Transcripción automática
0:00:00 Continuamos en la venganza Serata Arribles desde la auditorio de Radio del Plata, aquí en la calle Gorriti, 5963.
0:00:12 Mañana también, estaremos aquí. ¿Sí, señor?
0:00:15 Gratis, hay que venir y listo, ahí mate, la gente se va cambiando de mesa y así.
0:00:21 Muy bien, bien. Y no mucho más, ¿no?
0:00:24 Es bien que se punta ahí, ya nada.
0:00:26 Es bastante, ché.
0:00:28 Bien, vamos a hablar hoy de Haimdal, que es un personaje de los mitos nórdicos,
0:00:33 y era el vigilante de los dioses en la mitología nórdica.
0:00:37 La palabra vigilante entraña para nosotros una cotidaneidad,
0:00:42 o porque no es cierto desdén, que la aleja de los mitos,
0:00:46 pero justamente esa contradicción entre vigilante y dioses hace efectivo este enunciado,
0:00:56 vigilante de los dioses funciona.
0:00:58 Bueno, parece que en el transcurso de un paseo por la orilla del mar,
0:01:02 Odín, el príncipe de los dioses nórdicos,
0:01:06 vio una vez a nueve muchachas, las doncellas de las olas,
0:01:12 llamaban Guia-alp, Graip, Egia, Augeia, Ulfrum, Aurgiafa, Sindur, Atla y Jarnsaksa.
0:01:22 El último nombre es un tanto dificultoso, digo yo que,
0:01:26 pasos sin despeinarme por estos vados,
0:01:31 sin embargo me atasco como el jueves, el nombre es tan fácil como Fanemen.
0:01:38 Y insistía yo en ponerle una hacha a Fanemen,
0:01:41 y era aquel fabricante de eso.
0:01:43 Estas chicas estaban profundamente dormidas sobre la arena,
0:01:51 como suele ocurrir precisamente con las olas de las cuales eran alegorísimas.
0:01:56 Odín quedó tan enamorado de aquellas hermosas,
0:01:59 que tal como relata el Edda, ese libro que todos conocemos,
0:02:05 se unió, por no decir otra cosa, a las nueve,
0:02:10 no a las nueve de la noche ni a las nueve de la mañana, sino a las nueve chicas.
0:02:17 Una detrás de la otra agregaría yo.
0:02:20 Sin embargo, de un modo que no podemos imaginar,
0:02:24 las doncellas se combinaron en el mismo momento para dar a luz a un hijo.
0:02:31 Nueve dieron a luz a uno.
0:02:34 Bueno, ya es raro que uno de a luz a nueve, pero por lo menos es factible.
0:02:40 En cambio, que nueve den a luz a uno es por lo menos incómodo.
0:02:44 ¿Laburaron un mes cada una?
0:02:45 Sí, muy, muy, puede ser.
0:02:48 Pero no, lo hicieron en el mismo momento.
0:02:50 No, no, no, como si es tipo.
0:02:52 El verso pertinente del Edda dice así.
0:02:57 Nací de nueve madres, hijo soy de nueve hermanas.
0:03:01 Esto, hijo de nueve hermanas, sin embargo, nosotros aquí en el río La Plata,
0:03:05 no nos resulta tan extranjero,
0:03:07 incluso a veces las hermanas de las cuales reputamos hijo a algún amigo,
0:03:11 no son nueve, sino mil.
0:03:15 Así que la idea de ser uno hijo de más de una madre no es nueva para nosotros.
0:03:20 Jajim, del mismo modo que el Hermes clásico, el mensajero de los dioses,
0:03:25 creció completamente al día después de su nacimiento.
0:03:29 Es decir, cuando cumplió un día, ya estaba grande como usted.
0:03:33 Bueno, eso no pasa.
0:03:35 Y se lanzó a Lásgar, la morada de los dioses,
0:03:38 a encontrarse con su padre Odín.
0:03:41 Allí vio a los dioses que observaban con orgullo
0:03:44 el puente Bifrost,
0:03:47 puente que acababan de construir,
0:03:50 con fuego, aire y agua, que es la mejor mezcla para construir puentes.
0:03:55 Este puente bien podía ser, si uno fuera poeta,
0:04:00 el arcoíris.
0:04:03 Sobre ese puente viajaban los dioses de un lado a otro de la tierra,
0:04:07 o incluso aquel manantial urdar que quedaba
0:04:11 al pie del freno y el drácil del fresno sería mejor.
0:04:15 Aquel árbol donde solían reunirse para matear.
0:04:19 Y aquel manantial era el que custodeaba Mímir.
0:04:23 Y entre todos los dioses Tor, el dios del trueno,
0:04:26 era el único que no pasaba sobre el puente,
0:04:29 porque tenía miedo de que sus pasos pesados
0:04:32 o el calor de sus destellos estropearan aquella construcción.
0:04:37 El único asunto que preocupaba a los dioses respecto del puente
0:04:41 era que los gigantes pudieran utilizarlo para acceder al Ásgar,
0:04:46 a la morada de los dioses.
0:04:48 Se sabe que los gigantes eran enemigos de los dioses del Ásgar.
0:04:52 Muy bien, los dioses habían estado deliberando
0:04:55 sobre la conveniencia de asignarle al puente un guardián.
0:04:59 Y el puesto fue otorgado al recién nacido Heinlal,
0:05:04 que había crecido enteramente con un día de vida.
0:05:07 Desde entonces Heinlal velo día y noche sobre el puente Bifrost.
0:05:13 Para permitir que Heinlal detectara la proximidad de cualquier enemigo,
0:05:19 los dioses le otorgaron sentidos tan agudos
0:05:24 que se dice que era capaz de oír la hierba crecer sobre las colinas
0:05:29 y oír cómo la lana crecía en los lomos de las ovejas.
0:05:33 Heinlal podía ver también a extraordinaria distancia,
0:05:36 tan claramente de día como de noche.
0:05:38 Tenía unos ojos que todo lo penetraban.
0:05:42 Y además no dormía.
0:05:45 Como si fuera poco, podía convertirse en cualquier cosa,
0:05:49 ya que le había sido asignado el don de la metamorfosis.
0:05:52 Era como proteo, capaz de asumir cualquier forma.
0:05:57 También se le dio una espada y un corno maravilloso.
0:06:02 El corno se llamaba Gjallarhorn, es decir el corno Gjallar.
0:06:07 Los dioses le ordenaron que cuando registrar a la posibilidad
0:06:12 de que un enemigo se filtrara por el puente, pues tocar el corno.
0:06:18 ¿Cómo sonaría ese corno? No lo sé.
0:06:33 Para tener siempre a mano el instrumento,
0:06:37 Heinlal, Luke colgaba de una rama del Fresno Yggdrasil.
0:06:44 Para cuidarlo, lo sumergía en las aguas del manantial de Mimir
0:06:47 junto al ojo de Odín, que ya hacían las profundidades de aquel manantial,
0:06:52 ya que Odín había pagado con ese ojo el don de la sabiduría.
0:06:56 El príncipe de los dioses era tuerto.
0:07:01 Tan solo una lágrima de Ramoberta, tan solo una porque era tuerta.
0:07:08 El palacio de Heinlal se llamaba Himmendjörg
0:07:13 y estaba situado en el punto más alto del puente, como una garita.
0:07:17 Y así lo visitaban a menudo los dioses
0:07:21 y bebían un hidromiel delicioso que él utilizaba para agasajarlos.
0:07:28 A Heinlal se lo distinguía por su dentadura de oro
0:07:32 que naturalmente destellaba cuando sonreían.
0:07:36 También el apropietario de un caballo de crines áureas
0:07:39 llamado Gulltop, que lo transportaba de aquí para allá sobre el puente.
0:07:44 La verdad es que Heinlal, durante su custodia,
0:07:47 debió estar más atento a los desmanes de algún integrante,
0:07:50 de Lásgar, que no a la llegada de los gigantes.
0:07:55 Una de las historias de los episodios de la vigilancia de Heinlal fue el siguiente.
0:08:02 Una noche oyó el suave sonido de lo que parecían ser Pasos de Gato,
0:08:11 que iba en dirección al Palacio de Freya, que era la diosa de la belleza y del amor.
0:08:17 Este palacio llamado Seth Brumel, que quiere decir el espacioso de asientos,
0:08:25 le había sido concedido a Freya por los dioses.
0:08:29 Aquí entre nosotros, ahora que somos pocos,
0:08:33 todos los dioses estaban enamorados de Freya
0:08:36 y le dieron un lugar en donde podía acomodar fácilmente a todos sus huéspedes, por decirlo así.
0:08:41 La cuestión fue que Heinlal visitó la oscuridad,
0:08:46 fue a ver qué pasaba con ese ruido de Pasos de Gato,
0:08:49 y vio que el sonido era producido por Loki,
0:08:53 Loki presentado casi siempre como el dios responsable de todas las maldades del cielo nórdico.
0:09:00 Loki había entrado sigilosamente en el palacio,
0:09:04 si había aproximado al lecho de Freya,
0:09:07 pero para afanarle el Coyar de Oro llamado Bresingamann,
0:09:13 que era un collar que habían fabricado los Enanos,
0:09:16 personajes de los mitos nórdicos,
0:09:19 que siempre son industriosos e inventan cosas,
0:09:22 son casi el equivalente, me parece mejor a mí,
0:09:26 de efectos en los mitos fríes.
0:09:30 Bueno, este collar era además de hermoso, poderoso,
0:09:36 aumentaba los encantos del poseedor.
0:09:39 Vos te comprabas ese collar, te lo ponías,
0:09:42 y resultaba mucho más atractivo de lo que ya era sin collar.
0:09:46 Bueno, eso fue lo que vio Heinlal, no?
0:09:51 Loki codiciando el collar y disponiéndose a robarlo.
0:09:55 Heinlal vio también que la diosa se encontraba dormida
0:09:59 en una posición que hacía imposible abrir su collar sin despertarla.
0:10:03 Yo siempre duermo en posiciones que hacen imposible
0:10:06 que me abran el collar sin despertarla.
0:10:09 Loki permaneció dubitativo al lado de la cama durante unos momentos,
0:10:14 y entonces hizo lo siguiente.
0:10:17 Recitó una frase que permitían a los dioses cambiar de forma,
0:10:20 y quedó convertido en una pulga.
0:10:23 Se deslizó bajo las sábanas, picó a Freya,
0:10:27 y se cambió de posición el cierre del collar quedó a la vista.
0:10:31 Loki volvió a su estado natural y se afanó el collar.
0:10:34 Hasta un niño puede hacer.
0:10:36 Pero entonces el vigilante Heinlal se lanzó a una persecución
0:10:42 que estuvo llena de transformaciones.
0:10:49 Heinlal se envainó su espada, y el dos Loki se convirtió en una llama.
0:10:54 Entonces Heinlal se transformó en una nube y envió una lluvia para pagar a aquella llama.
0:11:00 Llama.
0:11:06 Entonces Loki alteró su forma para parecer como un oso.
0:11:10 El oso abrió sus falses para beberse el agua de la lluvia.
0:11:14 Heinlal sin dejarse intimidar se volvió oso.
0:11:18 Pero más grande, y atacó ferozmente a Loki.
0:11:21 Bueno, ya cuando la lucha...
0:11:23 ¡Que está, oso!
0:11:25 Hasta cuando vamos a seguir.
0:11:27 Sin embargo, el cine americano consiste solo en esto.
0:11:31 Pero trabaja en Terehoptis, en esa.
0:11:33 Ya cuando la lucha amenazaba con una burrida a todos,
0:11:37 Loki devolvió el collar.
0:11:40 Ese bueno, tomásevatelo.
0:11:42 Y otra vez lo pusieron en el cuello de Freya,
0:11:45 y por aquella vigilancia atenta,
0:11:48 Heinlal fue felicitado por los dioses muchas veces.
0:11:52 Un día Heinlal hará sonar el Guialarjo.
0:12:01 Esto será el día de lo caso de los dioses.
0:12:07 El sonido de aquel corno despertará a todos.
0:12:10 Y en verdad será la única vez que sonará este corno.
0:12:15 Será cuando Heinlal presiva que las peores bestias y gigantes
0:12:19 se están acercando para luchar con los dioses.
0:12:22 Y será el comienzo de la batalla final,
0:12:24 el Ragnarok, en lo caso de los dioses.
0:12:27 Esta es la historia de Heinlal,
0:12:29 el vigilante, el de los ojos penetrantes,
0:12:32 el que veía todo lo que estaba sucediendo,
0:12:35 el cuirador del puente.
0:12:39 Así que, ¿no te quiere poder dedicar...?
0:12:44 Estaba pensando, Alejandro...
0:12:46 Alguna persona puede ser al propio Heinlal,
0:12:49 a sus amigos, a todos los que nos conocen.
0:12:52 Estaba pensando esta cuestión de la condición de vigilante,
0:12:57 que cuando es un adjetivo, se vuelve pejorativo,
0:13:01 y cuando es un sustantivo, se vuelve servicial, digamos,
0:13:05 o incluso al inversa, según los tiempos.
0:13:08 Recordaba una frase de General Perón, alguna vez que decía
0:13:11 que en cierto momento, en su gestión,
0:13:13 estaba rodeado de leales y vigilantes,
0:13:17 que los leales se habían ido, habían quedado solo los vigilantes,
0:13:19 y esto había conducido a la ruina del gobierno.
0:13:24 Estaba pensando también la triste vida de Heinlal,
0:13:27 porque alguien con un oído tan agudo,
0:13:29 ¿cómo hace para no recibir el bullicio del mundo?
0:13:32 Alguien que puede escuchar cómo crece el pasto,
0:13:35 ¿cómo se verá en el cajón de los...
0:13:37 La arpuedes ser exterminado por una campanada.
0:13:39 Por una campanada puede ser este.
0:13:41 Lo mismo aquel que tiene un ojo tan aviso,
0:13:43 capaz de ver tan lejos,
0:13:45 ¿cómo hace para el problema del memorioso Funes,
0:13:47 para no acumular en su retina tantas cosas
0:13:50 y poder ver realmente el árbol?
0:13:52 Yo creo que el problema de Funes era un problema de lógica.
0:13:58 La imposibilidad de analizar.
0:14:01 La intradidad.
0:14:03 La virtud de un idioma es ser analítico.
0:14:07 Funes era lo contrario de analítico.
0:14:09 Todo era llano.
0:14:11 Por eso se sabe que aquellos que leen todo literalmente
0:14:14 se llaman psicóticos,
0:14:16 y en algunos casos tienen otros nombres también.
0:14:18 Estaba pensando también, finalmente,
0:14:21 que hay una cierta condición de los puentes.
0:14:24 Es curioso porque hubo muchos grandes dignitarios
0:14:27 que detestaban los puentes.
0:14:29 Pedro I, por ejemplo, tenía alguna cosa de rechazo con los puentes.
0:14:32 Quizás los más astutos descubrieron en algún momento
0:14:35 que quizás los líderes de países un poco más salvajes,
0:14:38 que ellos con tanta historia que empiezan a ajarse.
0:14:41 Qué interesante de los puentes es, además de lo que unen,
0:14:45 aquello por lo que atraviesan.
0:14:47 Es decir, cuando uno es el dueño de un río,
0:14:50 el puente puede cobrar cualquier forma.
0:14:52 Piensó, por ejemplo, en las jornadas gloriosas,
0:14:54 en la vuelta de Obligado, donde el río era de nosotros, los patriotas,
0:14:57 y servieron los pontones.
0:14:59 Cuando había barcos de otra nacionalidad,
0:15:01 no había puentes que pudieran construir,
0:15:03 porque justamente lo que importaba era lo que fluía,
0:15:05 lo que pasaba por ahí.
0:15:07 De modo que ante un puente, por base de que conduzcan al paraíso
0:15:10 o al infierno, lo que hay que tener presente es lo que hay debajo.
0:15:13 Y por eso uno puede decir, mirando hacia el infierno o hacia el cielo,
0:15:17 o hacia aquella que perdió, o hacia aquel que no pudo perder,
0:15:20 digo aquello de puentesito, de mi río.
0:15:24 Y Puentesito del mi río es la canción,
0:15:27 una canción muy querida por nosotros,
0:15:29 señal, que va a ilustrar esta charla acerca al puente Bifrost,
0:15:33 que tal vez era el arcoíris.
0:15:36 Es la canción que escucharemos en la voz de su creador,
0:15:40 de Antonio Tormo.
0:15:57 A pesar de sus labios la flor,
0:16:02 sobre el río que corre cantando,
0:16:05 tú escuchaste mis canto de amor.
0:16:09 Sobre el río que corre cantando,
0:16:13 tú escuchaste mis canto de amor.
0:16:21 Fieja puente de piedra entre las flores,
0:16:26 de mi selva y cielo de el Seañar.
0:16:30 Ya no estás como en concepto del río,
0:16:33 que mil noches platieron las lunas al pasar.
0:16:37 Roto el puente, ya no podré llegar,
0:16:42 con mis tresos, mi copla, mi canción.
0:16:46 Hasta el rancho en que vive la más bella,
0:16:49 de adulta paisanita, que apora el corazón.
0:16:56 En el cauder de fondo habrá habido,
0:17:11 desafiando a mi amor y mi fe.
0:17:15 Pero suena vencer este río,
0:17:18 vosotros puentes sobre entenderé,
0:17:22 y otra noche cantando, cantando,
0:17:26 paisanita tu la hubo al veré.
0:17:30 Y otra noche cantando, cantando,
0:17:33 paisanita tu la hubo al veré.
0:17:42 Fieja puente de piedra entre las flores,
0:17:46 de mi selva y cielo de el Seañar.
0:17:50 Ya no estás como en concepto del río,
0:17:53 que mil noches platieron las lunas al pasar.
0:17:57 Roto el puente, ya no podré llegar,
0:18:01 con mis tresos, mi copla, mi canción.
0:18:05 Hasta el rancho en que vive la más bella,
0:18:09 de adulta paisanita, que apora el corazón.
0:18:21 Era Antonio Tormo, la venganza será terrible,
0:18:26 Puentecito del Río.
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