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0:00:00 Continuamos en la venganza a Seratarribles desde el Multiteatro de Buenos Aires mañana también estaremos aquí, Corrientes 1283, este programa se hace con público presente y la entrada es libre y gratuita.
0:00:15 Bien, allá por 1793 en Francia, el varón de Badge, que en realidad era una gente monárquico que deseaba provocar la caída de todos los políticos republicanos, de la Francia republicana,
0:00:33 y debo un plan para desacreditar a algunos de ellos, y consiguió a dos tipos bastante pajarones, que eran Francois Chavaud, un monje del que hablamos hace algunos días,
0:00:46 y un amiguete de Francois Chavaud, que era un político bastante destacado, llamado Fabre de Clantí, y los hizo picar en una especie de negociado,
0:00:59 que consistía en comprar acciones de la compañía de Indias, hacerla bajar, mejor dicho, hacer bajar primero las acciones, comprarla después y luego venderla.
0:01:14 Pero el plan del varón de Badge era revelar la maniobra después y desacreditar de este modo a estos dos tipos y a otros que también habían participado, que eran diputados de la Samaritanía.
0:01:28 Y así lo hizo, y surgió efecto, Fabre de Clantí, que había sido sobornado con un montón de guites, a San Suárez Chavaud, también, se vieron acusados de fraude, etcétera,
0:01:43 y entonces, para que se hablara de otras cosas, Fabre de Clantí inventó el calendario revolucionario.
0:01:56 Y ese calendario que hoy produce alguna emoción fervorosa, revolucionaria, en realidad, cuando se conoció, divirtió enormemente, especialmente los enemigos de la República,
0:02:15 y en forma particular a los emigrados, a los nobles que estaban en otros países.
0:02:21 Una noche, un oficial ruso que volvía de París y se dirigía a San Péterburgo fue recibido en el castillo de Jean Bornlust, donde se encontraba el Conde de Provence.
0:02:34 El ruso mostró el calendario, la obra de Fabre de Clantí, y todos los amigos del príncipe se partieron de risa a leer los nombres de los meses,
0:02:45 ni vosotros, ni frumosos, ni pluviosos, ni frumarios, ni mesidores, ni fructidor, ni termidor, todo eso.
0:03:02 El delirio fue cuando le hicieron los nombres que Fabre había elegido para reemplazar, no al nombre de los meses, sino a los santos y a las santas del calendario grego-riano,
0:03:21 enamorado de la naturaleza de Clantí, ni que era poeta, además, si había complacido escribiendo para cada día el nombre de un animal doméstico o de un fruto o de un instrumento de arar,
0:03:33 así a los nombres Jean, Pierre, Paul, Nicolás, Adrián, los reemplazó por el nombre, estaré como el chancho, el burro, la naranja, el tomate.
0:03:47 Hoy que día es, hoy es el día del chancho.
0:03:51 Muy entusiasma, Madame Balbi, que estaba allí, hemos hablado de ella, pero no en este episodio, estaba, como he dicho, en el castillo de Jean Bourlouste,
0:04:06 deseo quedarse con el calendario que había traído el ruso, ahí dice yo me lo quiero quedar, pero el joven ruso se excusó diciendo que debía llevarse a la propia emperatriz catalina.
0:04:18 Entonces Madame Balbi se dirigió al conde de Provenza y le dijo, ¿sabéis lo que me causaría gran placer que el conde estaba como pava el álbum?
0:04:32 Que me copiara el calendario, dice, pero nuestro invitado se va mañana y creo que en una noche tenéis tiempo de darme esa prueba de amor.
0:04:42 Madame Balbi y así el conde se pasó toda la noche copiando, de su propia mano, el calendario republicano.
0:04:55 Ahora, muy bien, además de este calendario, o mejor dicho, este calendario, formaba parte de una campaña que había empezado Fabre contra la religión católica,
0:05:08 que consistía en descristianizarlo todo y reemplazarlo por una especie de culto de la razón.
0:05:18 Consiguieron, por ejemplo, que en otra edad de país fuera desbautizada y llamada oficialmente el Templo de la razón.
0:05:26 E inauguraron este culto y este templo el 20 de brumario, o sea el 10 de noviembre de 1793.
0:05:34 Se había construido dentro de la nave un pequeño templo de arquitectura sencilla y majestuosa, según decía,
0:05:44 en su fachada, en la de El Templito Chiquita, el templete, se leía a la filosofía.
0:05:51 En la entrada para reemplazar a los santos, esos viejos ídolos los llamaban,
0:05:58 se habían dispuesto bustos de Ruso, de Volter, del Betius y otros filósofos.
0:06:03 El altar estaba elevado sobre una montaña que recordaba la de Jerusalén y sobre una roca brillaba la antorcha de la verdad.
0:06:13 Bueno, empezó el bailongo, entró un cortejo a las 10 de la mañana, entre dos hibieras de muchachas vestidas de blanco,
0:06:22 con la cabeza señida por una corona de roble, la diosa razón sonreía a la multitud, una chica.
0:06:31 Y para este papel, Fabre había elegido a una de sus amantes, Malmo Asel Meliar, que era cantante en la operá.
0:06:41 Bueno, era una extraña elección, porque la joven y muy hermosa muchacha se llevaba la vida más excéntrica
0:06:49 y racional que se pudiera imaginar. Compartía su corazón entre varios amantes, etcétera.
0:06:57 Decía, cito a Malmo Asel Meliar, mi sueño ha sido siempre el ser colmada.
0:07:06 ¿Cómo me gusta esa fiesta?
0:07:08 Por aquí, a Malmo Asel.
0:07:10 Su agitada vida estuvo repleta de extrañas aventuras.
0:07:13 Citaré una para dar idea singular que esta chica. Le gustaba pasearse con trajes masculinos.
0:07:21 Un día, vestida siempre en pleno bosque de bulón, vio que un oficial insultaba a una paseante
0:07:29 y la joven, me refiero a Malmo Asel Meliar, que estaba vestida de hombre, enseguida encajó un revencaso al tipo.
0:07:39 El hombre enfurecido reclamó una reparación por las armas y al día siguiente tuvieron un duelo a pistola
0:07:46 y la cantante irió a su adversario y se desabrochó e hizo salir sus desnudos senos
0:07:52 y le dijo al tipo, ver quién os ha derrotado. Soy una mujer.
0:07:57 Muy contento, dijo el tipo.
0:07:59 A vergonzado, sin embargo, el oficial subió a su carroce y se marchó inmediatamente a escondarse por ahí.
0:08:06 Bueno, es esta señorita a la que Fabre había elegido para personificar a la divinidad que la República proponía para Francia.
0:08:16 Y eso se entró en Notre Dame, gravemente sentada sobre un trono que llevaban cuatro hombres disfrazados de druidas.
0:08:26 Disfraz de druidas.
0:08:29 Iba a vestir una túnica blanca, llevaba un gorro frigio y un palo de...
0:08:37 Sí, como el del escudo.
0:08:39 Debanó en la mano.
0:08:41 Palo frigio también.
0:08:43 Cuando llegó al pie de la montaña, aquella montaña, esa roca que simbolizaba la razón, todos los asistentes entonaron el himno a la razón
0:08:56 de que María Genier había escrito la letra sobre una música de Gossec.
0:09:05 Luego el cortejo precedido por unos músicos que se yo, se dirigió a la convención.
0:09:12 Al llegar, Mamacel Meliart, bajo de su trono portátil, se colocó al lado del presidente, el presidente la besó, y todo el mundo volvió a Notre Dame.
0:09:22 La cantante se instaló en el altar para ser adorada por el pueblo.
0:09:28 El culto de la razón empezó de manera extraña.
0:09:33 En la nave, los devotos se inclinaban entre Mamacel Meliart gritando viva la libertad, viva la patria.
0:09:40 Pero en los rincones oscuros se desarrollaban escenas menos edificantes.
0:09:45 Si habían escondido la fachada de los confesionarios, se escondían a curtir en los confesionarios.
0:09:58 Esto lo dice Sebastián Marcille, que se le autoró un libro divertido, que llama París bajo la revolución.
0:10:07 Y de ahí, del interior de las pequeñas capillas de madera, partían unas risas agudas.
0:10:14 Y muchos espiaban lo que allí pasaba, etcétera, etcétera.
0:10:18 Y ríase de las tentaciones de San Antonio.
0:10:21 Durante los días siguientes, la misma operación se repitió en toda la iglesia de París.
0:10:26 En San Eftáquio, el culto dio lugar a escenas de orgía directamente.
0:10:33 Se habían preparado en la nave unas mesas repletas de botellas, achichones, botifarras blancas y pate.
0:10:39 Sobre los saltares, diciendo Marcille, se hacían sacrificios tanto a la augula como a la lujuria.
0:10:47 En el coro se habían instalado un decorado campestre con rocas y árboles.
0:10:54 Bandas de muchachas corrían sin vergüenza, tras los hombres, se hacían hacer cosquillas impúdicas.
0:11:02 Me está gustando.
0:11:04 La revolución tiene su...
0:11:05 Y lo hacían, dice aquí Marcille, de manera francamente patriótica.
0:11:12 La nueva religión creada por Fabre de Glantine,
0:11:16 de generó muy pronto en una vacanal interminable.
0:11:22 Como de la iglesia.
0:11:23 Todas las aprendices de actriz querían representar el papel de la razón.
0:11:27 Y el monje Chambo...
0:11:33 Chambo, ¿es?
0:11:34 Chambo, sí.
0:11:35 Chambo, sí.
0:11:36 Fanzo a Chambo.
0:11:37 Y su amigo de Glantine les tomaban exámenes a las actrices para ver si estaban capacitadas para representar el papel.
0:11:49 Y buscaban las características de la razón en lugares muy raros.
0:11:56 Finalmente la divinidad encontró su personificación en impuras cortesanas.
0:12:02 Reynó en los tabernáculos, rodeada de artilleros, que servían de sumos aserdotes.
0:12:11 Tuvo cortejos de vacantes que sigan por las calles con un paso inseguro, probablemente por el vino.
0:12:17 La carroza llena de músicos ciegos.
0:12:21 En otras carrozas había hércules de opereta con armaduras de cartón.
0:12:28 Y, parece, se convirtió en la ciudad de las mascaradas.
0:12:33 Pero terminó enseguida.
0:12:34 ¿Quién la terminó?
0:12:36 El hombre de las mandíbulas rotas.
0:12:40 Si me dieron jones pier.
0:12:42 Se cansó de las bobas, las reemplazó por otras.
0:12:46 Y estableció la religión, o esculto, del ser supremo.
0:12:54 Y además ordenó el arresto de todos los protegidos del varón de Watt, Robespier,
0:13:00 considerados como agentes del extranjero.
0:13:03 Así que todo lo que había hecho Fable de Glantine, que era un protegido del varón de Watt,
0:13:09 que había hecho el curro este de la compañía de India,
0:13:13 todo lo que había hecho para que la gente se olvidara de eso,
0:13:15 a saber la religión de la razón, etcétera, se vino abajo porque se pasaron...
0:13:23 Yo castigaste un polio sin revenga, le ditaron el pier cuando...
0:13:26 La razón castigaste un polio sin revenga.
0:13:28 Bueno, eso es lo que tengo que contarle acerca de todo esto.
0:13:36 Tanto ya vol como de Glantine, como ese mismo día de Antón,
0:13:41 contados fueron ejecutados en abril de 1594, el mismo día.
0:13:47 Creo que el 6 de abril, un día de eso.
0:13:49 Después no seguirían el desnice de los Robespier y Seyuz y todos los amigos también.
0:13:54 Sí, sí, más tarde o temprano les tocó a todo.
0:13:58 Pero aquel día de abril, creo que 6 o 5, hubo gran mortandad en la que hoy es una pacífica la de la conco.
0:14:12 Estaba pensando, Alejandro, que está muy bien, que vaya nombrado a nuestro abogado, Maxi Millén, Robespier,
0:14:17 que alguna vez, además había tenido que hacer discurso de homenaje a su magistral
0:14:20 cuando llegaron a Raza, la pequeña ciudad, sin saber en qué se compartiría el mismo
0:14:24 y la suerte que correría el ciudadano Capeto.
0:14:27 Pero estaba pensando también que en el Fondo de Glantine,
0:14:30 con esta idea de distraer a la gente por el curro que se había mandado,
0:14:34 en realidad fue un poco más allá.
0:14:36 Fíjese, cuando nos piensen entre veces, no barco que pensaría en algo de comer,
0:14:39 pero entre veces digo, porque si uno se llama Brumario, no bien, pues pongamos por caso,
0:14:44 bueno, uno espira que es a Brumas, si uno se llama Termillor, tiene que hacer calor, sí o sí.
0:14:49 Y ahora qué pasa con todos los hemisferios?
0:14:51 Porque a mí me indica, cuando dicen Abril, es el mes más fuerte.
0:14:55 ¿Y qué Abril? Es octubre, loco, ¿qué te pasa? Por ejemplo, ¿no?
0:14:57 Mira, creasamente francés.
0:15:02 Sí, ya lo te lo diste.
0:15:04 Colocaba el universo en la sempracia.
0:15:07 Que es la idea que tiene los europeos en general y así les va.
0:15:11 Pero después también pensaba que esta historia del sector tema.
0:15:14 Le va muy bien.
0:15:15 Le va muy bien.
0:15:16 Debe cuatro siglos de estado de bienestar y de poder coger.
0:15:20 Esta cuestión del secretismo a veces nos atrabiesa.
0:15:24 Por ejemplo, recordar en el estambul, ese templo brilloso que hay ahí,
0:15:28 es Santa Sofia, y otra cosa es Santa Sofia, sino el culto de la razón,
0:15:31 disfrazado de...
0:15:33 disfrazado de catolicismo, que es una razón tan...
0:15:36 Y estaba pensando en la chica, esta, Mademoiselle Melea,
0:15:40 que por supuesto tendría a los costumbres que tienen toda muchacha de su profesión.
0:15:44 Y por qué no dedicarse en este segmento también a Goya,
0:15:47 que nos contó que el sueño de la razón de un generamontro,
0:15:49 como los tipos que le derrotaban alrededor.
0:15:51 Lo único que me crea un poco de confusión a Alejandro,
0:15:54 es qué pasaría así en los momentos en que no se fornicaba,
0:15:58 en los convencionarios con los nuevos sacerdotes.
0:16:01 Porque saltarse del ejercicio, el culto de la razón,
0:16:05 es realmente difícil pensar que el diálogo tiene otra consecuencia,
0:16:09 que no sea la de la duda.
0:16:11 Entonces imagínense usted de una especie de sacerdote razonable,
0:16:14 ahí recibiendo un tipo que le contase...
0:16:17 No estoy seguro que la tierra sea redonda,
0:16:19 ¿qué le puede decir un cura a un hombre como ese?
0:16:21 ¡Mira! Me da pena.
0:16:23 Sí, que yo piense esto. No, me da pena confesarlo.
0:16:25 Y me da pena confesarlo.
0:16:28 Es el tango que en la interpretación de nuestro guitarrista oficial,
0:16:32 el señor Franco Domingues, hemos de oír a continuación.
0:16:35 ¡A verá!
0:18:46 ¡Pues voy!
0:18:48 Era Juanjo Domínguez en la venganza.
0:18:50 Será terrible.
0:18:52 Me da pena confesarlo.
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