Transcripción automática
0:00:13 Esta noche contaremos algunas extravagancias de ciertos filósofos antiguos.
0:00:19 Hablaremos de algunos gestos, de algunas acciones,
0:00:24 de ciertos personajes más allá de sus sistemas filosóficos.
0:00:29 Empecemos con Heráclito de Efeso, un poco antes de su muerte,
0:00:34 allá por el 480 a.C.,
0:00:37 Heráclito, uno de los amigos de este programa,
0:00:40 el oscuro de Efeso, aquel que dijo que no nos bañábamos dos veces.
0:00:45 No, en el mismo río, señor. Le dio mal.
0:00:48 Para mí era el que dijo que no nos bañábamos dos veces.
0:00:52 O no, que no nos bañábamos.
0:00:54 No, señor, en el mismo río, porque el agua fluye y...
0:00:58 Ah, y el hombre también.
0:01:02 Era aquelito, digo,
0:01:04 que se fue a vivir a las montañas como si fuera un eremita.
0:01:08 No quería ver a nadie.
0:01:10 La humanidad le producía enorme antipatía.
0:01:14 Sostenía que el ser humano era una bestia,
0:01:18 irremisiblemente hipócrita, autusa y cruel,
0:01:22 a la cual no valía la pena intentar enseñarle nada.
0:01:25 Lijo, todo así, con un tono parecido al de Mario Mactas.
0:01:30 Sus meditaciones, no las de Mario Mactas, las de Heráclito, de Efeso,
0:01:36 están reunidas en un libro titulado sobre la naturaleza.
0:01:41 Cuando ese libro estuvo terminado,
0:01:43 lo depositó en el templo de Artemis, la diosa de la caza.
0:01:48 El templo de Artemis es lo que normalmente se llama el templo de Diana.
0:01:54 ¿Dónde hemos dicho que transcurría todo esto?
0:01:57 En Efeso.
0:01:59 Recite las siete maravillas del mundo
0:02:01 y encontrará el templo de Diana en Efeso.
0:02:06 Era una de las siete maravillas del mundo antiguo
0:02:09 y fue destruido una noche especialmente memorable
0:02:15 porque fue la misma noche en que nació Alejandro de Macedonia.
0:02:20 Ya había un tipo que quería ser famoso a cualquier precio, como tantos.
0:02:28 Y resolvió prenderle fuego al templo de Artemis en Efeso
0:02:36 para que todos hablan de él.
0:02:40 Y así lo hizo, y así fue como se destruyó aquel templo.
0:02:45 ¿No es nuevo entonces esta necesidad de ser famoso a cualquier precio?
0:02:50 No es nuevo.
0:02:51 Entonces los jueces lo condenaron a que nadie pudiera mencionar su nombre
0:02:57 en toda la éla de...
0:02:59 su nombre que era Heróstrato.
0:03:02 Pero ya se ve que no dio resultado a aquel fallo de los jueces
0:03:07 porque hoy estamos hablando de él 2.500 años después.
0:03:13 Incluso esta manía de querer ser famoso a cualquier precio
0:03:17 se llamó en cierto foros, no en las piserías, Herostratismo.
0:03:23 Bueno, ahí en este templo, que fue una de las maravillas del mundo antiguo
0:03:28 y que fue incendiado por Herostrato,
0:03:32 depósito, égraclito su libro titulado sobre la naturaleza.
0:03:39 Ahí se perdió el libro.
0:03:42 No es un buen lugar para depositar un libro.
0:03:44 El templo de Diana, el templo de Artemis,
0:03:47 más cuando va a venir un tipo y lo va a incendiar.
0:03:51 Así que, bueno, pero lo que estamos contando es que
0:03:54 este muchacho tenía un grande expresión por los hombres.
0:03:58 El libro en medio se fue perdiendo,
0:04:00 se le fueron perdiendo unos cachitos.
0:04:03 Entonces ahí está el libro, pero le faltan partes.
0:04:06 Está incompleto.
0:04:08 O a lo mejor uno piensa que le faltan partes y era así.
0:04:13 A mí siempre me ha gustado así de eso.
0:04:15 Yo tuve dos ideas en mi vida.
0:04:17 La primera me olvidé y la segunda es esta.
0:04:20 El libro de Heraclito no es que hubiera ido perdiendo fragmentos,
0:04:25 sino que nació así ruinoso, nació en ruinas,
0:04:29 fue concedido en ruinas.
0:04:32 Bueno, el caso es que Heraclito se había ido
0:04:37 a la montaña de Pura Bronca, no más,
0:04:40 y en la montaña se alimentaba con hierbas
0:04:43 recolectadas al azar en sus caminastas.
0:04:47 Es una mala política alimenticia, le diré yo.
0:04:50 Sabe cualquiera que haya leído los prospectos del doctor Gormillo.
0:04:56 Imagínense que cualquiera de nosotros
0:04:58 se alimentara con hierbas recolectadas al azar.
0:05:01 Bueno, te salen a caminar, por una casa cualquiera,
0:05:05 y empieza en poco de pasto, caléndulas,
0:05:11 de esas florcitas de los bichos colorados,
0:05:15 revienta caballos, come todas esas cosas y se muere.
0:05:19 Según la vida te morís,
0:05:21 con una ortiga, por ejemplo, te morís.
0:05:23 Sí, te morís ahí revolcándote ahí donde está el señor.
0:05:28 Bueno, Heraclito decía,
0:05:31 nada puede interponerse entre esas plantas y yo.
0:05:35 Cortarlas no implica el menor comercio con los hombres.
0:05:39 Y con aquel régimen, Heraclito terminó por perder la salud.
0:05:43 Como ya se lo habíamos advertido nosotros,
0:05:45 dos oraciones atrás.
0:05:47 Lástima que no estuviéramos nosotros allí en Efezó,
0:05:51 o en la montaña, bueno, no importa.
0:05:53 En realidad se le hincharon las piernas y las manos
0:05:56 por no decir otras cosas.
0:05:58 Sus tejidos, me refiero a los tejidos que formaban el cuerpo humano,
0:06:03 no a las cosas que el tejía.
0:06:09 Digo, sus tejidos estaban repletos de agua, tenía hidropecía.
0:06:13 Había que encontrar entonces un remedio
0:06:16 antes que el alma perdiera la secuedad que la constituía
0:06:20 entre tanto humedad.
0:06:21 Eso pensaba Heraclito.
0:06:23 Heraclito bajó de la montaña y pidió ayuda a los eruditos,
0:06:27 que según se conjetó la vivían, justamente había el Piedra Montaña.
0:06:31 Era fácil encontrar eruditos en la antigüedad clásica.
0:06:35 Bastaba con ir al Piedra Montaña.
0:06:38 Es caso que les explicó Heraclito a los eruditos,
0:06:43 ¿qué debía ser?
0:06:45 Explico que si el alma era la emanación de un fuego,
0:06:48 de un fuego perenne, mantener la presencia de ese agüita en el cuerpo era perjudicial.
0:06:53 Entonces los hábios lo escucharon y la consejaron reposo
0:06:56 con esa rapidez que caracteriza a los hábios
0:06:59 y con ese espíritu práctico que también los caracterizan.
0:07:02 Entonces, si se muere, dijeron, por lo menos nos va a dejar de corobar.
0:07:06 Heraclito volvió a abandonar la ciudad y, asumido por sus sirvientes,
0:07:10 intentaba transpirar bajo el calor del día.
0:07:13 Bueno, tal vez, el alcalde de la ciudad de Heraclito
0:07:17 transpiraba, no más, pero no se curaba.
0:07:20 Bueno, un diurético necesitaba.
0:07:22 Bueno, pero qué quiere.
0:07:24 Finalmente se detuvo cerca de un establo
0:07:27 y dio orden de que le cubriera el cuerpo con estiércol
0:07:31 y lo tiraran al sol.
0:07:33 Nadie había ordenado jamás algo semejante, por suerte.
0:07:37 Pero Heraclito creyó que cubierto de bosta y al sol,
0:07:40 la humedad de su cuerpo pasaría violentamente a la capa de desperdicio.
0:07:46 A esto les llamaban la medicina.
0:07:49 Bueno, lo untaron con mucho cuidado
0:07:52 hasta que no se vieron más que sus ojos.
0:07:55 Qué bonitos ojos tienes debajo de esas dos cejas.
0:08:01 Le dijo, bueno, así tirado esperaba que el fuego se apoderara de él.
0:08:07 El fuego debía triunfar siempre, pensaba, bueno, pero se murió.
0:08:11 Se murió aficiado.
0:08:13 Los sirvientes lo abandonaron allí y así se murió.
0:08:20 O sea, qué moralizan nos dejaron.
0:08:23 Mucha filosofía, mucha naturaleza de las cosas,
0:08:26 pero al final se terminó.
0:08:30 Muy atrasado con los remedios.
0:08:36 Y la verdad, los griegos un poco despreciaban lo que era práctico.
0:08:43 Y lo que se hacía con la mano, disculpenme.
0:08:46 Lo van a úsico, dirían ellos.
0:08:50 Otro, Aristóteles.
0:08:52 Aristóteles quiso organizar, antes de morir,
0:08:55 la totalidad del saber sabiendo que después de morir
0:08:58 era una tarea todavía más difícil.
0:09:01 Y creyó que para lograrlo debía trabajar sin interrupciones.
0:09:06 Entonces empezó a ganarle tiempo al tiempo.
0:09:09 Pero comenzar comía mientras leía.
0:09:12 Bueno, en realidad leía mientras comía.
0:09:15 Ya que lo que ayudaba verdaderamente al conocimiento
0:09:18 era la lectura y no la comida.
0:09:21 Después enseñaba mientras caminaba.
0:09:26 Bueno, como hacía Platón.
0:09:28 Caminata con los alumnos.
0:09:30 Pero no por creer en la eficacia de la peripatella.
0:09:33 Aprovechaba el tiempo.
0:09:35 Hay que ver que usted como docente, por ejemplo, qué piensa,
0:09:39 debe un profesor pasearse con los alumnos
0:09:42 o por el contrario debe permanecer en un lugar fijo.
0:09:45 No, mejor permanecer, señor.
0:09:47 Puede ser, ¿no?
0:09:49 Se puede alternar un poco también.
0:09:51 Un poco...
0:09:53 Caminando.
0:09:55 El inconveniente de la educación peripatética
0:09:58 es que es la variable locación de las casas de estudio.
0:10:02 Claro, tiene que ir.
0:10:04 Porque si los maestros enseñan caminando,
0:10:07 ¿y dónde los encuentran?
0:10:09 Sí, tiene que haber un recorrido.
0:10:11 Empieza a estudiar en Puan, Ponéle,
0:10:14 y a la tercera clase ya está en Pedrogocina,
0:10:17 y a avenida La Plata...
0:10:21 Pero además hay que andar de consumo,
0:10:24 porque si el profesor se mueve
0:10:26 y los alumnos permanecen quietos,
0:10:28 el fenómeno de la educación no se produce.
0:10:31 Lo más frecuente es el caso inverso.
0:10:33 Es el profesor que permanece quieto,
0:10:35 y los alumnos en el aula,
0:10:37 y los alumnos se mueven en dirección a la puerta,
0:10:40 a la sala de mapa,
0:10:42 a la barriga de la esquina,
0:10:44 yendo de la educación.
0:10:46 Bien, disculpenme.
0:10:48 El caso es que Aristóteles había inventado,
0:10:52 mejor dicho, tenía un sistema para no dormirse.
0:10:55 Tomaba en sus manos una gigantesca bola de metal
0:10:59 debajo de la cual había un gong.
0:11:03 Entonces le estudiaba a altas horas de la noche,
0:11:07 y cuando se dormía se le caía la bola, disculpenme,
0:11:12 y así un ruido...
0:11:14 y se despertaba.
0:11:16 Cuando se despertaba tres veces,
0:11:18 entonces ya está.
0:11:20 Pero le robaba por lo menos tres reflexiones al sueño.
0:11:25 Hasta que una noche se le cayó la bola,
0:11:28 y ya no despertó porque había muerto.
0:11:33 Y entonces no pudo salvar de la muerte
0:11:38 una última reflexión.
0:11:42 Último asunto es con Platón.
0:11:47 Después de la muerte de Sócrates,
0:11:49 Platón que era el maestro, ¿no?
0:11:51 Platón viajó a Egipto,
0:11:54 y ahí los sacerdotes le abrieron algunos papiros sagrados,
0:11:59 llegó a Sirenáica, a Megara, a Syracusa,
0:12:03 todos los lugares que no quedan en Egipto, por cierto.
0:12:06 Digo, después de Egipto, ahora he andado por ahí.
0:12:10 Andaba con ganas Platón de encontrarse
0:12:13 con los pensamientos de Pitágoras.
0:12:16 Sabía que aquel maestro había detentado conocimientos esenciales
0:12:21 sobre el orden del universo, su arquitectura,
0:12:25 liberación del alma, ¿qué es eso?
0:12:28 Tenía ya, tempranamente, Platón,
0:12:32 una convicción que todos venieron a tener en algún momento,
0:12:34 es que Pitágoras había sabido algo que después nadie supo.
0:12:39 Todos tienen esa idea.
0:12:41 Cada vez que uno lee algún texto que hace referencia a Pitágoras,
0:12:46 el autor se tienta y te dice sin decir
0:12:50 que Pitágoras supo cosas que los demás después no volvieron a saber.
0:12:55 Pero también sabía, Platón, que las enseñanzas de Pitágoras
0:12:58 se mantenían en el más estrito secreto.
0:13:01 Ya se sabe, cuidado, que tenía Pitágoras por el secreto.
0:13:04 Por ejemplo, sus alumnos, el mismo habían descubierto
0:13:09 el secreto de la esfera de 12 pentágonos,
0:13:12 que no era otra cosa que el do de caer.
0:13:15 Y un día un alumno de él, en un boliche,
0:13:19 a lo mejor para hacerse pagar un copetín o algo,
0:13:23 dice, eh, ¿sabes cómo se hace un do de caedro?
0:13:26 Revelo el secreto de la esfera de 12 pentágonos
0:13:31 y fue condenado a muerte.
0:13:34 De realidad lo condenaron una especie de muerte civil.
0:13:37 Nadie le hablaba, nadie quería estar con él
0:13:39 y el tipo al final se llamaba Sijo.
0:13:41 Suicidó, dice, ¿para qué voy a vivir así?
0:13:44 No sé si eso, no sé.
0:13:46 A mí me aparece.
0:13:48 Algunos dicen que en realidad esa era la única preocupación
0:13:52 de Pitágoras, no revelar secretos.
0:13:56 Tanto se preocupaba por no revelar secretos
0:13:58 que casi no había contenido en los secretos.
0:14:01 ¿Cómo se iban transmitiendo a sus descubrimientos y sus...
0:14:04 No se transmitían, eso es lo que creía Platón.
0:14:07 Entonces anduvo por ahí a ver si se enteraba de algo.
0:14:13 Y bueno, la comunidad pitagórica en el tiempo de Platón
0:14:18 ya había sido destruida, los alumnos dispersos,
0:14:22 todos muy callados, nadie decía nada.
0:14:25 Y Platón, o yo, ha hablado de un cierto filolao,
0:14:27 un médico que parece que había vivido en Crotona,
0:14:30 la ciudad donde Pitágoras estuvo bastante tiempo,
0:14:33 aquella ciudad vecina a Sivaris, rival de Sivaris.
0:14:37 En Sivaris vivían los Sivaristas,
0:14:39 que eran unos tipos que gustaban de la voluptuosidad,
0:14:43 de la molicie, y según dicen, eran capaces
0:14:48 de acostarse sobre un almohadón y dearse cuenta
0:14:52 si adentro había un caroza,
0:14:55 si había una semisita dentro de los almohadones
0:15:00 de pétalo de rosa que se olvidaban,
0:15:02 ellos se daban cuenta de tan...
0:15:04 Bombiván, sí.
0:15:06 Sí, claro, algo así.
0:15:08 El caso es que este muchacho filolao
0:15:12 había escrito tres libros que nadie parecía haber leído ni visto.
0:15:16 Algunos decían que estos libros no podían existir,
0:15:19 porque los que desplegaban los sabores pitagóricos
0:15:23 corrían riesgo de muerte.
0:15:25 En ese entonces el griego Dioniso, es Dionisio,
0:15:28 Dioniso Cerdioz, gobernaba ciracusa,
0:15:31 era el tirano ciracusa que queda en Sicilia.
0:15:34 Platón fue a buscarlo, ¿no?
0:15:36 En la corte encontró a un hombre
0:15:39 que sabía dónde vivían los parientes de filolao.
0:15:42 Le dijo,
0:15:43 yo sé dónde vienen los parientes de filolao.
0:15:49 Y Platón preguntó, y filolao está...
0:15:51 No, dice, filolao no está, pero
0:15:54 yo te voy a ayudar a donde vienen los parientes.
0:15:56 ¿Te fue...?
0:15:59 Acá viven los parientes de filolao, sí, señor.
0:16:03 ¿Tiene algo, algún escrito?
0:16:06 Sí, señor, se les mostraron tres rollos.
0:16:10 Platón creyó notar que esta gente
0:16:14 no sabía el valor que tenían aquellos rollos.
0:16:19 Y empezó un regateo para llevarse
0:16:22 los secretos de pitágora finalmente.
0:16:25 Y Dionisio, el tirano le había dado plata
0:16:28 a Platón para que compraras eso.
0:16:31 200 talentos, que era muchísimo.
0:16:34 Pero los parientes de filolao,
0:16:36 avivados por alguno, pidieron 700.
0:16:40 Y Platón, enterado de que los tipos
0:16:43 no sabían bien de lo que estaban vendiendo,
0:16:46 ofreció 600 y se los llevó.
0:16:51 se fue Platón.
0:16:53 600 talentos, y mirá lo que compré.
0:16:57 Vamos a mirar y ver los secretos de pitágora.
0:17:01 Cuando se fue, creyó que se llevaba
0:17:04 la explicación de todos los misterios del Universo.
0:17:07 Aquí no van a quedar secretos sin revelar.
0:17:11 Y empezó a revisar los rollos,
0:17:14 y los rollos no decían más que giladas.
0:17:17 No decían más que giladas.
0:17:20 ¿Es escrito por pitágora?
0:17:22 Es preferible ser joven y rico
0:17:24 que no viejo y pobre.
0:17:30 Así que se gastó los 600 talentos de gusto
0:17:33 por lo que se dieron tras costa el amigo Platón.
0:17:36 No sería el primero que se gastaba
0:17:38 700 o 600 talentos
0:17:41 para encontrarse giladas.
0:17:43 Pero la historia más conmovedora,
0:17:46 me parece a mí,
0:17:48 el gran sabio
0:17:50 engañado por los parientes
0:17:53 de Filolado.
0:17:55 Se le hicieron fenómenos.
0:17:58 Y además, muchos de nosotros
0:18:01 hemos comprado los rollos de Filolado.
0:18:04 Y hemos ido a buscar
0:18:07 cosas que parecían la verdad revelada,
0:18:11 y después no decían más que giladas.
0:18:14 A veces suele ocurrir también
0:18:17 que hay testimonios de tipo que se encuentran
0:18:22 con habitantes de ganímedes
0:18:25 que llegan en una nave espacial
0:18:28 y le revelan los secretos del universo.
0:18:31 Un tipo, un coletivero.
0:18:34 ¿Qué le dijeron los tipos esos tan sabios?
0:18:37 Bueno, me dijeron que terminamos con la guerra,
0:18:40 que basta de odio.
0:18:42 Es decir, la idea que de la organización del universo
0:18:45 tiene un coletivero.
0:18:47 No, una civilización posterior.
0:18:51 Y la última de las historias extravagantes
0:18:56 de Filosa, porque tenemos hoy,
0:18:59 vamos a dedicarse a Heráclito,
0:19:02 a los curos de Efes,
0:19:04 a un amigo de este programa.
0:19:07 Y listo, hemos ido a la discoteca.
0:19:10 Le explicamos...
0:19:12 Es difícil de poner esto.
0:19:14 Le dije, mire,
0:19:16 Aristóteles quería clasificar todo el saber humano,
0:19:19 pero no dormir.
0:19:23 Y Platón también,
0:19:25 cometió el mismo error,
0:19:27 quiso apropiarse de todos los secretos de Pitagras,
0:19:29 pensando que bastaba con 600 talentos.
0:19:35 Ambos eran perseguidores de quimeras,
0:19:38 me dijo, el...
0:19:41 El discotecario enarcando la ceja.
0:19:46 Esos hombres eran perseguidores de quimeras,
0:19:49 y se acondico que se lo tenía.
0:19:51 Me lo no he querido dar cuatro días antes.
0:19:56 Digo, qué dijo?
0:19:58 Quimera, me dice, justamente.
0:20:01 Y yo acepté ese marido,
0:20:04 porque soy lindo tango,
0:20:06 compuesto por el mismo tipo
0:20:08 que hizo el tango como la mosca,
0:20:11 que comienza cuando
0:20:14 me despertaba de dormir la mona,
0:20:17 manje que mi china se me había espiantado.
0:20:20 Es un verso áspero, ¿no?
0:20:23 Y sin embargo, también compuso este tango,
0:20:26 que se llama quimera, mucho más...
0:20:28 Delicado.
0:20:30 Delicado, por si decirlo.
0:20:32 Escucharemos el tango en la versión de Carlos Gardello.
0:20:44 En su destellos
0:20:46 luz se divina que hablan de amor.
0:20:50 Y a todas horas
0:20:52 sueño con ellos
0:20:54 como han brujado por su esplendor.
0:20:58 Miran a veces tan promisores
0:21:02 como han sentido dinapasión.
0:21:06 Pero con goños son rubrosos
0:21:10 con la alborada de la ilusión.
0:21:14 Obliga traición era que matas la ilusión
0:21:18 desde que esta quimera vive en mi corazón.
0:21:22 Ojo verde que vi
0:21:26 bajo sol matinar
0:21:30 y en su dueño a perdir
0:21:34 a una flor verdimnar.
0:21:38 Quiero pudiera algerar
0:21:42 a los grandes encanetos
0:21:46 y cubrir con un manto ideal
0:21:50 del amor del altar.
0:21:53 Por eso vivo y ansias abujo
0:21:57 hacernos mi pan e inocción.
0:22:01 Son mis auroras
0:22:03 y si los noches
0:22:05 con descónzuelo en el corazón.
0:22:09 Dulce que verán
0:22:11 que guarden la limpa
0:22:13 que años sin nada quieren esperar.
0:22:16 Vida mi retiro
0:22:19 será la calma
0:22:21 solo el recuerdo detuvirá.
0:22:25 Obliga traición era que matas la ilusión
0:22:29 desde que esta quimera vive en mi corazón.
0:22:33 Ojo verde que vi
0:22:37 bajo sol matinar
0:22:41 y en su dueño a perd constructor
0:22:45 a una flor verdimnar.
0:22:49 Quiero pudiera algerar
0:22:53 a los grandes encanetos
0:22:57 y cubrir con un manto ideal
0:23:01 del amor del altar.
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