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26 de Noviembre de 2010

Fragmento de la Historia rusa

Transcripción automática

0:00:00 Bueno, vamos a terminar con el fragmento de la historia rusa que venimos contando en estos días.
0:00:07 Resumen de lo publicado.
0:00:10 Anita Ivanovna, que era sarina de Rusia, no podía tener hijos.
0:00:16 Y para perpetuar su dinastía y evitar que la destronaran, buscó a un sucesor a través de una sobrina,
0:00:23 que se llamaba Anna también como ella, Leopoldovna.
0:00:27 La casó con un alemán, Antonio Ulrico Weber, y la obligó a que cumpliera con el amor conjugal para quedar embarazada.
0:00:37 Anna y Antonio se amaron dificultosamente y a fin de 1740 nació Iván, el heredero que la sarina esperaba.
0:00:46 ¿Entiendes?
0:00:47 Sarina, Anna Ivanovna. No puede tener hijos.
0:00:51 Entonces, a la sobrina, una sobrina que era muy leal, la casa con un gringo que tenía mucha plata y le hace tener un hijo Iván.
0:00:59 Y se, bueno, ese es el sucesor. Fenómeno.
0:01:02 Ahora muy bien, nace este chico, pero en ese mismo año, en 1740, la sarina, la que no podía tener hijos, se murió.
0:01:12 Se murió.
0:01:14 Un amante que ella tenía, el Fombir honeste, otro alemán, se postuló él mismo como regente. Quería ser regente.
0:01:25 Regente porque imagínese, si el sar es el niño, siempre hay un regente que maneja el imperio, la nación.
0:01:37 Y a Anitta Leopoldovna, que parecía muy submisa, dijo no, la regente voy a ser yo.
0:01:43 Así que provocó una revuelta y el amante y la sarina fue a Pará, a la Siberia, y a Anitta Leopoldovna fue regente.
0:01:51 Pero tranquilamente que su hijo Iván creciera para consagrarlozar con todas sus potestades.
0:01:58 Hasta aquí llegamos ayer.
0:02:00 Tenemos a Anitta, regente, esperando que el hijo se hiciera grande.
0:02:04 A ver, hijo, hágase grande y hágase tarde una vez.
0:02:07 Pero empiezó entonces la regencia de Anitta Leopoldovna, que a cada rato iba a ver al bebé, no cierto? A ver si crecía.
0:02:14 Y le daba muy poca bolilla a su esposo, el desagradable Antonio Ulrico Weber.
0:02:21 En realidad, Anitta era bastante perezosa, se levantaba muy tarde, se quedaba en sus aposentos en camisón y sin peinarse,
0:02:31 leía novelas y la dejaba por la mitad, se santiguaba veinte veces por día con los numerosos íconos,
0:02:37 ante los numerosos íconos con que había decorado sus paredes,
0:02:41 y rogaba por la llegada sin obstáculos al mundo, mejor dicho, a la mayoría de edad de su hijo.
0:02:48 Pero además, para darle color al hiso, se consiguió dos amantes nuevos, un hombre y una mujer.
0:02:56 El tipo era un conde, el conde del Inar, y la dama se llamaba Julia, Julia Menden.
0:03:01 Para tenerlo cerca y loudir cualquier escándalo, yo como es uno cuando tiene dos amantes, hizo que ellos se casaran.
0:03:09 Entonces, el conde y Julia se casaron y de este modo aquel matrimonio podía acercarse tranquilamente a la regente sin mayores líos
0:03:17 y celebrar a puertas cerradas, desde luego, un distinguido menallo actua.
0:03:23 El marido de Anna, Antonio Ulricho, conocía estas relaciones y interpretaba el papel del marido herido.
0:03:32 Pero sus enojos eran tan artificiales y tan breves que, a Nítaleo Poldovna, no le daba bolilla y continuaba divirtiéndose con sus amantes.
0:03:41 Mientras la regente se divertía y su marido se enojaba y el pequeño Sarebich crecía,
0:03:50 bueno, en Rusia aparecía o empezaba a aparecer la figura de una princesa olvidada.
0:03:57 Era Isabel Petrovna, una hija directa de Pedro el Grande.
0:04:02 Esta hija nunca había excedido al trono porque había renunciado a ese privilegio.
0:04:07 Pero vinieron los de la oposición y le dijeron, bueno, mirá,
0:04:16 que se yo, me parece que vos tenés derecho al trono, más que ese chico Iván, que eso yo.
0:04:23 Alguna vez hemos descrito aquí en este programa a esta muchacha, Isabel Petrovna,
0:04:28 que era hija de Pedro, o sea que tenía hasta mejores derechos que el PIBE y BAM.
0:04:33 Era alta robusta, seducía a muchos porque usaba vestidos ceñidos,
0:04:39 tanto para caballgar como para bailar y desfilar.
0:04:42 No tenía ninguna vergüenza en mostrar sus encantos, que se concentraban violentamente en el busto.
0:04:49 Dicen que tenía ojos pardos y dentadura blanca en tiempos en que a la mayoría de las personas
0:04:55 se les pudrían los dientes a los 30 años.
0:04:58 Los biógrafos también dicen que desplegaba con virulencia su erotismo.
0:05:03 El gobierno de Ana de Anitta Leopoldovna, volvemos a la otra, en verdad tenía enojados unos cuantos.
0:05:10 El patriarca de la Iglesia Ortodoxa reprochaba lo que pasaban las habitaciones entre Ana y sus amantes.
0:05:17 Algunos aseguraban que las ansias de placer de Anitta eran tan amplias que no llevaba prendas a botonada
0:05:25 para poder sacársela más rápidamente cuando se reunía con los amantes.
0:05:30 Los hombres de la Guardia Imperial le reprochaban a Ana su desdén, era desdeñosa con la Guardia.
0:05:37 El pueblo decía que Ana despreciaba la calle, que la regente no paseaba por la ciudad como lo habían hecho otras personas.
0:05:43 En cambio, esta otra Isabel Petrovna se mostraba gustosa en público, circulaba a caballo con los vestidos que vemos de scripto
0:05:52 y respondía a todos los que la amaban. La llamaban Madrecita, la llamaban que de todos modos es muy común en Rusia.
0:05:59 Uno de los primeros en haber detectado el ascendiente de Isabel sobre el pueblo y sobre los burgueses
0:06:04 fue el embajador de Francia, que enseguida empezó a pensar en los beneficios que podría obtener para su país
0:06:11 e incluso para él mismo si llevaba a esta Isabel al poder.
0:06:16 Y se inició una conspiración para destituir a Ana Leopoldovna y a su hijo, el Sarevich Iván.
0:06:23 Esta facción fue apoyada por todos los francófilos que había en la Corte Rusa,
0:06:31 que eran todos prácticamente porque todos hablaban francés en la Corte Rusa.
0:06:40 Se consideraba que un cortesano debía hablar francés, amaban francés, etc.
0:06:45 Pero desde el último soldado hasta el oficial de Masalto Rango hablaban también de la injusticia a la que estaba sometida
0:06:53 una hija legítima de Pedro Grande y entonces insistieron ante la mena para que ocupara el puesto de Anista Leopoldovna.
0:07:00 Al principio la mena tuvo miedo, dijo no, llegan a agarrar una conspiración como esta, me mandan a Siberia.
0:07:06 Pero finalmente los intrigantes lograron convencerla.
0:07:10 La regente, Ana Leopoldovna, se enteró de los rumores que hablaban de elevar a Isabel al trono
0:07:17 y un día la fue buscar a Isabel, que justo en esos momentos estaba jugando a la baraja.
0:07:23 Cuando a las cartas Ana Leopoldovna se le acercó, interrumpió el juego, dijo, tenga mano tallador.
0:07:29 Y le pidió que la acompañara a una de las habitaciones contiguas.
0:07:33 Y ahí le dijo, mirad, acabo de escuchar esta denuncia que se dio, Isabel empalidesió,
0:07:40 juró que había sido mala consejada, se arrojó llorando a los pies de Ana, pidiendo perdón.
0:07:47 Ana quedó conmovida por esta aparente sinceridad y también lloró.
0:07:52 Entonces en lugar de enfrentarse las dos damas se abrazaron entre suspiros y promesas de afecto
0:07:58 y al final de la velada se les pidieron como dos hermanas.
0:08:02 Muy bien, los conjurados se enteraron de lo que había hecho, de lo que había pasado entre Isabel y Ana,
0:08:09 pero decidieron dar el golpe igual, porque si no lo mismo iban a ir todos presos.
0:08:15 Entonces el 25 de noviembre de 1741 el embajador francés y el jefe de la Guardia Imperial
0:08:20 la agarraron a Isabel medio de prepo, le pusieron una cruz de plata, le dieron unas palabras de aliento
0:08:27 y le colgaron el cuello el cordón de la Orden de Santa Catalina y se la llevaron al Palacio Imperial.
0:08:33 Se llegaron, se toparon con un sentinela al que no habían tenido tiempo de avisar
0:08:38 y el tipo dio la voz de alarma con el tambor, uno de los conjurados le rompió el tambor de una piña,
0:08:44 avanzaron con Isabel al frente, se metieron en la pieza de Anita a la opoldogna,
0:08:49 la regente estaba polillando con el marido y Isabel le dijo hermanita es hora de levantarse.
0:08:56 Ana, muda de estupor ni se movió, el marido, el desagradable Antonio Ulrico Weber,
0:09:02 llamó a la Guardia pero no se presentó nadie. Ana se dio cuenta de que había sido derrotada,
0:09:09 la aceptó medio, recuerde que era presosa, se dio vuelta y se dio como durmiendo.
0:09:15 Hay esa hora, es decir, es porque es exitoso.
0:09:19 Y así fue como Isabel Petrovna se hizo del poder en Rusia
0:09:23 y cómo terminaron las esperanzas de Anita a la opoldogna de ver consagrado su hijo Iván como Sardar Rusia.
0:09:29 Ella, su marido y el pequeño Sarevich fueron desterrados, se instalaron en Riga,
0:09:35 no sé si en Estonia, en Letonia o en Lituania, pero fueron vigilados fuertemente
0:09:43 para que no intentaran ningún regreso, nunca regresaron,
0:09:48 muchos de los amigos o de los que habían perdido sus privilegios con este destierro
0:09:55 soñaron con la vuelta de Anita a la opoldogna pero Anita no volvió nunca.
0:10:02 Isabel gobernó durante 20 años el Imperio y siempre estuvo atenta
0:10:06 que el pequeño Iván estuviera lejos en operante. Esta es la historia.
0:10:12 Hemos ido a la discoteca, le hemos contado todo esto al discotecario
0:10:19 que nos dijo que él conocía a un ruso, que era jardinero en la casa.
0:10:30 Pero ¿qué tiene que ver con él?
0:10:32 También ¿qué?
0:10:33 Sí, así me dijo él.
0:10:35 Ah, dice, lo conozco a un ruso que fue jardinero y también.
0:10:38 ¿Apárie también fue desterrado?
0:10:40 Sí, pero también tenía dos amantes, un hombre y una mujer,
0:10:43 o también estaba esperando la vuelta de alguien.
0:10:46 También era ruso, pero nada más.
0:10:49 De todos modos me dio un disco que tiene que ver con un regreso, un regreso esperado.

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