Y me quedo pensando en la duda que usted planteaba, Alejandro, acerca de
0:13:42 si la persona que está con nosotros no será una impostora, ¿no?
0:13:47 Un impostor.
0:13:48 Y creo que usted sabe también como yo que sí, o sea, que hace siempre cuando uno es amado por alguien,
0:13:55 es un impostor de sí mismo, que el enamorado nos crea un poco, nos modifica,
0:14:00 y lo mejor que podemos hacer es ser maleables y dejarnos modificar un poco
0:14:05 y aceptar esta impostura como un costo que tiene el amor, ¿no?
0:14:08 Y dejarnos engañar.
0:14:11 Hay un problema con eso, ¿no?
0:14:12 Porque si uno va a poner en duda cada momento sublime que vive,
0:14:17 se va a quedarse eco descubriendo imposturas y sin gozar del universo.
0:14:23 Pero Alejandro, la vuelta de...
0:14:24 No tengo calor, acabo de descubrir.
0:14:26 Son mis moléculas que se mueven.
0:14:29 Hay una vuelta de tuerca, la historia que citaba Gabriel recién,
0:14:33 y lo que se va a ver justamente con la estrecha margen de diferencia que hay entre el bien y el mal,
0:14:38 porque una cosa es el disfraz, como dice su amigo,
0:14:41 deja de usar esos disfrazes del liberados,
0:14:44 el disfraz que tiende a obtener algo,
0:14:46 y en realidad lo que sucede cuando uno ama estos 12 minutos,
0:14:49 es que uno realmente es otro y es mucho mejor,
0:14:51 porque la cuestión es volver a ser mejores,
0:14:53 no creer que el otro crea que somos mejores es el ratito, ¿no?
0:14:56 Yo soy aquel muchacho.
0:14:58 Con nariz selecta.
0:15:28 Me sepulta en la tristeza de sus días
0:15:34 Quiero ser a tu regreso el cancionero
0:15:38 Que dejen un tejido rendido un corazón
0:15:43 Yo soy a que muchacho que puso sin agravios
0:15:48 En tus pintados labios la gloria de un vivir
0:15:52 A que que entre cariz y azor en návase sumiso
0:15:57 Y que el destino quiso unirlo en el sufrir
0:16:01 Yo soy a que que tuvo constencias de cincenas
0:16:07 Yo fui la feliz mavera y tuve lo toño cruel
0:16:11 Que ha vuelto conondrina
0:16:16 En lo que se fue el espacio
0:16:21 Que fue como un palacio para vivir tu enen
0:16:32 Si en el viaje te asotaran a toda el venta
0:16:37 Vi un engaño y con su frío que embalterata
0:16:43 No le pongas cara fiera esta contenta
0:16:48 Te con risas al dolor se besbaran
0:16:52 Yo también cuando te fuiste colondrina
0:16:56 A mí ya todo ves que lejos de alegría
0:17:02 Y tiré como nerviosa seres ventina
0:17:05 El avenenosa espina que ha muerto mi dusión
0:17:11 Yo soy a que muchacho que puso sin agravios
0:17:17 En tus pintados labios la gloria de un vivir
0:17:21 A que que entre cariz y azor návase sumiso
0:17:26 Y que el destino quiso unirlo en el sufrir
0:17:31 Yo soy a que que tuvo constancias de cincenas
0:17:37 Yo fui la feliz mavera y tuve lo toño cruel
0:17:41 Te has vuelto colondrina
0:17:46 En lo que se fue el espacio
0:17:52 Que fue como un palacio para vivir tu enen
0:18:07 En la venganza será terrible escuchábamos a Hugo Del Carril
0:18:12 Yo soy a que el muchacho
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