Transcripción automática
0:00:00 Esto es La venganza será terrible por el espectador
0:00:10 Hablaremos hoy del fratricidio y particularmente el de Caín. En realidad apelaremos a unos
0:00:24 comentarios eruditos al respecto, ampliando una charla que hicimos en Mar del Plata,
0:00:30 hay indistintos escritos rabínicos, datos laterales acerca de la muerte de Abel que son interesantes.
0:00:42 La disputa clásica entre Caín y Abel tuvo que ver con un homenaje, con una oblación que Caín
0:00:49 hizo a Dios y que Abel también. Caín presentó un homenaje consistente en los frutos del suelo
0:00:57 y Abel ofreció las primicias de su ganado. Y según parece a la divinidad le gustaron más los homenajes de Abel.
0:01:09 En realidad tenía una buena razón para considerar propicio el homenaje de Abel, puesto que Abel había elegido el mejor cordero de su rebaño
0:01:22 mientras que Caín había puesto unas semillas no muy buenas, parece que les camoteó las mejores.
0:01:28 Indignado por el favor divino a su hermano, Caín golpeó a Abel y lo mató. Esta es la versión clásica.
0:01:36 Pero algunos dicen que la disputa se produjo por la división de la tierra entre los hermanos.
0:01:42 Si al cubicar ustedes saben todos los suelos a Caín, pero las bestias a Abel.
0:01:49 Ahí incluso aunque no lo mencionaremos justo hoy, un origen alegórico de la inquina que siempre existió entre los ganaderos y los agricultores,
0:01:58 entre los nómades y los sedentarios, etc.
0:02:01 Pero bueno, el caso es que la tierra era de Caín y las bestias de Abel.
0:02:05 Ambos acordaron que ninguno reclamaría las posesiones del otro.
0:02:10 Tan pronto quedó concluido el pacto, Caín, que estaba labrando un campo, le dijo a Abel que sacara sus bestias de la tierra.
0:02:20 Cuando Abel replicó que no perjudicarían su labranza, Caín tomó un palo, lo persiguió por los montes y lo mató.
0:02:30 Pero otros afirman una tercera cosa, que Caín dijo en tono poco razonable que Abel no podía pisar el suelo porque Dios se lo había asignado a él.
0:02:43 Le indicó que se elevara en el aire y que permaneciera allí.
0:02:48 Abel respondió entonces que Caín se desnudara porque sus ropas estaban sacadas de los rebaños que le pertenecían.
0:02:58 Y ahí sobrevino la indignación de Caín y el Palazo Mortal.
0:03:03 Otra versión que quedó fuera de las escrituras sostiene que los hermanos discutieron por el amor de la primera Eva a la que Dios había formado para ser compañeras de Adán y que Adán había rechazado.
0:03:20 ¿Te sabe eso, no?
0:03:22 Hay todavía otras historias.
0:03:24 Se ha dicho que el primer acto de amor entre Adán y Eva produjo al menos cuatro hijos.
0:03:31 Es la teoría de los mellizos. Caín con su hermana Gemela y Abel con la suya.
0:03:37 Parece que cuando los hermanos tuvieron edad de casarse, Adán dijo que Caín tomara a Keli Mat, que era la hermana Gemela de Abel, y que Abel tomara a Alem Juda, que era la hermana Gemela de Caín.
0:03:51 Pero Caín deseaba casarse con su propia Gemela, que era más hermosa.
0:03:57 Adán entonces le advirtió que eso era pecado y no lo permitió.
0:04:03 Caín entonces fastidioso porque Abel se quedaría con su hermana, que era la más hermosa, lo mató.
0:04:09 Las historias son distintas, pero terminan siempre igual.
0:04:13 Ahora, más allá de todas estas diputas, también las peripecias que ocurrieron después de la muerte de Abel se cuentan de distinto modo.
0:04:26 Algunos dicen que el espíritu de Abel escapó de su cuerpo, pero no pudo hacer refugio en el cielo.
0:04:33 En principio, porque en aquel entonces no había todavía ninguna alma en el cielo, ningún alma.
0:04:39 No había sentido ninguna. Y ni tampoco en el infierno, ahí tampoco lo quisieron.
0:04:43 Estaba vacío.
0:04:44 Estaba vacío. Todavía no estaban terminadas adecuadamente las instalaciones celestiales e infernales como los estadios del Mundial.
0:04:53 Por eso motivo el alma de Abel se quedó revoloteando por las cercanías, esperando que terminaran el cielo.
0:05:03 ¿Se imaginó un paraíso en construcción? Un cielo, no un paraíso, un cielo en construcción.
0:05:09 Su sangre y la sangre de Abel, mientras él me lo deaba por ahí sin hallar refugio, permaneció burbujeando e hirviendo allí donde había sido derramada.
0:05:20 Fue derramada cerca de donde está la ciudad de Damasco, digo para el que te interesaba.
0:05:27 En todo lugar donde burbujeaba aquella sangre, siguen todavía hoy sin crecer hiervas ni árboles.
0:05:34 Se cuenta que la divinidad presidió en Caín, al guito parecido al arrepentimiento, y por eso le permitió vivir, aunque fuera como un proscrito.
0:05:46 Donde quiera que iba, la tierra se estremecía y las bestias salvajes temblaban y amenazaban con devorarlo.
0:05:55 Los castigos que recibió Caín fueron siete. Atención, lápice y papel.
0:06:00 Primero castigo, un cuerno vergonzoso que le creció en la frente.
0:06:05 Dos, cuando caminaba por los valles, un grito fratricida resonaba.
0:06:15 Tres, una debilidad muscular acompañada de temblor que lo hacía agitarse constantemente.
0:06:23 Cuatro, padecía un hambre voraz que nunca se saciaba.
0:06:28 Cinco, sufría la decepción de todos sus deseos.
0:06:32 Seis, sufría una perpetua falta de sueño.
0:06:38 Siete, ningún hombre le ofrecía ni amistad ni muerte.
0:06:43 Se ha dicho que la tierra bebió la sangre de Abel, pero se negó a aceptar su carne.
0:06:50 Cada vez que Caín intentó enterrar el cadáver de su hermano, la tierra lo escupía a la superficie.
0:06:57 Y dicen que la tierra esclamó.
0:06:59 No recibí ningún cuerpo, hasta que la resilla con la que se formó Adán me haya sido de vuelta.
0:07:07 La resilla con la que se formó Adán.
0:07:09 Es decir, hasta que muriera Adán.
0:07:13 Al oír eso, Caín huyó y los arcángeles Miguel, Gabriel, Uriel y Rafael
0:07:19 colocaron el cuerpo de Abel sobre una roca donde permaneció muchos años sin corromperse.
0:07:25 Cuando Adán murió, los arcángeles pudieron enterrar a Abel sin inconvenientes.
0:07:31 La dignidad permitió a Caín descansar por un tiempo de sus castigos y construir una ciudad.
0:07:38 Y esa ciudad se llamó Enoch, en honor a un hijo que tuvo con Témez.
0:07:43 Dicen que Caín no cambió siquiera luego de los castigos de Dios.
0:07:47 Quiero decir, todavía ese día la lascivia amasaba riquezas, vivía con lujos.
0:07:54 Dice Graves.
0:07:57 Graves dice que Caín inventó las pesas y las medidas
0:08:04 y que ese invento acabó con la sencillez de la humanidad.
0:08:08 Dice que también Caín fue el primer hombre que rodeó los campos con mojones,
0:08:13 que construyó ciudades amuralladas en las que obligó a establecerse a los uvióres.
0:08:18 Bueno, Graves es un poco tendencioso, tal vez.
0:08:21 El caso es que el espíritu de Abel, aunque enterrado, siguió sin encontrar descanso.
0:08:27 Sus lamentos se oyeron en el cielo y en la tierra durante siglos.
0:08:31 Hasta que Caín, sus esposas y sus hijos estuvieron todos muertos.
0:08:38 Un detalle final.
0:08:40 En el génesis se indica que Caín sintió siglos porque la oblación de Abel, el homenaje de Abel,
0:08:46 había sido preferido al suyo.
0:08:49 Los antiguos comentaristas creían que era necesario encontrar otra explicación,
0:08:55 porque no estaban dispuestos a admitir que Dios podía haber obrado arbitrariamente,
0:09:02 negando al primogénito la preferencia de vida por ley y favoreciendo a un hijo menor.
0:09:08 Saben ustedes que Abel era el menor.
0:09:11 Y así como un caudillo patriarcal podía llegar a favorecer al hijo de sus esposas más bellas.
0:09:18 Por ejemplo, la preferencia de Jacob por Josie, que después de Tero todo era el menor de todos,
0:09:24 de los hijos.
0:09:26 Bueno, los celuditos decían, no puede ser, no puede ser.
0:09:31 Y entonces trataban de explicar la preferencia divina sin conseguirlo nunca.
0:09:41 ¿A quién dedicar estas investigaciones acerca de asuntos relacionados con Adam y Caín?
0:09:52 Bueno, a todos los que suelen hacer consideraciones enriquecedoras acerca de estos asuntos.
0:10:00 También a los que están escuchando, premiando el esfuerzo de nuestros cronistas,
0:10:07 y desde luego a Graves y sus amigos.
0:10:11 Hemos ido a la discoteca a buscar algo que tuviera que ver con estos asuntos.
0:10:19 No sé si hay de Caín y Abel.
0:10:21 Me dijo que no tenía otra cosa que discos de Caín y Abel.
0:10:27 Que el odio entre hermanos era lo único que continuaba vigente en la humanidad.
0:10:35 Eso me dijo no sin alguna sabiduría nuestro amigo el discotecario.
0:10:40 Que además se acordó de una canción española que cantaba Imperio Argentina y que se llamó Aquellos celos.
0:10:47 Entonces yo le pregunté si se trataba de esos celos, de los celos de Caín y de Abel.
0:10:54 O mejor dicho, los celos de Caín que provocaron la muerte de Abel.
0:10:58 Y él me dijo otra vez lo mismo.
0:11:00 Que así como el odio era el mismo, entonces los celos siguen siendo los mismos.
0:11:05 Y que todos somos Caín y todos somos Abel.
0:11:08 Y después me siguen ya.
0:11:09 A partir de ahí empezó a degradar su conversación y a solicitar más vigilantes en la puerta de su casa.
0:11:19 Aquellos celos canta la inolvidable Imperio Argentina.
0:11:30 Y después de ahí empezó a degradar su conversación.
0:11:35 Y después de ahí empezó a degradar su conversación.
0:11:40 Y después de ahí empezó a degradar su conversación.
0:11:55 Porque que pones ese vestido, porque te adornas con esa flor,
0:12:01 con quien soñaba que te arrello, celos del aire celos de to.
0:12:07 Yo estoy celoso, del mundo entero, y en tu hermosura mi maño.
0:12:21 La luz del sol, de la burrara yo, porque se te secara la risa y el calor.
0:12:29 Porque tu cara y ninguna conterrá, y a nadie que activara la plata de tubo.
0:12:36 Yo estoy celoso, porque te quiero, y en tu hermosura mi maño.
0:12:48 La luz del sol, de la burrara yo, porque se te secara la risa y el calor.
0:12:53 Porque tu cara y ninguna conterrá, y a nadie que activara la plata de tubo.
0:12:58 Porque tu cara y ninguna conterrá, y a nadie que activara la plata de tubo.
0:13:09 Una noche sin mirar mi atener,
0:13:14 hoy me dijo que es lo que te pasa,
0:13:19 el cariño no es una cana, no te encierre de por bien pensar.
0:13:26 Ya hay otro hombre, ya no era mío, donde no hay celos, ya no hay amor.
0:13:32 Vamos, rincones, adiós, le vio, que vuelvo a hablar como me habló.
0:13:39 Yo estoy celoso, del mundo entero, y en tu hermosura mi maño.
0:13:53 La luz del sol, de la burrara yo, porque se te secara la risa y el calor.
0:14:08 Yo estoy celoso, porque te quiero, y en tu hermosura mi maño.
0:14:20 Y en tu hermosura mi maño.
0:14:24 En el Imperio de Argentina la venganza será terrible aquellos hilos.
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