Transcripción automática
0:00:00 Muy bien, continuamos en la venganza a Serate Arribles desde el Auditorio de Radio Nacional.
0:00:11 Nos la haremos esta noche de Maurice Utrilio, destino de su sobra, más que del mismo.
0:00:20 Maurice Utrilio fue un pintón francés que vivió gran parte de su vida en Montmartre, había recibido influencias del impresionismo,
0:00:30 y más tarde lo mismo que Picasso tuvo distintos períodos, no importa.
0:00:36 Había nacido en 1883, era hijo de una muchacha llamada Suzanne Ballanon, de la que hablamos alguna vez aquí.
0:00:46 Era una que había tenido como amante a Eric Satie y que lo había tenido esperando, primero lo abandonó a Satie, y Satie la esperó,
0:00:56 esperó el regreso de Suzanne hasta su muerte.
0:01:00 Entonces no se iba muy lejos de su casa, a Satie.
0:01:05 Incluso iba siempre al mismo bar que estaba por ahí cerca y dejaba un lugar vacío por si ella venía.
0:01:13 No vino nunca más, pasaba un montón de años.
0:01:17 Esta chica, hemos contado alguna vez y son, era modelo y pintora, y tuvo entonces muchos amantes por ese tráfico sexual que hay entre los pintores y los modelos.
0:01:29 Como ella era pintora y modelo, recorrió estas avenidas sexuales en ambas direcciones.
0:01:36 Uno de tantos amantes que tuvo fue Miguel Utrilio, uno de los tantos catalanes que visitaban Montmartre,
0:01:44 y cuando Suzanne quedó embarazada, Utrilio se volvió a Barcelona y a López, y nunca más la volvió a ver.
0:01:52 Y así nació el niño Maurice.
0:01:54 Allá por 1906, Suzanne vino a Montmartre con su hijo, con su mamá, y con un talvo así con el que se había casado.
0:02:04 El matrimonio igual no duró mucho porque Suzanne se enamoró de una electricista llamado André.
0:02:11 Me gustan los electricistas llamado André.
0:02:14 Abandonó entonces a su marido y se fue a vivir con el electricista a un departamento que parecía se los había alquilado el escritor Leon Bloy.
0:02:23 En esos tiempos el joven Utrilio empezó a pintar.
0:02:27 Suzanne, el electricista y Utrilio discutían todo el tiempo.
0:02:34 Peleaban por cualquier cosa.
0:02:36 Se armaban unas peleas fenomenales.
0:02:39 Se tiraban de todo.
0:02:41 Había un señor de métricos, un griego que dibujaba en los diarios de París, y que era vecino de Utrilio, y escribió lo siguiente.
0:02:52 Un día una plancha que Utrilio arrajó al amante de su madre, estuvo a punto de matarme.
0:03:00 El objeto salió por la ventana y aterrizó en mi mesa de dibujo.
0:03:05 Otro vecino, Pierre Rabandis, vivía en el piso de arriba.
0:03:10 En cierto momento, harto de tanto escándalo, se asomó por la ventana y dijo,
0:03:15 Callen Sen, porque si no voy a empezar a tirarle tiros a través del techo.
0:03:21 Y como no se callaron, el tipo empezó a tirar de arriba, porque ya va el techo y que la va a la para abajo.
0:03:26 Y entonces todos los Utrillos subieron al departamento y lo molieron a palos, entre los tres.
0:03:33 Utrilio era muy borracho y dicen que la responsable de su alcoholismo fue su abuela,
0:03:39 porque cuando era chico para que se durmiera sin molestar le echaba un vaso de vino en la sopa.
0:03:45 Solía vestir el pobre moriz como un vagabundo, iba de un bar a otro todos los días.
0:03:51 Modigliani, que era su amigo, decía que uno podía embosracharse con sólo tocarlo, Utrilio.
0:03:59 Que así siempre terminaba en la comisadilla de la Rue Lambert.
0:04:04 Los agentes lo tenían en cana y lo hacían pagar su libertad con una acuarela.
0:04:13 Hasta tal punto era así que el jefe de policía o de esa comisaría,
0:04:18 tenían el armario varios pinceles y pinturas preparados.
0:04:22 Y todos los vigilantes de aquella sección acabaron poseyendo hermosas colecciones,
0:04:28 algunas de las cuales se vendieron por millones de dólares en 1961.
0:04:33 Un policía de apellido Guy y su esposa se convirtieron en protectores de moriz en su juventud.
0:04:40 Lo hospedaron en su casa, se habían comprometido a vigilarlo para que no hiciera barbaridades.
0:04:47 En realidad lo que hacían era encerrarlo en un armario cuando se volvía loco por el alcohol.
0:04:53 Parece que se la pasaba pidiendo vino y si no se lo daban se ponía a gritar y a golpear el suelo.
0:05:01 Una vez muy desesperado, bueno, le habían dado alcohol,
0:05:06 se tomó 5 litros de agua de colonia y un frasco de laca para las uñas.
0:05:12 Lo que mata es la mezcla.
0:05:14 Solía ir a los bares y antes de entrar mandaba pequeños cartones pintados
0:05:22 con algún paisaje y detrás pedidos de permiso para tomar algo, un vaso, cualquier cosa.
0:05:30 Fue entonces cuando conoció a la propietaria de uno de esos bares y llamaba la Belgarrie
0:05:37 y solían visitarlo al bar tipo como Picasso, Apollinaire, Max Jacopo, todos esos tipos.
0:05:46 La dueña se llamaba Maribison, Maribiser, según el propio Utrillo, era Morena, Nalguda y Pechubona
0:05:58 y se enamoró Utrillo.
0:06:00 Parece que a los 28 años Utrillo era Virgem.
0:06:03 Cuando los asistentes al bar de Marí se emborrachaban, ellas no, ellas solan, en realidad.
0:06:11 No necesitaban de nadie, los echaba patadas.
0:06:15 Y en muchas ocasiones Utrillo fue sacado de esa manera.
0:06:20 Entonces se sentaba en la vedera y esperaba durante horas, a veces hasta el amanecer,
0:06:26 a que Marib saliera y lo dejara entrar de nuevo.
0:06:31 Estaba muy enamorado.
0:06:33 Incluso abandonó al policía que lo protegía y se mudó a un departamento justo arriba del bar de Marí
0:06:41 y apareció el otro destino de las obras de Utrillo.
0:06:45 El primero fue la comisarilla y el otro el bar de Maribiser.
0:06:50 Ella, enterada de las virtudes artísticas de Utrillo, le propuso una noche de amor por cada cuadro que pintara
0:06:58 y él aceptó.
0:07:00 Así que pronto Marit tuvo docenas de paisajes de la época blanca de Utrillo,
0:07:05 la más hermosa quizás, para cubrir las paredes del bar.
0:07:09 Pero como el bar no era muy grande, Utrillo se afanaba los cuadros que él mismo pintaba para que las paredes no se llenaran nunca.
0:07:18 Un día Marit dejó el bar para ir a hacer, no sé qué, alguna cosa, y aprovechando su ausencia,
0:07:24 Utrillo pintó los baños con unos paisajes.
0:07:28 Él pintaba, todos habrán visto reproducciones de Utrillo.
0:07:31 Son siempre paisajes urbanos, no?
0:07:34 Son muchos edificios, muy geométricos, pero con mucha gracia.
0:07:43 Cuando Marit volvió fue utilizar los servicios y se manchó lo que había pintado Utrillo.
0:07:50 Entonces furiosa fue, lo llamó al tipo y lo obligó a limpiar las paredes,
0:07:54 incluso los inodoros, con NAFTA.
0:07:58 Y desde entonces no volvió a dejarse amar, y él no pudo convencerla con ningún cuadro ni con nada.
0:08:04 Aquella conducta despreciable de Mabín, no hizo más que aumentar el amor de Utrillo, es así, naturalmente.
0:08:12 Cuando una persona tiene con nosotros conductas despreciables, realmente nos enamoramos de ella, qué otra cosa podemos hacer.
0:08:20 Bueno, y entonces empezó a tener celos, celos con todo lo que rodeaban a María,
0:08:27 con los cuales bromeaba o, bueno, también tenía celos de aquellos con los cuales se acostaba, los cuales lo hubiera.
0:08:35 En una ocasión le encajó un tal Schultz justamente, que era amante de María,
0:08:43 y le encajó, lo golpeó con una cacerola y le rompió la cabeza, y fue procesado.
0:08:52 Pero en la comisaría lo recibió su antiguo protector y lo convenció para que volviera a vivir en su casa.
0:08:59 Le cobró una mención, un Utrillo que le pagaba con cuadros, pero también con clase de pintura.
0:09:05 El vigilante estaba convencido de que con un poco de entrenamiento conseguiría pintar también como su maestro.
0:09:13 Utrillo corregía las obras de su protector con notas tales como pasable, mi más sincera felicitación, vaya y pase, etc.
0:09:25 Y lo gracioso es que el policía aprendió en serio, pintó paisaje de Montmartre, que en 1954 figuraron en la exposición de imitaciones de Utrillo.
0:09:37 Mario Iveset se ganó algunos francos con las pinturas de Utrillo, parece que en 1918 vendió todas las obras a 200 francos cada una.
0:09:47 10 años más tarde, nada más, 10 años, su valor se había multiplicado por 100.
0:09:53 Junto al Policía Protector, Utrillo tuvo una vida más tranquila, tomaba un poco menos, se casó con una tal Lucía valor y vivió hasta 1955.
0:10:05 Aunque le pagaron fortunas por sus obras, nunca recuperó las más importantes con las que había pagado algunas copas y algunas noches de amor.
0:10:17 Esa es la historia de las obras de Utrillo, que quedaron al final la gran mayoría en la comisaría o en el bar de Madrid.
0:10:26 A quien dedicar esta reseña, el primero al vigilante, que encontró una beta artística, y sobre todo Utrillo, que encontró el mejor destino para sus obras artísticas, que era el amor.
0:10:44 Si la regalaba la mujer que estaba enamorada, ahora bien, si esa mujer era mala, qué sé, eso es otra cosa, no me puedo hacer cargo de todo acá en este programa.
0:10:53 No puedo estar en todo.
0:10:58 Fuimos a la discoteca a buscar discos de pintores, de comisarios con vocación artística.
0:11:11 Esa es rara.
0:11:13 Pero sí hay discos de París, que fue donde ocurrió todo esto.
0:11:17 Así que escuchamos, bajo el cielo de París, que después de todo el escenario de estas ocurrencias, un techo que pintó, un cielo.
0:11:26 Que pintó muchas veces Utrillo, recortado de edificio, de cúpulas, de pizarra.
0:11:38 Un cielo no muy protagonista de sus obras, pero que también está.
0:11:42 Bajo el cielo de París, escucharemos ahora... ¿De quién tenemos aquí?
0:11:48 Ah, Juliér Greco.
0:11:49 Ah, Juliér Greco, efectivamente. La versión de Juliér Greco.
0:11:52 ¡L Energie, superáfica!
0:12:22 ...
0:13:07 Sí, pero a Panamá todo puede se arrangar.
0:13:16 Quelque rayón del cielo de los años,
0:13:20 la cor de un marido,
0:13:24 el espero de la fe,
0:13:27 al cielo de París.
0:13:33 Sube el cielo de París,
0:13:36 la flor loco.
0:13:41 El encerro en la noche,
0:13:44 el coro de los amantes.
0:13:49 Sube el cielo de París,
0:13:51 los oídos del buen Dios.
0:13:56 Y el mundo entero,
0:13:58 el mundo entero,
0:14:01 para que no se vayan a entrar.
0:14:04 Y el cielo de París,
0:14:07 un secreto para él,
0:14:11 de prevención,
0:14:13 de prevención,
0:14:15 de prevención,
0:14:27 de prevención.
0:14:29 Cuando el ple sur París,
0:14:31 es que él es malheureux.
0:14:37 Cuando él es rojo,
0:14:39 o de ses millones de amantes.
0:14:44 Él hace grondez,
0:14:46 y en su nos son tan herres y platas.
0:14:52 Pero el cielo de París
0:14:54 se le arruela.
0:14:57 Y no se hace perdonar
0:15:00 y la frena reconciera.
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