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0:00:00 Continuamos desde el Multiteatro de la Ciudad de Buenos Aires. Estamos en corriente de 1283.
0:00:10 Lunes y marcas de la semana próxima.
0:00:12 Estaremos aquí. Pero el miércoles haremos el programa desde San Martín.
0:00:16 Provincia de Buenos Aires en el cine plaza será a las 10 de la noche con entrada libre y gratuita.
0:00:23 Vamos a hablar hoy de la gula.
0:00:27 Hemos hablado hace poco en este programa de la comida, de ciertas convenciones que rodeaban su culto,
0:00:35 de los siete cocineros de Grecia, cada uno de los cuales se había inventado un plato o una salsa.
0:00:42 También hablamos de los espartanos que eran muy rígidos y austeros en su comida.
0:00:47 Hablamos de aquella sopa negra que era tan áspera que había que ser realmente muy hombre para tomarla.
0:00:57 Recorrimos los banquetes romanos, aquellos ayunos impuestos por el Corán
0:01:03 y algunas se trabajan desde algunos reyes como el rique primero que era adicto a las anguilas
0:01:08 y que murió precisamente a causa de una indigestión con anguilas.
0:01:14 No con Anguita.
0:01:15 No, con el barba de agores, querido.
0:01:17 No con Anguita.
0:01:18 Hoy ilustraremos estas mismas cosas con otros ejemplos.
0:01:23 Para que no se en eso consiste el pensamiento.
0:01:29 Alejandro Dumas, Dilma, el autor de Los Moqueteros y el Condamonte Cristo y de tantas otras cosas,
0:01:36 escribió también un libro titulado Mi Diccionario de Cocina, donde cuenta detalles curiosos acerca de la comida.
0:01:46 Dilma aparece desde el principio del mundo.
0:01:53 Empiezo aquí, lo decía, a contar el tema culinario, desde que empezó el mundo.
0:01:58 No, desde que empezó el libro, como hacen todos.
0:02:00 Cita, por ejemplo, la fruta del árbol prohibido que Eva ofreció a Dan.
0:02:04 No está tan claro que sea una manzana.
0:02:07 Hay discusiones al respecto.
0:02:08 Algunos entendidos en estas cosas como el amigo Graves dicen que no fue una manzana.
0:02:14 Bueno, Dilma cita la fruta del árbol prohibido, cita también el plato de lentejas,
0:02:20 que desató a qué conflicto entre los hermanitos Jacob y Esaú en las hispelas hebreas,
0:02:28 que sirvió como pago el guiso de lentejas para el derecho de primogenitura.
0:02:32 No recordarán a ustedes los dos hermanos, Jacob y Esaú, hijos de Isaac.
0:02:38 Un día, Jacob era el primogenito, pero un día estaba muy hambriento,
0:02:45 y apareció Esaú el colorado. Su hermano le dice, te doy un plato de lentejas
0:02:49 si me sedes tu derecho, y tenía tanto hambre que accedió.
0:02:53 No fue así en realidad, no está mal contado.
0:02:57 Dilma dice que la comida sembró tantos pasos en el camino al progreso que no sé qué.
0:03:08 Se quedó ahí en medio de la comparación.
0:03:11 Se quedó comiendo.
0:03:12 Quedó la comparación tan pesada de un lado que no la pudo le pasar del otro.
0:03:16 Tiene lo que pasa cuando no hagan.
0:03:18 Sí, las comparaciones son así.
0:03:19 Esa sí, me dice.
0:03:20 Sembró, fue tan adelante en el camino del progreso humano que...
0:03:26 ¿Cómo no terminó?
0:03:28 Tendría uno que tener una que sirviera para toda, que da ganas de morirse, por no ser otra cosa.
0:03:35 Que no me suede más.
0:03:36 Que no se quede otra cosa.
0:03:37 Y la que se sirve tanto para un barrio, como para un pregado.
0:03:40 Por ejemplo, hizo tanto para la abolición de la escravitud que...
0:03:47 Y ahí pone usted...
0:03:49 Dan ganas de morirse.
0:03:51 Dilma dice todo eso que le acabo de decir, pero también que Colón había descubierto
0:03:58 América buscando las Indias, porque las Indias eran proveedoras de las especias que consumía
0:04:03 en Europa y que el monopolio estaba en manos de los venecianos para no hablar de los turcos,
0:04:08 que impedían el paso, etcétera.
0:04:10 Muchos de estos condimentos secotizaban su precio en oro.
0:04:15 Por ejemplo, déjame dos lingotes de tomacó.
0:04:21 La pimienta, por ejemplo, era tan preciada, era tan cara,
0:04:25 que no sólo se servían a la mesa, sino que a veces se acompañaban los rescates
0:04:29 que llevaban mucho dinero.
0:04:31 Por ejemplo, los secuestradores, en vez de pedir dinero, pedían pimienta.
0:04:36 Ya viene que la suba sea muy picante.
0:04:40 Se gusta en ese sentido.
0:04:42 Faltando dinero se agregaba pimienta como moneda noble,
0:04:46 decir, ay, me faltan 10 pesos.
0:04:49 Pero se sacaba el pimientero, le insaba un poco y sí, sí.
0:04:55 Vamos a contar algo acerca de los hebreos y de los primeros cristianos,
0:04:59 acerca de la comida.
0:05:00 Entre los hebreos, más curiosos que sus comidas eran sus ayunos.
0:05:05 El ayuno era obligatorio en el luto.
0:05:09 Y el que lo observaba, lo reguero al luto, solamente bebé agua.
0:05:14 Se vestía miserablemente durante el luto o durante el ayuno.
0:05:19 El tipo dormía sobre cenizas y no rompía el silencio,
0:05:25 más que para entonar lamentaciones.
0:05:28 Una canción.
0:05:29 Era muy riguroso.
0:05:30 Los ayunos prescriptos por la ley eran anunciados al son de una trompeta.
0:05:41 En general, los días de ayuno son tres, como bien sabemos.
0:05:47 El Día del Perdón, el Pisa de Ab,
0:05:50 es el día de la destrucción del Gran Templo que nos alem,
0:05:53 el ayuno de Esther, de Esther Gorio, un día antes del Purim.
0:05:58 ¿Qué recuerda la salvación de los israelitas?
0:06:03 El ayuno comienza con la puesta del sol y dura hasta el día siguiente,
0:06:07 con la aparición de las primeras tres estrellas en el cielo.
0:06:11 No se puede ni comer ni beber ni siquiera agua, señor Díaz.
0:06:17 Las comidas de los primeros cristianos eran muy poca cosa.
0:06:21 Los banquetes fraternales celebrados en los días de fiesta se denominaron ágapes.
0:06:27 Una palabra que siempre nos ha gustado mucho.
0:06:29 Era la reunión caritativa de los hombres de toda clase.
0:06:33 Tenía por objeto la repartición del pan.
0:06:36 Se tomaba estrictamente lo necesario para satisfacer el hambre.
0:06:41 Se veía poco.
0:06:42 Se veía poco.
0:06:44 La palabra ágapé es griega y viene de la palabra amor y caridad.
0:06:52 San Pablo denunció como enemigos de Cristo a los hombres que hacían de su vientre un dios.
0:06:58 Una sentencia parecía a aquellos que pregonando a doctor Sufficiency
0:07:01 y dicen, yo hago de mi vientre un dios.
0:07:04 A partir del siglo III parece que había tantos abusos en los ágapés.
0:07:09 Amor, se formaban como locos que daban ganas de morirse.
0:07:18 El Consilio de Loa de Isea, no de la odisea, sino de Loa de Isea,
0:07:23 hizo una serie de prohibiciones que duraron muchísimos años restringiendo tales o cuáles comidas.
0:07:29 En la Edad Media, el que morfaba mucho en los ágapés,
0:07:32 era penado con el atado, lo ataban con una argosa en el cuello,
0:07:40 lo sujetaban y le metían un pedazo de ternera en el cogote.
0:07:44 No sé bien, esto es lo que dice aquí.
0:07:47 Pero significa esto en realidad puede ser lo que te quiera.
0:07:49 Sí, es difícil de visualizar.
0:07:50 Si quiere, invento uno y listo.
0:07:52 Un pedazo te agarraba.
0:07:53 Agarraban unas terneras.
0:07:54 Imagínate, no lo diga.
0:07:57 Pronto cuenta que la mujer que comía el acuarezma, Jamón,
0:08:04 era condenada a pasearse sin ropa por la ciudad con un jamón atado a la espalda.
0:08:10 Eso es un espectáculo.
0:08:11 Viva, viva, eso se la entiende.
0:08:14 Los tipos, incluso, les ofrecían jamón.
0:08:17 Toma que no pasa nada.
0:08:19 Y después la denunciaban.
0:08:23 Bueno, algunas se venían incluso con el jamón incorporado.
0:08:30 Las leyendas de la Antiguidad hablaban de un rey de Nínive llamado Sardanápalo,
0:08:35 que en realidad no se llamaba Sardanápalo, sino los griegos.
0:08:39 Este era probablemente a Sardanápalo y no sabemos si a Sardanápalo
0:08:47 ofrecía mil piezas de oro al cocinero o aficionado que descubriese un plato nuevo.
0:08:55 Parece que sus días estaban plagados de fiestas y orgías.
0:09:01 Un tipo que vaya de orgía en orgía no va a estar perdiendo tiempo
0:09:07 a regalarle el plato a un casino porque no tiene un plato nuevo.
0:09:10 Qué me importa, si estoy de orgía en orgía.
0:09:14 Dime un panzo.
0:09:19 Cuando unas tropas enemigas decidieron invadir Nínive,
0:09:23 Sardanápalo reunió todas sus riquistas en el palacio, le prendió fuego al edificio
0:09:28 y prefirió morir con todos sus bienes antes que vivir en la cautividad.
0:09:34 Esto lo dicen de Sardanápalo en...
0:09:38 En tiempos no tan posteriores, la ciudad de Crotona, al sur de Italia,
0:09:43 se hizo célebre, primero por haber destruido a su primer rival, Sivaris.
0:09:48 Los habitantes de Sivaris eran grandes comedores, por decirlo así, y bebedores.
0:09:55 Dormían sobre colchones de pétalos y dicen que notaba si un pétalo estaba doblado.
0:10:01 Eso les impedía dormir.
0:10:03 Parece que hicieron matar a todos los gallos de la ciudad porque su canto los despertaba en lo mejor del sueño.
0:10:08 No hay cuál de guía.
0:10:09 No, yo creo que hicieron muy guía.
0:10:13 Crotona, se me hace agua la boca hablando de comida.
0:10:16 Que no hubo una semantada y quiero pagar a ella este.
0:10:18 Crotona tenía un gran comedor, también por decirlo así, que era un ciudadano llamado, casualmente, Milón.
0:10:26 Croponation, ¿no?
0:10:28 Hubo una contracción.
0:10:31 Milón de Crotona, que había sido siete veces campeón olímpico.
0:10:39 No, parece que un día cargó sobre sus espaldas un novillo.
0:10:44 Lo transportó durante 120 pasos.
0:10:48 Lo mató de una piña en la cabeza, lo hizo hacer y se lo formó...
0:10:53 No, se lo formó, no, se lo omorfó.
0:10:58 Era lo único que le faltaba.
0:11:02 De Milón se cuenta también que diariamente comía siete kilos de carne y ocho kilos de pan para arrempecar.
0:11:08 Y bebía quince litros de vino, que también está proporcionado.
0:11:15 Hemos hablado aquí hace poquito también de Leogábalo, un emperador sirio que entró a Roma en un carro tirado por mujeres desnugas.
0:11:23 Qué lindo entrar en Roma sobre un carro tirado por mujeres desnugas.
0:11:27 No, ese caballo de fuerza tenía, etcétera.
0:11:29 Y el tipo ahí, ¡Hueza! ¡Hueza, hueza, cuáy!
0:11:41 Parece que tenía un cronista dedicado exclusivamente a anotar sus banquetes.
0:11:46 Y han llegado estas anotaciones hasta nuestros días.
0:11:52 Parece que se hacía servir pasteles de lengua de pavo real, oso.
0:11:58 O sino, el señor o de Faizán es lo mismo.
0:12:03 Sí, hactaba de no haber bebido nunca dos veces en un mismo vaso, aún sin haber leído Heráclito, mi magia.
0:12:10 Y teniendo en cuenta que sus vasos eran de oro y plata, se puede calcular lo que costaba este prurito.
0:12:18 Se cuenta que envió a construir una torre para poder esconderse en caso de peligro de muerte.
0:12:23 Y allí guardaba todo tipo de comidas. También llevaba un anillo con una esmeralda hueca llena de veneno para no sufrir torturas en caso de que lo capturara.
0:12:34 Esto era muy común entre los reyes y espías.
0:12:37 Y por si fuera poco tenía un puñal de oro y una cuerda de oro y ceda para ahorcarse si todo el resto fallaba.
0:12:43 Una vida extraordinaria. Un hombre precavido.
0:12:47 Bueno, lo mismo que Mitrídates fue sorprendido cuando hacía sus necesidades más íntimas y lo asfixiaron con una conja de manera que no se hirvió de nada el veneno.
0:13:02 El emperador Claudio Albino, uno de los cinco que hubo en el año 193 después de Cristo, se comió en un desayuno 500, ¿se digo?
0:13:10 ¿Me entenderé lo que te digo?
0:13:14 Te habrán salido boqueras.
0:13:18 Pero sí comió 500 sigo. 100 duraznos.
0:13:21 Al verano al 40 en 100. 100 melones.
0:13:26 4 docenas de ostras que nada.
0:13:29 Y 2 kilos de uva que ya al tiempo se ve que le daba repunancia.
0:13:35 ¿Para dónde es preciado?
0:13:37 No dice. Me ha como dos kilitos y ya está.
0:13:43 Pero esto no es nada si vamos a creer lo que se cuenta del emperador Maximino en el año 265.
0:13:49 No sé por qué, en el año.
0:13:52 Comía diariamente 16 kilos de carne y se mandaba 32 litros de vino.
0:13:57 Era tan enormemente obeso que los brazaletes de su mujer le servían de anillo y el cinturón de brazalete.
0:14:07 Y todo por el estilio.
0:14:13 Bájaro Reynado de Augusto y Tiberio vivió el consejero hipotentado Marco Gavio Atisio.
0:14:19 Tenía mucha guita y se le gastaba todo en los placeres de la mesa.
0:14:28 Pagaba prostituta si lo hacía.
0:14:35 Un día su administrador le dijo que solamente le quedaban unos pocos cestercios.
0:14:40 Lo cual le habla muy mal del eminitrador que debió avisarle mucho antes.
0:14:44 Pero creo que lo conozco.
0:14:49 Dime lo doble.
0:14:52 Considerándose arruinado se metió en un baño de agua caliente, que es lo que hace uno cuando se siente arruinado.
0:14:59 Y se hizo abrir las venas.
0:15:01 Era un modo muy corriente de matarse en aquel momento.
0:15:04 No tan corriente, lo más corriente era abrirse las uno mismo.
0:15:08 Pero faltándote coraje, por ahí llamabas a un comedido, a un amigo, conocí a un vecino y le decía,
0:15:16 patoruso por favor abrame las venas que estoy arruinado.
0:15:21 Y aquí habremos de Levi Estros que observó en sus análisis de modales de la mesa
0:15:28 que el comer de corosamente es una costumbre europea moderna
0:15:32 y que con el tiempo fueron reprimiéndose en la mesa una serie de actos espontáneos.
0:15:36 ¿Cómo? Comer con los dedos, etcétera.
0:15:40 San Pedro de Améan cuenta con indignación que la esposa de Pedro Orciolo,
0:15:46 este no lo tenga, era Duque de Venecia, en vez de comer con los dedos usaba dos pugas.
0:15:53 Mira ahora, quizá un tenedor.
0:15:57 Y el tipo consideraba esto un lujo insensato, que sin duda le atraería la cólera divina a ella y a su marido.
0:16:04 Efectivamente ambos murieron de peste.
0:16:06 Como casi todos comían con los dedos, algunos pueblos utilizaban para limpiarse eno o a cerrín.
0:16:14 Limpiése, querido Conde, lo garfió con este a cerrín que le afoné al gato.
0:16:22 Los espartanos se limpiaban con pedazo de pan, que luego arrojaban a los perros.
0:16:28 Qué desperdicio, y luego se comían.
0:16:31 Mucho más rico ahí.
0:16:33 Los romanos se pensaban lienzos perfumados por las manos y la cara.
0:16:39 Pantalones.
0:16:40 Pantalón perfumado y se lo pasaron por las manos y la cara.
0:16:44 Más tarde aparecieron los lavaderos, que no es otro orden de cosas.
0:16:48 Que eran una fuente que se dejaban cerca de los comensales para el acero.
0:16:53 Una parangana con agua, y se querió con el metálero más.
0:16:58 Los banquetes medievales también los bufones eran parte de la diversión.
0:17:02 Era la diversión.
0:17:04 Enrique II de Inglaterra le dio una distinción nobiliaria a un hombre llamado Roland de Farté
0:17:11 y a sus herederos con la condición de que amenizaran las cenas con saltun, cifletun, etpetun, baile, silbidos y besos.
0:17:23 Ah, sí. No sé latín, por eso.
0:17:27 En este programa las malas palabras las decimos en latín.
0:17:34 Digamos para terminar que desde tiempos remotos los banquetes incluían la presencia de los llamados parásitos.
0:17:40 Eran clientes o criados que se presentaban en la mesa para acompañar a un hombre de riesgo.
0:17:46 En Grecia y Roma estos colados se sentaban lijo de la mesa central, se les servía último
0:17:53 y no se les ofrecían algunas de las exquisiteses.
0:17:56 Estaban obligados a hacer bromas, pero también estaban obligados a dejarse ridiculizar a cambio de las comidas.
0:18:05 El emperador Augusto tenía uno de estos acompañantes, llamado Gaba, que era invitado siempre con su esposa Irene.
0:18:13 Pero parece que el emperador estaba fascinado por Irene
0:18:18 y Gaba tenía que mantener los ojos cerrados mientras Augusto devoraba con los ojos a su mujer.
0:18:23 Pero cierto día un esclavo trató de robarle el vino a Gaba.
0:18:27 Gaba sacó la espada, atravesó al hombre y dijo, sólo estoy dormido en lo que se refiere al emperador.
0:18:36 Después fue con la muerte igual y la bella Irene se quedó en manos de Augusto, así que de nada le sirvió la distresión a aquel pobre hombre.
0:18:46 Recuerda, Marvin, ¿cuánto era el emperador?
0:18:50 Bueno, para comer, un antropólogo que ha escrito este libro, interesantísimo.
0:18:55 Que me ha recomenado mucho.
0:18:57 Bueno, ¿quién quiere dedicar este avanquete?
0:19:03 Si quieren, incluso acabamos de repartir toda clase de vocados exquisitos entre la concurrencia.
0:19:11 Marvin Garniz, uno de los que se merece Alejandro, está dedicado.
0:19:14 Estaba pensando también en Platón, que alguna vez nos regaló un banquete que nos ha servido por algunas cosas, aunque después a los pobres...
0:19:19 Menos para saciarnos, senador.
0:19:22 Pensaba en Balsax, que decía que cada romance que uno tenía era una novela menos, pero en cambio dedicaba su tiempo a masticar pedas y tomar cacén,
0:19:31 lo cual demuestra por qué la comida humana estaba aburrida, por ejemplo.
0:19:36 Pensaba también en extraños inventos que ha logrado occidente en algún momento como el tenedor libre.
0:19:42 Esa especie, porque no solo está libre el tenedor, está libre el cutifio y la agula de todos los asistentes,
0:19:46 esos iguales que faltan devorar cuanto más puede.
0:19:49 Por qué le cae mal eso?
0:19:51 No me dice tenedor libre.
0:19:54 ¿Aquí también?
0:19:56 Justamente porque tiende a tenor...
0:19:58 ...que te angurria, te nota, pero también insensibilidad.
0:20:05 ¡Pueden comer 20 pedazos de pizza!
0:20:09 Ya pensé...
0:20:10 Ya pensé...
0:20:11 ...con un bombón en la mano.
0:20:14 Ya pensé en que hay cosas que se acumulan en ese orden de placeres.
0:20:17 Ahora mismo hay gente que dice que acumula sueño,
0:20:19 y ella dormiendo todo el día para poder estar despierto más tiempo.
0:20:22 De todos modos, pensaba también que a la hora de pensar en los pecados capitales,
0:20:26 y eso es el primero, esos pecados es el capital justamente,
0:20:29 y quizás uno no lo condena ciertamente tanto.
0:20:32 Pero en realidad, a lo que iba es esta especie de relato de Alejandro Dumas,
0:20:36 que efectivamente cuenta en ese libro usted decía,
0:20:39 esta contribución que ha hecho la comida al progreso de la humanidad.
0:20:43 Y efectivamente el primero de esos regalos,
0:20:45 la primera de esas contribuciones tiene que ver con la cocción de los alimentos,
0:20:49 a pesar de la bistraus y el del sushi que se ha puesto de modo en los últimos años,
0:20:52 digo porque efectivamente la consecución del fuego en búsqueda,
0:20:56 de tener algo para cocer los alimentos,
0:20:58 permitió después que el fuego se usara para otras cosas.
0:21:01 Porque justamente en elaboración de una comida,
0:21:03 no es tanto de ser resultado en términos cuantitativos,
0:21:06 lo que garantiza el sabor, sino el proceso de cocción,
0:21:09 aquí se afuera que se va macerando una carne determinada o una pasta,
0:21:13 y después ese tipo de trabajo,
0:21:16 es eso de dar mucho más placer al momento que es el más reducido, el momento de consumirlo.
0:21:20 Quizás porque todas las cosas se pueden disfrutar como resultado,
0:21:24 es porque se han elaborado con cierta paciencia,
0:21:27 con una dedicación profunda,
0:21:29 como si la vida misma, creo que es a la única enseñanza que podemos sacar de esto,
0:21:33 debiera irse saboreando y modelando muy despacito, a fuego lento.
0:21:37 Es que el hombre se quema despacito,
0:21:40 y a eso le llama la vida.
0:21:42 A fuego lento escucharemos por el guitarrista de Cabeceras,
0:21:47 que es el guitarrista de nuestro programa, el querido Juan Cuáles Comínquez.
0:22:17 Cabeceras
0:22:47 Cabeceras
0:23:17 Cabeceras
0:25:14 Era Juanjo Domingues en la venganza, será terrible a fuego lento.
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