Transcripción automática
0:00:00 Hablemos de la cofradía de los hermanos de la costa.
0:00:11 Así que situémonos a principios del siglo XVII.
0:00:16 En ese entonces vivían en la isla, en la española,
0:00:19 que no es otra que aquella que se reparten entre Santo Domingo y Haití.
0:00:26 Muchos bucaneros eran hombres de distintas nacionalidades,
0:00:31 refugiados, protestantes perseguidos, esclavos evadidos, chorros, desertores, nobles, aventureros.
0:00:40 Se los llamaban bucaneros porque comerciaban con la caza y venta de carne
0:00:44 que ahumaban en las bucanas, se llamaban bucanas.
0:00:48 Y habían utilizado ese comercio y ese rudimento para sobrevivir en aquellas tierras.
0:00:56 Por esos tiempos un decreto de España prohibía a sus súditos de América todo comercio con los demás países.
0:01:04 Los productos de las colonias debían ser negociados y transportados por los españoles
0:01:08 y, a su vez, todas las mercancías importadas debían proceder de España.
0:01:12 ¿Qué decreto fue, naturalmente, un enorme error político y económico?
0:01:18 Porque surgió un contrabando de él que los bucaneros sacaron un gran provecho.
0:01:24 Los propios barcos españoles se acercaban a la española
0:01:29 en busca de precios más baratos para carne seca y otro tipo de mercancías.
0:01:33 Los barcos que España mandaba para combatir el contrabando
0:01:37 también comerciaban con los contrabandistas porque les convenía.
0:01:41 Los primeros bucaneros se enriquecieron rápidamente
0:01:45 y llegaron miles de hombres a la isla para tratar de sumarse a aquella fila de contrabandistas prósperos.
0:01:53 Pero en 1620 los españoles empezaron a atacar directamente a los bucaneros.
0:01:59 Bueno, murieron muchos y otros se escaparon de la española
0:02:04 y se fueron a la isla tortuga al noroeste de la española y una isla muy pequeña.
0:02:10 La tortuga tiene 40 kilómetros de largo por 8 de ancho, la parte más ancha.
0:02:17 Y allí había muy pocos habitantes.
0:02:20 Y se instalaron los bucaneros y en esa isla formaron la cofradía de los hermanos de la costa.
0:02:27 Fueron piratas unidos por el mismo objetivo,
0:02:32 fundar una sociedad para salvaguardar su libertad, bueno, pero también le pasó,
0:02:37 saquear, robar, etcétera, imagínense, seran piratas, no libertarios.
0:02:44 En aquella sociedad no había prejuicios de nacionalidad ni de religión ni, como le acabó decir, de ética.
0:02:51 Las guerras que se entablaban entre estados europeos no perturbaban la armonía de esa cofradía.
0:03:02 Había una guerra entre Holanda y España y los holandeses y los españoles que vivían allí
0:03:07 no se tenían ni la menor inquina.
0:03:11 No existía tampoco así en la isla la propiedad individual, en realidad,
0:03:15 lo que no había era la venta de tierra, no, porque nadie le interesaba prosperar como terrateniente tampoco.
0:03:22 Pero los barcos, no sé si tenían dueños, estaban allí, pertenecían a toda la cofradía,
0:03:30 cuando un capitán llegaba a sumarse a la fila de los hermanos,
0:03:34 debía dejar los derechos individuales sobre la embarcación.
0:03:38 Cualquiera que preparara una expedición podía utilizar los barcos convenientes.
0:03:45 Igual no les importaba mucho a los piratas, que tenían un vínculo bastante liviano con sus naves.
0:03:51 Pirata no sentía mucho afecto por la nave que tripulaba.
0:03:56 No había tampoco allí en la isla tortuga, un código penado se imagina,
0:04:01 las creyas se disputaban de hombre a hombre en duelo o a piñas.
0:04:06 Nadie estaba obligado a participar en expediciones, la cofradía jamás persiguió a nadie por desertorbo,
0:04:14 te iba cuando querías.
0:04:16 Y elegían un gobernador, un gobernador que podía ser depuesto de sus funciones, también por votación.
0:04:24 No tenían absoluto los poderes de un gobernador colonial.
0:04:28 Y existía también un consejo de ancianos, no era muy numeroso el consejo de ancianos principalmente porque allí casi nadie llegaba viejo.
0:04:36 Imagínense, el pirata, los tiros, que se llevaba a bordar que quien llegaba viejo.
0:04:41 Consejo de ancianos, dos tipos.
0:04:44 Sólo podía ser miembro de la cofradía, quien hubiera cumplido con una serie de pruebas.
0:04:50 Unas pruebas llamadas Matelo Tash, parece que cuando un aspirante llegaba a la isla, cualquiera fuera su procedencia o edad,
0:05:01 entraba al servicio de alguno de los piratas como sirviente.
0:05:06 Debió seguir a su señor, a todas partes, hacerle la comida, lavarle la ropa, limpiar la choza, cuidar sus armas.
0:05:15 Y, evidentemente, los combates debían mantenerse al lado del pirata y protegerlo.
0:05:20 Y el postulante no participaba en la elección de gobernador, debía vestirse con ropas de desecho de su jefe.
0:05:28 Y dos años de este servicio eran necesarios para ser considerados como un miembro de la cofradía, como un hermano.
0:05:38 En la Corte Francesa empezó a pensarse en convertir a la isla tortugana en una colonia.
0:05:45 Bueno, al principio mandaron a un gobernador, para que pusiera un poco de orden, se llamaba la base.
0:05:51 Era un capital muy hábil y se le ocurrió, a pesar de que él venía en representación de la corona francesa,
0:06:01 hacerse miembro de la cofradía. Pasó las pruebas y se ganó el apoyo de algunos piratas, especialmente los que eran franceses.
0:06:13 Y llegó a convertirse en gobernador de la cofradía.
0:06:19 Pero olvidó su misión inicial, porque se convirtió en cuerpo y alma en un miembro o en un hermano de la cofradía
0:06:28 y descuidó las instrucciones que había recibido de Francia.
0:06:33 El cardenal mazarino, que era el regente, entonces mandó otro posible gobernante, que era un caballero, Ponte Neu, que también se hizo pirata.
0:06:43 Lo mandaron de gobernador y se hizo pirata como tanto.
0:06:47 Tiempo más tarde, el administrador general de finanzas, Luis XIV, estaba leyendo, con Ller, creo que se llamaba,
0:06:56 le dio un ensayo sobre los bucaneros y estaba escrito por un antiguo hermano de la costa, el pirata Beltran Dogueron.
0:07:07 En el ensayo se explicaban las oportunidades perdidas por Francia para apoderarse de Tortuga.
0:07:14 Entonces el ministro, digo que el autor de aquel libro, sabía mucho el Dogueron.
0:07:19 Y lo llamó.
0:07:21 Y lo llamó.
0:07:23 Y le dijo, lo voy a mandar para que usted se apodere de esa isla en nombre de Francia.
0:07:29 Dogueron en realidad no era más que un aventurero fracasado, pero aprovechó bien esa oportunidad de reivindicarse.
0:07:43 Había estado explotando unas alinas Dogueron, había hecho un montón de negocios, siempre con malos resultados.
0:07:50 Él mismo había escrito, estoy rodeado por los despojos de mis empresas infortunadas.
0:07:56 Pero bueno, cuando le ofrecieron convertirse en gobernador de la isla de Tortuga y apropiársela para la corona francesa aceptó.
0:08:07 Bueno, lo primero que hizo fue seducir a los piratas de la cofradía con disposiciones que no los molestaran.
0:08:14 Después llegó ahí, se hizo el otario con 30 hombres nada más.
0:08:19 Y en poco tiempo consiguió hacerse nombrar gobernador, pero de la cofradía otra vez.
0:08:25 En realidad fue muy astuto.
0:08:31 Porque no ejerció la menor violencia.
0:08:34 Lo único que hizo fue empezar a sembrar y estimular el cultivo del cacao, el maíz y el tabaco.
0:08:42 Después construyó una fortaleza llamada la Torre, le había una doguita también.
0:08:47 Empecé a tratar de diluir el carácter pendentiero y peleador de todos los muchachos de la isla.
0:08:57 Para eso le buscó mujeres.
0:09:02 Contrató un centenar de muchachas francesas para que fueran a pasar el resto de su día a la Tortuga.
0:09:09 Se trataban naturalmente de prostitutas, pero fueron todas.
0:09:13 Y aquellos hombres privados de todo contacto con mujeres durante años se entusiamaron muchísimo con aquella disposición.
0:09:25 Incluso cientos de colonos de otro lugar, viendo que ahí venían hermosas mujeres europeas,
0:09:31 también llegaban a la isla atraídos por la noticia.
0:09:35 Dogaron consiguió una especie de rezarcimiento para recuperar el gasto que insumían las chicas.
0:09:43 El que se metía con una concubina debía pagar los gastos de transporte de la mina.
0:09:49 Y los tipos pagaban, ¿sabes cómo?
0:09:53 Bueno, parece que cuando llegaban las muchachas, los hermanos formaban un semicírcuno en la playa,
0:10:01 se vestían con sus mejores galas.
0:10:04 Cuando la última de las chicas bajaba de las canoas y llegaba a la costa,
0:10:08 un hermano daba un discurso grandilocuente hablando de honestidad, fidelidad, redención,
0:10:15 y después cada uno elegía la suya, más o menos como podía.
0:10:20 Las parejas no se casaban, pero había un reglamento.
0:10:24 El hombre se comprometía a considerar a su mujer como compañera y de ningún modo como un estlava.
0:10:30 Si la muchacha era maltratada, podía recurrir al gobernador y ésta estaba autorizada a romper la unión.
0:10:37 Si el hombre moría en acción en algún choreo o se fugaba, la muchacha podía elegir a un nuevo protector.
0:10:45 Las mujeres se adaptaron fácilmente, los hermanos de la costa también se adaptaron a estas modalidades,
0:10:52 muchas parejas tuvieron hijos, un edicto confirmó su derecho sobre los hijos,
0:10:58 y así los hombres de la cofradía se convirtieron en buenos burgueses.
0:11:04 ¿A cuál cosa hicieron si no esto? Empezaron a profesar otra moral, de a poco abandonaban su vida aventurera,
0:11:13 y si por ahí salían, siempre volvían a tortuga, se fueron integrando la economía francesa sin darse cuenta.
0:11:20 Las empresas las manejaban todas de Oguerón, de tal forma que servían a la corona de Francia.
0:11:27 Cada vez venían más inmigrantes, la cofradía quedó minimizada,
0:11:33 porque eran mayoría los que venían de afuera a trabajar en las plantaciones o a casarse que los piratas, y así, así.
0:11:48 Ahora bien, hubo también algunos que, esto no viene, el caso, que trataron de, ya vamos a hablar un día,
0:11:56 de los proyectos de repúblicas piratas. Hubo un holandés manse y que se sublevó, y trató de formar una república pirata,
0:12:04 pero ya vamos a contar todas juntas, los proyectos de repúblicas piratas.
0:12:08 Doguerón nombró a su sobrino cuando estuvo viejo gobernador de la isla, y volvió a Francia para morir allí en 1675,
0:12:17 y lo que había sido una cofradía de malechores, se convirtió en la capital administrativa de la nueva colonia francesa, al norte de Santo Domingo.
0:12:28 Los valores cambiaron, naturalmente. El máximo valor entre los piratas, que es el coraje, fue sustituido por la virtud de la prosperidad,
0:12:37 y por ahí es inevitable caer en una ocurrencia y escribir una novela.
0:12:43 Y voy a escribir una novela donde el asunto central es este, que acabamos de decir,
0:12:48 la tentación de la moral heroica por un lado y la tentación de la moral burguesa por el otro.
0:12:55 Esta novela podría llamarse, por ejemplo, el ingenioso Hidalgo Don Quixote de la Marcha, que no es otra cosa que eso,
0:13:03 las dos tentaciones, por un lado, la de las aventuras que jotezcan, y por el otro lado,
0:13:10 la tentación de los seguros. No otra cosa es la sobrina, quizá no.
0:13:17 No otra cosa es el bachiller Sansón Carrasco, que lo vienen a buscar y lo tientan con la vida familiar, con la tranquilidad.
0:13:25 Qué cosa. Bueno, lo que sí tengo que decir para todos aquellos que están dudando,
0:13:34 es un dilema que hay.
0:13:37 La, entre ser piratas o ser comerciante, me debo de chorro, ponéle.
0:13:44 Hay que elegir. La diosa, y especialmente las dos diosas, la diosa del amor, afrodita, pero también árteme.
0:13:59 Los dioses de la prosperidad y los dioses de la aventura piden una entrega completa.
0:14:08 Usted no puede ser pirata a los fines de semana.
0:14:11 Y de lunes a viernes usted trabaja en la caja del Banco Cooperativo Casero.
0:14:18 No, no puede. No puede. ¿En qué cosa?
0:14:23 Así que hay que elegir. A ratos libres no se puede ser poeta.
0:14:28 No puede ser poeta ratos libres. No.
0:14:31 So poeta toda tu vida con la carga, con la cruz que eso implica.
0:14:36 O no. Sí, pues ya lo sabe domingo, me voy. No.
0:14:44 Así que hay que elegir.
0:14:48 Y la dedicatoria de esta chala es a los que le hicieron.
0:14:53 O también a San Mateo, que era recaudador de impuestos y cansado de la moral del recaudador de impuestos,
0:15:05 se fue a buscar la gloria en una aventura.
0:15:08 En una aventura insuperable, después de todo.
0:15:11 Se fue con el Cristo, hay que pasar.
0:15:14 Pero hay que elegir. Hay que elegir. ¿Qué cosa?
0:15:19 Nosotros hemos sido a la discoteca y le explicamos sobre esto al discotecario.
0:15:28 En vano.
0:15:29 En vano. Se lo explicamos.
0:15:30 Todos los discotecarios tienen resuelto ser discotecario,
0:15:33 que implica una ausencia total de aventuras.
0:15:37 Cuando uno no tiene aventuras, se notan enseguida. Hay indicios.
0:15:41 Hay indicios. Por ejemplo, tiene el auto asegurado.
0:15:48 Cierra la puerta con llave. Todas esas cosas. La llave, el seguro, el mosquitero.
0:15:54 Son cosas para ponerse acubierto del destino.
0:15:59 El tipo que toma tantas precauciones, no quiere aventura.
0:16:02 La pantufla.
0:16:03 Todo lo que está para resguardar algo.
0:16:07 El freezer.
0:16:09 Si no se me pudre.
0:16:10 Bueno, un pirata no tiene freezer.
0:16:14 Bueno, le explicamos todo esto al tipo.
0:16:17 Yo le dije, mire, porque usted ya eligió, así que,
0:16:21 o es pirata, o es vendedor de chubro.
0:16:28 Sí, sí, el tipo, pero todo.
0:16:33 Todos saben exactamente quiénes son.
0:16:42 Yo le dije que no sabía, pero después me di cuenta que el que no sabe quiénes no es pirata.
0:16:47 El pirata tiene que saber.
0:16:51 Puede ser de la otro bando.
0:16:54 Pero pirata no.
0:16:55 Pero pirata.
0:16:56 Pirata no, claro.
0:16:58 Sin embargo, cuando venía para acá me encontré con otro amigo que me dijo,
0:17:02 no, en realidad nadie sabe quiénes.
0:17:05 Nadie sabe quiénes.
0:17:08 Yo no le creí del todo.
0:17:10 Yo leí con esa duda.
0:17:12 Para saber quiénes uno, para saber quiénes usted, quiénes, y leeste.
0:17:16 Y para saber quién soy, me hice con un disco que grabó hace muy poquito, Karina Biorlegi,
0:17:25 donde hay una canción que se llama justamente Soy.
0:17:29 No sé si pirata o urgués, pero soy.
0:17:33 Escucharemos a Karina, que nos dirá quiénes ella, a través del tango, Soy.
0:17:39 Ayúdame.
0:18:09 Soy un viento que secue un fuego artificial que se apagó en tu cielo.
0:18:20 Soy una vieja canción que ya no cantará tu voz.
0:18:32 Ay, cuánto he caminado por el chegado de destino tan sonido.
0:18:41 Vine a buscarme a mí, pero ya me fui.
0:18:52 Ay, dónde habrá quedado las promesas de mis novios del pasado.
0:19:01 Soy, soy, que se ocultó en el huerte de tu corazón.
0:19:13 Soy en tu álbum familiar, el trípeco legial que nadie reconoce.
0:19:24 Soy pidiendo te perdón como una explicación de mis antiguos voces.
0:19:35 Soy un viento sin razón, soy la confirmación de un mal presentimiento.
0:19:47 Soy una vieja canción que ya no cantará tu voz.
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