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31 de Diciembre de 2015

El juramento entre los antiguos griegos

Transcripción automática

0:00:00 Último, vamos a la venganza, será terrible, estamos en vivo aquí en el auditorio de Radio
0:00:07 del Plata, en el Galponsito, en Gorriti 5963, mañana será el último programa en vivo
0:00:13 de esta temporada 2015, así que los esperamos aquí en la calle Gorriti, entre Arévalo
0:00:19 y Rabiniani a la media noche, como...
0:00:22 Hablaremos esta noche del juramento entre los antiguos griegos, que le atribuían una
0:00:34 fuerza incomparable capaz de obligar tanto a los dioses como a los hombres a llevar a
0:00:41 cabo el cumplimiento de todo lo que prometía.
0:00:45 Como sabemos el juramento estaba compuesto por dos elementos, en primer término la invocación
0:00:53 de la divinidad como garantía de la palabra, y en segundo lugar lo que se llamaba la imprecación,
0:00:59 es decir el consentimiento por parte del que juraba en exponerse a castigos merecidos si
0:01:07 no decía la verdad o si faltaba su promesa.
0:01:11 Hay que decir que en Grecia y particularmente en los mitos los castigos eran terribles.
0:01:19 Por ejemplo, ni en Atenas ni en Esparta se podía desempeñar un empleo o ser soldado
0:01:30 o gozar de los derechos de ciudadanía sin someterse a la formalidad del juramento.
0:01:40 En los asuntos criminales por ejemplo los sospechosos curaban con las manos extendidas
0:01:47 sobre las entrañas de las víctimas y así aseveraban sus afirmaciones.
0:01:54 Por ejemplo, vos liquidabas a uno, se sospechaba que habías liquidado a uno, traías las entrañas
0:02:05 de que habías liquidado y ahí me metías la mano como podías salir y ya no lo sigues.
0:02:12 Cuando la víctima estaba viva se producían algunos problemas porque había que elegir
0:02:21 entre completar las formalidades del juramento de los sospechosos o mantener vivo al agredido.
0:02:30 Te agarraban y te daban la viada.
0:02:34 ¿Qué hacían?
0:02:37 Trataban de salvarte o por el contrario escarbaban, te arrancaban las extrañas para poder proceder
0:02:45 al régimen procesado.
0:02:47 Bueno, no lo sé.
0:02:49 Cuando una tenia en se cumplía 20 años y no pertenecía a la categoría de los esclavos
0:02:56 debía jurar fidelidad al Estado.
0:03:00 El juramento de los ciudadanos de Artenas decía así.
0:03:05 No deshonraré la profesión de las armas y no me ampararé jamás en una fuga vergonzosa.
0:03:13 Combatiré hasta exhalar el último aliento por los intereses del Estado.
0:03:21 Lo haré unido a los demás y si es preciso solo.
0:03:26 Era un juramento bravo y en realidad el vínculo de la teniencia con el Estado o sea la vida
0:03:36 militar obligatoria de la teniencia duraba hasta los 60 años.
0:03:41 Anda llevando.
0:03:44 Entre los juramentos extraños citemos al de Pitágoras que juraba por el número 4 en
0:03:51 el que veía el símbolo de la Divinidad.
0:03:55 Sus discípulos juraban por su maestro.
0:03:59 Sócrates, por ejemplo, juraba por el amor y la amistad.
0:04:03 Parece más un brindis, ¿no?
0:04:07 En los poemas homéricos se inmolaban víctimas y se hacían olivaciones para solemnicar el
0:04:15 juramento.
0:04:16 Mientras el sacerdote hundía el cuchillo en la garganta de las víctimas derramaba vino
0:04:22 en el suelo y decía que vuestra sangre y la sangre de tu raza empapen la tierra si lo
0:04:30 que juráis es falso.
0:04:32 Además, quien infringía el juramento era considerado execrable y condenado a sufrir las venganzas
0:04:41 de Zeus.
0:04:43 Ahí estaban las aguas del río infernal estige o de la laguna infernal estigia, depende del
0:04:53 geógrafo que uno consulte.
0:04:55 Y esas aguas servían a los dioses para pronunciar sus juramentos.
0:05:01 Cuando un dios quería comprometerse, Zeus, que velaba por todo tipo de promesas, enviaba
0:05:09 a Iris, aquella que ilustraba el arco Iris, ¿se acuerdan?
0:05:14 A llenar un jarro con agua del estige.
0:05:20 El oyente culto tendrá una objeción, así es decir.
0:05:27 No se puede llenar nada con agua del estige porque esas aguas tienen la propiedad de romper
0:05:36 cualquier cacharro que se quiera llenar con ella.
0:05:40 Si vos querés llenar una jarra, la jarra se rompe.
0:05:45 Excepto los cascos de los caballos.
0:05:50 Iris iba a buscar agua del estige en cascos de caballo invertidos y esos no se rompían
0:05:58 y eran el único cuenco en el que se podía transportar agua del estige.
0:06:06 Iris volvía entonces a lo limpo y se hacía el juramento.
0:06:13 Sí, después, el dios, el dios que había jurado, ¿no?
0:06:16 Cometía perjurio a... a... a... a...
0:06:19 Le esperaba un castigo terrible.
0:06:21 Permanecía un año entero sin respirar.
0:06:26 Privado de respiración, como era inmortal el dios.
0:06:32 Podía estar sin respirar y no morirse.
0:06:34 Era un joven respirar.
0:06:35 Exactamente.
0:06:37 También durante nueve años quedaba al margen de los dioses no participado de sus consejos
0:06:48 ni de sus festines.
0:06:50 Al décimo año recuperaba sus prerrogativos de Dios.
0:06:54 Así que no era tan sencillo mentir.
0:07:00 Veamos algunos episodios de los mitos que muestran la rigidez de estos curamentos y su castigo.
0:07:09 Nombremos a los pálicos que eran los dioses gemelos de Sicilia, hijos de Zeus y Talía.
0:07:17 Su culto se situaba cerca del Lago de Nastia, un Lago de Porquería que hay.
0:07:23 Se decía que las aves que volaban sobre él morían.
0:07:27 Y que las personas que se acercaban imprudentemente también morían pero los tres días.
0:07:33 Para no andar morían.
0:07:37 Allí los sicilianos formulaban sus juramentos ante los pálicos.
0:07:45 Y escribían lo que juraba ser unas tablistas y la tirabas al Lago.
0:07:51 Si la tablita flotaba el juramento era verdadero.
0:07:55 Si se sumergía había perjurio.
0:07:57 Es decir, ni siquiera tenías que cumplir o no cumplir.
0:08:00 Las tablistas cumplían o incumplían por vos.
0:08:03 Si te hundía la tablita perjuro aunque no hubieras hecho nada.
0:08:08 Y los que juraban en falso quedaban ciegos.
0:08:12 Una porquería.
0:08:15 Hablemos de Acontio, un muchacho de gran belleza que vivía en la isla de Zeus.
0:08:20 Un día, Acontio fue a la fiesta de Delos y vio a una donceza acompañada de una nodriza.
0:08:31 Bueno, que estaba fenómeno.
0:08:34 La muchacha era tan hermosa que Acontio se enamoró de ella inmediatamente.
0:08:39 Se llamaba Sídipe, la muchacha de familia Noble.
0:08:44 Acontio la siguió hasta el templo de Artemis.
0:08:49 Tomó un fruto. Hoy sabemos que era un membrillo, un especie de manzano.
0:08:56 Y con la punta del cuchillo grabó lo siguiente.
0:09:00 Juro por el templo de Artemis que me casaré con Acontio.
0:09:06 Luego lanzó el fruto en dirección a la chica, Sídipe.
0:09:11 La muchacha abarajó el membrillo en el aire, disculpen la expresión.
0:09:17 Y lo leyó en vos alta como se leía antes.
0:09:21 Nadie leía en silencio.
0:09:23 Todos leían, era la forma de leer.
0:09:26 Y entonces dijo, juro por el templo de Artemis que me casaré con Acontio.
0:09:33 Dijo, ¿no?
0:09:35 Y, bueno, sin quererlo había proferido un juramento.
0:09:40 Para peor en el templo de una diosa.
0:09:43 Así que la mina tiró el membrillo, pero chau.
0:09:47 Poco después Acontio volvió a su patria,
0:09:51 donde vivía y quedó ahí consumido de amor por aquella mina.
0:09:56 Él consideraba que era su prometida, pero el papá de Sídipe pensaba casarla con otro.
0:10:02 Y ahí intervinieron los dioses.
0:10:05 Cada vez que se iniciaban las fiestas para casar a Sídipe con algún otro que no fuera Acontio,
0:10:12 la muchacha se enfermaba de un misterioso mal.
0:10:16 Cuando se suspendía el casorio, Sídipe recuperaba la sal.
0:10:22 Bueno, el padre de la muchacha fue consultual oráculo.
0:10:25 Y el oráculo le dijo que estaba atada un juramento.
0:10:29 Bueno, enterado así de la verdad, el padre llamó nomás Acontio
0:10:34 y se resignó a unir a su familia, a una familia que no era noable.
0:10:40 Acontio era un gil.
0:10:43 Pero finalmente se casaron y chau.
0:10:50 Chau qué?
0:10:52 Estoy saludando a una persona que no es.
0:10:54 Ah, señor, manténue con eso.
0:10:56 Otro juramento, el de Filóctetes, que tuvo que ver con la muerte de Heracles.
0:11:01 Recuerde que a Heracles le dieron una camisa envenenada, ¿no?
0:11:06 De Yanira, su mujer, había advertido la sangre de Neso, el Centauro, sobre una camisa.
0:11:12 Sin saber que era mortal, ¿no?
0:11:14 Neso le había dicho que era una camisa mágica para que Heracles no le fuera infiel.
0:11:22 Resultó ser que esta camisa provocaba nardor.
0:11:30 Te hacía de lugar.
0:11:32 Era como si tuvieras enzamas.
0:11:35 Y entonces Heracles ordenó a sus amigos que lo mataran.
0:11:40 Que directamente armaran una pira y lo quemaran vivo.
0:11:44 Y todos se negaron, mis amigos, menos Filóctetes, Filóctetes, que hizo todo el laburo.
0:11:54 Lo prendió fuego y Heracles, como premio, antes de morir, le dio su arco y sus flechas.
0:12:00 Pero le hizo jurar a Filóctetes como único testigo de su muerte
0:12:04 que jamás revelaría a nadie el emplazamiento de la pira.
0:12:09 Pero claro, después todo empezaron a apretarlo a Filóctetes.
0:12:13 Dígale dónde está, a dónde lo enterraste, qué se dio.
0:12:17 Y Filóctetes no dijo nada, se negó a pronunciar palabras,
0:12:21 pero se trasladó al lugar de la pira y golpeó con el pie el suelo con gesto significativo.
0:12:35 Pensó que así eludía el castigo por infringir un juramento.
0:12:41 Sin embargo, al poco tiempo fue castigado con una dolorosa herida en el pie
0:12:47 que despedía unedor insoportable.
0:12:50 La herida, no es que el pie despedía a un gedor insoportable y justo ahí fue herido.
0:12:57 Lo irían ahí, la herida se infectó, etcétera.
0:13:02 Y recuerde, sé que por ese motivo Filóctetes, que quería participar en la expedición a Troya,
0:13:10 no pudo ir con los otros jefes, todo lo abandonaban,
0:13:14 tanto por el dolor que despedía como por los gritos de dolor que profedió.
0:13:21 ¡Ay! Bueno, ese era el dolor.
0:13:25 Finalmente, 10 años más tarde Filóctetes fue curado por haber cuidado de los hijos de Asclepio, nada menos,
0:13:33 que eran médicos de las tropas y medias.
0:13:36 Apolo mismo lo sumió en un sueño profundo,
0:13:40 mientras Macaón cortaba con un cuchillo la carne muerta y lavaba con vino la llave.
0:13:48 Más tarde, con una planta secreta, que el propio Asclepio, Asclepio de Asclepio,
0:13:55 que Asclepio había recibido del Santauro Quirón, la herida sanó.
0:14:00 Y dicen los mitógrafos que se trató del primer ejemplo de una intervención quirúrgica con anestesia.
0:14:07 Estos son los juramentos que tienen.
0:14:13 ¿Cuál es el gusto?
0:14:16 Tienen sus partendebles también los juramentos, ¿no?
0:14:19 No, la partendeble es que todos mienten.
0:14:24 No hay un juramento que se cumpla, no.
0:14:26 Es decir, la historia humana es incumplir los juramentos.
0:14:35 Sabiendo esto, que los juramentos no se cumplen,
0:14:40 la gente, en vez de asumir una actitud tolerante,
0:14:47 y decir, bueno, tratamos de vivir igual, sabiendo que los juramentos no se cumplen,
0:14:54 tratando de establecer unas transacciones,
0:15:00 los vínculos, lo mejor, no tan sacrosanto.
0:15:06 Todo lo que es sagrado es peligrosísimo, especialmente en manos de un imbécil.
0:15:12 O sea, cuando la bandera de un cuadro de fútbol se torna sagrada
0:15:17 y está en manos de un imbécil, alguien muere.
0:15:24 Bien, en vez de hacer lo que acabo de decir,
0:15:28 no muere, sino ponerse tolerante, acompañar a segundo.
0:15:37 No, la gente con los enteros de que nadie cumple los juramentos se pone más exigente.
0:15:44 ¡Ah, claro!
0:15:45 Bueno, seguro que sospecha de todo.
0:15:49 Conocer a alguien, decir, hola, ¿qué tal? Me damos a Alejandro.
0:15:54 Sí, seguro que andás con una y que ese señor...
0:15:58 Pero ¿qué le dijo ese señor?
0:16:00 Está bien, no sé si el saludé.
0:16:02 Sí, pero ya me vas a saludar.
0:16:09 ¿Y es que quizás la propia gravedad...?
0:16:10 Ese es, ¿dónde sacaste eso que tenés en la mano?
0:16:14 ¿Qué tiene la mano?
0:16:15 No importa lo que tenga en la mano.
0:16:17 Cualquier cosa que tuviera es motivo de sospecha.
0:16:21 Bueno, porque se utiliza un juramento, la gravedad del juramento es de carácter grave del juramento.
0:16:26 Si no, no es un juramento.
0:16:27 No, no dice juramento. Sólo vivo en un mundo donde el juramento no se cumple.
0:16:32 Entonces es mi único pecado.
0:16:34 Bien, hemos sido al...
0:16:38 Al discotecario.
0:16:39 Al discotecario.
0:16:40 Y ahí el discotecario me informó que él sí cumplía los juramentos, que es lo que dice todo el mundo.
0:16:45 Y eso le dice que todos dicen que los cumplen, pero nadie lo hace.
0:16:49 Menos yo, dijo él.
0:16:51 Bueno, también lo dice todo el mundo, menos yo.
0:16:54 Eso es lo que le dije yo, etcétera.
0:16:58 Finalmente, me dio una bellísima canción que se llama, precisamente, Telo Furoso.
0:17:05 Bueno, esto va a tinar.
0:17:06 Furoso es una de las más lindas canciones del repertorio español, y la oiremos ahora cantada por Lolita Torres.
0:17:14 ¡Adelante!
0:17:19 ¡Mira que te llevo dentro de mi corazón por la saludcita de la madre mía del ojo rodío!
0:17:34 Mira que pa' mí en el mundo no hay nada más que tú y que me sacáis y digo mentiras se queden sin luz.
0:17:43 Por ti contaría la arena de remal, por ti yo sería capaz de matar, y que ese temiento me castigó.
0:18:00 Eso con las manos sobre el eva que el dios te lo juró yo.
0:18:05 Yo no me di cuenta de que te tenía hasta el mismo día en que te perdí.
0:18:13 Y vi claramente lo que te quería cuando ya no había remedio pa' mí.
0:18:21 Llevame por calle de hielo y a barcura, con meligahuraya hasta pegame.
0:18:30 Ella me lozo un puñadarena, mandaste de pena pero quereme.
0:18:36 ¡Mira que te llevo dentro de mi corazón por la saludcita de la madre mía del ojo rodío!
0:18:44 ¡Mira que pa' mí en el mundo no hay nada más que tú y que me sacáis y digo mentiras se queden sin luz!
0:18:53 Por ti contaría la arena de remal, por ti yo sería capaz de matar, y que ese temiento me castigó.
0:19:09 Eso con las manos sobre el eva que el dios te lo juró yo.
0:19:15 Ya no eres el mismo que yo conocía, el que no veía nada más que por mí,
0:19:23 que ahora más con una distinta cadía, en cambio yo muero de celos por ti.
0:19:31 Claro que la culpa de que esto pasara, no la tuvo nadie, nadie más que yo.
0:19:41 Yo que me reía de que esto acabara, y luego he llorado porque se acabó.
0:19:47 ¡Mira que te llevo dentro de mi corazón por la saludcita de la madre mía del ojo rodío!
0:19:56 ¡Mira que pa' mí en el mundo no hay nada más que tú y que me sacáis y digo mentiras se queden sin luz!
0:20:05 Por ti contaría la arena de remal, por ti yo sería capaz de matar, y que ese temiento me castigó.
0:20:23 Eso con las manos sobre el eva que el dios te lo juró yo.
0:20:35 Era Lolita Torres, en la venganza será terrible, te lo juro yo.

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