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3 de Marzo de 2009

Giacomo Casanova en Torino

Transcripción automática

0:00:00 Bueno, hablaremos hoy, hace mucho que no hablábamos, y antes lo hacíamos con cierta frecuencia,
0:00:06 de ya como Casanova, ¿no? Somos seductor de Venezuela, pero también de toda Europa,
0:00:15 porque anduvo, dando vuelta por ahí como zapallo en carro.
0:00:18 Y este episodio, porque Casanova escribió unas memorias que tienen gracia, porque son
0:00:24 las memorias de un seductor, pero que así siempre elige para contar episodios donde fracasa.
0:00:31 Y eso me parece que es...
0:00:34 Lo primero que debe aprender un seductor, contar solamente sus fracasos, sus fracasos
0:00:38 son simpáticos.
0:00:40 No, los tipos que cuentan sus triunfos son más bien despreciables.
0:00:49 Este episodio sucedió en Turín, nos cuenta Casanova en Turín.
0:00:53 Así, Casanova se había alquilado una pieza en una casa particular y ya instalado, se
0:01:00 asomó a la calle, a ver qué pasaba, y se alegró de encontrarse con un amigo.
0:01:06 Se trataba de un hombre llamado Desalmúaz, al que había conocido en Zabolla.
0:01:13 Salieron a dar un paseo y a Casanova les llamó la atención la gran cantidad de muchachas
0:01:19 hermosas que había en Turín.
0:01:21 Sin embargo, fue rápidamente advertido acerca de un destacio.
0:01:25 Llevar adelante los actos de la seducción en Turín era algo muy complicado.
0:01:33 Parece que la ciudad estaba llena de espías que denunciaban a los adultos y había terribles
0:01:42 penas para los pecadores descubiertos.
0:01:45 Y cuenta Casanova que para toda cuestión amorosa había que usar precauciones extremas,
0:01:51 valerse de los servicios de celestinas muy hábiles y muy caras, y aquellas celestinas
0:01:56 se regaban también a espantosos castigos en caso de ser descubiertas.
0:02:01 Es una ciudad muy poco liberal en aquellos asuntos.
0:02:05 ¿Por cuestiones religiosas?
0:02:07 Por cuestiones religiosas, por cuestiones de costumbres.
0:02:11 Estamos a mediados del siglo XVIII.
0:02:16 En Turín no se toleraba por ejemplo la prostitución.
0:02:19 Bueno, todas aquellas prohibiciones, cuenta Casanova, habían transformado a la ciudad
0:02:24 en un lugar donde las pasiones eran muy vivas pero muy ocultas.
0:02:31 Entre las bellezas que habían llamado su atención, sólo una logró cautivarlo verdaderamente.
0:02:39 Se llamaba Lía, una muchacha inconquistable que se había resistido a los ataques a la
0:02:46 de los más reputados seductores de Turín.
0:02:49 Su padre era un comerciante.
0:02:52 No era difícil ir a su casa, pero allí no había nada que hacer.
0:02:57 Todo esto se lo contó de Salmóaz a Casanova.
0:03:02 Casanova respondió que siempre había algo por hacer y decidió emprender aquella complicada
0:03:07 empresa.
0:03:08 Se dirigió entonces a la casa del padre de Lía y le preguntó al neato si tenía un
0:03:14 buen caballo para vender.
0:03:17 El tipo llamó su ayudante, dio algunas órdenes que se yo y mientras hablaba apareció justamente
0:03:24 su bella hija que era deslumbrante y tenía 22 años.
0:03:29 Escribió Casanova.
0:03:34 Absorto en la contemplación de los encantos de aquella joven no veía el caballo que tenía
0:03:40 delante.
0:03:42 No examiné no obstante, dándome las entendidos y tras tantear las patas, moverle las orejas
0:03:51 y estoy pensando y examinar su boca creo que es de la señalista.
0:03:58 Y sé que lo montaran para ver qué planta tenía al paso al trote y al galope.
0:04:09 Le dije al vendedor que volvería el día siguiente con botas para probarlo.
0:04:18 Describió a Lía Casanova.
0:04:20 Morocha, de ojos negros, llenos de inteligencia y fuego, todo en ella llamaba la buena educación
0:04:27 a la gracia y a la delicadeza.
0:04:30 No así su gusto que era un busto imprudente.
0:04:37 Casanova se enamoró de aquella muchacha imposible.
0:04:42 Al día siguiente volvió al negocio y decidió comprar el caballo a condición de que Lía lo montase
0:04:48 antes al caballo.
0:04:50 Qué espectáculo, ¿no?
0:04:51 Ya que como dijo Casanova, era para una dama y quería ver cómo trataba esa bestia a una mujer.
0:04:58 Esto era mentira desde luego, pero bueno, el tipo...
0:05:03 salieron a pasear Lía en el caballo que Casanova quería comprar y él en otro cualquiera.
0:05:09 Tuvieron por ahí y en medio del paseo Casanova dijo a repentirse de regalar el caballo a otra muchacha
0:05:16 y le dijo que estaba decidido a comprarlo, pero únicamente para regalárselo a ella,
0:05:20 no poniendo más condición que la complacencia de que ella lo montase cuando él lo pidiera al caballo.
0:05:27 Sí, claro, por señor.
0:05:29 Claro, para acompañarlo en sus paseos.
0:05:32 Y Lía aceptó.
0:05:34 Y el padre también.
0:05:36 Espa, el padre un entregador.
0:05:38 Luego de varios paseos las pretensiones de Casanova eran respondidas con ambiguos gestos de Lía.
0:05:47 Se apoyaba en los hombros de Casanova, tomaba sus manos, le acariciaba el pelo y pared de contar.
0:05:55 Estaba interiquiendo un poco.
0:05:57 Ya como estaba desesperado, pasadas algunas semanas viendo que los paseos no daban resultado, lo suspendió.
0:06:05 Ese momento.
0:06:07 A los pocos días el padre de la muchacha que tenía algunas dificultades económicas
0:06:13 ofreció a Casanova unos manteles de seda y ya como de puro enamorado los compró.
0:06:20 Al final el viejo le ofreció un faetón con dos caballos excelentes.
0:06:25 Un encarroje, ¿no?
0:06:28 Cuando Casanova estuvo solo con Lía le dijo,
0:06:31 mañana pagaré con gusto el faetón que tu padre me ofrece, pero con una nueva condición.
0:06:38 Que me concedas todos los favores que se han de esperar de un amor apasionado y correspondido.
0:06:44 Dijo el tiempo.
0:06:47 Compró todo, pero...
0:06:49 Yo creo que ella era una muchacha honesta y que no estaba en venta.
0:06:53 Casanova agregó de forma muy desafortunada.
0:06:56 ¿Y por qué aceptó el caballo?
0:06:58 Para aquí, pero que vino donde metió la pata.
0:07:01 A ver y de saber, hermosa Lía, que todas las mujeres hermosas y honradas se venden.
0:07:08 Qué mal, el concepto.
0:07:09 Cuando uno tiene tiempo compra con así las intenciones,
0:07:13 con así las atenciones, debe querer decir, a la mujer que su amor desea.
0:07:18 Cuando tiene prisa como yo, envuelve los regalos con un pedido.
0:07:22 ¡Le pido que me ame!
0:07:24 No, señor, no hay la forma.
0:07:27 Usted su nombre torpe, respondió a la muchacha y se fue.
0:07:32 Pero Casanova igual compró el faetón con los caballos y así se sucedieron las compras.
0:07:38 Venta ofrecibientos, venta solicitudes de Casanova,
0:07:42 que persistentemente enamorados llenaba los bolsillos del vendedor.
0:07:47 ¿Has tongado el vendedor con la hija?
0:07:49 Sin nada que obtener de la muchacha.
0:07:53 En medio de todo, Lía incluso hacía cosas para aumentar la pasión de ya como.
0:08:00 Cierta vez, mientras fingía probarse unas cedas, se le mostró desnuda.
0:08:11 Junta de monedas de 50 centavos.
0:08:17 Pasó un tiempo hasta que ya como se enteró de una espantosa noticia.
0:08:21 Un viajero le contó que era víctima de un plan que desde hace algunos años se llevaba a cabo en aquel negocio.
0:08:27 Ligía y su padre estaban de acuerdo para sacarle el dinero a los incautos,
0:08:31 prometiendo mucho y no otorgando nada.
0:08:35 Aquella muchacha procuraba que su padre lograra ventas y hacía de sus amores eternas vísperas.
0:08:43 Casiánóva, curioso, quiso irse de la ciudad, pero antes de poder hacerlo,
0:08:48 el padre de Lía le ofreció en venta una hermosa sortija.
0:08:53 Ya como respondió que no podía comprarla sino para ponerla en manos de Lía.
0:09:00 Ella fue amorosa donde estaba él y él le ofreció la joya.
0:09:05 Casiánóva la compró, se la regaló y con cortesía despidió a Lía para siempre.
0:09:12 Más tarde se encontró con su amigo, el de San Muaz.
0:09:17 Y para no complicar el asunto le dijo que tenía razón, no fue posible enamorar a esta muchacha.
0:09:26 Y Casiánóva, que había estado doctor pediciéndole a la venida a toda la mujer, tiene impresión.
0:09:31 Se reivindicó acá en el final, compró la última sortija que no era más que una despedida.
0:09:39 Y así Casiánóva pagó un precio absorbitante por algo que en apariencia no vale nada.
0:09:46 Pero qué es eso, no sé.
0:09:49 A lo mejor no hay regalo más noble que aquel que se hace a personas que uno sabe que ya no verá.
0:09:56 Y mejor todavía, que ni siquiera se van a conmover por lo que uno les regala.
0:10:02 Ese es un regalo noble e inútil como deben ser todos los regalos.
0:10:08 Todos los regalos deben ser perfectamente inútiles.
0:10:13 El rey de Macedoña, Alejandro, le dio una vez a un mendigo una limosina exorbitante
0:10:23 y el mendigo le dijo que la limosina era demasiado para él.
0:10:27 Alejandro le dijo, efectivamente es mucho para ti, pero no para mí.
0:10:32 La limosina no está a la altura del que la recibe, sino del que la está dando.
0:10:38 Y en este caso, así fue.
0:10:41 El regalo tiene que honrar al que regala.
0:10:45 No importa si es que lo recibe, no lo merece.
0:10:50 O si es demasiado, porque lo recibe o si no se convueve o si no lo importa.
0:10:55 El tipo que regala regala porque a él le está gustando regalar.
0:11:00 Él está halagándose el propio espíritu y el noble, siéndolo con un regalo.
0:11:06 Y en el orden de mina, usted pensará lo mismo que yo.
0:11:11 Es cierto que no se puede comprar a nadie con un regalo. No se puede.
0:11:19 Pero tampoco hay que aceptarlo.
0:11:22 Si una dama no le va a dar bolilla, un tipo no tiene que aceptar un caballo.
0:11:31 No, no tiene que aceptar. No tiene que aceptar.
0:11:36 Y si se le acepta.
0:11:41 Yo no digo que después que la tipa aceptó, en el tipo que siempre dice,
0:11:45 bueno, ahora que ya te regale el caballo, sacarte los líneos.
0:11:49 No, eso no es así.
0:11:51 O las que devuelven los regalos cuando se derrumpen en una relación.
0:11:54 Bueno, eso es otro asunto.
0:11:56 Pero acá en el regalo tomado como compra, como precio, está bien.
0:12:03 El tipo no tiene que regalar o tiene que regalar sin pedir nada.
0:12:06 Pero la mina que no va a dar nada no debe aceptar tampoco el regalo.
0:12:12 Porque es un mensaje confuso.
0:12:15 Así que disculpe, pero yo esto no lo puedo aceptar.
0:12:18 Varto.
0:12:20 Pero no, le voy a recalmar.
0:12:22 Una sortijas te regala el escándalo.
0:12:24 Me queda linda, la verdad que me gustó mucho, pero un hombre honesto no se vende.
0:12:28 Pero disculpe, me acerco.
0:12:30 Yo creo que me va a comprar así nomás.
0:12:32 No creo que va a comprar mis favores así como así.
0:12:34 ¿A qué es la señorita me dio la sortijas para usted?
0:12:36 Bueno, venga, señorita, que acepto todo.
0:12:39 Dedicamos esto a Casanova y al pobre, al amigo de él, al de San Mase, ¿no?
0:12:46 A que nunca podía tener un amor verdadero, porque el viejo la utilizaba para engrupir a los giles.
0:12:53 Y justamente para ella vamos a escuchar este fevesísimo tango,
0:13:00 que debería haber sido compuesto en homenaje a esta chica,
0:13:04 ya que el tango se llama Nunca Tuvo Novio.
0:13:07 Y seguro que nunca tuvo novio la jovencita.
0:13:13 ¿Qué es raro que el discotecario le dio este tango?
0:13:16 No estaba el discotecario.
0:13:18 No me lo agarre yo, porque si no el discotecario no entiende absolutamente nada y hubiera puesto...
0:13:23 ¿Samba de mi esperanza le hubiera dado a cualquier cosa?
0:13:25 Sí, sí, pero no hubiera estado mal.
0:13:27 No, por la esperanza de Casanova.
0:13:29 Mucho más pertinente, Samba de mi esperanza que nunca tuvo novio, recorde, verdad.
0:13:35 Sólo que es más fea.
0:13:37 Y aquí, entre la pertinencia y la belleza, preferimos un tango lindo, aunque impertidente.
0:13:45 Aníbal Trollio y Roberto Grella van a tocar Nunca Tuvo Novio de Augustin Barro.
0:14:07 Nunca Tuvo Novio
0:14:37 Nunca Tuvo Novio
0:15:07 Nunca Tuvo Novio

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