Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos hoy, desde que estamos hablando de ciencia, del Conde de Cagliostro.
0:00:10 Al nombre no me gusta.
0:00:11 Eh, ¿cómo? No conoce al Conde de Cagliostro, pero viene el asunto de magia, de inmortalidad, del exídez...
0:00:17 Calostro, conocí yo.
0:00:19 Caliostro. Caliostro sería.
0:00:23 Caliostro era un humilde siciliano, que en realidad se llamaba Giuseppe Balsamo.
0:00:28 Había nacido en una miserable vivienda de Palermo,
0:00:33 pero no del Palermo que conocemos sino de la ciudad del sur de Italia, en 1753.
0:00:39 Apenas cumplido los 10 años, Giuseppe pensó en abandonar la ciudad.
0:00:47 Su estado y el de su familia era desesperante.
0:00:53 Hasta ese momento había sobrevivido robando dinero de la caja de los pobres de la iglesia.
0:01:00 Y también solía robarle parte de los ahorros a un tío pescador llamado Federico de Ambrosi.
0:01:08 No sé por qué esta prolegidad de decir cómo se llamaba el tío, al cual le afanaban los ahorros.
0:01:15 Un día de 1754 se embarcó como ayudante de cubierta y empezó a vagar por el Mediterráneo.
0:01:22 Permaneció un tiempo en Egipto antes de asentarse en Roma,
0:01:26 donde llegó una vida delictuosa vendiendo cremas de belleza y afrodisíaco de casa en casa.
0:01:32 Eso no parece muy delictuoso, pero en cambio sí esto.
0:01:35 Fue alcificando billetes de banco y testamentos.
0:01:41 Me va interesando el personaje.
0:01:43 En esa época conoció a Lorenza Feliciane, una hermosa quinceañera, y se casó con ella.
0:01:50 La muchacha según dicen llevaba un voluptuoso pecho que se convirtió en anzuelo para atraer víctimas ricas a las garras de bálzamo.
0:02:01 Parece que Lucepe reunía a unos cuantos nobles y promovía a los afrodisíacos que vendía junto a Lorenza,
0:02:08 quien solía llevar el más escandaloso espoté.
0:02:15 Ella lo ayudaría posteriormente a alcanzar la cima de la fama y la fortuna.
0:02:21 Pero también fue ella la que lo precipitó a la desgracia, como vamos a ver enseguida.
0:02:26 Corría el año 1777, cuando la pareja llegó a Londres.
0:02:30 Roma se había vuelto demasiado peligrosa para ellos, después de una serie de espectaculares fraudes.
0:02:37 Se fueron entonces a vagar por el sur de Europa, el norte de África, antes de ir a Londres, supongo yo.
0:02:44 Y así perfeccionaron el arte del engaño.
0:02:47 De la noche a la mañana, Lucepe y Lorenza bálzamo se convirtieron en el con de Alessandro de Cagliostro y la condeza Seraphina.
0:02:57 Él afirmaba que había robado a esta chica, a Seraphina, de un aren oriental.
0:03:05 Afanarse una mina de un aren oriental es muy fácil.
0:03:10 Es muy fácil, no sé.
0:03:13 ¿Qué cosa, robar algo contando con la colaboración del objeto robado?
0:03:19 Quiero ver a ver donde se transforma en de gracia.
0:03:23 Un momento, vivían de acuerdo con los títulos de los cuales presumían, rodeados de lujos,
0:03:28 hastaviados con ropa fina, joyas, carros elegantes y montones de sirvientes.
0:03:35 Cuando la gente preguntaba de dónde provenía esa tarazca, sus admiradores murmuraban que el conde tenía el poder de convertir los metales básicos en oro.
0:03:49 La verdad, por supuesto, era otra.
0:03:51 La pareja había llegado con 3.000 libras acuestas producto de sus aventuras y sus engaños por el Mediterráneo.
0:03:58 A poco de llegar a Londres, bálzamo se unió a la loge a Londina en los mazones.
0:04:03 Estas órdenes se difundían por todo el continente y los hombres más ricos y nobles clamaban por unirse a ellas.
0:04:10 Bálzamo progresó rápidamente y fue elegido gran maestre de esa loge.
0:04:15 Ese hecho le abrió las puertas de los hogares más nobles de toda Europa.
0:04:19 Fue a París y allí inventó lo que él llamó la Orden Maasónica del Brito Egipcio, nombrándose a sí mismo Gran Copto.
0:04:29 Esto le daba derecho a recaudar altísimas cuotas de iniciación y derechos de membresía.
0:04:35 Y aunque la mazonería era sólo para hombres, inició una loge para mujeres.
0:04:40 Lorenza quedó a cargo como la nueva reina de Saba y de esa forma pudieron multiplicar sus estafas.
0:04:47 Los crédulos parisinos se congregaban para unirse a la Orden, tentados por la promesa de enterarse,
0:04:55 no tanto de los preceptos mazónicos, sino de algunos de los secretos del Gran Copto.
0:05:02 La reina de Saba, por ejemplo, les decía confidencialmente a las venas que asustían, a las duquesas,
0:05:10 las chachas grandes, les decía que aunque ella parecía tener 25, los que en realidad tenían, tenía 60.
0:05:18 Que había una poción de su marido que con 5 gotas la hacían mantener una apariencia joven.
0:05:27 Bueno, las señoras que escuchaban se mostraban desesperadas por pagar cualquier precio por aquellos elixires.
0:05:37 Cronistas de la época escribieron lo siguiente, tengo crónicas de la época.
0:05:41 Ah, pero era originales, ¿sí?
0:05:44 Suafaba el encanto, su trato atento y gentil, y sus toques de lujo,
0:05:49 le ayudaron a salirse con la suya y cobrar precios exorbitantes por remedios de hierbas que cualquier doctor podía prescribir.
0:05:57 Cagliostro cubría las píldoras que vendía con una fina capa de oro.
0:06:04 A medida que se extendía la fama del Gran Copta, aumentaba el número de países que exigían ver a este hombre de poderes mágicos.
0:06:14 Los nobles del Estado Báltico Independiente de Coorlandia quedaron tan impresionados que propusieron coronar al Conde como rey.
0:06:23 Él sabiamente no aceptó el honor.
0:06:25 Es Moscú, uno de los ministros del S.A.R. le pidió con insistencia a Cagliostro que curara a su hermano que estaba loco.
0:06:33 Entonces el Conde se dignó revisar al paciente. Se lo llevaron a su presencia perfectamente atado, al loco.
0:06:41 Bueno, actuando de acuerdo con las instrucciones de Cagliostro, los rusos exaltaron al loco y este empezó a golpear a Cagliostro desafuradamente.
0:06:51 Cagliostro se defendió, lo tiró al suelo y empezó a molerlo a patadas.
0:06:57 Y luego ordenó que lo arrojaran a un río congelado.
0:07:01 De manera sorprendente cuando lo sacaron, el loco estaba en su juicio y pidiendo disculpas.
0:07:07 Pero fue después de mudarse a Transburgo, a 1780, cuando el Conde Cagliostro alcanzó su mayor fama.
0:07:17 Para esta época afirmaba que había nacido antes del diluvio de Noé, que había estudiado con Sócrates,
0:07:23 que había dialogado con Moisés Salomón y los emperadores romanos y que había bebido vino en las fiestas de Canán y Galilea.
0:07:31 En Transburgo el gobierno estableció una comisión de médicos y científicos para investigar a varios curanderos, alquimistas y magos.
0:07:41 Se dictaminó que muchas de las curas de Cagliostro eran genuinas, aunque admitieron que no podían hallar ninguna explicación.
0:07:49 Además de la fascinación del pueblo, Giuseppe Balsamo había logrado que los gobernantes le creyeran.
0:07:56 Pronto sus logros llamaron la atención del arrogante arzobispo de París, el príncipe cardenal Louis de Rouen.
0:08:05 Un sirviente fue enviado para que llevara a Cagliostro ante su presencia.
0:08:10 Pero el sirviente regresó solo y con un mensaje.
0:08:14 Si el príncipe está enfermo, que venga a mí lo curaré.
0:08:18 Y si no está enfermo, no tiene necesidad de mí y yo no tengo necesidad de él.
0:08:23 Tal descaro era inabubito, pero una vez que al príncipe de Rouen se le fue el enojo,
0:08:30 quedó tan intrigado que inventó una dolencia poco importante para justificar la presencia de Cagliostro.
0:08:38 Bueno, Cagliostro lo visitó y se hicieron a mí.
0:08:43 Cuando Cagliostro curó al hermano del príncipe cardenal, que era el príncipe de Zubis,
0:08:50 de la escar latina, algo que los mejores doctores de París no habían conseguido,
0:08:55 la fama del cóndenó con noción límites.
0:08:57 Su perfil empezó a aparecer en las cajas de rapé, en las cebillas de los zapatos, en anillos, en medallas, nombre popular.
0:09:06 Una vez durante una caminata Cagliostro le contó a de Rouen que había sido muy amigo de Poncio Pilartos.
0:09:13 Le explicó cómo era la casa de Poncio y las conversaciones que tenían.
0:09:19 Rouen, un poco dubitativo, en una parte se dirigió a un muchacho que acompañaba al cónde como escudero.
0:09:27 Y le dijo, escúchame, no es posible que sea verdad lo que dice vuestro señor.
0:09:32 Son cosas de hace 2.000 años. No creéis que lo inventa todo.
0:09:36 Y el acompañante contestó.
0:09:38 Pues la verdad no os lo puedo decir.
0:09:40 Yo solo hace 400 años que estoy a su servicio.
0:09:44 ¡Tradinario!
0:09:47 Tiempo más tarde, a partir de un episodio, que hemos contado aquí, que es extraordinario,
0:09:52 y en el cual no tuvo mucho que ver, Cagliostro comenzó a perder su fama.
0:09:57 El señor Rouen ansioso por congraciarse con la reina, con María Antonieta,
0:10:02 de la que estaba distanciada, la mira no lo saludaba, yo qué sé,
0:10:05 armó una extraña estrategia para obtener un collar de diamantes que la reina deseaba.
0:10:10 Para eso pidió consejo a Cagliostro.
0:10:13 Cagliostro le dijo que consultaría su oráculo.
0:10:16 Durante la noche el oráculo anunció que la negociación era digna del príncipe
0:10:21 que salía una gran victoria para él y que colmaría las bondades de la reina.
0:10:27 Los consejos del Cagliostro disiparon los temores de Rouen y llevó a cabo su plan.
0:10:32 El collar que consiguió de Rouen era falso.
0:10:38 Lo hemos contado aquí, es una historia que tiene mucha uva.
0:10:42 Pero el asunto complicó a Cagliostro porque el rey se enteró de la falsificación,
0:10:47 hizo arrestar al príncipe de Rouen con él a todos los besos en toro,
0:10:52 y entre ellos estaban Cagliostro y Lorenza.
0:10:55 Fueron recluidos en la Bastilla, un juicio.
0:10:58 En el juicio salió exonerado, pero el daño estaba hecho.
0:11:03 Parece que durante los interrogatorios Lorenza reveló mucho acerca de los trucos del negocio de Bálzamo,
0:11:12 y poco a poco la verdad sobre su dinero, sus elixires y su estilo de vida, empezó a salir a la luz.
0:11:20 Y el rey furioso expulsó a la pareja de Francia.
0:11:24 De nuevo, pagaron por Europa, pero se iban haciendo cada vez más pobres.
0:11:29 La gente los rehuía.
0:11:31 Finalmente, triste por haber perdido toda su riqueza,
0:11:35 Lorenza convenció a su marido de regresar con ella a Roma para empezar una nueva vida.
0:11:44 Todo católico que se unía a los mazones estaba sujeto a comunión por Erejía.
0:11:50 La policía Papal lo atrapó rápidamente, y el 7 de abril de 1791 fue hallado culpable de Erejía,
0:12:00 y sentenciamos a muerte.
0:12:03 ¿En realidad sabe quién lo había denunciado?
0:12:08 Lorenza.
0:12:10 Lorenza lo denunció para salvarse.
0:12:13 Ella salvó su vida, pero fue encerrada en un convento para todo el viaje.
0:12:19 Finalmente, la misericordia del Papa salvó a Giuseppe durante un tiempo.
0:12:24 La sentencia de muerte fue comutada por la decadena perpetua,
0:12:28 y lo encerraron en las más morras del fuerte más sólido de Italia, el fuerte San León, en Urbino.
0:12:37 Así es donde Rafael.
0:12:39 Ahí, el 26 de agosto de 1795, el con de Alessandro de Callostro,
0:12:48 que si había proclamado inmortal, murió.
0:12:53 No hay peor cosa para un inmortal que morirse.
0:12:59 Es un desengaño.
0:13:02 Que diga que él no lo puede experimentar.
0:13:06 Y si no, sería peor que la muerte.
0:13:11 Murió a los 52 años de edad.
0:13:15 Esa es la historia del falso con de Callostro. ¿Le gustó?
0:13:21 Ahora, esta historia nos deja muchas enseñanzas,
0:13:26 de los cuales no sabría yo reconocer ninguna.
0:13:28 ¿Cómo ella lo termina traicionando después de pasar tanta vicisitud, yo?
0:13:32 Sí, porque hay un desgaste de la pareja más cuando estás casada con un estafador, vistes.
0:13:38 Siempre lo quiso traicionar, ¿es?
0:13:42 Ya desde los 15 años.
0:13:43 Sí, no encontraba el momento y bueno.
0:13:45 Claro, y según, todo llega.
0:13:47 Cuando una mujer te quiere traicionar, etcétera.
0:13:50 Todo sigue y todo vuelve también, hay que decirlo.
0:13:53 Se podría seguir con esa conversación junto a personas detectables durante casi medio minuto.
0:14:01 Hemos sido a la discoteca y le contamos...
0:14:03 Las historias fantásticas.
0:14:04 ...por si era la historia del discotecario que no entendió nada y se durmió todo el rato.
0:14:10 De todos modos, él me contó la historia de una novia que lo había traicionado.
0:14:15 Siempre cuéntalo, mí.
0:14:16 Lo había traicionado en realidad en un juego de escoba.
0:14:19 Le había hecho señas a su cuñado que lo enfrentaba, de que él tenía el 7 de oro.
0:14:25 Y él no le... no le... no le... perdonó nunca esa tradición.
0:14:29 Ah, mire este.
0:14:30 Qué parecido al tuco.
0:14:31 Sí, pero que una... que la mujer de uno le diga su contrincante en el juego de la escoba
0:14:37 que uno tiene el 7 de oro es un desengaño casi peor que el de morirse siendo inmortal.
0:14:43 Sí, igual a negro también.
0:14:45 No, yo le quise decir que... bueno, que no era para tanto.
0:14:50 ¿Para qué se lo dije?
0:14:52 ¿Qué disco le dio?
0:14:54 Me dio un disco...
0:14:57 Hay un disco...
0:14:59 Hay un disco... una zambita me dio.
0:15:02 Una zambita que se llama la compañera.
0:15:05 La compañera era Lorenza Feliciani.
0:15:08 ¿Pero habla de ella, la zamba?
0:15:10 No, pero este muchacho me aseguró que sí.
0:15:14 Y nada más que para poder darme lo, me exageró las virtudes de Lorenza Feliciani.
0:15:18 Me dijo que después de todo...
0:15:20 Seguramente que eran mentiras que ella lo había denunciado.
0:15:23 Todo para no tener que buscar otro disco.
0:15:25 Y la compañera estaba arriba de todo en la pila.
0:15:28 Escucharemos una linda versión de esta zamba por Ariel Ramírez.
0:15:34 Vamos a escucharlo. Adelante.
0:18:25 Era Ariel Ramírez.
0:18:28 En la venganza será terrible la compañera.
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