El sati, costumbre india

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0:00:00 Señor, se hablaremos hoy del sati, que es una extraña costumbre de la India.
0:00:07 Se trata nada menos que del sacrificio que hacía una mujer al morir su marido.
0:00:16 Cuando moría el marido en algunas castas o en todas, la mujer... no, en algunas castas superiores.
0:00:22 La mujer se tiraba la pirafun heraria del marido y se prendía fuego.
0:00:30 No sobrevivía al marido.
0:00:33 Lo hacía con la esperanza de conseguir la gloria póstuma.
0:00:40 E incluso merecer un monumento, porque se acostumbraba a hacer una pequeña construcción recordatoria
0:00:48 de las viudas que se arrojaban la pirafun heraria del fin.
0:00:53 Las viudas pobres que no aceptaban someterse al sati, así se llamaba el episodio.
0:01:01 Tirarse una a la pirafun heraria.
0:01:05 Digo, las viudas pobres que no se sometían a esta costumbre no podían volver a casarse.
0:01:12 Y las que se sometían, pienso, tampoco.
0:01:17 Y hoy, incluso la dificultad era más grande en este caso.
0:01:24 Las viudas de la India en realidad ahora que estamos solos llevaban un triste destino.
0:01:31 Incluso si se juntaban con otro tipo, caían en el desprecio público
0:01:37 y perdían la validez de todas las promesas que la religión reservaba para el mundo futuro.
0:01:43 Se juntaban con un tipo ese momento, que hay un sacerote.
0:01:47 Araca, que todo lo que te prometimos para el mundo futuro, queda anulado porque te juntaste con este tipo.
0:01:56 Conte que no me estoy burlando de la religión católica.
0:01:59 No, no, estamos hablando de India.
0:02:02 Lo aconsejable para una viuda en la India era que se retirara a una vida austera
0:02:12 en la que debía alimentarse de vegetales y no volver a pronunciar jamás un nombre de varón.
0:02:21 No podía volver a pronunciar un nombre de varón.
0:02:24 En todo caso decía el que te dije.
0:02:27 Ni por casualidad.
0:02:32 Pero la abnegación de las mujeres en general era notable en aquella sociedad.
0:02:41 Una abnegación hacia el hombre.
0:02:44 El padre estaba obligado a casar a sus hijas sin esperar la anubilidad.
0:02:50 Te casaban a los ocho años tranquilamente.
0:02:52 Las leyes de Manu, ya citadas aquí muchas veces, enumeraban toda una serie de matrimonios posibles.
0:02:58 Desde el más augusto, aquel celebrado ante Brahamana, que era la casta superior,
0:03:03 hasta el más humilde, que no era precisamente el celebrado entre dos miembros de la casta inferior,
0:03:11 sino el matrimonio por amor.
0:03:14 Ese era el matrimonio más humilde.
0:03:16 El que no estaba concertado ni arreglado ni respondía a ningún tipo de conveniencia, sino solamente al amor.
0:03:24 Y ese era el ínfimo matrimonio posible.
0:03:30 Aquellas leyes declaraban también que la mujer estaba sometida a todos los instintos de la naturaleza
0:03:39 y que además carecía de las fuerzas para vencerlo.
0:03:43 No es que lo decían aquellas leyes.
0:03:45 Supongo yo que los textos, de aquella leía comentarios que definían a la mujer de este modo,
0:03:51 está a merced de los instintos.
0:03:55 Las mujeres eran entonces un ser instituido por los dioses como símbolo de la debilidad
0:04:04 por lo que se adoptaban medidas de precaución y represalias.
0:04:08 Si usted cree que la mujer fue un ser instintivo, que no puede vencer ninguna de las tentaciones
0:04:14 y que es débil y que cae a cada momento, pues, que hay que tener cuidado.
0:04:20 Y en esta legislación de Manu, la culpable de adulterio moría devorada por perros.
0:04:29 ¡Qué horrible!
0:04:31 Pero fíjese, el cómplice, que naturalmente era un hombre, ¿no?
0:04:36 Y si el cómplice de un adulterio era colocado en una cama de hierro al rojo vivo,
0:04:41 yo prefiero que me coma un perro.
0:04:44 Quizás se lo comían después, ya cocinado.
0:04:53 ¡Qué espanto!
0:04:55 Las muchachas no podían recibir ninguna educación.
0:05:00 Dependían siempre de alguien y debían mostrarse en eterna pasividad.
0:05:06 Así que todo el mundo las mandaba, las corregía, tenían que hacer todo lo que les decía.
0:05:12 Lo único que ellas pedían era no ser golpeadas muy fuertes,
0:05:17 o que al menos les pegaran en las partes más redondas.
0:05:22 Las mujeres del brahamam debían ser, tal como prescribían las leyes de Manu,
0:05:29 decían, han de tener por ley las mujeres del brahamam han de tener el cuerpo bien proporcionado,
0:05:37 han de pisar y de andar como un cisne.
0:05:40 No sé cómo andan los cines, andan más bien como patos.
0:05:43 ¡Mira la pantamedia!
0:05:45 ¡Mira de acá!
0:05:48 ¡Mas viendo cotes para un lado de para!
0:05:50 El cines es elegante cuando nada, pero cuando caminas,
0:05:53 me quedan patas cortas,
0:05:55 ¡emitiadoras!
0:05:56 Acá conozco algunas que andan así,
0:05:59 son las que cumplen las leyes de Manu.
0:06:02 Bueno, el gusto,
0:06:05 ¿qué tal?
0:06:06 Tío, hola.
0:06:07 se debe alzar con amplitud y decoro.
0:06:10 ¿Cómo alzar?
0:06:11 Si se cae.
0:06:15 No, debe elegirse.
0:06:19 Los brazos bien contornados,
0:06:22 ¿qué quiere decir bien contornados?
0:06:24 Son brazos nítidos.
0:06:26 Que se vea donde empiece el reto.
0:06:28 Se vea donde empiece el reto, porque lo peor es tener un brazo nebuloso.
0:06:31 Bueno, va a haber donde termine un brazo.
0:06:33 ¿Cómo que tiene una cosa?
0:06:35 No de babosa, ¿entiendes?
0:06:37 Caseosa.
0:06:38 Bien, los brazhamanes,
0:06:40 antes de morir, sugerían a sus esposas
0:06:43 una abnegación absoluta, que llegaba a tal punto,
0:06:47 que no podían sobrevivirlo.
0:06:50 Desde los mitos, los brazhamanes decían
0:06:53 que aquellas mujeres que se sacrificaban
0:06:56 igualaban a la esposa de Vashista,
0:06:59 la divinidad de las puertas.
0:07:01 Golpea que te van a abrir.
0:07:03 Tan sacrificio las harían merecedoras
0:07:06 de habitar en el cielo
0:07:08 durante algo así como 35 millones de años.
0:07:11 No es la perpetuidad, pero casi.
0:07:15 Todo, 35 millones de años, en compañía de su marido,
0:07:19 aun cuando éste fuera realmente un degenerado.
0:07:22 Ay, qué fecha.
0:07:24 Y ya, a aguantar 10 años, un tipo, es una tarea ciclopia.
0:07:27 Imaginate aguantarlo 35 millones de años.
0:07:30 El tipo se levanta todo el día, dice lo mismo.
0:07:33 ¡Haceme de comer!
0:07:35 Cuenta el mismo chiste, 35 millones de años.
0:07:37 35 millones de años, alcanza el control remoto.
0:07:41 También el 35 millones es un número.
0:07:44 Ya en día hablaremos de ese número
0:07:46 y de los calpas y todo eso.
0:07:49 Por ejemplo, creen los hindúes que
0:07:51 el 35 millones es el número de poros
0:07:54 que hay en el cuerpo humano.
0:07:56 Se ve que los cuentan.
0:07:58 No me dais un tiempo con el hígito.
0:08:00 Sí, suba menos que sea querido.
0:08:02 Como has tenido permiso, es gracias.
0:08:06 Bueno, este asunto del satin
0:08:09 se practicó en todo el indostán de modo regular
0:08:12 hasta el año 1824.
0:08:14 Se creía que las esposas hindúes
0:08:16 se arrojaban voluntariamente a las llamas.
0:08:18 Pero en verdad, no estaba a su alcance evitarlo.
0:08:24 La costumbre, el honor y el miedo
0:08:27 lo convertían en un deber.
0:08:29 Si alguna intentaba sustraerse a su muerte,
0:08:32 los propios padres la obligaban a morir
0:08:35 a fin de conservar la dignidad de la familia.
0:08:40 Y si no querían, le metían un brevaje embriagador
0:08:45 denominado Han,
0:08:48 que se hacía a base de lino
0:08:51 y que disipaba todo temor
0:08:55 con sus propiedades narcóticas
0:08:57 y ya la mina y se tiraba.
0:08:59 El reglán importaba nada, se tiraba ahí a la fogata.
0:09:02 En 1710, cuando murió el Príncipe de Manabar
0:09:06 con más de 80 años,
0:09:08 sus 47 mujeres se tiraron a la bugera.
0:09:12 Lo hicieron adornadas con joyas,
0:09:16 coronas de flores,
0:09:18 vieron varias vueltas alrededor de la pira
0:09:20 antes de tirarse naturalmente.
0:09:22 Y la principal de ellas llevaba la espada del difunto
0:09:26 y dirigió unas palabras al heredero,
0:09:28 que estaba lo más piola,
0:09:30 y antes de arrojarse al fuego, invocó a los dioses y dijo,
0:09:33 nada, me puedes retener en este mundo,
0:09:36 solo me queda seguirte
0:09:39 y se mandó.
0:09:41 Y después la siguieron a...
0:09:43 Mira, qué poco perenina que era.
0:09:46 ¿Y qué decir crioso, no?
0:09:48 Bueno, después cuando todos los cuerpos se consumieron,
0:09:52 pasó un rato largo, imagínense en 47 las mujeres,
0:09:55 los asistentes tomaron algunas cenizas
0:09:58 que servían como talismán
0:10:00 y después eligió así un templo.
0:10:03 A lo largo de todos los ríos de la India,
0:10:06 hay cientos de templos dedicados a las viudas sacrificadas por siglos,
0:10:10 y los ingleses asistieron durante mucho tiempo impasibles
0:10:15 y hasta de modo oficial a estos suicidios.
0:10:18 Los funcionarios de la corona
0:10:20 explicaban su actitud
0:10:23 por el compromiso contraído de no intervenir
0:10:26 en los ritos religiosos de los pueblos tomados.
0:10:29 Quizá por no volarse de los ritos religiosos.
0:10:35 Después se prohibió el Santi
0:10:44 que hoy en día es un recuerdo desde luego, ¿no?
0:10:50 En los mitos griegos ya hay algunos casos de mujeres
0:10:53 que se arrojaban voluntariamente,
0:10:55 pero a la pira del marido, ¿no?
0:10:58 Como decisión extrema en estado de desesperación
0:11:02 y no por costumbre.
0:11:07 Pensé...
0:11:08 Hay una ninfa que pudo ayudar a París,
0:11:12 en la guerra de Troya,
0:11:14 y no lo ayudó,
0:11:15 y entonces cuando él murió,
0:11:17 se sintió culpable,
0:11:19 y se tiró a la pira,
0:11:21 pero era otro caso,
0:11:22 que es una cosa más teatral.
0:11:24 Bueno, hoy en día, por suerte, no sucede eso,
0:11:26 y no sucede tampoco en Argentina.
0:11:30 Imagínense, había una cosa horrible, ¿no?
0:11:33 Y bueno, tampoco...
0:11:36 Hay otros también, otras costumbres.
0:11:39 Sí, todo esto que hemos dicho acerca de la mujer es infantamoso.
0:11:43 Así que nosotros que somos de la rama femenina del Paso de la Plaza
0:11:47 y feministas, hay transas...
0:11:49 ¿Feministas, sí?
0:11:50 Homenajeamos a las viudas de la India,
0:11:53 a las costureras de Montmartre,
0:11:56 a las brujas de Salem,
0:11:59 y a todas las mujeres en general.
0:12:05 a buscar un disco que ilustra, acabalmente,
0:12:08 de plorable costumbre de la India,
0:12:12 y nos dieron el disco a fuego lento.
0:12:15 ¡Ay, qué mal gusto, señor!
0:12:17 En una muestra más del mal gusto del discotecario.
0:12:22 Escucharemos a Horacio Salganio,
0:12:25 Guardo de Lío,
0:12:27 en el tema de Horacio Salganio,
0:12:30 que se llama... ¡A fuego lento!
0:15:13 Era salgando y de video.
0:15:15 La realidad nos ha cerrado a brindle.
0:15:17 Fue bonito.