Transcripción automática
0:00:00 Continuamos en la venganza a Ser Aterrivo, estamos en el auditorio de Radio Nacional en la calle Maipú, 555 de la ciudad de Buenos Aires.
0:00:14 Bien, hablaremos de dragón, estaremos nuevos datos o viejos datos.
0:00:19 Recordemos al padre Athanasius Kircher, aquel Jesuita que ha investigado todo.
0:00:32 Un verdadero humorista, un poeta y un loco total.
0:00:37 Estoy recordando el libro El Mundo Subterráneo de Athanasius Kircher,
0:00:43 y el libro que me regaló Pepín acerca del padre Kircher, que además ilustraba él sus propios libros vivió en el siglo XVII,
0:00:52 con una gracia, un arte impresionante.
0:00:58 Estaba completamente loco y nunca acertó nada, pero todo era muy intenso.
0:01:06 Escribió un libro de 500 páginas sobre los jeroglíficos de Egipto, mucho antes de Champollion.
0:01:14 El significado de los jeroglíficos de Egipto, no acertó ni uno.
0:01:20 500 páginas no acertó ni uno.
0:01:22 Mira que hasta de casualidad alguno tendría que acertar, no.
0:01:27 Bueno, el padre Kircher ha dicho que existen cinco familias de dragones,
0:01:32 el dracónis teutónica, que está en Alemania y Escandinavia,
0:01:37 el dracónis gali, que anda por Francia, el dracónis albionensis, que es el de Gran Bretaña,
0:01:44 el capadocia, que es el dragón mediterráneo, el capadoquia,
0:01:50 y el dracónis sinoensis, que es el chino, calculó yo.
0:01:55 O sea que no dijo nada.
0:02:00 Lo que sí indicó Kircher es la inexistencia de dragones americanos.
0:02:06 Después de haberlos agrupados geográficamente, escribió lo siguiente.
0:02:11 Puesto que los animales de este tipo, en su mayoría, buscan sus guaridas y lugares de sustento en profundas cavernas,
0:02:17 he considerado propio incluirlos bajo el típulo de bestias subterráneas.
0:02:23 Distingo dos clases, con y sin alas, dijo con gran proligidad el padre Kircher.
0:02:29 Y en su libro Mundus Subterráneus cuenta una historia sobre una lucha entre un dragón y un caballero llamado Gosione,
0:02:37 en la isla de Rodas, en el año 1349.
0:02:41 Le escribió al monstruo con el volumen de un caballo, el cuello largo, la cabeza de serpiente y orejas de mula,
0:02:48 tenía alas azules, pero avanzaba casi siempre corriendo, apenas podía volar unos metros.
0:02:53 Gosione, para ganarle la lucha, quiso imitar al dragón y construyó un armazón de estopa,
0:03:00 se compró un caballo y dos perros ingleses que metió dentro del disfraz,
0:03:05 y así practicó distintos ataques durante dos meses.
0:03:09 Cuando el dragón apareció, le bastó exhalar sus alientos metíticos,
0:03:16 para que el caballero cayera ahí, este exánime.
0:03:21 Unos esclavos los salvaron, sin embargo, y los llevaron inconsciente a la ciudad.
0:03:27 Gosione no se atrevió jamás a luchar contra aquel dragón ni contra ningún otro.
0:03:33 Es una historia muy triste ya que gana el dragón aquí.
0:03:37 Borges cuenta en el libro de los seres imaginarios que el dragón posee la capacidad de asumir muchas formas.
0:03:44 En general, se lo ha imaginado con cabeza de caballo, cola de serpiente, grandes alas laterales y cuatro garras,
0:03:53 cada una provista de cuatro uñas.
0:03:55 Se habla así mismo de nueve semblanzas.
0:03:58 Sus cuernos se asemejan a los de un ciervo.
0:04:02 Su cabeza a la del camello, sus ojos a los de un demonio.
0:04:07 Su cuello al de la serpiente, su vientre al de un molusco,
0:04:11 sus escamas al de un pez, sus garras al de la aguila, las plantas de los pies al del tigre y sus orejas al del huey.
0:04:19 Hay ejemplares a quienes le faltan las orejas y entonces ojen por los cuernos, como tanto de nosotros.
0:04:29 Es habitual representarlos con una perla colgando del cuello y ese emblema del sol, esa perla.
0:04:38 En esa perla está su poder, no nos engañemos.
0:04:41 Es inofensivo si se la quitan.
0:04:46 Atención, eh.
0:04:47 Y aquí un detalle para las personas que eventualmente se encuentren con un rango.
0:04:54 Sin embargo, las más habituales representaciones le atribuyen un cuerpo voluminoso con aspecto de reptil,
0:04:59 garras de león, alas de águila, colas de aspecto serpentino y aliento abrasador,
0:05:06 tan siempre cubiertos de escamas y lanzando fuego por las fauces.
0:05:10 Para la cultura occidental, estas bestias representaban el mal.
0:05:16 Devoraban a la gente y custodiaban tesoros o en el fondo del mar o en las entrañas de la tierra.
0:05:24 Algunas veces eran carceleros, de hermosas docilias a las que los caballeros se proponían rescatar.
0:05:33 Su presencia, la del dragón, especialmente en vuelo nocturno, presajeaba guerras, epidemias y otras calamidades.
0:05:43 Cruz Diablo Juni Granciete es el grito que en la Pampa Húmeda suele acompañar al vuelo nocturno del dragón.
0:05:53 La leyenda occidental del héroe matador de dragones ofrece numerosas versiones, por lo general sangrienta.
0:06:01 Bueno, si alguien mata un dragón, ahí está San Jorge, que no me deja mentir,
0:06:06 siempre representado en un caballo blanco y con una lanza en la mano.
0:06:12 Este relato aparece en la época de las cruzadas cerca de Libia,
0:06:17 donde vivía un dragón enorme que aterrorizaba a todos los pobladores
0:06:21 y que empezó exigiendo ovejas y luego muchachas, como suele ocurrir también en algunas regiones.
0:06:31 Todo se complicó cuando le tocó a la hija del rey, les iban sorteando a las muchachas para entregarse la sal dragón.
0:06:41 Y en una vez en el sorteo salió la hija del rey.
0:06:45 El soberano se negó a otorgar semejante tributo y los pobladores, que ya habían entregado, muchos de esos ya habían entregado a sus hijas,
0:06:53 se revelaron. Al soberano no le quedó otra alternativa que aceptar el sacrificio de su hija,
0:06:59 entonces llegó a la muchacha, ahí a la casa del dragón.
0:07:03 Fue en ese momento cuando apareció San Jorge y arremeteó contra la bestia
0:07:09 y lo atravesó con su lanza como su rasgo y croto.
0:07:13 Más tarde ató al dragón, no, no lo mató, lo ató y lo paseó por la ciudad, como diciendo,
0:07:21 no sé cómo diciendo qué.
0:07:24 Pero no dicen que la persecución de dragón se producía porque el cuerpo del dragón proporcionaba recursos mágicos,
0:07:31 quien comía el corazón de un dragón conseguía el don de la profecía.
0:07:37 Aquel que comía la lengua de un dragón obtenía el don de triunfar en cualquier discusión
0:07:43 y la sangre de aquellas bestias proporcionaba a quien con ella se bañaba la invulnerabilidad.
0:07:52 La sangre del dragón Fafnir, por ejemplo, confirió al héroe Silfrido la invulnerabilidad,
0:07:59 pero recuerde, sí, que cuando se bañó con la sangre del dragón,
0:08:03 no advirtió que tenía una hoja pegada en la espalda, como tanto de nosotros que por no vamos a bañar,
0:08:08 con una hoja pegada en la espalda.
0:08:10 Y este punto desprotegido permitió que su enemigo Hagen lo matara,
0:08:16 y lo aportese la similitud con la leyenda de Aquiles, que fue bañado en las aguas de la estigia,
0:08:26 que también volvían invulnerables a quien se jugaba en ella,
0:08:32 pero que la vieja lo agarró de un talón y esa parte no se le mojó,
0:08:37 no le costaba nada ir cambiar de mano por un momento, pero no.
0:08:43 Justamente también esa parte no tocada por las aguas milagrosas,
0:08:48 fue donde le entró la flecha que lo mató.
0:08:51 El dragón de China era considerado un animal benéfico,
0:08:56 esto es otro orden de cosas, ya que los dragones de China parecen tener otro régimen distinto.
0:09:01 Eran animales benéficos, habitaban en el cielo,
0:09:05 y eran presagio de buena suerte y de excelentes cosechas.
0:09:09 Cada vez que volaba un dragón, los chinos gritaban,
0:09:14 que suerte viene una buena cosecha.
0:09:18 En el centro y norte de la China eran considerados deidades de la lluvia,
0:09:23 que irrigaban los arrozales y con su aliento formaban las nubes.
0:09:29 Feil Ling, el que contrablaba los vientos, era un dragón,
0:09:33 pero un dragón pequeño, no más grande que un tigre, un dragón chiquito.
0:09:38 Los dragones chinos podían brillar en la oscuridad o hacerse invisibles.
0:09:43 En China vivía la principal familia de dragones orientales,
0:09:47 que comprendía muchas especies cuyo tamaño variaba,
0:09:50 desde pequeño como Feil Ling,
0:09:54 hasta 300 metros desde la fausse hasta la cola, un ladrón de tres cuadras.
0:09:59 Un ladrón, no, un dragón.
0:10:01 Podían cambiar de color, pero de nacimiento eran rojos,
0:10:06 colorados como cocotes folacos.
0:10:09 Las primeras crónicas históricas
0:10:12 llegaron a atribuir la paternidad de los primeros emperadores.
0:10:17 Durante siglos, recuerda Borges, el ladrón fue el emblema imperial.
0:10:22 El trono del emperador se llamó Trono del Dragón,
0:10:25 el rostro del emperador, rostro del dragón.
0:10:28 Para decir que el emperador había muerto,
0:10:31 y que había ascendido al cielo montado en uno de ellos,
0:10:34 en un dragón.
0:10:36 También se podía decir, espichó.
0:10:40 No lo había, bueno.
0:10:42 Como dijimos cerca de...
0:10:44 Como dijimos no.
0:10:46 Como no dijimos.
0:10:49 Los dragones chinos solían adoptar diferentes colores.
0:10:54 El negro para la destrucción.
0:10:57 Se llamamos a destruir, y se ponían de negro.
0:11:00 El negro para la muerte, y el azul para anunciar el nacimiento de un gran personaje.
0:11:05 Vamos a anunciar el nacimiento de un gran personaje.
0:11:08 Juan no nació confusio, allá por el 550 a.C.,
0:11:12 dos dragones azulengos volaron sobre la casa en la que se produjo el acontecimiento,
0:11:18 y todos los vecinos decían, caramba, en esa casa van a ser un personaje importante.
0:11:24 Ojalá que sea confusio.
0:11:28 Los poetas de Grecia y Roma también hablaron de dragones, pero poco.
0:11:32 Se creía que eran capaces de entender y transmitir a los mortales los misterios del mundo.
0:11:41 Filóstrato hizo distinción entre dragones de monte y dragones de pantano.
0:11:45 Ahí me está gustando eso.
0:11:47 No, no es un dragón de pantano.
0:11:49 Los primeros tenían una cresta moderada que iba creciendo a medida que envejecían.
0:11:54 Pobre gallo, batarás.
0:11:56 Los dragones de pantano no tenían cresta y se alimentaban de elefantes.
0:12:00 Estaban en el pantano, cuando pasaban el elefante, le cayían encima y se lo rastraban.
0:12:06 Por eso, hay tan pocos elefantes.
0:12:11 O quizá por eso hay tan pocos dragones.
0:12:17 Fijémonos en los mitos.
0:12:19 Ahora, ahí está Carnabón, el rey de los Jetas,
0:12:22 el principio recibió hospitalariamente a Triptólemus.
0:12:26 Y Triptólemus, que estaba a servicio de Demeter,
0:12:29 recorría la tierra en un carro tirado por dragones
0:12:32 para dar a conocer a los hombres el cultivo de trigo.
0:12:37 Vengo acá con este carro tirado por los dragones
0:12:39 y voy a decirles cómo se cultiva el trigo.
0:12:43 Poco después, Carnabón atacó a Triptólemus
0:12:46 y mató a uno de sus dragones.
0:12:48 Demeter acudió en ese instante, fulminó al rey Carnabón
0:12:52 y lo colocó entre los astros, donde lo representó matando a la bestia,
0:12:57 a la cortelación.
0:12:59 Aparece también Cleostrat, un joven de Tespias,
0:13:02 que libró a su patria de un dragón
0:13:04 que todos los años recibía como ofrenda la vida de un manceo.
0:13:08 Voy a entregarme al manceo.
0:13:11 Y un día a la suerte, el tocó a él, al muchacho este Cleostrat.
0:13:16 Y junto con un amigo construyeron una coraza metálica
0:13:20 provista con garfios de hierro.
0:13:22 Y se vistió así y se dejó comer.
0:13:25 Pero el dragón murió de indigestión.
0:13:28 Imagínate.
0:13:30 Lo morfó al tipo con una cosa de pierro y con gancho, murió.
0:13:34 Y así terminó una matanza que había durado muchísimo tiempo.
0:13:38 Y ya está muy bien eso, convertirse uno mismo en una indigestión.
0:13:42 Un indigesto.
0:13:44 Recuerde ese dragón de Colquide,
0:13:47 que vilaba por la seguridad del bello sino de oro.
0:13:52 A ese lo hicieron dormir, a ese lo durmieron.
0:13:57 Entonces, después se hicieron con el bello.
0:14:00 Para terminar contemos que uno de estos seres de la Grecia clásica
0:14:03 se llamaba Pitón, pero era una serpiente, más bien.
0:14:06 No lo sé en realidad.
0:14:08 Parece que cuando Apolo decidió fundar un santuario al pie del Parnazo
0:14:12 cerca de Delfos, encontró cerca de una fuente
0:14:15 a un dragón que exterminaba tanto a los animales como a los seres humanos.
0:14:20 Y Apolo lo mató a flechazos.
0:14:22 Pero sucedía en realidad que Pitón pronunciaba a Oráculos, este dragón.
0:14:27 Y por eso, antes de instalar su oráculo en Delfos,
0:14:30 Apolo eliminó al que podía ser un competidor.
0:14:34 O sea, fue una cuestión comercial.
0:14:36 La muerte de Pitón, como todo el mundo sabe.
0:14:40 Esto es lo que teníamos que decir acerca de dragones.
0:14:45 A mí me da mucho miedo.
0:14:48 Pero nunca se cruzó con alguno?
0:14:53 En Montevideo o en Uruguay se dice dragón al novio.
0:14:57 ¿Cierto? ¿Qué orientales vinieron hoy?
0:15:00 Este dice dragón al novio.
0:15:03 Ahí está. La bien jaguarón con el dragón de la Nelly.
0:15:07 El dragón es el novio que sale con una.
0:15:10 Eso me gusta. Dragoneando, no?
0:15:13 Sí, o dragoniante.
0:15:15 Dragoniante es una cosa.
0:15:17 Pero, bueno, hemos ido a la discoteca.
0:15:19 Hablamos con el discotecario y me contó una asistente.
0:15:22 Que él...
0:15:24 ¿De dragones?
0:15:26 No, pero que a él lo había corrido un iguana.
0:15:30 No te lo tienes dicho.
0:15:32 Un iguana muy grande. Que era impresionante, me dijo.
0:15:35 ¿De cuál grande era?
0:15:37 No sé. Grande como de acá hasta allá, dijo.
0:15:40 Y no señaló a ninguna parte.
0:15:43 El caso es que no sabía quedarme.
0:15:46 Pero me preguntó si los dragones tenían también
0:15:50 luminosos los ojos.
0:15:52 Y que efectivamente también eran ojos encendidos.
0:15:55 Y entonces me dio esta bellísima canción.
0:15:58 Que se llama, Hay Humo en Tus Ojos.
0:16:01 Evidentemente compuesta para un dragón.
0:16:04 Y le escucharemos en una versión de Larry Adler,
0:16:07 el mejor ejecutante de armónica que haya existido.
0:16:11 Y si alguno tiene alguna duda,
0:16:14 escuche este Hay Humo en Tus Ojos.
0:16:17 ¡Adelante!
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