**INEDITO**

Transcripción automática

0:00:00 Allá en el canto 13 de la Iliada, Homero evoca a los avi hoy que, según se decía,
0:00:10 eran la nación más alejada de los griegos.
0:00:14 El poeta contaba que los avi hoy eran los más justos entre los hombres.
0:00:20 En el canto cuarto de la Odisea, Homero supone que en los confines de la tierra
0:00:26 la vida para los mortales no era más que dulzura.
0:00:30 En otras palabras, y como ya lo había señalado estrabón en el siglo I después de Cristo,
0:00:36 mejor dicho, como todavía no lo había señalado estrabón, para Homero el país más alejado era el mejor.
0:00:44 Se apreciaba lo lejano por ser lejano.
0:00:48 A nadie se le ocurría idealizar a los vecinos conocidos.
0:00:52 No. Nuestro amigo, Svetán Todorov, a quien citamos cada tanto, escribió un ensayo acerca de lo que llamó exotismo,
0:01:03 que era también el nombre de un caballo de carrera del estudo WR, Hijo de Carapá, que corría a los mil metros.
0:01:10 Todorov, sin embargo, no se refería a ese caballo que corría a los mil metros, sino a la admiración ciega de lo lejano.
0:01:22 La idea es más o menos así, la voy a exponer con torpesa.
0:01:26 El conocimiento es incompatible con el exotismo, pero el desconocimiento es, a su vez, irreconciliable con el elogio a los otros.
0:01:37 Sin embargo, esto es precisamente lo que el exotismo quisiera ser.
0:01:42 Un elogio en el desconocimiento, el elogio de lo que uno no conoce o conoce muy poco.
0:01:51 Y esto en muchos foros, no solo en el antropológico, suele ocurrir.
0:01:58 Procedemos conforme a esa ecuación, lo ajeno, aunque desconocido, es lo mejor.
0:02:06 Y escribe Todorov.
0:02:08 No se trata de la descripción de una realidad lejana, sino más bien de la formulación de una ideal, de un emblema.
0:02:17 El exotismo, se llega diciendo a Todorov, ya lo gritos.
0:02:21 No hace más que homogeneizar a los otros.
0:02:25 El exotismo construye sentido común.
0:02:29 ¿Pensar, por ejemplo, que todos los hindúes son pacíficos y dotados de extraordinaria cualidad para la meditación?
0:02:38 O que los habitantes de las antillas están notablemente dotados para el amor?
0:02:44 Es exactamente eso.
0:02:47 Pensamiento exótico que construye sentido común.
0:02:51 Hubo un paradigma durante el siglo XVIII, en el que el exotismo tuvo su punto cúlmine.
0:02:58 ¿Crees que los primitivos, decían los cronistas de viaje, sostenían una humanidad despojada de los defectos burgueses, eran buenos, eran seres puros?
0:03:12 Por lo tanto, el buen salvaje no era solamente el pasado amado de los europeos, no era lo que los europeos habían sido alguna vez, sino también algo que podía postularse como un deseo de futuro.
0:03:25 La humanidad debía volver a encontrarse con la tierra, con sus frutos, con una supuesta paz que muchos cronistas veían en esos pueblos.
0:03:34 La vida inocente no era más que la conversión simétrica de la corrupción europea.
0:03:40 Este era el pensamiento de aquellos cronistas de viaje acerca del buen salvaje.
0:03:44 Por el siglo XIX se retomó la idea del buen salvaje, o por lo menos la idea de que lejos de la ciudad de ese europeo se podía vivir mejor.
0:03:53 Y muchos aventureros se lanzaban al África o América del Sur para intentar encontrarse con sus puestos paraísos.
0:04:01 Para los que soñaban con cambiar sus vidas, el viaje era un medio aparentemente simple, un derredor exótico y por consecuencia mejor debía necesariamente prodigar beneficios automáticos.
0:04:15 Te ibas a los mares del Sur y era feliz, loco.
0:04:19 Uno de estos ejemplos de aventureros que en el siglo XIX profesaban el exotismo fue Mary Kingsley.
0:04:29 Mary Kingsley era hija bastarda de un médico, el señor George Kingsley, con su cocinera.
0:04:41 Bueno, sí, punto.
0:04:47 Nadie ha preguntado nada.
0:04:48 No, porque el cocinera...
0:04:50 Sí, que ha dos cocineras.
0:04:51 Desesperado para que yo cuente la historia de cómo es tiempo.
0:04:53 Y no, y no.
0:04:54 La mina que estaba cocinando.
0:04:55 Nadie le preguntó.
0:04:56 Nadie le preguntó.
0:04:57 Y no, el que estaba abriendo el horno.
0:04:59 No, no contar en ese...
0:05:03 No, no contar en ese...
0:05:04 Ay, doctor.
0:05:05 Mary nació en Londres en 1862, era una muchacha tímida dedicada a las tareas domésticas como tantas de nosotras.
0:05:16 Vivió casi oculta, mitad por vergüenza, que sentía, digo, en aquellos tiempos victorianos,
0:05:23 de las características de la unión de sus padres, y la única escapatoria que encontraba a una vida infeliz
0:05:29 era la lectura en la biblioteca, en la casa del padre, del médico.
0:05:33 Parece que había en esa biblioteca muchas crónicas de viajes.
0:05:37 El propio Dr. Kinsley había acompañado algunos aristócratas aventureros al Pacífico Sur, a los Estados Unidos o al norte africano.
0:05:46 Pero además de esas crónicas, había en aquella biblioteca muchos escritos de utopistas
0:05:52 que daban por constituida su utopía en reinos africanos que ni siquiera conocían.
0:05:58 Se aseguró que esta utopía ya existía en algún lugar histórico.
0:06:02 Cuando Mary tenía 30 años, se murió el padre, se murió.
0:06:06 Y después la madre, la cocina era.
0:06:08 Que seguía cocinando para el tímpio, después de todo.
0:06:12 Entonces no encontró razones Mary para quedarse en su casa, y decidió viajar a aquellos paraísos
0:06:19 que según ella podía garantizarle cualquier sitio que no fuera Londres.
0:06:23 En 1892, acompañada por algunos hombres del lugar, llegó a Sierra Leona, se internó en el río Níger,
0:06:31 y por ahí anduvo hacia el sur, y llegó a la región más baja del río Congo.
0:06:37 Este primer paso la desorientó un poco.
0:06:41 Digamos que empezó a desdibujarse el exotismo con el que ella soñaba.
0:06:48 Ella soñaba con salvajes y se encontró con puertos.
0:06:51 Incluso con ciudades tan parecidas a las de los europeas.
0:06:54 Bueno, como que en verdad las habían construido los franceses.
0:06:57 En 1894 consiguió un poquito más de lo que ella quería.
0:07:03 Recorrió cientos de kilómetros en la célba, cruzó río Sanado,
0:07:09 remontó algunos rápidos manejando ella misma una piragua,
0:07:14 escaló las alturas del monte Camerún que tiene más de 4.000 metros, calculó usted.
0:07:19 Y los pueblos hizo sus primeros trabajos etnográficos.
0:07:24 Son lo que ella se proponía con aquellos trabajos,
0:07:27 y creo que lo consiguió, refutar la jactancia de la superioridad victoriana.
0:07:32 Mary afirmaba que en el África existían culturas en pleno ejercicio
0:07:37 y con una coherencia sorprendente, y de eso no cabe en dudas.
0:07:41 Pero Mary decía que esas culturas africanas eran mejores para el despliegue de la vida.
0:07:47 Su obra tuvo repercusiones en Londres, nuestro amigo Rudi Arquiplin se interesó en ella.
0:07:53 El ministro Chamberlain la llamó como consejera, pero Mary rechazó el pueblo.
0:07:58 En 1899, cuando planeaba una tercera incursión por regiones inexploradas,
0:08:04 fue inventada... inventada no, no fue inventada, fue invitada solamente.
0:08:09 Pues que es muy distinto ser invitado que inventado.
0:08:14 A veces puede parecerse, lo invitan a un lugar y lo inventan, ¿no?
0:08:17 Claro. El caso es que la invitaron a África del Sur,
0:08:22 y justo no hace más que llegar y comienza el Che la Guerra de los Boers.
0:08:27 Mary llegó a Ciudad del Cabo y en lugar de paraísos exóticos y perfecciones y pájaros de colores,
0:08:35 encontró un horror en donde se enfrentaban Boers, ingleses, gente del lugar
0:08:41 que a su vez enfrentaba a otros nativos, etcétera.
0:08:45 Mary se encargó de ayudar a los heridos de esa guerra múltiple, remontó el Rio Oranje
0:08:51 y se instaló en un campamento de prisioneros.
0:08:54 La agarró una fiebre tipo IDEA, la agarró y murió allí a la edad de 38 años en el año 1900.
0:09:02 Si le dispensaron exequias oficiales, se respetó su última voluntad,
0:09:08 el cuerpo fue arrojado al mar, debe ser esa la última voluntad.
0:09:12 Pucas dulzuras encontró Mary Kingsley con la lejanía,
0:09:17 y con la muerte vino a comprobar que casi todos los paraísos,
0:09:22 debió decir todos, son ficcionables,
0:09:26 y vino también a enterarse de los peligros que esconden alguna forma de sentido común.
0:09:32 Esta es la historia de Mary Kingsley, y también una brevísima e inepta recordación
0:09:39 de lo que es el exotismo, y también de nuestro querido amigo Todorov.
0:09:44 Alguna vez he hecho una charla saqueando a Todorov,
0:09:50 que consistía en lo siguiente,
0:09:52 utilizar la idea de los estados de equilibrio y de los procesos de mejoramiento en el relato
0:09:59 para aplicarlos al cuento de pascual angulo, para ver si funcionaba, y funcionaba.
0:10:07 Apliquí todo lo que decía Todorov acerca del relato al cuento de pascual angulo
0:10:14 que todos ustedes conocen.
0:10:16 Un señor a quien sus conocidos se carnesían porque se llamaba pascual angulo,
0:10:21 y hacían rimas, etc.
0:10:30 No sé si acordarme del pobre angulo me da una especie de cosa.
0:10:34 A mí me da cosa también, sí.
0:10:36 Y iba a cambiar el nombre, iba a decirle pascual,
0:10:40 pero noté que su infelicidad se prolongaba igual.
0:10:46 Esta es la historia.
0:10:51 La historia de esta idea del exotismo,
0:10:56 que consiste en creer, suponer de virtudes a lo que uno desconocen.
0:11:02 No deja de tenerse una oblesa.
0:11:04 No deja de tenerse un encanto.
0:11:05 Estaba pensando en dos amigos de este programa,
0:11:07 Alejandro, uno que se fue con muy buenas intenciones a la África,
0:11:11 aunque a veces las buenas intenciones de un europeo que va a la África,
0:11:14 se convierten en tremendas barbaridades.
0:11:16 Se llamaba Livingston.
0:11:18 Y unos años después salió por seguir un muchacho llamado Stanley,
0:11:21 que quizás para confirmar el estatesis de que un explorador,
0:11:25 un aventurero, no se asombra con nada,
0:11:28 lo vio al doctor Livingston en el medio de Alrodeado de Nativo,
0:11:32 todo negro, naturalmente Livingston, canocio y blanco,
0:11:35 y se la cercule y dijo, Mr. Livingston, I presume.
0:11:38 Supongo que es un claro.
0:11:40 Creo que ellos dos se lo merecen,
0:11:42 pero estaba repalando también en alguien que a veces
0:11:45 se han vio a este programa y a veces no, que es el señor Hegel,
0:11:48 que es el inventor de alguna manera, en términos filosóficos,
0:11:51 de eso que todavía hoy llamamos el universalismo.
0:11:53 Hegel inventó, concibió una idea maravillosa respecto de lo universal,
0:11:57 pero tuvo un pequeño error.
0:11:59 El universalismo que hace igual a los lugares de todos
0:12:03 y postula un hombre donde un hombre que convive
0:12:06 con otros hombres que tiene esos mismos derechos,
0:12:08 se olvidó de reparar en aquello
0:12:10 que no todos los hombres del mundo eran europeos.
0:12:13 El universalismo de Hegel tiene un problema
0:12:15 y es que se hace desde Europa y para los europeos.
0:12:18 Entonces Hegel decía, por ejemplo, aquí está el León,
0:12:21 y en América podemos ver el Puma, es una versión degradada.
0:12:24 Acá está, por ejemplo, el camello,
0:12:26 y en América podemos ver la llama.
0:12:28 Imagínese lo que diría compadrando al hombre europeo
0:12:30 con el hombre americano.
0:12:32 Por eso un amigo de este programa como Humboldt,
0:12:34 haciendo befa de esta mirada, del lo que Sótico le dijo,
0:12:37 que se encuentra con estos cocodrilitos
0:12:39 que campean por acá, por América,
0:12:41 a ver qué le queda en ese universalismo.
0:12:43 Pero en realidad quería ir al punto del año de nacimiento
0:12:45 de Mary Kinsley, que usted dijo que fue 1862,
0:12:47 porque fue un año difícil para nosotros, los argentinos.
0:12:49 Ese año fue un año después de la batalla de Pabón,
0:12:52 y asube la presidencia de la República,
0:12:54 un hombre que era líder de otro grupo de hombres,
0:12:56 que tomando esta idea del exotismo
0:12:58 tuvieron una idea realmente siniestra y peor,
0:13:01 que fue ver a su alrededor, ver en la paisanada,
0:13:03 en los gauchos, en los hombres de nuestra tierra,
0:13:05 esa gente exótica, pensando que la patria eran ellos,
0:13:08 que se trataban de parecer a esos lejanos muchachos
0:13:11 que habían conseguido el exotismo.
0:13:13 Digo esta idea que el liberalismo de Bartolomé Mítre,
0:13:16 y tanto otra gente llevó al poder y que le hizo tanto daño,
0:13:19 la historia de la patria se fue prolongando,
0:13:21 y llegó un momento en la historia nuestra,
0:13:23 en que nosotros, la gente de la tierra,
0:13:25 éramos vistos como extranjeros, como exóticos,
0:13:27 aquí en nuestra misma tierra.
0:13:29 Digo, han tenido que pasar muchos años,
0:13:31 para que finalmente en los últimos jornadas,
0:13:33 que felizmente estamos viviendo,
0:13:35 podamos decir que hemos recuperado buena parte
0:13:37 de nuestra patria, del sentido de la tierra,
0:13:39 que el sentido de ausente del exotismo,
0:13:42 porque en eso consiste también nuestra idea de la patria,
0:13:44 y es el momento en que a muchos de los argentinos,
0:13:46 que alguna vez se fueron buscando algo menos exótico,
0:13:49 que la vida aquí, hoy les podemos decir,
0:13:51 tú que puedes, vúelvete.
0:13:53 Vúelvete.
0:14:02 Canta, suma paz,
0:14:05 tú que puedes, vúelvete.
0:14:23 Soy tu.
0:14:39 Soñé que el río me hablaba,
0:14:44 como de nieve con breña,
0:14:48 y dulce me recordaba las cosas de mi querencia,
0:15:00 qué cosas más parecidas,
0:15:05 esto destino y el mío,
0:15:11 andar penando y cantando,
0:15:15 por esos lados caminos.
0:15:24 Tú que puedes, vúelvete.
0:15:30 Me dijo al río llorando,
0:15:34 los cerros que tanto quieres,
0:15:38 me dijo, allá te están esperando,
0:15:43 los cerros que tanto quieres,
0:15:47 me dijo, allá te están esperando.
0:16:13 Qué cosa triste se ría,
0:16:19 quién pudiera ser laguna,
0:16:25 y oír el silbo del junco,
0:16:29 cuando no ves a la luz.
0:16:34 Tú que puedes, vúelvete.
0:16:39 Me dijo al río llorando,
0:16:44 los cerros que tanto quieres,
0:16:47 me dijo, allá te están esperando,
0:16:55 me dijo, allá te están esperando,
0:17:10 me dijo, allá te están esperando.
0:17:16 Tú que puedes, vúelvete.
0:17:28 Era suma paz,
0:17:31 en la venganza será terrible.