Transcripción automática
0:00:00 Bueno, vamos a hablar del pintor Andrey Russo, que era también al banero. Vamos a ver,
0:00:12 vamos a ver si tenemos suerte. Es una historia rara. Russo era francés, no con puntejil desde
0:00:18 luego con Demir Russo, el autor del contrato social. Pues bien, Andrey Russo había nacido en 1844 en una
0:00:35 familia humilde y desde 1869 ocupó un puesto en la aduana, lugar que no abandonó hasta 1886. Era un
0:00:46 aduanero. Tenía una pequeña pensión que se retiró de la aduana para dedicarse a pintar. Bueno,
0:01:01 no dire esto que dice aquí el cronista para crear un poco de su peso. Hablaremos de Montmartre,
0:01:11 de los pintores que ya había, Picasso y otros que pasaron a Agustia, insertibumbre, antelfuturo y misteria
0:01:23 y que después alcanzaron en algunos casos la gloria. La verdad que Russo era terriblemente despreciado por
0:01:31 todos los pintores y artistas del barrio, especialmente por los de la vanguardia. Todos los que lo conocían
0:01:37 lo despreciaban y muchos ni siquiera lo conocían como para despreciarlo. El propio Picasso en principio lo creía
0:01:45 un bondadoso chiflado que pintaba con una simpleza que fantaba. Muchos lo cargaban. Una noche el propio Picasso
0:01:55 junto con su novia, Fernando Libé, y el poeta Apolliner fueron hasta una fiesta que Russo ofrecía a sus vecinos
0:02:04 en su taller para Picasso, para Fernando y para Apolliner. El espímulo era burlarse de Russo. Y también
0:02:13 de los amigos de Russo que eran sencillos comerciantes de barrio, empleados. En este inocente mundo se
0:02:20 mezclaron algunos piolas que el aduanero había ido conociéndolo a los arcos. Visten que las veladas
0:02:28 creativas, las fiestas que daba Russo eran como sus pinturas con movedoras con un frescor insolido. Fueron primitivos, primitivo
0:02:39 moderno, podríamos decir, uno de los principales de arte knife. Eso era Russo. Pues bien, en las reuniones de
0:02:48 Russo había esa ingenuidad. Ahí estaban el paradero, el jubilado de la compañía del carro carril, el empleado
0:02:55 de un bici pal, algunos recitaba versos, otros ensanaban canciones, acompañados al violin por el propio Russo
0:03:04 que tocaba. Y tocaba polkas y masurcas, una especie de peña, muy inocente, ajena a cualquier despliegue
0:03:13 personal, no figurativo o crítico, era muy inocente todo. Al finalizar uno de estos destabiladas, Picasso
0:03:22 decidió devolver la invitación a Russo. Acordaron organizar un banquete. En realidad la idea de Picasso
0:03:30 y algunos de sus amigos tenemos más, no era tanto rendir o merar a Russo, sino sobre todo
0:03:36 tomarle el pelo y pasar una velada entretenida. 50 años más tarde contaba Picasso esto y decía que la escena
0:03:45 planeada era efectivamente una broma. Nadie creía en el talento de Russo. Pero lo que ocurrió es que el aduanero
0:03:52 creyó el homenaje, creyó que le iban a hacer una escena de homenaje, lloró de alegría y vamos a ver lo que sucedió.
0:04:00 Picasso había decidido hacer bien las cosas, limpió su taller de todas sus pinturas, invitó a sus vecinos
0:04:10 Juan Gris, Jacques Venant, con algo de ocarazca y bandera se improvisó junto con Apolienad, una decoración
0:04:19 estilo 14 de julio, a través de la habitación una larga pancarta blanca proclamaba honor a Russo.
0:04:28 Ante la mesa del banquete se presentó un cuadro de Russo que estaba sobre un caballete adornado con las plantas
0:04:35 y empezó a la fiesta. Hubo algunas equivocaciones, por ejemplo la novia de Picasso se equivocó a la fecha
0:04:42 para que enviaran la comida por encargo y el morpe llegó a dorar más tarde.
0:04:47 Entonces Picasso fue con parchezo a un comerco vecino, después muchas de las 30 personas invitadas para cargarlo a Russo
0:04:58 esperaron la hora de la cita en un bar y cuando llegaron estaban todo en curva.
0:05:04 Por ahí llegó Russo con el violin, los sentaron a la cabecera en un cizomba rojo que habían colocado sobre una tarima
0:05:11 todo para cargarlo. Consciente de que estaba viviendo su momento de viol y entre aquellos jóvenes artistas
0:05:19 reunidos para un raro, Russo mantenía un porte muy digno, soportaba sin decir palabra, incluso una gota de cera
0:05:27 que le caían de una vela que había en una lámpara sobre el sombrero.
0:05:32 Entre los diferentes platos, en realidad todo corte de queso, se presentaban algunas atracciones musicales.
0:05:42 Algunos tocaban acordeón, Apolinar recitó un poema, un poema que inició a escribir de forma improvisada
0:05:48 en un rincón de la mesa del banquete, en realidad lo traía.
0:05:52 Apolinar recitó acerca de las virtudes que Russo no tenía
0:05:59 y acerca de lugares en los que nunca había estado. Le decía el poema, si acuerdas Russo del paisaje azteca
0:06:07 de los bosques en que crecían mangos y ananas, de los monos derramando toda la sangre de las andillas
0:06:14 y del rubio empanador que fue jucilado allá, los cuadros que tú pinzas en México lo fuiste.
0:06:21 Y Russo nunca habido a México, ni sabía nada, ni marciniliano, ni de querer estar en el nomenaje.
0:06:29 Pero no dijo nada, gustoso disfrutó de esta sensación de aventura
0:06:36 que le daba un prestigio especial ante sus nuevos amigos.
0:06:39 Al final del banquete Russo tomó su violín e interpretó algunas canciones de su repertoño.
0:06:45 Y el estudio fue llenado sergente con las noticias de Montmartre, se propagaban rápidamente a través de los talleres
0:06:52 y los bares y los artistas, y bueno, empezará a caer colado.
0:06:56 Ante la indignación de Picasso, algunos de los colados se metían en los bolsillos pedazos de queso
0:07:03 fingiendo no ver sus miradas a la deprovasión.
0:07:06 Para sustar a Russo, el poeta Andrés Almón fingió tener un delirio en Tremens.
0:07:12 Se hizo que tenía el delirio en Tremens. Su representación fue perfecta.
0:07:17 En realidad, Almón había masticado jabón para simular la baba que parece que es característica de aquel delirio.
0:07:24 Russo nos ocorrió y Almón fingió recuperarse por el toque milagroso del pintor.
0:07:30 Todos lo felicitaron y le cantaron lobas.
0:07:33 Pero al final de la velada, Almón estaba borracho de verdad
0:07:37 y creyó que había tenido un delirio verdadero y que Russo lo había curado.
0:07:41 Así que lo tuvieron que encerrar en un cuarto trasero del taller de Picasso.
0:07:48 Parece que tiene ese cuarto trasero, Almón destruyó un sombrero de plumas de la Marseille-Ciercleurstein
0:07:56 porque se lo quiso comer.
0:07:59 En fin, la velada se prolongó hasta la amanecer y el aduanero rusó este pintor primitivo
0:08:06 agotado tanto a causa de las emociones como del vino cayó en un dulce de targo.
0:08:11 Picasso dijo que lo subiera a un coche.
0:08:14 Antes de que el coche lo justigase a su caballo, el aduanero salió por un momento de su embotamiento
0:08:20 y tuvo unas palabras de gratitud. Le dijo a Picasso,
0:08:23 tú y yo somos los dos pintores más grandes del mundo.
0:08:30 Ahora bien, las resonancias de que el banquete fueron tales
0:08:34 que de la noche a la mañana se empezó a apreciar a Russo.
0:08:38 Nadie se enteró de que los hombres de la vanguardia habían hecho esto solo para molestarlo.
0:08:44 Crecieron que era en serio, la prensa creó que era una menaje en serio
0:08:48 y la farsa se volvió en contra de sus autores.
0:08:51 El banquete fue considerado como un homenaje sincero, un genio ignorado
0:08:56 y hasta se atribuyó a Picasso el mérito del descubrimiento y el asamiento de aquel gran knife.
0:09:02 Y la verdad es que Picasso y de Apollinar, intermesidos, no se atrevieron,
0:09:07 al menos mientras Russo vivió, a reconocer lo que habían planeado.
0:09:12 Y Russo vendió todos sus cuadros, se hizo próspero y precuentó los mejores círculos.
0:09:21 En realidad no pudo disfrutar mucho tanto menaje porque se murió,
0:09:24 se murió dos años después de aquel banquete en 1910 y en 1966.
0:09:30 Lo hicieron después, Picasso y Apollinar confesaron que todo aquello había sido una farsa.
0:09:37 Esa es la historia de ese pintor y en general la pintura y en la vida que fue a un río Russo.
0:09:46 Ahí andan por ahí, están en todos los libritos, las reproducciones en las obras de Russo,
0:09:56 así que se pueden ver la cita, la dormida, la guerra.
0:10:01 Me gustó esto.
0:10:06 Al algún día vamos a recontar la creación de un pintor.
0:10:10 Justamente por esa misma base, que esta misma barra inventó un pintor.
0:10:15 Inventó un pintor y empezaron a hablar, no había sido nunca, entonces ya se lo guiaron.
0:10:20 A quien quiere dedicar es, el pobre Andrés Russo, que se está en el arco robando a los inocentes albaneros que pintan las cosas.
0:10:32 Es muy fulero.
0:10:34 Es muy fulero.
0:10:36 Cuando lo habló Picasso, lo bueno, como te dedicando hoy.
0:10:39 Era muy malo, pico.
0:10:41 Sí, es muy malo.
0:10:43 Vamos a cargarlo.
0:10:45 Bueno, que se...
0:10:47 ¿Qué voy a preguntarse siempre ante cualquier homenaje, ante cualquier suerte que uno viene a tener?
0:10:53 Si, no será que nos están cargando.
0:10:56 Es un premio que nos da cada caso.
0:10:59 No será que nos están cargando, eh.
0:11:01 Una confidacidad.
0:11:07 Desde luego no le dedicaremos al menos no esta noche a Picasso y a Guillermo Apollinares, nada por atorrarse.
0:11:16 Y menos a la novia de Picasso, por lo grande, o Livia.
0:11:27 Andrés Salmón, el que tuvo el delirio de...
0:11:30 Le dice, este es el pobre, porque al final se lo creyó él también.
0:11:34 Se fingió un delirio tremendo para cobrarlo al tipo y después dijo Caramba, cuál es el delirio tremendo.
0:11:42 Y que no lo ocurre.
0:11:45 Hemos ido a la discoteca a buscar tangos sobre la obra de Anjouis.
0:11:51 No, parece que no hay.
0:11:53 Hay sí tangos sin cien o hay sí tangos live, pero nadie lo admite.
0:12:00 Y hay que hacer compositores muy famosos para él los que estuvieron cargando.
0:12:04 Pero, claro, sí, sabría que...
0:12:09 Finalmente, como se trataba de aquella deliciosa bohemia,
0:12:14 del país, el principio de siglo, y del barrio de Montmartre,
0:12:21 me parece que está muy bien considerar que esto ha sido unos recuerdos de esa bohemia.
0:12:27 Y recuerdos de bohemia es un bellísimo tango que canta nuestro amigo, el...
0:12:33 Me cuento que toca al bandoneonista Roberto de Filippo.
0:12:41 Bandoneonista de excepcionales, actitudes contrapuntísticas.
0:12:46 No recuerdo, sin embargo, el carácter contrapuntístico de esta versión de Recuerdo de Bohemia.
0:12:53 Pero vamos a escucharlo con mucho gusto.
0:12:57 El tango está dedicado naturalmente a Henry Rousseau
0:13:03 y pudo tranquilamente haber sido tocado en aquella inolvidable fiesta de 1908 entre queso y queso.
0:13:12 Adelante, Roberto de Filippo.
0:13:26 El tango está dedicado a la fiesta de 1908 entre el barrio de Montmartre
0:13:33 y el barrio de Montmartre.
0:13:35 Y el tango está dedicado a la fiesta de 1908 entre el barrio de Montmartre
0:13:41 y el barrio de Montmartre.
0:13:43 Y el tango está dedicado a la fiesta de 1908 entre el barrio de Montmartre.
0:13:49 El tango está dedicado a la fiesta de 1908 entre el barrio de Montmartre
0:13:56 y el barrio de Montmartre.
0:13:58 Y el tango está dedicado a la fiesta de 1908 entre el barrio de Montmartre
0:14:06 Y el tango está dedicado a la fiesta de 1908 entre el barrio de Montmartre.
0:14:12 Y el tango está dedicado a la fiesta de 1908 entre el barrio de Montmartre.
0:14:18 Y el tango está dedicado a la fiesta de 1908 entre el barrio de Montmartre
0:14:44 La Fajada
0:15:04 Hemos escuchado a Roberto Dific weeko
0:15:09 interpretando desde el sino y Romero recuerdos de Bohemia.
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