Transcripción automática
0:00:00 Señores, hablaremos esta noche de la lanza de los ginos. Los llamaremos los ginos finalmente.
0:00:08 No, me parece bien.
0:00:09 Oh, los ginos.
0:00:10 No, es que la forma correcta sería este, los ginos, como lo diría alguno de los cofras de este señor.
0:00:16 Digamos los ginos.
0:00:17 Los ginos está bien. Mi abuela, solía decir los ginos cada vez que se le perdía algo y la gente buscaba centuriones en vez de la llave.
0:00:26 En realidad no se sabe mucho de este señor. No hablaremos de él, sino de la lanza.
0:00:31 No se sabe mucho de este señor. Y el episodio, por cierto, no está ni siquiera...
0:00:38 No lo nombra en la Biblia.
0:00:40 Está en cierto Evangelio Apócrifo de San Nicodemo.
0:00:45 Y ahí sí se lo nombra.
0:00:48 Y después se fue construyendo posteriormente una leyenda.
0:00:53 Se lo hizo proceder de la ciudad de Cesarea, o Césarea, que queda, digamos, la parte...
0:01:08 La población marítima más cercana a Jerusalén, y ahí traían un pescado, por eso, un pescado de más.
0:01:17 Se lo hizo centurión del ejército romano, y se dijo que era el que le había dado un lanzazo final al Cristo,
0:01:29 el lanzazo de gracia para rematarlo, o para mejor todavía, para comprobar su muerte.
0:01:37 Para comprobar su muerte, ya que, de hecho, cuando él lo lanzó, el Cristo ya estaba.
0:01:45 También se ha inventado mucho, han hecho películas que no vale la pena inventar,
0:01:54 porque quizá la película y la novela histórica de los últimos años no son muy...
0:02:04 ni siquiera consecuentes desde el punto de vista mítico, con los sucesos de la mitología o de la historia.
0:02:14 Este muchacho australiano ha hecho un gran esfuerzo haciendo hablar en latín,
0:02:19 en latín, ciertamente, no en la restituta, sino en latín extraño,
0:02:23 y en arameo de los personajes de su película sobre el Cristo, pero es la aproximación mayor,
0:02:27 respetando sí la versión de ese vaquilloso más querido.
0:02:31 Bueno, esta lanza que usó este amigo longino, o longino,
0:02:40 se convirtió en un objeto sagrado del cristianismo, un objeto muy buscado,
0:02:48 y aunque al principio los cristianos no contemplaban este culto a las relíquias,
0:02:56 a partir del siglo IV empezaron a ser requeridas,
0:03:01 y la búsqueda de relíquias llegó al apogeo durante las cruzadas.
0:03:07 De hecho, Federico el Sabio donó a la Iglesia de Vítemberg,
0:03:10 nada menos que las cinco mil relíquias que poseían a principios del siglo XVI.
0:03:17 En realidad, durante el Medio Evo, existían talleres en diversas partes del imperio,
0:03:24 o del mundo cristiano, especialmente en Italia,
0:03:28 dedicados exclusivamente a la creación de relíquias, que posteriormente se vendían como auténticas,
0:03:36 e iban a parar a monasterios, iglesias y palaces.
0:03:41 Aquellas relíquias estaban impregnadas de santidad, según se suponía, y también de poder.
0:03:50 Se las consideraba talismanes, protectores, tenían efecto curativo sobre muchas enfermedades,
0:03:57 y existía otra poderosa razón para que las relíquias tuvieran mercado.
0:04:02 Cualquier comunidad que poseyera relíquias tenía garantizado el mantenimiento,
0:04:07 gracias a las limonas de los bieles y a los regalos de los más pudientes.
0:04:13 Al relatar el episodio en que un centurión romano atraviesa con su lanza el costado de Jesús,
0:04:19 al término de su pasión, el Evangelio hace alusión a la profecía,
0:04:25 que decía que ninguno de los huesos del Salvador sería quebrado,
0:04:30 ya que los romanos para acelerar la muerte del Crucificado le rompían los huesos de las piernas.
0:04:36 La presencia, entonces, de aquel soldado en el gorro, el gota, fue tomada como instrumento de Dios
0:04:43 para que todo lo predicho se cumpliera, de allí que la iglesia los santificara como san longinos.
0:04:51 El nombre de Longuino, el nombre, como se ha dicho, no figura el Evangelio,
0:04:57 sino en un Evangelio apócrifo que es el Llamentado de Nicodemos,
0:05:02 que también se llama Hechos de Pilatos, en los que además se menciona a los ladrones crucificados junto a Jesús.
0:05:09 Gestas y dimas.
0:05:12 Bueno, tal como explica el investigador Jesús Callejo, que tal,
0:05:20 actualmente existen cuatro lanzas de Longinos.
0:05:26 Algo así como la inflación celestial.
0:05:28 Claro, tres más de las que existían aquel mismo día en la cumbre del gorro.
0:05:37 La más famosa se conserva en el Vaticano.
0:05:41 La segunda lanza está en París, donde fue llevada por San Luis en el siglo XIII,
0:05:49 al regresar de la última cruzada en Palestina.
0:05:53 San Luis coleccionaba, como se ha dicho, relíquias.
0:05:57 Y era el mismo emisor de relíquias, ya que como tenía fama de santo, aún en vida,
0:06:04 la gente le afanaba pedazos de su vestidura, se quedaba con la tierra sobre la cual él la había caminado, etc.
0:06:11 Y la tercera lanza es la que se custodia en el Museo del Palacio de Ocbur, en Francia.
0:06:21 No, en Viena, que lo decida, estas en Viena.
0:06:25 Y es la que posee una historia más fascinante, porque fue la lanza que encandiló a Constantino del Grande,
0:06:33 a Carlos Magno, a Federico Barbarroja e incluso a Adolfo Hitler.
0:06:39 La cuarta lanza se conserva en Cracovia, Polonia, pero tan solo es una copia de la bienesa
0:06:45 que Ottón III regaló a Boleslav el bravo.
0:06:50 Entonces, la tercera es la más interesante y la más probablemente la más antigua,
0:06:55 ya que como apunta el historiador Galán Slava,
0:06:59 se trata probablemente de un puñal prehistórico de la Edad de Guerro, que alcanza 30 centímetros de longitud.
0:07:07 Está partida en dos pedazos unidos por medio de una funda de plata.
0:07:11 En el siglo XIII se le añadeó un clavo, pretendidamente uno de los que sujetaron a Cristo en la cruz,
0:07:19 en el fragmento correspondiente a la punta, aprovechando el canalílio central.
0:07:25 El clavo está sujeto a la lanza con hilos de oro, plata y cobre.
0:07:30 En el trozo del mango se observan dos diminutas cruces de oro.
0:07:36 La retenquia se guarda en un antiguo estuche de cuero forrado en tercios pelorros.
0:07:42 Se dice que la Santa Lanza fue recogida y puesta salvo por José de Arimatea,
0:07:48 junto a otros objetos personales de Jesús. José era el amiguete.
0:07:54 El alquilino de la tumba.
0:07:56 Era muy amigo de Jesús.
0:07:59 Y se que él juntó algunas cosas.
0:08:02 Entre ellas nada menos que aquella copa utilizada en la última cena
0:08:08 y utilizada también según algunos para recoger parte de la sangre del Cristo.
0:08:14 Copa que después fue conocida como el Santo Grial y que tiene unas virtudes que para aquí le voy a contar.
0:08:21 Todos estos objetos, incluido el Grial, llegaron a menos de San Mauricio,
0:08:27 que era comandante de la Legión de Tebas, martirizado junto a sus seis mil hombres por Maximiliano Herculio,
0:08:36 por negarse a seguir sus órdenes de hacer sacrificios a los dioses para asegurar la victoria sobre el rebelde Vagaudá.
0:08:45 Hágame un sacrificio para asegurar la victoria sobre el rebelde Vagaudá.
0:08:53 Me niego, me niego, me niego, dijo San Mauricio.
0:08:56 Bueno, será usted martirizado junto a sus seis mil hombres.
0:09:02 Todo esto lo dijo Maximiliano Herculio, ese era su apodo.
0:09:12 De aquí pasaría, me refiero a Maximiliano.
0:09:15 No, a la lanza, a Constantino, el emperador romano,
0:09:22 el primero que se volvió cristiano.
0:09:24 Y fue la lanza en la que le dio supuestamente la victoria en la batalla del puente Milbion contra Magensio.
0:09:30 Esto fue en las afueras de Roma.
0:09:33 Luego la lanza pasó a poder al arico el valiente, al arico un invasor de God.
0:09:44 Esto fue en el 410 d.C.
0:09:48 Y también al bisigodo, otro bárbaro, utilizamos el remoquete que utilizaban también los romanos,
0:09:56 el bisigodo Teodorico, aquel que protagonizara el banquete de reconciliación con Odoacro,
0:10:07 que se sentara junto a uno de Odoacro.
0:10:20 Y se alternaran.
0:10:22 Y a una orden de Teodorico, cada uno de sus hombres mató al de la derecha.
0:10:31 Sin dual error.
0:10:33 Si se hubieran equivocado y uno cumplían y otros no, hubiera sido desastroso para todo.
0:10:41 Finalmente fue a parar a las manos de Carlos Martel, el hijo ascardo de Pipino II, el joven.
0:10:51 Y el hombre ya de la dinastía del sur de Francia, aquel hombre que tenía un nombre que era
0:11:01 la mezcla de Carlos Gardel y Julio Martel.
0:11:06 Para no meter todo esa misma bolsa.
0:11:09 Esto ocurrió durante la famosa batalla de Poitiers en el siglo VIII,
0:11:14 en la que Carlos Martel derrotó a los Zaras, fue una batalla decisiva,
0:11:19 que si no fuera por este hombre los árabes se hubieran conquistado hasta Buenos Aires.
0:11:27 Bien, el siguiente poseedor sería casi un siglo después, nada menos que Carlos Magno,
0:11:33 que logró medio centenar de victorias, dice aquí como si fuera el ranking de la revista Nocau Mundial.
0:11:41 Esto pasó como talismán a Enrique I, el pajarero, que como ya podemos intubir no tuvo muchas victorias,
0:11:51 apenas si le alcanzó el tiempo para fundar la Casa de Zahonia y en general a Otón el Grande.
0:11:59 De los Zahonias se entregó a los Ogenstaufen de Suevia, uno de los cuyos miembros,
0:12:06 el legendario Federico Barbarroja conquistó Italia.
0:12:10 La historia de la reliquia llega hasta el siglo XX y termina en manos de Adolfo Hitler.
0:12:17 La historia se la debemos al periodista y militar Trevor Ravenscroft,
0:12:22 que le escuchó a través del matemático y ocultista Walter Johann Stein, asesor personal de Western Churchill,
0:12:30 escribió Ravenscroft.
0:12:34 En secuencia directa de estas investigaciones conoció a Hitler,
0:12:39 quien en aquellos tiempos no era más que un donnavies que vivía en una pensión de ínfima categoría enviana.
0:12:46 Durante los cuatro años anteriores al estallido de la Primera Guerra Mundial,
0:12:50 él había descubierto la leyenda del destino histórico del mundo asociada a la lanza que se encontraba en la Casa del Tesoro a Burgo
0:12:59 y también en aquellos tiempos soñaba con el día en que la reclamaría como talismán para la conquista del mundo.
0:13:07 Quiere decir que si no fuera, etcétera.
0:13:10 Cuando joven Hitler se empapó de toda la historia de la lanza en el Museo de Viena
0:13:16 y supo de inmediato que aquel era un asunto importante en su vida, y nada más.
0:13:23 Descubrió que poseerla lo asociaba a un poder procedente del cielo
0:13:28 y ahí que cuando Austria fue incorporada al tercer Reich, Hitler ordenara trasladar desde Viena a Nuremberg el desoro de los asurgos.
0:13:38 O sea, no solo la lanza, sino el desoro.
0:13:41 Ocurrió en marzo de 1938, quedando expuesta la lanza en la cripta de Santa Catalina,
0:13:47 escenario de las actividades de los maestros cantores de la Edad Media, ópera que era la preferida de Hitler.
0:13:56 Hitler supo por revelación, de que otro modo se pueden saber, estas cosas,
0:14:00 que debía guardar el objeto bajo la cuestion y custodia de oficiales de la SES
0:14:06 y sigue explicando Ravens' Craft.
0:14:09 El descubrimiento más importante que hizo el joven Hitler mientras estudiaba la historia de la lanza
0:14:15 no estaba relacionado ni con los emperadores ni con su dinastía de poder.
0:14:19 Descubrió que la lanza había sido una inspiración para la fundación de los caballeros teutones,
0:14:24 cuyas acciones caballeres casi valientes, cuyos votos irreversibles y disciplina acética
0:14:30 habían constituido la esencia misma de sus sueños infantiles.
0:14:36 Bueno, así que do la lanza el cuidado de las SES durante varios años,
0:14:41 Hitler intentó ser favorecido por ella,
0:14:47 hasta que al final de la guerra comprendieron que era más bien yenda.
0:14:54 Y la lanza fue recuperada por los aliados.
0:14:59 Lo cual explica el destino de gran bretario.
0:15:02 Sí, y a pesar de la fascinación que al parecer sintió por ella el general Paton,
0:15:07 la devolvieron a sus legítimos propietarios, me imagino al ejército romano.
0:15:16 La familia de los honguillos.
0:15:19 Y regresó con el resto de los tesoros a las vitrinas del parácio imperial de Hofburg.
0:15:26 Sin embargo, es la lanza de las cuatro que hay, tiene la historia más interesante,
0:15:35 pero es aquella a la que menos rigor histórico se le puede atribuir.
0:15:40 Esto es todo lo que tenía que decir.
0:15:42 Acerca de esta lanza que está allí, muerta de risa, esperando.
0:15:48 Pero la lanza no es como su nombre que lo indica actualmente.
0:15:55 Pero, el general, si usted quiere que pensemos en algún dedicado de esta charla,
0:16:01 yo creo que es interesante pensar en esos desvíos que algunas creencias tienen hacia lo más oscuro de la superstición,
0:16:10 puesto que las reliquias, muchos se cruzan con otro tipo de supersticiones justamente,
0:16:17 con otro tipo de fervores extraños en los cuales se deposita en un objeto,
0:16:22 aquello que debe estar más bien en el ánimo de las personas.
0:16:26 Yo no hay palaje.
0:16:30 Incluso diríamos también que hoy en día hay quienes asociarían a este tipo de costumbres a trastornos obsesivos,
0:16:37 con este tipo de rituales, ya que me quiero conquistar,
0:16:41 a Nexar Austria mediante el Ángelus,
0:16:43 toco la lanza primero y después me la conquisto.
0:16:45 Claro, yo me pongo este canzoncillo que está asociado también con mis victorias venerias.
0:16:52 Por ejemplo, es que lo digo a usted cuando sale los viernes.
0:16:55 Sí, claro, yo tengo un canzoncillo que me pongo siempre porque lo asocio...
0:17:00 Bueno, porque es el único que te asocia.
0:17:02 Lo asocia a usted mismo.
0:17:04 De sí, entonces, que flaco favor a veces hacemos con este tipo de festividades,
0:17:09 peregrinaciones detrás de objetos,
0:17:11 que en general los hacen olvidar de algún tipo de cosas más consistentes.
0:17:15 Por ejemplo, algunas de las enseñanzas del Cristo que han logrado que tanto corretear detrás de los objetos,
0:17:21 una cosa como el Santo Grial, que debió haber encarnado los juramentos de aquella última cena
0:17:26 y las promesas de algún tipo de vida en la cual los seres humanos se comportarán un poco menos como bestias,
0:17:33 no terminará haciendo otra cosa que la Copa del Olvido.
0:17:37 Y la Copa del Olvido es el tango que escucharemos ahora en la voz de Hugo del Carril.
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