Creo que es la segunda vez que escribo, y lo hago porque me interesa aportar humildemente para que este espacio de comunicación sea, como lo piden Andrés y César, un lugar de encuentro más humano, de más sensibilidad.
Me parece una gran contradicción escuchar a Dolina y no aprender de sus valores. ¿Es tan difícil dirigirnos al otro poniéndonos en su lugar? ¿Tanto cuesta utilizar palabras amables para intercambiar ideas? Sobre todo teniendo en cuenta que en estos foros no se decide el destino de la humanidad. No me va la postura "del consenso" cuando se trata de pensamientos antagónicos, pero acá, particularmente no hacen falta los insultos.
Por otra parte y en línea con lo expuesto, vuelvo a la defensa de Dorio. Más allá de que no coincido con algunos porque creo que aporta en forma notable al programa, lo que me interesa es que tratemos de humanizarnos.
¿Se pusieron a pensar que él puede leer ésto? ¿Por qué esa necesidad de criticar desde la crueldad? ¿Por qué no se aportan consejos en vez de adjetivar tanto?
Saludos