Transcripción automática
0:00:00 ¿Qué les parece, Jules?
0:00:07 Sí, hablamos tal como habíamos prometido, del primer amor de Nicolás II, que fue el
0:00:13 último sar de Rusia.
0:00:15 Vamos a ubicarnos entonces en Rusia, allá por 1890, es decir, el tiempo sea bastante
0:00:19 cercano al nuestro.
0:00:22 El sar, en aquel entonces, era Alejandro III.
0:00:25 Y el hijo de este sar y príncipe heredero era este Nicolás II.
0:00:30 En 1890 tenía 22 años.
0:00:33 Las crónicas no hablan muy bien de este muchacho.
0:00:37 Dicen que era superficial y disperso, que aspiraba a no hacer nada, a no juzgar nada
0:00:44 y a pensar lo menos posible.
0:00:46 Bueno, una aspiración que muchos compartimos.
0:00:49 Tenía un carácter tan poco definido que por momento sus interlocutores tenían la
0:00:54 impresión de que no existía.
0:00:58 Creían que era un amable fantasma.
0:01:01 Hasta físicamente parece que era un muchacho descolorido.
0:01:04 ¿No has acordado a cierto público?
0:01:08 Qué malo que es usted.
0:01:10 Las malas lenguas aseguraban que el aporte de sangre danesa por parte de su madre, era
0:01:16 madre de él, no era suya, suya.
0:01:18 Había destruido en su persona las virtudes atléticas de Pedro el Grande.
0:01:22 Ahora bien, Alejandro III, el papá, exigía que sus hijos se mantuvieran apartados de
0:01:27 las tentaciones del sexo.
0:01:30 Y a Nicolás no le costaba mucho de ser a su papá porque no tenía una libido formidable.
0:01:37 Si cortejaba una dama, era más bien por diversión, de salón, por deseo de llegar a algún
0:01:43 encuentro amoroso.
0:01:44 De todos modos, empujado por algunos amigos, casi leo mal, tuvo algunas sandanzas galantes,
0:01:53 en una oportunidad se acercó a la señorita Labunski, que era una cantante de opereta.
0:01:59 Pero muy pronto, por orden del Zar, su papá, el prefecto de policía de San Péterburgo
0:02:05 interrumpió esa relación y la señorita Labunski fue obligada a abandonar el país.
0:02:11 Es muy feo tener una novia y que de golpe el prefecto de policía por orden de tu padre
0:02:18 lo obliga a abandonar el país.
0:02:21 Un poco más tarde, el Zarjevic, el hijo del Zar, conoció a una bailarina de origen polaco
0:02:26 llamada Matilde Cessinka y se enamoró.
0:02:31 Matilde pertenecía a la escuela imperial de danza.
0:02:37 Nicolás la vio por primera vez durante un ensayo, incluso su papá presente, y también
0:02:43 la mamá, la Zadina.
0:02:45 Después del ensayo, todo el grupo se reunió a cenar.
0:02:49 El Zar presidió el encuentro y Nicolás, el príncipe, se ubicó junto a la bailarina.
0:02:54 Dice la crónica, el Sarebic y Matilde confirmaron la inminencia del amor con roses secretos
0:03:03 bajo la mesa.
0:03:05 ¿Cómo me gustan los roses secretos bajo la mesa?
0:03:10 Pero bien, aunque no podían hacer nada más que eso, imagínese, estaban todos ahí presentes,
0:03:15 se despidieron con la certeza de qué algo entre ellos sucedería.
0:03:20 Algunos días más tarde, Nicolás se la encontró en un campamento militar, que no es un lugar
0:03:26 muy lindo para dar con una bailarina polaca.
0:03:30 Estaban de maniobras, Nicolás, que lo mandaban con el ejército.
0:03:34 ¿A dónde la bailarina?
0:03:35 Porque se entrenara.
0:03:36 La bailanera también, pero las maniobras de la bailarina consistían en entretener a
0:03:40 los soldados porque había en el campamento un pequeño teatro.
0:03:44 Bueno, entonces Nicolás se acercó a Matilde, pretendió conversarlas sin que los vieran,
0:03:51 pero no pudieron conversar.
0:03:54 Poco después, el papá Alejandro III lo mandó a Nicolás a un viaje diplomático, pero era
0:04:01 para alejarlo de esta chica Matilde Sechenka.
0:04:05 Muy bien, viaje, y lo mandó a Oriente, me se anda a Oriente.
0:04:12 El caso muy a Oriente, lo mandó al Japón.
0:04:16 Y allí la pasó muy mal, el Sarebich, porque estando en Japón, en la ciudad de Oto, parece
0:04:26 que salían de una recepción en casa del gobernador y iban a seguir viaje a Kyoto.
0:04:32 Y un hombre se abrió paso entre el cortejo y le encajó a Nicolás un sablazo en el Valero.
0:04:39 Bueno, Nicolás sobrevivió, pero conservó para siempre una cicatriz en el mate y un
0:04:48 dolor muy fuerte de cabeza, le dolió la cabeza siempre.
0:04:53 Y el atacante se llamaba Suda Sanzo y era un samurái, y no sé lo que le hicieron,
0:05:00 la verdad es que no lo sé.
0:05:02 Por aquel atentado naturalmente Nicolás volvió a Moscú, a Sampa Terfurgo que era donde estaban,
0:05:08 y ni bien llegó, tuvo que volverse hacia Oriente porque lo reclamaban desde Vladivostok, allá
0:05:14 donde Judas perdió el poncho, para honrar con su presencia unos trabajos en el ferrocarril
0:05:20 trans-Iberiano.
0:05:22 Luego volvió y ahí sí, rápidamente se fue encontrar con Matilde.
0:05:26 La fue a buscar al teatro, y se veía al teatro.
0:05:28 Pero miró sin presentarse, fue ahí en las últimas filas, si suelotario y miró o miró,
0:05:36 bueno y se volvió, volvió a la casa.
0:05:39 Más tarde, entonces sí, fue a la casa de Matilde, golpeó la puerta y se hizo anunciar
0:05:46 como un tal Volkov.
0:05:48 Matilde salió al encuentro de su géspecto y quedó estupefacto al ver en la salita al
0:05:55 heredero del imperio.
0:05:56 Parece que se besaron y se amaron, que es lo que estamos esperando, casi desde que comenzó
0:06:02 el programa.
0:06:04 Bueno, muy bien, empezó a visitarla todos los días, Nicolás.
0:06:10 Pero para ir hasta la casa de Matilde se disfrazaba y le decía alzar al viejo que tenía que ir
0:06:17 a lugares cuáles que era los que nunca existía.
0:06:19 Voy a inaugurar y no sé qué, voy a ayudar en no sé cuántos.
0:06:26 Mentira, si iba a la casa de Matilde ahí le quedé.
0:06:30 Entonces escapaba a la noche del palacio con la complicidad de otros jóvenes nobles.
0:06:36 Y en una de esas noches, el prefecto de policía que aquí entre nosotros era un alcahuete terrible,
0:06:42 fue a la casa de Matilde por orden del SAR para identificar a los presentes, porque el
0:06:46 SAR parece que se levantó en Calzansillo para ir al baño y se le ocurrió abrir la
0:06:50 puerta de la habitación de Nicolás y no estaba.
0:06:53 Dijo, este se le iba a ver a la casa de Matilde.
0:06:55 Prum prum llama por teléfono o pega los gritos que sea al prefecto de policía y dice,
0:07:00 ¡eh, le grita!
0:07:02 Allá en elén la casa de Matilde.
0:07:08 Y ahí cayó la canaveri a la casa de esta chica.
0:07:12 Reconocer al SAR no fue muy difícil, no solo porque no llevaba disfraz, sino porque estaba
0:07:17 desnudo y borracho de champagne.
0:07:20 Y llegó entonces una orden de Alejandro III para terminar con aquella relación.
0:07:24 El Zarevich quería casarse con Matilde, pero no, el SAR de Rusia no aceptó.
0:07:33 Y le buscó una esposa.
0:07:37 Se llamaba Álex, era hija de Luis de Gese y este rey Luis IV, ¿no?
0:07:47 Se había casado con una hija de la reina Victoria de Inglaterra.
0:07:51 Y esta chica entonces era sobrina, nieta de Victoria, de la reina Victoria.
0:07:59 Y estaba viviendo allí.
0:08:02 Bueno, esa mená Álex se casó con el Zarevich Nicolás.
0:08:07 Y desde luego tuvo que romper con la bailarina Matilde y lo hizo sin chistar.
0:08:13 No sé para qué va a chistar cuando rompe.
0:08:15 Dice la crónica que Matilde recibió un comunicado oficial que daba cuenta del fin
0:08:20 de sus armorillos.
0:08:22 Y es extraordinario, ¿no?
0:08:23 A mí nunca me mandaron un comunicado oficial.
0:08:26 Me largaron sin más trámite.
0:08:28 Pero imagínate que era un mandrete que se lo presidencia de la nación.
0:08:33 Informo que su romance con la de enfrente se terminó.
0:08:38 Firmado el SAR de Rusia.
0:08:39 Bueno, el caso es que cuando Nicolás llegó a estar, que siempre es porque se muere el
0:08:50 SAR anterior.
0:08:51 No es por asar que sigas.
0:08:53 No se olvidó de Matilde.
0:08:56 Y la nombró primera bailarina del Teatro Imperial de San Peterborough.
0:08:59 Ya estaba grande, igual.
0:09:06 1902, Matilde se casó.
0:09:09 Se casó con el duque André Vladimirovich, que era primo de Nicolás, y recibió el título
0:09:15 de princesa Romanowski Krasenska.
0:09:18 Así que imagínase, tan mal no le fue a la Matilde.
0:09:23 Ahora bien, aquel comunicado oficial donde le notificaba a la bailarina y a Nicolás que
0:09:29 aquel amorió era terminado.
0:09:31 Bueno, destruyó un amor.
0:09:35 Pero esta chica, a Matilde, le salvó la vida.
0:09:39 Le salvó la vida porque, como ya sabemos, Álex de Gese, la que fue la mujer de Nicolás
0:09:45 II, fue fusilada junto con toda la familia imperial en aquella madrugada el 17 de julio
0:09:51 de 1918.
0:09:54 Así que se salvó Matilde.
0:09:56 Un último detalle.
0:09:57 Matilde pudo huir de la revolución y se refugió en París.
0:10:01 Y allí vivió 100 años.
0:10:04 No 100 años en París.
0:10:05 Vivió hasta sus 100 años.
0:10:07 Murió en París recién en 1971.
0:10:12 También en 1971 dice aquel cronista, es como si todos hubiéramos esperado que se muriera
0:10:19 de una vez.
0:10:20 Imagino a todos los parincheles.
0:10:21 No se muere más.
0:10:24 Bueno, aquí podemos dedicar esta historia triste si se quiere, porque es una historia
0:10:29 de amores interrumpido por un perfecto de policía.
0:10:33 Eso es lo peor.
0:10:36 Si se le vayan a todas las damas presentes que hayan sido abandonadas por el Sar de
0:10:42 Rusia, levanten la mano aquellas que se hallen en ese caso.
0:10:47 Aquí hay una dama que ha sido abandonada por el Sar de Rusia con toda injusticia, según
0:10:52 veo.
0:10:53 Bueno, esta historia también deja una enseñanza, aunque yo no sabría decir cuál.
0:11:02 Lo voy a hacer, por ejemplo, cuando seas Zarevich y te enamoras de una bailarina, trata
0:11:07 de mantenerte lejos del perfecto de policía.
0:11:11 El amor y el comisario de policía deben permanecer como entidades separadas.
0:11:15 Y el amor es mucho más frágil que un perfecto de policía.
0:11:20 Entonces, cuando chocan, el que se rompe es el amor.
0:11:29 El discotecario inmediatamente me dijo que él andaba con la hermana de un vigilante.
0:11:37 No me sorprende viniendo de parte de él.
0:11:40 Y que el vigilante, un día lo quería meter preso, era una historia muy aburrida, pero
0:11:46 que a él le parecía mucho mejor que la historia de Zarevich y Nicolás.
0:11:50 El vigilante no aprueba ese amor.
0:11:51 Los vigilantes no aprueban ningún amor realmente.
0:11:55 Ellos son personas oscas.
0:11:56 Los coletiveros tampoco se enamoran.
0:11:59 Yo estoy escribiendo una novela que se llama Los Coletiveros No Se Enamoran.
0:12:03 Que está basada en la siguiente conjetura.
0:12:07 Hay un cartel tremendo, uno de los peores carteles que yo he visto en público que dice
0:12:15 está prohibido conversar con el conductor.
0:12:19 Yo me imagino la vida de estos conductores de ómnibus.
0:12:24 Hay una de todas las conversaciones.
0:12:26 Llegan a casa y las mujeres y los hijos permanecen en silencio tomando su sopa y murmurando
0:12:35 entre ellos pero sin darle conversación al...
0:12:38 Esto en el supuesto caso de que el tipo tuviera familia porque cuesta imaginar como un coletivero.
0:12:44 Pudo entablar alguna tipo de...
0:12:46 Una conversación que lleve después a una amoria, una familia.
0:12:49 Salvo que se entienda por gestos.
0:12:53 Se duciera una mujer por gestos.
0:12:56 Puede ser que sea difícil pero al menos es rápido.
0:13:01 Bueno, la vida del coletivero es muy oscura y la vida del vigilante también.
0:13:06 Especialmente el vigilante que dirige el tránsito.
0:13:10 Sí, que hay poco.
0:13:12 Hay que dar pocos antes.
0:13:14 No había semáforos, sino vigilantes.
0:13:17 El bicho ganasto metido en una garita.
0:13:21 Entonces yo sí, se ponía...
0:13:22 Y va para el otro lado una cosa horrible.
0:13:25 No es que se ponía amarillo al vigilante, no muy verde.
0:13:30 Con gestos detenía a los que venían en un sentido y habilitaba a los que venían en otro.
0:13:35 Y bueno, o sea que calcúre todos los vigilantes que abrían.
0:13:40 Tantos como semáforos ahí ahora.
0:13:44 Entonces por eso algunos dicen que antes había más seguridad.
0:13:48 No es verdad.
0:13:49 Había más vigilantes porque no había semáforos sino vigilantes.
0:13:53 Ahora ustedes lo afanan, ¿qué va a llamar al semáforo?
0:13:57 No, no suele contestar.
0:13:58 No suele contestar.
0:14:00 Bueno, y sin embargo el vigilante cumplía la función del semáforo.
0:14:04 Incluso ponían vigilantes que titilaban.
0:14:08 O sea permanecían parados en el medio de la calle sin habilitar ni frenar a nadie.
0:14:13 La melodía de corte de luz y todo.
0:14:15 Los días de corte de luz y el vigilante se quedaba quieto.
0:14:17 Era curioso el tránsito en la ciudad de Buenos Aires.
0:14:20 Bueno, dedicamos entonces esta canción que no sabemos cuál es, pero yo creo que es
0:14:25 vieja amiga dedicada a Matilde, la que fue primero novia, alzar, después esposa postergada.
0:14:35 Y finalmente amiga beneficiada con un título y residente en París durante muchísimos años.
0:14:42 Vieja amiga va a cantar Don Hugo del Carriel.
0:15:13 Al besar notarme abejentado pensarás que vengo a verte porque estoy desesperado.
0:15:20 No, ya los años me enseñaron a templar mi corazón.
0:15:30 No he venido a suplicarte ni un poquito de cariño.
0:15:46 Tenía que explicar tu silencio, tus mentiras o tu olvido.
0:15:53 No es posible vieja amiga, no es terazidad acercar.
0:16:01 Tú solo vine para verte o para verte nada más.
0:16:09 Ya poco falta para irme con mi cruz a otro ringo.
0:16:23 Sé que al dejarme voy a hundirme en la desesperación.
0:16:32 Será la emoción de mi partida que quisiera darte un beso antes de que en el mi vida.
0:16:40 Sé que tus lágrimas me invitan a besarte y a llorar.
0:16:50 No he venido a suplicarte ni un poquito de cariño.
0:17:06 Tenía que explicar tu silencio, tus mentiras o tu olvido.
0:17:12 No es posible vieja amiga, no es terazidad acercar.
0:17:21 Yo me voy a quitar dejo toda mi felicidad.
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