Eugenia de Montijo y el espiritismo

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0:00:00 Hablaremos de la mujer de la polión tercero, doña Eugenia de Montijo y el Espiritismo.
0:00:09 Buen pensamiento, hermanos. Yo pagaría todas las luces si pudiéramos, pero es una bañobra que requiere un memoríndum al dueño de señor La Plaza.
0:00:18 No, no, iban a pagar las luces.
0:00:19 Ha visto la Plaza.
0:00:20 Lo que pasa es pagar todas las luces.
0:00:22 Ahí pagamos las luces.
0:00:24 Me pasa que con el calor y luces apagadas, yo no sé.
0:00:27 Yo no sé a dónde van.
0:00:28 Y mucha gente que está un poco desnuda.
0:00:34 Hablaremos...
0:00:40 de Eugenia de Montijo y el Espiritismo.
0:00:44 Parece que Eugenia en la corte invocaba almas, mantaría conversaciones con los difuntos, incluso con difuntos cílebres,
0:00:53 y participaba de todo tipo de sesiones de espíritus.
0:00:57 A veces consultaba a los espíritus para ver si determinada guerra sería larga, como por ejemplo en el caso de la Guerra de Crimea.
0:01:07 Así le preguntó a unos espíritus que se les presentaron una noche si la flota anglo-francésa hundiría muchos navíos rusos.
0:01:18 Yo qué sé, dejo el espíritu.
0:01:20 Alguna vez mencionamos a Daniel Holm.
0:01:25 El Holm estuvo en la corte de Eugenia en el final de su carrera e hizo materializar las manos del padre de Eugenia nada menos.
0:01:36 Y ella las reconoció por un callo.
0:01:41 La van a serión de espíritus en unas malas.
0:01:44 Y vos en la oscuridad veías.
0:01:47 Eugenia tanteó las manos y por un callo que tenía el viejo,
0:01:55 anda a saber dónde, ella dijo, mi viejo, las manos de mi viejo.
0:02:03 Es asombroso.
0:02:05 Bueno, y medio se desmayó.
0:02:07 ¿Asombroso que el callo le ha salvado tanto?
0:02:10 También sucedió lo que viene a contradecir la idea de que en el más allá no hay enfermedad ni perfección.
0:02:19 El tipo todavía tenía el callo.
0:02:23 Alguna vez mencionamos a Daniel Holm y fue hace un minuto.
0:02:32 Lo recuerdo, sí.
0:02:33 Un día en las tuyerías, que era el palacio donde vivía, ella y el marido,
0:02:40 apareció una mano también a instancia de Holm de color alabastrino, de elegante forma,
0:02:48 que era igual a las manos de Napoleón I, el tío abuelo o el tío de Napoleón III, que había muerto hacia muchas décadas.
0:02:59 La mano trazó algunas líneas que fueron consideradas un autógrafo de la mano ilustre.
0:03:06 Y esa mano pasó por delante de Daniel Holm y se acercó también a Napoleón III, que estaba presente, que besó esa mano.
0:03:14 Luego la mano, supuesta mano a Napoleón, agarró para el lado de Eugenia, que retrocedió espantada.
0:03:21 Pero entonces Napoleón III temeroso de una ofensa de ultratumba le ordenó a su mujer que besara la mano y ella sí lo hizo.
0:03:31 Daniel Holm era especialista en apariciones de manos espectrales.
0:03:36 En una ocasión pudo verse un índice y un pulgar, solamente el índice y el pulgar, qué curioso,
0:03:44 arrancando pétalos de una flor negra.
0:03:49 No sé cómo verían las flor negra, siendo que las cortinas, las salas de espiritismo, realmente también son negras.
0:03:56 En otra oportunidad, una mano tocaba las teclas de una corda.
0:04:00 Fíjese que esto era de dinero.
0:04:14 Todo con una sola.
0:04:17 Muy bien, estas apariciones a menudo eran un poco vaporosas, especialmente en la parte de la muñeca.
0:04:25 Si, ahí empezaba a difiminar.
0:04:30 Y después desaparecía. Pero las manos en sí parecían muy reales.
0:04:35 Eugenia le pidió a Holm que le dijera a las manos que escribieran mensajes,
0:04:40 pero las manos rara vez accedían a tales peticiones.
0:04:44 Una vez, después de un esfuerzo enorme, Holm consiguió lo siguiente.
0:04:49 Apareció la mano, la mano alzó un lápiz y el lápiz se cayó.
0:04:54 Se cayó. No hubo milagro.
0:04:57 Pero en realidad el milagro fue mayor, porque la mano se convirtió directamente en un hombre completo.
0:05:04 Y dijo, he tratado de satisfacer la petición, pero está por encima de mis posibilidades.
0:05:11 Y se fumó el espíritu.
0:05:14 Un espíritu que pidió perdón porque no podía hacer ciertos trucos que le estaban solicitando.
0:05:20 Pero Eugenia utilizaba también el espíritismo para otros asuntos.
0:05:24 Luis Napoleón muchas veces le era infiel.
0:05:27 Y Eugenia lo vigilaba y inventaba todas las clases de trata gemas para desviar la atención de las amantes,
0:05:38 les presentaba otro tipo, cosas así.
0:05:42 Sabiendo los poderes de Holm, Eugenia se reunió con otros espiritistas y con Holm
0:05:48 y les pidió ayuda para conseguir datos precisos acerca de las minas que andaban con el marido.
0:05:54 Y el espiritu que dijo.
0:05:58 Parece que una vez Luis Napoleón se había enamorado de una rubia hermosa que se llamaba Madame de la Bedoyard.
0:06:06 Dice el historiador que durante el día describiendo aquella dama,
0:06:12 durante el día esta chica tenía el rostro de un color difuso,
0:06:16 pero la noche en el que se había tomado la ropa de la ropa de la madera,
0:06:22 se había tomado un color difuso, pero la noche enamoraba a cualquiera, como tantas que yo conozco.
0:06:28 Napoleón III andaba ahí medio reboteando con la mina,
0:06:33 hasta que toda la corte adivinó que muy pronto la emperatriz se había engañada.
0:06:39 Unos días más tarde la engañó.
0:06:43 Se sucedió contra un ligustro,
0:06:46 contra una ligustrina a 200 metros del palacio.
0:06:50 Y después de eso Madame de la Bedoyard andaba por las tuyerías con un aire extaciado
0:06:56 y hablaba explícitamente de los favores del emperador.
0:07:00 Entonces el emperador me llevó contra la ligustrina.
0:07:05 ¿Qué discreta, no?
0:07:06 Sí, y me favoreció en cinco idiomas.
0:07:13 Madame estaba en verdad casada con un jambelán,
0:07:17 que luego fue nombrado senador por Napoleón III,
0:07:20 un poco para agradecer los favores de la mujer.
0:07:23 Se usaba mucho nombrar en altos cargos a personas con cuyas mujeres el principio se acostaba.
0:07:32 Una noche, la Eugenia preparó una sesión de espiritismo.
0:07:36 En esa reunión participaron varias de sus dama de compañía
0:07:39 y algunos cortesanos escépticos pero divertidos, que son los mejores.
0:07:46 Para sorpresa general, Eugenia instó a uno de los espíritus
0:07:51 a que se señalara de algún modo con quién andaba el emperador.
0:07:55 Y ese espíritu dice, ¿por qué no me dice con quién anda mi marido?
0:08:01 Para no ser partícipes de aquella delación, los que acompañaban a Eugenia que hicieron,
0:08:07 salieron rajando, salieron rajando para no estar ahí,
0:08:14 porque olieron y algo se iba a destapar, que Napoleón III se iba a enterar
0:08:20 y que a todos los que estaban ahí los iba a refundir.
0:08:26 No pasó nada, pero una segunda sesión, a la que Eugenia invitó a otros,
0:08:31 entre los que se encontraba la propia madame de la medalla.
0:08:34 La emperatriz no sabía que esta mina era la favorita,
0:08:38 y todo salió exitosamente.
0:08:40 Nunca se supos sin manos de la toras o espectrales se presentaron esa noche,
0:08:45 pero sucedió que unas hermosas manos de hombre señalaron a la vedoyer
0:08:51 como la amante de Napoleón III.
0:08:54 Esta chica huyó, no esperó ni siquiera que terminara la sesión.
0:08:58 Cuando la mano la señaló, salió como alma que lleva el diablo.
0:09:04 Napoleón III, que había disfrutado mucho de la presencia del mago Daniel Holm,
0:09:10 se volvió escéptico de golpe y le prohibió a su esposa seguir participando en esos asuntos.
0:09:16 Y el resultado fue también un silencio de algunas semanas
0:09:22 entre Napoleón III y Eugenia de Montijo, que no se hablaron.
0:09:27 Madán de la vedoyer fue expulsada de la corte el mago Daniel Holm también.
0:09:35 También, sí, usted va a hacer el final de la expulsación.
0:09:38 Sí, si traía a mi cordia.
0:09:40 Te va a traer un mago, te llama un mago a el cumpleaños de su hijo,
0:09:45 y su mujer le dice, a ver, ¿ya qué es mago? ¿Por qué no me dice quién?
0:09:51 ¿Qué? ¿Qué qué?
0:09:53 Y yo pienso en el celo de Napoleón, no le creo.
0:09:56 Claro, y su mujer le va a decir, ¿pero cómo? Me adivinó todo.
0:10:02 Yo por eso no invito a Magos a ninguna parte.
0:10:05 No, arruinan toda la fiesta.
0:10:07 Sí, pero además te reseca el mago.
0:10:13 Te reseca antes, que no después no aceptas a la erotérica.
0:10:19 Como la suerte.
0:10:21 Como un imán de onda que se va llevando a toda la buena onda.
0:10:24 Sí, para él se las lleva.
0:10:26 Como el potus que le chupa la energía.
0:10:30 El pocho.
0:10:31 El potus.
0:10:33 ¿Qué me ha venido suro?
0:10:35 No, no, una plantita.
0:10:38 El potus le chupa la energía.
0:10:42 No tiene que tener potus en la casa.
0:10:45 Qué lindo todo, no, con lo que le...
0:10:47 Muy lindo todo.
0:10:49 No me ha expulsado nada, hijo.
0:10:52 ¿A quién me dedica esta charla?
0:10:56 Desde luego a Magam de la veloyera, que tuvo que salir rajando.
0:11:00 ¿Por qué se hizo? ¿Pero por qué se hizo cargo?
0:11:03 Pero además te ha equivocado.
0:11:07 ¿Es el testimonio de la mano contra mi testimonio?
0:11:09 Sí, contra no.
0:11:10 Me mantengo...
0:11:11 Sigo firme en mi mentira, dice.
0:11:14 A todos los de las manos, ¿no?
0:11:17 Que aparecieron la mano Napoleón.
0:11:20 Mete más miedo una mano que el cuerpo entero.
0:11:26 Usted ve un tipo en su pieza y dice, bueno, un chorro.
0:11:30 Pero ve una mano sola y...
0:11:31 ¿A mano que hace así?
0:11:32 Que hace de acá, ¿no? Que te amenaza.
0:11:34 Como el orden de la vez a ésta.
0:11:37 Además la mano debe ser de las pocas partes del cuerpo
0:11:41 que fuera de contexto no pierde mucha capacidad expresiva, ¿no?
0:11:45 Porque, o sea, un ojo suelto flotando en el aire...
0:11:48 No, no, no pierde.
0:11:51 El chorro pierde.
0:11:52 Pierde mucho.
0:11:53 Pero la mano...
0:11:55 Un dedo solo ya no, ¿eh?
0:11:56 Un dedo solo es más que eso.
0:11:57 Un dedo solo ya no tiene tanta expresividad
0:11:59 aunque si otra gente...
0:12:01 expresarse muy bien.
0:12:09 No va a haber un tango de mano.
0:12:11 De magia, del contexto, de la historia.
0:12:14 El tipo degustó la mano que desojaba la flor.
0:12:19 Y entonces me dio el tango, flores negras.
0:12:23 Que son las flores que Daniel Hohm traía para que...
0:12:28 Aquello que ni siquiera era una mano, eran dos dedos solos.
0:12:30 Pero los dedos más importantes, el pulgar y el índice...
0:12:36 Escucharemos flores negras, después que encendamos las luces.
0:12:41 Encendamos las luces.
0:12:42 Se dormieron todos.
0:12:43 Sí, dormieron todos.
0:12:45 Se vestieron algunos.
0:12:48 Escucharemos ahora a nuestro guitarrista de cabecera,
0:12:54 uno de los que tenemos, que es Juan Jóromingues,
0:12:57 en el tango de Francisco de Caro que se llama Flores Negras,
0:13:01 con el tango de Daniel Hohm y las apariciones de manos que desojaban.
0:13:06 Margaritas negras.
0:15:31 Juan Jóromingues, en la venganza, será terrible flores negras.