Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos del teatro en Roma. En Roma, señor Dório, lo mismo que en Grecia, los teatros eran de enormes proporciones.
0:00:11 Ahí tiene los de Herculano, si me permite la expresión, y Pompeya, que contenían de 35 a 40 mil a 100.
0:00:21 Los romanos conocieron, a diferencia de los griegos, el telón. Los griegos conocían la esquena.
0:00:28 La esquena se tefruense si tenés que labo la aguja. Le llamaban cortinas al telón, lo cual parece bastante razonable.
0:00:38 Acá dice, funcionaba al revés del actual. Se bajaba y se hundían las profundidades cuando la función comenzaba, lo cual infería ver la función.
0:00:48 Claro, claro. Se bajaba y se hundía.
0:00:53 Sí, se bajaba, pero se hundía. Usted veía por encima del telón.
0:00:58 Quedaba chatito en el piso, como hace uno cuando hacía.
0:01:01 O sea, cuando la obra terminaba se subía.
0:01:04 Había un programa de teatro que se llamaba Abajo el Telón, seguramente.
0:01:08 La expresión de Horacio, Aulea Premuntur, quería decir justamente empieza la comedia o se ha bajado el telón, como te quiere.
0:01:21 Y por el contrario, la frase de Ovidio, Aulea Toluntur se alza el telón, equivalía a la comedia a terminado.
0:01:32 Bueno, ubicaba la gente en el teatro. Su situación allí no era para nada pasiva.
0:01:39 El silbido era empleado como muestra de impaciencia o desaprobación.
0:01:46 O desaprobación.
0:01:48 Estaba muy de moda entre los griegos quienes utilizaban para silbar un instrumento de varias notas, llamado seedings.
0:01:58 Una especie de bubu-seela que les permitía producir sonidos más o menos agudos, según el grado de descontento que querían manifestar.
0:02:18 Aunque no se dice, ¿hacia qué lado avanzaba el descontento en la escala?
0:02:24 ¿Se avanzaba hacia lo agudo o hacia lo grave?
0:02:29 Es probable que avanzara hacia lo agudo.
0:02:31 Como el comienzo de Dolina me contaba una noche en Madrid acerca de la relación entre una cosa no significante, como el sonido, el ágeno de palabras y el efecto que produce.
0:02:41 Y el crecimiento hacia la aguda es probable que se genere justamente tensión.
0:02:46 Desde la galería que rodeaba al teatro se hacía caer sobre el público un rocío de agua de olor, de agua florida, distribuida por medio de varios tubos dispuestos en las estatus que se alzaban en lo alto de los pórticos.
0:03:06 Esto se hacía para disimular el mal olor que producían 40.000 personas juntas durante las largas jornadas teatrales.
0:03:16 Encima de los actores, esto estoy diciendo no, además, patidiosamente de los actores, sobre los actores, había cuerdas destinadas a hacer aparecer cosas.
0:03:35 En caso necesario a los dioses celestiales.
0:03:38 El deus ex machina.
0:03:39 Claro, el deus ex machina.
0:03:42 Debajo del teatro, si había una especie de escotición para la sombra, la furia y otras divinidades infernales, a quien generalmente se le daba el nombre de agujero de Caronte.
0:03:56 Y si ahí está Esther Goris saliendo por el agujero de Caronte, si en cuanto a Esther Goris, hacía, por ejemplo, el papel de Persephone.
0:04:07 Durante la tragedia era todo tan aterrador que inmediatamente después venía una farsa que debía devolver el buen humor al público.
0:04:19 Un grupo de hombres improvisaba sobre un esquema simple ante un telón que reflejaba sombras de formas.
0:04:26 También existían como hoy artefactos para simular nubes, truenos o relámpagos.
0:04:35 Eran las decoraciones que giraban sobre sí mismas y tenían tres caras distintas, lo que facilitaba las mutaciones para andar gastando en el tránsito.
0:04:46 Sí, en el tránsito.
0:04:47 Inutilmente.
0:04:49 Finalmente, algunos suelos de contrapeso servían para elevar a los actores al nivel del escenario y bajarlos en el momento oportuno.
0:05:01 A los trajes de teatro los artistas añadían una especie de casco con el que se cubrían naturalmente la cabeza, que otra cosa.
0:05:11 Y también agregaban una máscara.
0:05:16 Es de notar que no había actrices y que los actores hacían los papeles femeninos.
0:05:30 Y que la máscara tenía el papel del micrófono, además de tener la caracterización.
0:05:36 Los hombres que hacían los papeles femeninos estaban enmascarados.
0:05:41 Distinto al teatro Victoriano, no Victoriano, perdón, Isabelino, que también eran representados por hombres, pero no estaban enmascarados sino más bien maquillados, depilados, etc.
0:06:04 Dominar aquí el espacio enorme con la voz y la cosa difícil, y para ello como se ha dicho, la abertura de la boca, de las máscaras, grande y prolongada, amado, no, a modo.
0:06:20 A modo de embado.
0:06:22 ¿A no?
0:06:23 A modo de bus.
0:06:25 ¿Qué volado?
0:06:27 A modo de embado.
0:06:28 Formaba una trompata, una trompeta acústica para aumentar el volumen de la vez.
0:06:37 Que la voz.
0:06:40 Como sabemos, había coros guiados por un corifeo.
0:06:45 Coro personalificaba, por ejemplo, la opinión.
0:06:49 Con una palabra cantada se explicaba los espectadores, aquellas cosas que no estaban puestas en escena y que no eran explicitadas por el autor.
0:07:02 Debía ser, nunca, no había esas cosas.
0:07:05 ¿Cómo ahora los espectadores, al entrar en el teatro, recibían de manos de unos señores, llamémosle acomodadores, una ficha de hueso o de marfil, que habían comprado en la taquilla al empresario y que indicaba el sitio en que tenían derecho a instalarse?
0:07:29 Claro, con localidad numerada, digamos.
0:07:32 El precio de los asientos que medían 13 pulgadas de largo, ah, mira vos, eran de dos óvulos, ni más ni menos, o sea, 13 pulgadas de largo.
0:07:45 Esto para los de preferencia.
0:07:48 Todas las demás ubicaciones eran gratis.
0:07:51 Únicamente se cobraban las de preferencia.
0:07:54 El público, como hemos dicho, podía aplaudir la obra o silbarla, pero en caso de tumulto en la sala, intervería varios guardias armados comaras para restablecer el orden.
0:08:07 Como los teatros eran muy grandes, quien dirigía a los músicos iba calzado.
0:08:16 Acá dice que iba calzado con una sandalia de hierro, a falta de armas de fuego.
0:08:21 Un palzadón de esos no es valdreciar.
0:08:23 Ah, no, no. Parece que con una sandalia de hierro o de madera, el scavelum, golpeaba el sueldo para marcar las entradas de los coros, de las danzas y de las pantomimas.
0:08:36 La mujer, que no figuraba ni en la tragedia ni en la comedia, fue, sin embargo, admitida como mimos, lo que constituyó un atractivo, hasta entonces, de conocido.
0:08:50 Y también los ejercicios en que tomaban parte eran danzas ejecutadas al son de las flautas y de los crótalos.
0:09:00 Los crótalos, que como su nombre le indica, hacen sí. Un ruido muy feo.
0:09:05 Había algunas convenciones que vale la pena mencionar.
0:09:09 El actor que se consideraba que venía de lejos o de otra ciudad, debía entrar exclusivamente por la izquierda de la escena.
0:09:18 La izquierda del espectador.
0:09:23 O sea, si venía de lejos, entraba por allá.
0:09:26 El que entraba por allá, venía de lejos.
0:09:29 ¿Qué entendíamos cuando alguien venía de lejos?
0:09:33 Que venía por allá.
0:09:35 ¿Qué es lo que yo le digo a un actor cuando viene por allá?
0:09:39 Viene de lejos.
0:09:40 Pero no le digas, señor, déjelo pasar.
0:09:42 No ve que estoy entrando por la izquierda del espectador.
0:09:45 Para enfatizar.
0:09:49 Si venía de cerca o del campo, debía hacerlo por la derecha.
0:09:55 ¿Y de un campo lejano?
0:09:57 Claro, no hay.
0:09:59 El actor desaparecía de la escena solo en el momento de su muerte.
0:10:03 Nadie hacía mutis.
0:10:05 Había que matarlo al actor para que se fuese.
0:10:08 Vete, vete, no.
0:10:10 Y lo matamos.
0:10:12 Digamos para terminar que los emperadores, digo los verdaderos,
0:10:16 los de los que hacían el papel de emperador,
0:10:20 trataron con mucho rigor a los cómicos.
0:10:22 Augusto mandaba a azotarlos.
0:10:25 Claudio hizo de capital a media docena de mismos.
0:10:29 Tiberio, Calígule y Nerón desperraron a grandes grupos de ellos
0:10:34 y Trajano impidió durante su gobierno
0:10:38 que representaran obra alguna.
0:10:41 Cuando uno es actor, debe aprender que su vida vale menos que la de un personaje.
0:10:47 Sus sufrimientos son caprichos argumentales,
0:10:52 sus penas son bromas escénicas.
0:10:55 El actor sufre ama y muere,
0:10:58 pero a los emperadores no les importa un demonio,
0:11:02 no se sabe cómo son.
0:11:06 Además de teatros,
0:11:09 más adelante en Roma,
0:11:12 ya desplazado el paganismo,
0:11:16 empezaron a representarse algunas obras
0:11:23 en los templos, en las plazas,
0:11:25 es decir, en la calle.
0:11:28 Y la calle es un escenario perfecto para el teatro.
0:11:35 Para cualquier clase el teatro.
0:11:38 Es delicioso no saber, por empezar,
0:11:41 quiénes son los actores y quiénes no los son.
0:11:45 Si hubiera, por ejemplo, un teatro en cada calle,
0:11:49 uno no podría diferenciar las esquinas reales,
0:11:54 las esquinas artísticas,
0:11:57 los entuertos reales,
0:12:01 los escritos por sofocles,
0:12:04 las grandes actrices del teatro,
0:12:07 de una cuneada que acertaba a pasar por allí.
0:12:11 Hoy se hace, y en Buenos Aires se hace bastante eso,
0:12:15 y se hace bastante bien.
0:12:18 Cuando yo paso, sin embargo, por la esquina de mi casa,
0:12:21 que es una esquina donde no se hace espectáculo teatral alguno,
0:12:26 me gusta imaginar que sí.
0:12:29 Un trato de ver en el japonés que está parado
0:12:32 en la puerta de su negocio a un emperador oriental
0:12:36 listo a invadir la cristianidad.
0:12:40 Y tiendo a ver en la vieja que está parada enfrente
0:12:45 a una bruja dispuesta a ser ingresar
0:12:50 a todas las divinidades del infierno
0:12:55 por el agujero de Caronte.
0:13:02 ¿A quién quiere dedicar esta maravilla del teatro?
0:13:07 Deberíamos tomar esta cuestión, esta especie de inquina,
0:13:11 quizás es comprensible de inquinar a un emperador,
0:13:14 hace los actores,
0:13:16 en la medida en que la condición de emperador,
0:13:19 la condición de hombres de poder tiene un carácter funcional.
0:13:22 Y los emperadores estaban convencidos de ser el hijo de Dios,
0:13:25 y sin embargo, representaban eso.
0:13:27 ¿Nadie más que eso conocía el verdadero sentido del teatro?
0:13:33 Y entonces es comprensible que si algún actor tuviese alguna intención
0:13:38 de rebelión o de excesiva narración de un guión
0:13:42 que alguien no habría escrito...
0:13:44 O de imprimirle a la falsa un demasiado distanciamiento brextiano
0:13:49 que pudiera ser desconfiar del verdadero origen divino de los emperadores.
0:13:55 Y los actores han respondido a este rigor
0:13:58 con una enorme cantidad de supersticiones,
0:14:00 y quizás también la mejor venganza,
0:14:02 ha sido la de pensar, sobre todo en esas épocas,
0:14:05 no había fotografías, no había documentos,
0:14:07 que bastaba con una impostación para poder acceder a la condición,
0:14:11 que decía por un momento, a la condición de esa figura.
0:14:14 Incluso los actores, igual que los emperadores,
0:14:16 podían ser ocasionalmente dioses,
0:14:18 bastaba con tener una túnica de un determinado color.
0:14:21 Porque para el teatro, basta con cambiarse el teatro clásico,
0:14:24 la túnica para saber quién es uno en escena,
0:14:26 un dios, un emperador, de pronto una mujer, de pronto un esclavo.
0:14:30 Y una de las grandes ventajas,
0:14:34 y lo decir, pero la de las grandes capacidades del actor,
0:14:36 es saber que su tarea es bastante parecida a la vida,
0:14:40 en el punto en que no, a lo largo de los años uno descubre
0:14:43 que puede ser un emperador, un dios, un esclavo, una mujer,
0:14:46 y cualquier otra cosa que puedan dar por la vida.
0:14:49 Pero, llegados que somos a esta altura,
0:14:51 pensando en, además, que lo que sufrió, por ejemplo, el amigo Moliar,
0:14:55 la imposibilidad de ser enterrado en sagrado,
0:14:57 porque el territorio sagrado de los enterios
0:14:59 les estaba apedado a los actores,
0:15:01 debemos pensar también que en estos tiempos,
0:15:04 en que ya la profesión de actor está no solo consagrada,
0:15:07 sino a veces ensalzada hasta un punto
0:15:09 semejante al de los lejos emperadores,
0:15:11 personas que los creen divinos, inalcanzables,
0:15:14 ellos mismos, a veces proceden así,
0:15:16 que hay otra forma del teatro,
0:15:18 que quizás se han invertido las cosas,
0:15:20 y que en realidad el teatro radica
0:15:22 en aquellas personas que no tienen un guión previo,
0:15:25 que se la pasan improvisando porque están
0:15:27 representando la comedia de la vida,
0:15:29 y que a diferencia de los actores,
0:15:31 que buscaban las grandes plazas, las avenidas,
0:15:33 los espacios abiertos, esos nuevos actores
0:15:35 saben que la tragedia de un amor que se termina,
0:15:38 el dolor de una muerte,
0:15:40 o la alegría de una nueva oportunidad,
0:15:42 se tiene que dar en espacios más acotados, más pequeños,
0:15:45 para que solo aquellos que saben ver que ahí hay teatro,
0:15:48 puedan disfrutar justamente del espectáculo.
0:15:50 Por eso es que aunque no tengan salida
0:15:52 hacia otro tipo de vida,
0:15:54 representa la suya en un callejón.
0:15:56 Y callejón se llama, en homenaje al teatro callejero,
0:16:00 este tango de Roberto Grena,
0:16:04 que escucharemos en la versión
0:16:06 del guitarrista oficial de este teatro,
0:16:09 Juan Jódomínguez.
0:19:04 Era Juan Jódomínguez en la venganza,
0:19:06 será terrible, de Roberto Grena Cácejo.
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