Transcripción automática
0:00:00 Muy bien, continuamos en la venganza.
0:00:03 Será terrible, estamos en el estudio.
0:00:05 Juan Alberto Badía, de Radio del Plata, hoy, el lunes,
0:00:09 estaremos haciendo la matinée de la venganza.
0:00:12 A las ocho de la noche.
0:00:12 Ocho de la noche, no hay feriado que valga.
0:00:15 Ocho de la noche en el multi teatro corriente mil doscientos ochenta y tres.
0:00:21 Hace algunos años hicimos una charla cerca de Gabriel Ricchetti,
0:00:26 el conde de Mirabó.
0:00:28 Contamos algunas peripeces amorosas,
0:00:31 como su relación con la señora de Enera,
0:00:36 una holandesita,
0:00:39 que lo llevó a consagrarse como diputado del tercer estado
0:00:43 en tiempos de la revolución francesa.
0:00:45 Uno de los detalles de aquella charla fue el señalar que Mirabó
0:00:50 sufría de priapismo,
0:00:53 una patología que lo sostenía en una perpetua disposición galante,
0:00:58 por no decir otras cosas,
0:01:00 y que el tribuno nunca dejó de aprovechar para llevar adelante causas nobles.
0:01:04 Nació Mirabó en 1749,
0:01:07 y a pesar de su origen aristocrático,
0:01:09 se unió al tercer estado,
0:01:11 cuando Luis, el rey Luis convocó a los estados generales,
0:01:15 y después estuvo en lo que se constituyó como Asamblea Nacional.
0:01:21 Cuando el rey expresó su descontento,
0:01:24 en el sentido de pertenecer el conde al tercer estado,
0:01:27 Mirabó fue aplaudido al decir que sólo abandonaría la Asamblea
0:01:31 por la fuerza de las ballonetas.
0:01:34 Sin embargo, esta radicalidad le duró poco.
0:01:37 Mirabó era partidario de una monarquía constitucional,
0:01:41 e intentó reconciliar a la Corte Reaccionaria de Luis XVI por un lado,
0:01:46 con las fuerzas revolucionarias por el hondro.
0:01:49 Consiguió al inicio del conflicto,
0:01:52 garantizar parcialmente a la corona
0:01:55 el derecho de declarar la guerra y firmar la paz.
0:01:58 También procuró mantener el derecho real de Beto,
0:02:02 y diseñó, junto con la falleta,
0:02:04 la milicia de ciudadanos, que fue la famosa Guardia Nacional.
0:02:09 Pero bueno,
0:02:11 los asuntos amorosos que contaremos hoy
0:02:13 sucedieron antes de la revolución,
0:02:16 en los tiempos en que Mirabó escribía, amaba, viajaba,
0:02:19 y pasaba incluso a algunas temporadas presos por deudas,
0:02:23 porque parece que le debía a cada santo una vela.
0:02:27 Era un hombre muy feo, Mirabó,
0:02:30 un poco gordo, picado de viruelas,
0:02:32 pero tenía un éxito infalible con las damas.
0:02:36 Su padre era millonario,
0:02:38 pero le negaba dinero,
0:02:39 y Mirabó no sabía de dónde sacar la guita.
0:02:42 El padre era un señor muy malo,
0:02:45 que incluso ni siquiera le dejaba usar su apellido,
0:02:48 porque decía que no había hecho todavía nada para ganarlo.
0:02:52 No le daba un mango, como se ha dicho,
0:02:55 y Mirabó incurría en deudas que después no pagaba,
0:02:58 y gastaba lo que no tenía.
0:03:01 Los acreedores lo apretaban,
0:03:03 y un día lo amenazaron con un juicio,
0:03:05 y entonces Mirabó, para evitar el escándalo,
0:03:08 solicitó incluso, contra su persona,
0:03:11 una orden de prisión.
0:03:14 Esta medida extrema, por lo menos,
0:03:15 lo colocaba bajo el poder real,
0:03:17 y mantenía a los acreedores lejos.
0:03:21 El caso es que los mandaron al castillo de Jux,
0:03:25 cerca de la localidad de Pontarlie.
0:03:29 El gobernador de la Ciudadela, el señor de Sennmorris,
0:03:33 autorizó a Mirabó,
0:03:35 que después de todo era una aristócrata como él,
0:03:38 a que diera unos paseos por los alrededores cada tanto.
0:03:43 Y así, algunas veces los acaban de la celda,
0:03:46 les dejaban dar unos paseos por ahí,
0:03:49 Mirabó aprovechaba para tratar de conseguir alguna efímera novia.
0:03:54 El caso que ya el primer día que lo alargaron,
0:03:57 se hizo amante de una tal Juanita Millo.
0:04:02 Ahora esto molestó un poquito al director de la prisión,
0:04:05 a Sennmorris,
0:04:06 quien le pidió a su deterioro que tuviera distracciones menos venereas.
0:04:11 La noche del 25 de junio de 1775,
0:04:14 el señor de Sennmorris organizó una cena,
0:04:19 festejando la consagración de leo 16 al trono.
0:04:22 A la derecha de Mirabó,
0:04:24 que fue invitado a la reunión,
0:04:27 era un preso, pero como era de Alcovurniar, fue invitado.
0:04:31 Digo, a la derecha del preso se sentó la señora Sophie de Monnier,
0:04:35 la mujer del presidente honorario de la Cámara de Cuentas de aquella región.
0:04:40 Una señora casada, al lado de Mirabó.
0:04:43 Dice el cronista, Leo.
0:04:47 A partir del primer plato,
0:04:49 Mirabó empezó a desear pervientemente a su vecina.
0:04:53 A los entremeses ya estaba enamorado de ella,
0:04:57 y con el pescado, la joven empezó a mostrarse inquieta.
0:05:01 A los postres se adoraban,
0:05:03 con el champagne,
0:05:05 sin haber hablado una sola palabra,
0:05:07 eran amantes de intención.
0:05:13 Sophie de Monnier
0:05:14 esperó el momento en que Mirabó la amara,
0:05:17 y ese momento no tardó mucho.
0:05:20 Una tarde, una amiga de la joven, la señorita Margarita Barbo,
0:05:24 que vivía sola, con una criada,
0:05:27 le prestó el dormitorio a los dos enamorados
0:05:31 para que pudieran encontrarse.
0:05:33 Dice, bueno, eso me quedó en la sala,
0:05:34 ustedes vengan al dormitorio, que es eso.
0:05:37 Bueno, llegaron Mirabó y Sophie,
0:05:40 y se metieron en la cama.
0:05:43 Al rato tocan el timbre.
0:05:47 Y en el visita le cayó a Margarita Barbo
0:05:50 unos tíos que se lloró,
0:05:53 unos familiares.
0:05:55 Bueno, los hizo pasar
0:05:57 a la sala contigo, al dormitorio,
0:05:59 donde estaba Sophie de Monnier con Mirabó.
0:06:03 Los amantes en la habitación ni se enteraron de que había visita.
0:06:07 Y bueno, la otra, la dueña de casa,
0:06:09 que tal, como le va a meta conversación.
0:06:12 De repente, la incipia charla con los familiares
0:06:16 se vio ahogada por los rumores que provenían de la otra pieza.
0:06:22 Los sonidos más leves eran los del crujido de una cama.
0:06:27 Muy abrigonsada la señorita Barbo,
0:06:29 la dueña de casa finció no oír nada
0:06:32 y continuó la charla con la voz un poco más elevada.
0:06:35 Pero la precaución no sirvió de mucho,
0:06:37 ya que los dos amantes no tardaron en gritar frases tiernas
0:06:42 en las que a veces se mezclaba alguna obscenidad.
0:06:45 Mirabó dijo, la visita.
0:06:46 Eso no fue todo.
0:06:48 La lucha amorosa fue tal
0:06:51 que un embate contra la pared divisoria
0:06:54 hizo que cayera parte del techo del salón.
0:07:00 Entonces la señorita Barbo
0:07:02 empezó a dar explicaciones acerca de la mala construcción
0:07:06 y con el sostenido afán de tapar el ruido del amor
0:07:09 apartaba sillas, dejaba caer objetos,
0:07:13 sacudía cajas de bombones.
0:07:18 Pero lo peor llegó cuando mirabó,
0:07:20 que no sabía de la visita,
0:07:22 salió del aposento desnudo y suspirante.
0:07:26 Qué lindo tema musical.
0:07:28 Y entonces los familiares Margarita Barbo salieron rajando.
0:07:32 Una jornada estupenda.
0:07:34 Pero para mí así de gusto era tomar el té, dije.
0:07:37 El señor de Semmorí vino a enterarse de estos amoríos
0:07:41 y prohibió a Mirabó que saliera de la fortaleza del yuc.
0:07:46 Mirabó desesperado,
0:07:47 pidió permiso para salir una última vez la noche siguiente.
0:07:54 Y adujo que el señor demoníe,
0:07:57 que era el marido de Sofía,
0:07:59 había organizado un bailongo y lo había invitado.
0:08:02 Y Semmorí lo dejó.
0:08:05 Y Mirabó fue a la fiesta un rato,
0:08:07 pero en verdad nunca volvió a la cel, la se escapó.
0:08:11 Viajó a Dijón, donde Sofía se encontró después con él.
0:08:15 La dicha duró poco, ¿no?
0:08:20 Mirabó fue reconocido en otro bailongo
0:08:23 y fue arrestado como fugitivo y como rebelde.
0:08:26 Y también como raptor.
0:08:29 Pero se volvió a escapar.
0:08:31 Y por carta logró convencer a Sofía
0:08:34 que lo acompañara a Holanda.
0:08:37 Sofía, imagina, era una mujer casada.
0:08:40 Le afanó plata al esposo
0:08:43 para conseguir el dinero suficiente para el viaje.
0:08:46 Dice el cronista que sustituyó unos fajos de billetes
0:08:51 por otros de cartones o papeles de pisería, me imagino yo.
0:08:55 Rellenó con cascotes las bolsas de moneda que tenía el marido.
0:08:59 El dinero fue enviado a Mirabó incluso por el... no sé cómo.
0:09:04 También mandó joyas, algunas pieles.
0:09:07 Y después fue ella misma en persona, ¿no?
0:09:10 Se encontró con Mirabó para cruzar a Holanda.
0:09:14 Al cabo de unos meses,
0:09:16 llegastaron tolayitas.
0:09:18 Empezaron a pasar grandes dificultades.
0:09:21 Mirabó trató de publicar un libro.
0:09:23 Escribía fantásticamente bien, era un gran escritor.
0:09:26 Pero como situación legal lo obligaba a andar entre malandras,
0:09:30 era un ambiente un poco abyecto,
0:09:33 no conseguía entrar en relaciones más que con editores sospechosos
0:09:38 o que trabajaban para grupos difíciles
0:09:41 y así empezó a escribir para agitadores pre-revolutionarios
0:09:45 que lo recibieron con toda alegría.
0:09:47 Los escritos hicieron tanto ruido
0:09:52 que los amantes fueron descubiertos y deportados.
0:09:55 A Mirabó lo encerraron en Vincent
0:09:58 y a ella en un asilo de Besanzon.
0:10:02 En 1781, Mirabó quedó libre.
0:10:04 Había pasado tres años en Cana.
0:10:07 Y corrió a ver a Sofía
0:10:09 que de Besanzon había sido trasladada a Xián.
0:10:13 Y sucedió algo espantoso.
0:10:15 Mirabó no era un buen tipo, en realidad.
0:10:18 Pudo verla gracias a la complicidad de una religiosa,
0:10:21 pero se decepcionó.
0:10:24 No le gustó a Sofía.
0:10:26 La encontró fea y desarriglada.
0:10:28 Bueno, claro, estaba en la cárcel.
0:10:30 No estaba en el programa de Mirta Le Gran.
0:10:32 Miraste tú, hijo, Miran.
0:10:34 Entonces, después de haberla contemplado un instante
0:10:36 y se unamoeca, saludo y se fue.
0:10:38 Serás como salió rajando.
0:10:40 Y unas semanas más tarde, la desdichada Sofía
0:10:43 recibió una carta de ruptura que la desesperó.
0:10:47 Fue entonces cuando Mirabó,
0:10:49 una vez abandonada a Sofía,
0:10:51 se enamoró de la volandesita presitada,
0:10:54 enriqueta, melia de nera.
0:10:56 Que era rica,
0:10:59 lo ayudó a encumbrarse,
0:11:00 pero esa ya es otra historia.
0:11:02 Gracias a la volandesita,
0:11:04 el consiguió entrar en la política.
0:11:06 Sofía tardó mucho en volver a enamorarse.
0:11:09 Sufrió mucho por aquella ausencia de Mirabó,
0:11:12 hasta que con mucha dificultad vio como es esto.
0:11:15 Te deja Mirabó y vos quedas ahí en cana, además.
0:11:20 Y entonces en cana viene Mirabó,
0:11:22 no le gustaste, y vos por el cita ahí
0:11:24 quedas maltricha con tu corazón roto.
0:11:27 Y entonces para enamorarte de nuevo,
0:11:29 lo tenés que armar con una gran dificultad
0:11:32 y pegás el corazón con cinta Scotch.
0:11:38 Y ahí queda el corazón tecleando.
0:11:41 Tanto hizo la pobre que en 1789,
0:11:44 ocho años después,
0:11:46 estaba a punto de casarse con un capitán de caballería.
0:11:49 Pero el caballero, tres o cuatro días antes de la boda,
0:11:53 se muere.
0:11:55 Pero qué gracia.
0:11:57 Y entonces ya no aguantó más dos días
0:12:00 y se suicidó.
0:12:02 Tenía 27 años.
0:12:04 Mirabó se enteró de la tragedia
0:12:06 cuando subía a la tribuna para decir un discurso
0:12:09 y no dio muestras de la menor emoción.
0:12:16 Recuerden ustedes,
0:12:18 que se ha comentado aquí como terminó,
0:12:20 mirabó, ya siendo un político consagrado.
0:12:22 Andaba de orgía, de orgía,
0:12:24 el hombre salía de una para meterse en otra.
0:12:27 Bueno, esa es una orgía.
0:12:29 Y un día parece que estaba...
0:12:33 Un día parece que estaba homenajeando a dos bailarinas
0:12:36 del Valet de Nocedonde.
0:12:38 Y para homenajearlas con mayor ardor,
0:12:41 se tomó un específico que le había regalado
0:12:43 un italiano que tenía, no sé qué,
0:12:45 le cayó mal,
0:12:47 se envenenó.
0:12:49 Y crepó ahí mismo,
0:12:51 delante de dos bailarinas que nos estaban sacudiendo.
0:12:53 Los sacudían pero era inútil.
0:12:55 Era como...
0:12:57 Sí, claro, me iba a decir algo terrible.
0:12:59 Y me iba a decir algo terrible.
0:13:01 Qué bruto.
0:13:03 Bueno. Y ahí murió Mirabó.
0:13:05 Ustedes dirán si lo merecían.
0:13:07 Viste yo, todo el mundo se muere.
0:13:09 Aunque todo el mundo no se lo merezca.
0:13:11 Usted debe tener algo que decir.
0:13:13 Sí, estaba pensando...
0:13:15 Hablando del mérito Alejandro,
0:13:17 de nuestro amigo el com de Mirabó
0:13:19 y se merecía...
0:13:21 no la muerte, pero quizás un final...
0:13:23 Creo sospecho que había trabajado mucho para un final
0:13:25 que quizás él mismo hubiera elegido.
0:13:27 Si le hubiera dado la posibilidad de optar
0:13:29 por una forma de muerte,
0:13:31 qué mejor para un libertino que...
0:13:33 Que morieran una orgía, claro.
0:13:35 Pero estaba pensando también
0:13:37 que esta época, el siglo XIX,
0:13:39 que estaba en el siglo XIX,
0:13:41 y en ese momento en Francia,
0:13:43 era un momento en el cual
0:13:45 se discutía mucho acerca del sentido
0:13:47 de cosas que aparentemente
0:13:49 ya estaban cristalizadas para siempre.
0:13:51 Por ejemplo, ¿qué es el patriotismo?
0:13:53 ¿O mejor aún qué es el coraje?
0:13:55 Entonces, estos mismos muchachos
0:13:57 que eran los que habían consagrado
0:13:59 los derechos del hombre,
0:14:01 tuvieron que empezar a reflexionar
0:14:03 sobre ese grado de valores.
0:14:05 Porque, por ejemplo, bueno,
0:14:07 tenemos este tipo de cosas
0:14:09 que se había hecho en la guerra, por ejemplo.
0:14:11 Era valiente un hombre
0:14:13 que bachaba al frente,
0:14:15 uno supondría que sí,
0:14:17 se decía que los más cobardes
0:14:19 iban al frente porque
0:14:21 o bien morían inmediatamente
0:14:23 y entonces le iba a tener ningún tipo de problema
0:14:25 o bien quedaban en el piso y el risto
0:14:27 pasaban por arriba y la batalla,
0:14:29 Valmí, por ejemplo,
0:14:31 donde no había muchos soldados,
0:14:33 pero sí muchos ciudadanos,
0:14:35 y estos resultados.
0:14:37 Estos amantes, Sofía y Mirabodio,
0:14:39 vendidos por el ruido,
0:14:41 siempre es el ruido,
0:14:43 lo que los acudía, lo que los denunciaba.
0:14:45 Sofía tenía 27 años,
0:14:47 se hubiera esperado 10 años más,
0:14:49 ella quizás hubiera hecho esto que Mirabodía
0:14:51 hacía, es decir, la posibilidad
0:14:53 de no sentir por el entrenamiento.
0:14:55 Porque justamente
0:14:57 el amor se critica, por ejemplo,
0:14:59 a el tipo, a la mujer que soporta
0:15:01 callado alguna bajeza del otro.
0:15:03 Y, sin embargo, uno debería pensar
0:15:06 que se ha hecho coraje para sufrir
0:15:08 antes que perder.
0:15:10 Quizás la persona, el hombre o la mujer
0:15:12 que aguanta así es el verdaderamente valiente
0:15:14 y el que toma la decisión brutal
0:15:16 de romper una relación.
0:15:18 O que la decisión realidad está teniendo
0:15:20 nada, simplemente esto,
0:15:22 esa ladería.
0:15:24 Uno dice de sufrir tanto a partir de la dignidad
0:15:26 y bueno, para no perder la dignidad
0:15:28 hay que practicar y entrenarse mucho,
0:15:30 pero sabe que en cobardía.
0:15:34 Y en alusión a esta cobardía
0:15:36 de Mirabod
0:15:38 se escribió, evidentemente,
0:15:40 el tangoeste de Charlo
0:15:42 que es cantado por Carlos Gardela
0:15:44 ahora, que se llama cobardía.
0:16:04 No sé qué daño
0:16:06 dice yo a merecer
0:16:08 esta cadena
0:16:10 ineguantable de dolor
0:16:12 que cuando no te beso
0:16:14 no puedo respirar
0:16:16 y siento que me ogan
0:16:18 tus labios al besar
0:16:20 de sufrir tanto
0:16:22 perdí la dignidad
0:16:24 y no me importa saber
0:16:26 que me engañas
0:16:28 no ves que necesito de vos
0:16:30 te quiero ver
0:16:32 hablame como siempre
0:16:34 de si que me querés
0:16:38 yo sé que es mentira
0:16:40 todo lo que tal diciendo
0:16:44 solo un rumor de miedo
0:16:46 yo sé que el de pena
0:16:48 que mentí
0:16:50 para no matarme
0:16:52 tu amor
0:16:54 no te beso
0:16:56 no te beso
0:16:58 no te beso
0:17:00 yo sé que te quiero ver
0:17:02 en tu vida
0:17:04 sin embargo
0:17:06 sin esa mentira
0:17:08 no puedo vivir
0:17:10 anoche mismo he podido comprobar
0:17:12 que ni la puerta de esta casa respeta
0:17:14 yo vi con estos ojos
0:17:16 los besos que te dio
0:17:18 y hoy qué se reían
0:17:20 burlándose los dos
0:17:22 humildemente
0:17:24 sin embargo ya lo ves
0:17:26 yo te pregunto
0:17:28 Y cerrando los ojos escucho que jurás
0:17:32 Que nunca me engañaste, que no me olvidarás
0:17:38 Oh, yo sé que es mentira
0:17:42 Todo lo que estás diciendo
0:17:46 Que soy en tu vida
0:17:50 Solo un reemborrimiento
0:17:53 Yo sé que es de pena
0:17:57 Nunca mentí pa' no matarme
0:18:01 Oh, lo sé, sin embargo
0:18:03 Oh, sin eso es mentira
0:18:06 Todo lo puedo vivir
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