Transcripción automática
0:00:00 Señores, hablaremos como hemos prometido hace segundos las únicas promesas que cumplimos.
0:00:07 De Filippo Lippi, un pintor. En tiempo del Renacimiento Italiano, cada convento, cada
0:00:17 monasterio quería participar de ese impulso artístico general y entonces, que se yo,
0:00:24 se decidían a decorar sus instalaciones. La anunciación era uno de los momentos más
0:00:31 apreciados por los pintores, o sea, el momento en que el arcángel Gabriel advertía a María
0:00:37 que iba a ser madre. Hacía pintada la anunciación centenares de veces. Las autoridades del
0:00:43 monasterio Santa Margarita quisieron envejecer su capiza con un cuadro que decorara el altar
0:00:51 mayor y que representara precisamente la anunciación. Entonces, la madre superior decidió encargarle
0:01:00 el trabajo al pintor, Filippo Lippi. Cuando niño, Filippo, había sido internado por su madre
0:01:09 en el monasterio de Santa María del Carmen en Florencia y se hizo monje y así recibió
0:01:16 su formación como pintor con el maestro Massaccio. Había conseguido imitar a Massaccio
0:01:22 de tal modo que muchos decían que el espíritu del maestro había entrado en el cuerpo de
0:01:28 Filippo, como suele ocurrir. Sí, más el Renacimiento Italiano.
0:01:32 Y más fervorosamente se creyó eso cuando comenzó a percibirse que Massaccio había
0:01:38 dejado de pintar bien su saber y su intuición habían sido robadas por Lippi. Incluso llegaron
0:01:47 a practicarle un exorcismo al Lippi para ver si podían devolverle al maestro Massaccio
0:01:52 el espíritu que según parecía el alumno le había choreado. Filippo era, como tantos,
0:02:01 protegido de la familia Medici, que como bien sabemos era la familia que cortaba el
0:02:07 bacalao en Florencia. En aquellos tiempos atomizada Italia en ciudades de poder limitado presentaba
0:02:21 un cuadro político conforme al cual había familias que dominaban en cada ciudad. Los
0:02:26 Medici en Florencia, los Sforza en Milán, los Deeste en Ferrara. En Roma había varias
0:02:34 familias que se disputaban, los Orsini, los Orsini, etc. Bueno, quizá los más populares
0:02:41 o la familia más conocida, más paradigmática es la de los Medici. Y pues protegían a
0:02:49 este muchacho Filippo. Un cuadro ejecutado para el convento de San Ambrosio llamó la
0:02:57 atención de los Medici que le encargaron entonces varias obras para decorar su palacio.
0:03:03 Los grandes mercaderes encargaron también trabajos a Lippi y su fama creció. Era llamado
0:03:10 pintor de gracia y ornamento. Su estilo recordaba… no sé si recordaba… acá dice una cosa,
0:03:20 no sé si es verdad. Pero el caso es que…
0:03:24 ¿Tenía el guiotto, por ejemplo?
0:03:26 Eso eran, digamos, los antecedentes de Lippi. Era muy bueno como pintor. Pero cuando la
0:03:32 madre superiora ya estaba a punto de pedirle el cuadro, la anunciación, dudo. No es que
0:03:41 dudara de que Filippo fuera un excelente pintor, pero la reputación de Filippo, disculpen
0:03:49 ustedes, era deplorable. Se lo sabía licencioso, se lo sabía bebedor, mujeriego y todavía
0:03:58 se recordaba una famosa huida que había protagonizado. Parece que cuando pintaba para los Medici,
0:04:05 cósme de Medici, lo habían cerrado en el palacio para forzarlo a trabajar porque era
0:04:11 muy aragán, parece. Y Lippi se escapó y lo encontraron tres días después borracho
0:04:16 en brazos de unas prostitutas.
0:04:18 Ese es mi monje.
0:04:20 Cuenta Vasari con becorta y doble S.
0:04:23 Chacho.
0:04:24 Famoso biógrafo italiano que se especializaba en contar la vida de los grandes pintores,
0:04:27 por ejemplo la de Miguel Ángel.
0:04:29 Cuenta, digo Vasari, que Lippi se gastaba todo su dinero en cuestiones de prostitutas.
0:04:36 ¿Para qué cuestiones?
0:04:38 Las cuestiones.
0:04:39 ¿Y cuáles son los problemas?
0:04:41 Las cuestiones son las mismas unidades.
0:04:43 ¿Está bien esta o aquella?
0:04:45 Claro. Si luego gastaban prostitutas me imagino, no en plantear las cuestiones a estas damas.
0:04:51 Se me ocurren dos.
0:04:54 Bueno, antes de aquel episodio que hemos contado, de Chuborracher, etcétera, había vivido un
0:05:02 momento terrible. A los 17 años estaba en un convento y había renunciado a los hábitos
0:05:09 que antes dijimos que había tomado. Y se había embarcado en una expedición por el
0:05:17 Mediterráneo y lo agarraron los pirátalos, que es lo peor que te puede pasar cuando te
0:05:23 embarcasen una expedición por el Mediterráneo. Bueno, Lippi y sus compañeros fueron llevados
0:05:30 encadenados a Argel. El sol estallaba en Argel.
0:05:34 Un segundo amor.
0:05:35 Ha sido donde estuvo Cervantes. Y permaneció como esclavo durante 18 meses. Lo liberaron
0:05:43 cuando pintó a un berberisco. Yo de chico pintaba berberisco. Lo pintó al carbón.
0:05:51 Lo dibujó. Yo entendía que no les hacía mucha gracia a esta gente.
0:05:55 La pintura figurativa.
0:05:57 La pintura figurativa. Pero bien. Parece que el retrato era extraordinario. Y entonces
0:06:01 pasó a trabajar como retratista de otro jefe, que me parece un pésimo trabajo entre
0:06:05 berberiscos. Hasta que al final lo liberaron en nápolis y allí pasó a Florencia. Pero
0:06:09 volvamos al asunto del cuadro que le habían encargado. La habíamos dejado a la madre
0:06:15 superior así dudando. Suspendida en la duda.
0:06:18 La pobre madre. Pobre madre yo desamorvidaba. No sabía si debía entregarle a Lippi con
0:06:30 semejantes antecedentes un trabajo tampiadoso. Y momento.
0:06:35 Meter a ese tipo en el convento ya era un peligro. El convento que hay en el convento.
0:06:42 Monjas. Como sabe cualquiera que cante.
0:06:44 Dijo, Filippo, frotándose las manos.
0:06:46 Claro, claro. Un pájaro se metió en el patio de un convento, etcétera, etcétera. Habrá
0:06:51 pensado Filippo. Y ella había admirado la natividad que este hombre había pintado
0:07:01 para los médiches. Y sobre todo las anunciaciones que adornaban la Iglesia de San Lorenzo y Santa
0:07:07 María Primavera. Pero pensó bien y me hacía. Para que no mansille.
0:07:16 ¿Qué tal mansille? Lucio Berr mansille una excursión a los indios ranqueles.
0:07:22 Bueno, la superiora dijo, bastará con que este hombre no hable con las monjas o mejor
0:07:30 dicho prohibirle a las monjas que hablan con este hombre y asunto arreglado. Bueno, se
0:07:35 hizo el ofrecimiento. Filippo aceptó entusiasmado. Pero enseguida empezaron los problemas.
0:07:42 El pintor buscaba un rostro que identificara a la virgen en el momento de la anunciación
0:07:47 y no lo encontraba. Pasaban las semanas, Filippo se desesperaba, la superiora se inquietaba,
0:07:55 una mañana, mientras que el despacho de la superiora, mejor dicho que no, está mal
0:08:02 escrito bien. Mientras que en el despacho de la superiora, Filippo decía que no había
0:08:07 descubierto todavía a su modelo, entró una monjita joven. Filippo la vio y quedó fascinado.
0:08:20 Bueno, se enamoró en ese mismo instante. Me enamoré en ese mismo instante. Filippo
0:08:27 subió hacia la superiora y le dijo, es ella. Él comprendió que mostrar su emoción, llamémoslo
0:08:34 así, le impediría volverla a ver y ocultó su exaltación de hombre bajo la exaltación
0:08:42 del artista, que es más o menos la misma. Se llama túnica, entre la exaltación y las
0:08:48 cuestiones hay cada eufemismo. La superiora, que también es un eufemismo.
0:08:56 Madre. No percibió la emoción de Filippo, pidió que le diera un tiempo para reflexionar,
0:09:07 bueno, si hay algún debate en el convento, por una parte ver a una de las hermanas encarnar
0:09:13 a la virgen era un honor, pero por la otra era peligroso dejarla en mano de aquel tipo.
0:09:20 Finalmente alguien dijo que si el cielo había elegido a la monjita sabría protegerla.
0:09:27 Voy a anotar ese argumento. Por favor.
0:09:30 La muchacha se llamaba Lucrecia, era hija de Francesco Bouty, un rico mercader. Bueno,
0:09:37 la madre superiora expuso el caso y el tal Bouty agarro viaje porque lo tentó la gloria
0:09:45 de ver a su hija en un cuadro.
0:09:47 Bien de Bouty.
0:09:48 Y así comenzaron las sesiones. Filippo temblaba al tomar los pinceles, disculpe en
0:09:56 la letra que se le daba la idea de que la hija era una hija de la que se llamaba Lucrecia.
0:10:03 Filippo temblaba al tomar los pinceles, disculpe en la letra movida.
0:10:10 Ella, la chiquita que ignoraba todo acerca de los hombres, sentía una extraña turbación
0:10:19 frente a él. Parece que Filippo era buen mozo y tenía encanto.
0:10:27 Bueno, el cuadro era una obra estupenda. No hace falta que diga que siempre tradicionalmente
0:10:34 entre pintor y modelo hay una corriente de afecto y de atracción en ambas direcciones.
0:10:43 Pero bueno, el cuadro fue terminado, una obra estupenda, pero no se pudo felicitar al
0:10:49 artista y en verdad la modelo tampoco, porque se habían rajado jugos.
0:10:56 Bueno, imagínense, la madre superiora se flaje lava reconociendo su culpa.
0:11:01 Era todo perverso ahí.
0:11:02 Él abominable, Filippo Lipi, había raptado a Lucrecia. Bueno, se supo en toda Florencia,
0:11:09 a Calcule. Se clamaba por la escomunión.
0:11:12 Ogueras, ogueras, gritaban todos. Bueno, toda búsqueda fuebana no los encontraron. Los
0:11:19 médiches estaban muy disgustados porque la infamia de su protegido los salpicaba de algún
0:11:24 modo. Pero ahora aún, a fin de congraciarse con el rey Alfonso de Napoles, que, o sea,
0:11:31 alianza buscaba. En Napoles estaban los españoles.
0:11:35 Los médiches le habían obsequiado un tríptico pintado por Filippo, que ahora aparecía
0:11:41 como un delincuente. Además, los médiches habían hecho su fortuna con la banca, prestando
0:11:48 sumas depositadas por diversos clientes. No se ve bien, más que prestando, aceptando
0:11:57 en depósito sumas depositadas por clientes. Y, en particular, por la curia romana.
0:12:03 Si estas gente se llegaba a indignar por el rapto de Lipi y retiraba el dinero, bueno,
0:12:09 adiós mi plata, adiós el banco.
0:12:11 Entonces, con Medemedici, decidió ver al Papa Pío II para dar la explicación. Y, además,
0:12:17 para rogar que perdonara al pintor Calavera.
0:12:22 Y el Papa perdonó al pintor y también a la monja fugada.
0:12:27 En Florencia se publicó la noticia, el pueblo se enterneció ante aquella historia de amor,
0:12:33 los poseidores de los cuadros de Lipi, por otra parte, respiraron.
0:12:40 El perdón del Papa les permitía exponer los cuadros sin riesgo.
0:12:44 Y, finalmente, Filippo y Lucrecia reaparecieron luego del perdón.
0:12:49 ¡Oh, la que tal!
0:12:51 Se casaron en San Lorenzo, San Lorenzo del Magro.
0:12:54 Lucrecia ya estaba convenientemente embarazada y Filippo se convirtió en un esposo enamorado.
0:13:01 De su amor por Lucrecia nació un hijo varón filipino, que también fue pintor.
0:13:07 Cuentaba a Sarri, o me corta, que el final, mejor dicho, de Lipi fue trágico.
0:13:16 Los parientes de Lucrecia, que jamás habían aceptado el rapto y el ultraje, lo envenenaron.
0:13:27 Y Filippo murió a los 57 años, es decir, mucho después, mi madre.
0:13:33 Era un veneno de acción lenta.
0:13:36 Lo enterraron en el espoleto, otros, no los mismos que lo mataron.
0:13:43 En una iglesia que él mismo había decorado.
0:13:48 El rostro de Lucrecia finalmente es uno de los más célebres y más reproducidos.
0:13:53 Es el de la Virgen con el Niño y figura en todos los cuadros de Filippo Lipi posteriores.
0:14:00 Algunos años más tarde, Lorenzo de Medici, el magnífico, fue a Espoleto
0:14:06 para pedir a esa ciudad los restos de Lipi y enterraron Florencia.
0:14:12 Pero la comuna de Espoleto le dijo que la ciudad estaba muy escasani de hombres excelentes
0:14:19 que estuvieran enterrados allí y que, en cambio, Florencia estaba lleno,
0:14:23 que no podía dar un paso uno sin encontrar la tumba de algún hombre excelente.
0:14:28 Así que, por lo menos, que le dejara en ese cadáver el único cadáver egregio que tenían.
0:14:34 Y Lorenzo de Medici le dijo que sí, tiene razón.
0:14:37 Bien, Lorenzo.
0:14:38 Esa es la historia, la bella historia del pintor y la modelo,
0:14:42 una de tantas historias de pintores y su modelo.
0:14:46 Hemos ido a la discoteca, el discotecario no estaba.
0:14:54 Había un retrato de él, de hecho.
0:14:56 Había un retrato de él con la cuña.
0:15:00 En todo caso, hemos elegido nosotros, con nuestras propias manos,
0:15:05 el tango que se llama divina, ya que es la virtud que se requiere
0:15:09 para alguien que vaya a ser modelo de semejante figura.
0:15:13 No está mal el tango divina y lo escucharemos.
0:15:16 La versión del fenomenal bandoñonista Roberto Di Filippo,
0:15:22 probablemente el mejor que ha existido nunca.
0:15:24 Es solo de bandoñón de Roberto Di Filippo,
0:15:26 en el tango de Joaquín Mora, que se llama divina,
0:15:29 en honor a Lucrecia Buti.
0:15:54 La discoteca de la discoteca de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria de la memoria
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0:18:18 Era Roberto de Filippo en la venganza, será terrible,
0:18:21 divina.
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