Transcripción automática
0:00:00 Estamos en la venganza, será terrible, estamos en el auditorio de Radio del Plata en la calle Gorriti 5963, mañana haremos lo propio y el viernes también lo propio.
0:00:10 Estamos en vivo aquí en Gorriti 5963.
0:00:14 Entre Revin y la otra que se llama de igual, ¿no?
0:00:17 Hablaremos esta noche de la llegada de la inquisición a Portugal.
0:00:23 Porque fue de un modo muy particular en cómo llegó la inquisición.
0:00:32 Fue primero un hombre solo el que llevó los tribunales inquisitoriales a Portugal.
0:00:41 Y en segundo lugar, el método que utilizó fue extrañece.
0:00:47 Pero veamos lo que sucedió.
0:00:49 Desde los comienzos del siglo XV, el Papa Bonifacio Noveno intentó inútilmente instalar la inquisición en el reino de Portugal.
0:01:04 Había nombrado a un dominico llamado Vicente de Lisboa como inquisidor general.
0:01:10 Pero a Vicente no le fue bien porque el rey de Portugal, Juan I, escribió al Papa para decirle que el establecimiento de la inquisición en su reino se oponía al bienestar de sus basallos, a sus propios intereses y al interés de la religión.
0:01:32 Dijo además que había notado en el trabajo de este señor Vicente de Lisboa algunas anomalías.
0:01:42 En fin, el Papa Bonifacio atendió los reclamos de Juan I, rebocó los poderes que había concedido los inquisidores y autorizó a un tal Marcos Obispo de Cinegalia como Carlos Cinegaliesi.
0:02:00 El dueño de la fábrica de Calzoncillo, casi. Lo que es citar.
0:02:05 Sí, lo que es citar es una cita para cada ocasión.
0:02:08 Claro, uno tiene que tener prontas citas de Ortega y Gazet, pero también de fabricantes de Calzoncillo.
0:02:16 Autorizó a un tal Marcos Obispo de Cinegalia para absorber a los acusados por Vicente.
0:02:25 Se reúe con sus cargos y dignidades a los que habían sido privados y muchísima gente se vio libre del temor de que les confiscaran los bienes.
0:02:36 Después del intento de Bonifacio, el Papa Clemente VII también trató de que la inquisición tuviera residencia fija en Portugal, pero no hubo caso.
0:02:49 La Corte de Lisboa impedía siempre que el Santo Tribunal llegara a Portugal.
0:02:57 Tiempo más tarde, casi a mediados del siglo XVI, el rey portugués era Juan Tercero y fue durante su reinado cuando se produjo un hecho notable.
0:03:08 Hay que decir que Juan Tercero era el que había tenido una hija llamada María, María del Portugal, que fue la primera esposa del Príncipe de Asturias.
0:03:23 El Príncipe de Asturias en España es el heredero del trono y en ese entonces era el que luego sería Felipe Sérima.
0:03:31 Aquella muchacha, ya hemos contado aquí su historia, murió a los 18 años y no pudo ser reina de España.
0:03:38 En el año 1539, ya volviendo a nuestro asunto, se presentó en Lisboa un legado del Papa.
0:03:46 Había llegado hasta allí, según decía, por establecer la inquisición sobre cimientos inquebrantables.
0:03:55 El legado se llamaba Saavedra.
0:03:59 Sí, ahí habla.
0:04:01 Se presentó ante el rey Juan Tercero con una credencial del Papa Pablo III.
0:04:08 Llevaba también otras cartas de Roma para los principales dignitarios de la corte.
0:04:15 Sus patentes de legado, así se llamaban esas cartas, estaban firmadas y selladas,
0:04:24 contenían amplios poderes para nombrar un inquisidor general y todos los jueces del Santo oficio.
0:04:31 Lo curioso es que Saavedra era un impostor.
0:04:35 Ningún Papa lo había enviado y había falsificado todos los documentos que llevaban.
0:04:42 Ya lo digo desde ahora.
0:04:45 Saavedra había aprendido el arte de la falsificación en Roma y se había perfeccionado en Sevilla.
0:04:53 Desde allí había llegado a Lisboa, junto con dos cómplices que se hacían pasar por Clérigua.
0:04:59 Saavedra ganó rápidamente el favor y el respeto de Juan Tercero.
0:05:03 El rey pensaba que no se podía ya contrarrestar el avance de la inquisición
0:05:08 y que se había instalado en casi todos los países y terminó por aceptar las cartas de Saavedra.
0:05:15 El impostor, que más que nada quería vivir cortesanamente, comenzó a edificar la burocracia.
0:05:23 La burocracia sería mejor de la inquisición en Portugal.
0:05:27 Al principio le fue bien.
0:05:29 Tuvo a su servicio más de 120 asudantes.
0:05:32 Para enfrentar los gastos recibía de Juan Tercero y del gobierno de Sevilla, por donde también había pasado,
0:05:40 sumas cuantiosas en nombre de la Cámara Apostólica de Roma.
0:05:45 Cuenta uno de los cronistas de esta historia, que en este caso es nada menos que volter,
0:05:51 que el plan que se habían propuesto a aquellos impostores lo habían concertado con el artificio más deslumbrante.
0:05:59 Y una razón los ayudaba.
0:06:02 Un inquisidor nunca puede ser falso, del mismo modo que un asesino tampoco puede serlo.
0:06:09 Succedió que Saavedra, además de vivir bien, hizo lo que hubiera hecho la inquisición.
0:06:16 Es decir, era la inquisición.
0:06:19 La imposición de Saavedra recibía solo en ser un hombre cualquiera que no había obtenido permisos de nadie.
0:06:29 No acreditaba ninguna nublesa ni era tan poco religioso.
0:06:34 Cuando el rey Juan Tercero preguntó a Saavedra por qué había llegado a Portugal sin que el Papa se lo hubiera advertido antes,
0:06:42 el falso legado le contestó que no había cosa tan apremiante como establecer la inquisición y que esa cosa no podía esperar.
0:06:53 Le dijo también que debía considerarse muy honrado de que directamente llegara a un legado del Santo Padre.
0:07:01 La cuestión fue que Saavedra nombró un gran inquisidor y envió a recolectar diezmos por todo el reino.
0:07:09 Además, se mandó a la hoguera a 200 personas, ni una menos.
0:07:15 Unos meses más tarde el engaño se descubrió en Sevilla.
0:07:21 El marqués Bilanova de Barcarota había sospechado que los pedidos desde Lisboa eran demasiado ostentosos o grandes.
0:07:33 La pidió asesoramiento en Roma. Le dijeron que nadie había enviado a sí legado ninguno.
0:07:40 El marqués Bilanova de Barcarota fue a buscar a Saavedra con 50 hombres armados hasta su casa.
0:07:52 Lo atrapó, se lo llevó a Madrid.
0:07:55 Hechas algunas investigaciones, se informó de todo Juan Tercero de Portugal.
0:08:00 No compareceras a Saavedra ante Juan de Tavera al sovismo de Toledo y al sovismo asombrado por la audacia increíble del falso legado,
0:08:11 lo condenó a ser asotado y a diez años de galeras.
0:08:15 Esa sentencia implicaba una muerte segura.
0:08:18 En las galeras no se podía estar más que un par de años, hasta morir de hambre o apestado o burido por algún barco enemigo.
0:08:28 Juan de Tavera envió la sentencia al Papa Pablo IV para que fuera confirmada.
0:08:34 Pero entonces sucedió otro hecho increíble.
0:08:37 El Papa, orgulloso de que por fin se habían podido instalar los tribunales del Santo oficio en Portugal,
0:08:45 no confirmó la sentencia, sino que confirmó a Saavedra como legado principal en Lisboa.
0:08:53 Pablo IV advirtió que no podía dejar de reconocer en la historia sucia de aquel bribón la mano de Dios y un milagro de su providencia.
0:09:04 Y se citó para el caso un diálogo en el que participaba Jesús.
0:09:10 Juan le dijo a Cristo,
0:09:12 Señor, hemos visto a un hombre que no es disícpura vuestro, que pulsaba los demonios del cuerpo en vuestro nombre y hemos impedido que lo hiciera.
0:09:22 Y Jesús respondió,
0:09:23 No lo impidáis porque el que hace milagros en mi nombre no dirá mal de mí y el que no está contra nosotros con nosotros está.
0:09:33 En el año 1545 Saavedra fue absuelto y encargado de la inquisición portuguesa.
0:09:41 Cuando los españoles establecieron en América, llevaron rápidamente allí a la inquisición,
0:09:46 y una de las primeras decisiones de Saavedra, ya legitimado, fue introducir en las coloias portuguesas los tribunales del Santo oficio.
0:09:56 Sabe que no puedo evitar el recuerdo muy, muy preciso.
0:10:01 La última vez que estuve en Lima, por el año 96, salí a la venganza.
0:10:07 Tenía un compañero observador electoral, el que le decimos Melamor, un cacho venezolano y este niño de religión judía.
0:10:13 Y cada vez que pasábamos la vuelta y hacía lo bella decía,
0:10:16 Durio, puremosnos, mamá huevo y vermanidad, sin paliazir, porque me ven a cara y me meten.
0:10:21 Y yo siempre lo tomé como una cosa, fuimos un día a ver los activos,
0:10:24 y estaba el relato de los ciudadanos que habían sido sometidos a tortura por la inquisición portuguesa,
0:10:29 cara de moro o de judío, era uno de los métodos.
0:10:32 Y estaban los lugares donde se probaba la inocencia o la culpabilidad de las personas.
0:10:36 Usted hablaba muchas veces de la ordalía, que se practicaba así, la prueba de Dios.
0:10:41 Y de qué manera también se podía sopar casi como un milagro divino,
0:10:45 ya que en el momento que estaban por poner un hierro caliente,
0:10:48 llegaron enviados del reino, era no un milagro, sino un favor.
0:10:51 La inquisición, por otra parte, generó serias perdidas a España y serias ganancias a las otras naciones,
0:10:58 porque la inquisición cobraba por estas cosas, y el capital, como en todas las cosas,
0:11:02 el día de América Interniva de Riqueza, pasaba por España,
0:11:06 se secaban las cosas, y como los caballeros y los sacerdotes no podían mezclarse con el dinero,
0:11:12 y por estas cosas se los llevaban los banqueros animales,
0:11:15 igual que hoy, digamos, casi siempre, pasa lo mismo.
0:11:18 Le quiero hacer dos comentarios más, nada más, que es la cosa de las diócesis.
0:11:23 Este dios, usted nombró Senigalia, esta Antioquia, son las de hoy,
0:11:28 siendo mantiendose de aquellos obispos que incurren después de ser obispos,
0:11:32 en algo que contraría a la Santa Sede, como por ejemplo Jaime Podestanza,
0:11:38 que era una sede que no tenía cieles, Antioquia o Senigalia, por ejemplo.
0:11:43 Y ya con eso yo me la dio por contento, pero digamos que hay una cosa que me llama la atención de esto,
0:11:48 porque se dice el azar, que a veces se llama destino,
0:11:52 y hay palabras que nombran cosas que deberían ser opuestas.
0:11:55 Las cartas de un embajador son iguales al Naip, por ejemplo,
0:11:59 y quizás en el fondo la fortuna de los grandes imperios,
0:12:02 igual que la fortuna de los condenados,
0:12:04 se haya forjado en cosas que tienen que ver con el azar,
0:12:08 de modo que cuando uno llegaba a presentar sus cosas,
0:12:12 sí, tenemos este...
0:12:14 Yo tenía que elegir entre un maso o quizás las cuales los papeles se tienen ambasatorias,
0:12:20 y yo solo tenía que decir cuál es que eres aquellas cartas.
0:12:24 Y aquellas cartas son también cartas escritas.
0:12:27 Escritas, claro.
0:12:28 El tango, aquellas cartas que canta ahora mismo, Carlos Gardelli, que es un tango, evidentemente compuesto.
0:12:35 Por los condenados que escribían, tenían derecho escribir una carta antes de pasar por la tortura.
0:12:39 Evidentemente, sin ninguna duda.
0:12:50 La música es muy linda.
0:15:15 formula PVCD
0:15:16 Juan iPhone
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