Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos de Rossini, de Joaquino Rossini.
0:00:07 Así que, atención, músico genial, pero su biografía es interesante,
0:00:15 más que de su biografía nos vamos a ocupar hoy de una colección de hechos que revelan su personalidad.
0:00:22 Él había nacido en Pesaro, el cisne de Pesaro, le decía.
0:00:27 Es una ciudad que queda brillas de ladríactico y nació,
0:00:32 algunos le parece ya un viño del destino que haya nacido en 29 de febrero de 1792.
0:00:39 Su padre se llamaba Giuseppe y era un excelente trompetista.
0:00:45 ¿Qué uno me gustaría tener un padre que se llamara Giuseppe y que fuera un excelente trompetista?
0:00:52 La madre Ana, en cambio, era cantante de ópera, interpretaba papeles secundarios, no por su gusto.
0:01:02 Allá por 1801, Giuseppe, el papá, le dijo a Quino Rossini,
0:01:06 se convirtió en profesor de trompa de la Academia de Bologna y le empezó a ver clases a lejos.
0:01:13 Lo agarró a lejos a 9 años y le dijo, ya que soy yo el profesor de trompa de la Academia de Bologna, vení que te doy clase.
0:01:21 Y parece que el joven Rossini era un pésimo estudiante, pero tenía virtudes musicales,
0:01:26 tocado de violín, el clave, actuaba en público, cantaba, componía.
0:01:33 Compuso desde muy chico, ¿no?
0:01:36 Ya en 1804, que tenía 12 años, había compuesto sonatas.
0:01:40 En 1806 ingresó a la Escuela de Música Bologna y firmó su primera obra de métrio e polibio.
0:01:48 Cuatro años más tarde, cuando la escuela comenzó, una carrera asombrosamente productiva.
0:01:55 Rossini escribió 40 óperas en 20 años.
0:01:58 Pero ya veremos por qué la escribió, ¿no? Porque sí.
0:02:03 Ubiquemos ahora en Milán, más precisamente en el teatro, a la escala, en 1815.
0:02:12 Rossini parece que había presentado una de sus obras y avanzaba hacia el proseño
0:02:18 para saludar al público, que la aplaudía.
0:02:20 Y por ahí se le acerca un tipo.
0:02:22 Le dijo, mire, Rossini, usted es ojeña de la ópera, yo me llamo Don Ménico Barbaya
0:02:30 y tengo dos teatros más grandes, los dos teatros más grandes de Nápoles.
0:02:35 Acepte que lo invite a Morfard y dice, porque tengo que hacerle una oferta extraordinaria.
0:02:41 Rossini aceptó y el tipo le propuso darle un dinero importantísimo
0:02:46 a cambio de que compusiera dos óperas al año.
0:02:49 Por eso compuso tanto.
0:02:51 De todos modos, hubo años en los que compuso más de dos.
0:02:54 En 1812 compuso seis.
0:02:57 Seis y algo así, porque acá tenía otras dos.
0:03:05 Además, debía dirigir los ensayos, la ejecución, hacerse el cargo de la dirección musical.
0:03:09 Es decir, no solamente la tenía que componer, sino tenía que ponerla.
0:03:14 Tenía que ser la apuesta.
0:03:16 No tanto la apuesta, porque la apuesta en la ópera la hace el reggisero.
0:03:21 Y después el director, el verdadero director, es el director musical.
0:03:26 Pero todo eso lo tenía que ser el tipo.
0:03:28 Bueno, era mucho laburo.
0:03:30 Al año siguiente, Rossini se instaló, no más en Nápoles.
0:03:33 Visitó los dos teatros, el San Carlos y el del Fondo.
0:03:37 Parece más bien el nombre de un vecino, el del Fondo.
0:03:40 Ahí viene el del Fondo.
0:03:44 Y otro del Fondo también parece un teatro secundario.
0:03:47 O no está mal para esos complejos cinematográficos que hay en estos días.
0:03:52 Y lindo para un cine doble.
0:03:54 El del Frente y el del Fondo.
0:03:57 En el Frente se dan los estrenos, y en el Fondo, qué sé yo.
0:04:02 Bueno, instalado en Nápoles, Rossini aceptó la oferta de Barbala.
0:04:07 Y entonces comenzaron a ser amigos.
0:04:10 Él le presentó a su amante, una chica.
0:04:14 Dijo, mire, le voy a presentar acá a un amante que tengo.
0:04:17 Parece que era un hombre fácilmente confidencial, Barbala.
0:04:21 Y le dijo, mire, mi amante canta, es una mujer magnífica,
0:04:25 y tiene una voz que es capaz de transportarlo al cielo.
0:04:29 Y se trataba de Isabela Colbrán.
0:04:33 Rossini, tentado por la descripción que había hecho Barbala,
0:04:38 demostró impacientes deseos de conocerla.
0:04:42 Bueno, al día siguiente se le apresentaron inmediatamente Rossini,
0:04:46 quiso oír cómo cantaba.
0:04:49 A las primeras notas parece que Rossini se estremeció.
0:04:52 Porque Colbrán, Isabela Colbrán, cantaba maravillosamente bien.
0:04:56 Y además era muy hermosa, soberbios y hechiceros ojos negros,
0:05:02 tasche magnífico, una asuntuosa cabellera color de ebano,
0:05:06 es decir, pelo negro, ¿no?
0:05:08 Y todo por el esquino.
0:05:10 Pero lo que maravilló a Rossini, más que nada, fue su voz.
0:05:13 Parece que nunca había oído nada parecido.
0:05:16 Y le dijo, qué lindo lo que le dijo.
0:05:21 Te miro y se me ocurren ideas.
0:05:26 No otra cosa, es una musa.
0:05:29 Bueno, enseguida se puso a escribir.
0:05:34 Él le dijo, eres una reina y entonces escribiría para ti.
0:05:38 Serás Isabela de Inglaterra.
0:05:42 Isabela, reina de Inglaterra.
0:05:46 Se llamaba la ópera.
0:05:50 Y la ópera está.
0:05:52 Esto se lo digo yo y no estoy seguro.
0:05:54 Pero me parece que sí.
0:05:56 Tenía una introducción que era esta.
0:06:04 Y usted me dirá, pero esa es la introducción de la Oherbero de Sevilla.
0:06:08 Bueno, también era la introducción de esa ópera
0:06:12 que escribió Rossini para esta chica, la primera que escribió para ella.
0:06:17 Escribió muy rápido.
0:06:19 Él escribía siempre rápido.
0:06:21 La costumbre indicaba que en las áreas
0:06:28 el autor escribía la melodía, escribía una orquesta de acompañamiento
0:06:35 y dejaba al cantante la facultad de adornar en esa canción.
0:06:40 El gusto de cada uno.
0:06:42 Pero Rossini sufría por este asunto.
0:06:44 No le gustaba.
0:06:45 Y cuando escribía para Isabela escribía todo.
0:06:48 Los trinos, los adornos, los portatos, los calderones, todo.
0:06:52 Y esta ópera, Isabel Reina Inglaterra, fue un éxito.
0:06:56 El empresario se frotaba las manos.
0:07:00 Y después de esta ópera, Rossini corrió a Roma
0:07:04 para responder a otro encargo que tenía así porque sí, que se llogaba.
0:07:09 Y compuso en 13 días el Barbero de Sevilla.
0:07:12 Claro, como tenía pocos días, en la introducción se le ocurrió poner...
0:07:18 El estreno del Barbero de Sevilla fue uno de los grandes fracasos de la historia.
0:07:29 Fue el 5 de febrero de 1816.
0:07:34 Se rompieron las cueroas de algunos instrumentos.
0:07:38 El actor que hacía de vacilio, vacilio del maestro de música, no me acuerdo.
0:07:44 Se cayó de boca al piso y tuvo que cantar el aria secándose la sangre que le salía de la nariz con un paño elito.
0:07:53 Al final del primer acto apareció un gato en la escena y empezó a acompañar a la orquesta con un mausido.
0:08:00 Los actores parece que corrieron al gato interrumpiendo su canto.
0:08:05 Después de la función, los actores fueron a la casa de Rossini para consolarlo
0:08:10 porque esperaban encontrar lo abatido y desesperado, pero no estaba durmeando el tiempo, no más tranquilo.
0:08:20 La introducción hace presagiar cosas graciosas.
0:08:27 Después nos enteramos que era la introducción de otra opera.
0:08:32 No sé, a lo mejor no tenía en ese momento la música un valor descriptivo tan fuerte como después tuvo.
0:08:40 Pero ahí está.
0:08:43 Pensando cómo se llamaba Rossina, se llamaba la chica,
0:08:52 el cond, de agua viva, no era.
0:09:01 Se estaba enamorada de él, don Bartolo, estaba el maestro de música y está en el medio Fígaro.
0:09:10 Fígaro es el barbero, es el barbero y es el que mete la nariz en todo.
0:09:15 Y a través de ese personaje se viene a conocer todo el enamoramiento de Rossina, de un muchacho joven,
0:09:24 su tutor, que creo que es don Bartolo, que de algún modo quiere la pretende,
0:09:30 que es un personaje clásico, personaje del viejo verde, que viene de la comedia del arte en general.
0:09:40 Pero es una obra extraordinaria.
0:09:44 Después del barbero de Sevilla, Rossini no podía responder al trato que había hecho con Barbalia,
0:09:50 de los dos óperas por año.
0:09:52 Durante cinco meses prometió una nueva ópera, pero la ópera no aparecía.
0:09:57 Entonces el empresario se hartó y lo encerró en una pieza.
0:10:03 Y le dijo, de acá no salís hasta que la ópera esté terminada.
0:10:08 Y Rossini protestaba desde adentro, imagino, esto le agrego yo.
0:10:12 Pero Barbalia no aceptaba razones.
0:10:14 Al final, esa misma tarde, la misma tarde que lo enseñó, que no encerró,
0:10:19 le entregó la obertura para una obra y dos días después la obra completa.
0:10:25 Es un buen sistema.
0:10:27 Si el que está adentro es Rossini.
0:10:31 Bueno, Rossini ensayaba siempre con la amante de Barbalia, con Isabela.
0:10:36 A ella le costaba alcanzar algunas notas.
0:10:39 Entonces irritaba, decía que la orquesta desafinaba,
0:10:42 todas esas cosas que hace la encantante cuando no alcanzó una nota.
0:10:45 Entonces Rossini le ayudaba a ser que ella lo descubriera.
0:10:48 Cuando él identificaba algún posible desfallecimiento, repetía la parte,
0:10:54 pero diciéndole, ponéle al tenor, a ver, repetí lo anterior.
0:10:59 Vamos a repetir, le decía al tenor, en realidad, tenían que repetirlo todos,
0:11:03 incluso Isabela, que era la del Lío, ¿no?
0:11:06 Y a aquella no se pusiera mal.
0:11:10 Y Rossini fue el que en la ópera italiana empezó a darle más importancia
0:11:14 a la orquesta, ¿no?
0:11:16 Ustedes saben que siempre se dice,
0:11:20 se dice de algunos autores italianos que le dan mucha importancia a los cantantes,
0:11:25 en ninguna orquesta, y algunos han sido criticados mucho,
0:11:30 le han dicho, bueno, pero esa orquesta es nada más que de acompañamiento.
0:11:34 Incluso a grandes géneros.
0:11:37 Pero está el estilo alemán que privilegia a los orquestales
0:11:43 y el estilo italiano que privilegia a los cantores.
0:11:47 El caso es que Rossini empezó a cuidar la orquesta,
0:11:52 pero por cuidarla a ella, por cuidarla a Isabela.
0:11:55 Estrenaron una obra que se llamaba Moisés en Egipto,
0:11:59 a ella le gustó la ópera, fue un éxito, y al poco tiempo,
0:12:02 Rossini le propuso casamiento.
0:12:05 Ahora, no olvidemos que la mina era la amante de Barbalia,
0:12:09 del empresario.
0:12:11 Entonces un día fue Rossini y le dijo,
0:12:13 ¿che, querés casarte conmigo?
0:12:15 Ella le dijo, mira qué lindo lo que le dijo ella.
0:12:17 Soy tuya como jamás lo fué de Barbalia.
0:12:21 ¡Pobre Barbalia!
0:12:23 ¿Cómo va a decir? Soy tuya, punto loco.
0:12:29 Soy tuya como jamás lo fué de Lechuga,
0:12:33 por el que era el novio anterior.
0:12:36 ¿A usted le gustaría declararse una mina?
0:12:39 Y usted le dice,
0:12:41 ¡oh, quiero casarme contigo y vivir para siempre suponiendo
0:12:44 que hiciera eso!
0:12:46 Y la mina le dice,
0:12:48 ¿sí? Soy tuya como jamás lo fué de Caragoma.
0:12:54 ¿El que anda conmigo hasta ayer?
0:12:58 Claro, eso es el Caragoma en general.
0:13:02 El caso de queso dijo la mina.
0:13:04 Isabel le contó al otro, a Barbalia,
0:13:09 su intención de abandonarlo.
0:13:11 Y el tipo, imagínate como se puso,
0:13:14 empezó a los gritos,
0:13:15 le atrató de traidora, infame cortesana.
0:13:18 Y parece que Barbalia recorría el teatro
0:13:21 y le punta a los gritos y estuvo así una semana.
0:13:24 Y pues se calmó.
0:13:26 Y le propuso a Rosini que siguieran los dos trabajando para él.
0:13:29 Pero, esos no aceptaron.
0:13:33 Y viajaron, viajaron a Bologna y se casaron.
0:13:39 El 16 de marzo de 1822, no importa.
0:13:42 Pus fueron a Viena, estrenaron a Zelmira,
0:13:45 en Venecia se miran mis o se miran mis,
0:13:49 como quieras, aquella de los jardines.
0:13:52 Bueno, en París tuvieron mucho éxito,
0:13:55 se educian a todo el mundo,
0:13:58 las damas de París se encontraban encantadoras,
0:14:00 las patillas de Rosini,
0:14:02 y quedaban pasmadas cuando el maestro cantaba sus propias áreas,
0:14:05 porque él tenía una excelente voz.
0:14:07 Era barito, ¿no?
0:14:09 Lo invitaban a todos los salones,
0:14:11 él andaba siempre empelchado,
0:14:13 traje azul con botones de oro,
0:14:15 chaleco blanco.
0:14:17 Y se le exicionaba pelucas,
0:14:19 y se las ponía según la circunstancia.
0:14:22 Y según la peluca que usara,
0:14:24 la gente ya sabía lo que estaba por hacer, el tipo.
0:14:27 Cada peluca tenía su nombre.
0:14:29 La peluca que llevaba la fiesta,
0:14:31 era ponerle la alegre.
0:14:33 Otra era la triste,
0:14:35 la que las llevaba los entierros.
0:14:38 Otra era, ¿qué sé yo?
0:14:40 Cuando había una reunión de diplomáticos,
0:14:42 la bilingüe.
0:14:45 Cuando salía con alguna mina,
0:14:47 la mimosa.
0:14:51 Pero qué gracioso ponerle nombre a las pelucas,
0:14:53 según la ocasión.
0:14:55 En una noche,
0:14:57 Rosini estaba invitada a cenar,
0:14:59 a casa de una señora muy importante de París,
0:15:01 que además era tacaña.
0:15:03 Y parece que la cena
0:15:05 había sido un poco escasa.
0:15:11 Rosini, que tenía siempre un apetito voraz,
0:15:13 no solo era aficionado a cocinar,
0:15:15 como saben todos ustedes,
0:15:17 los canenores, Ana Rosini,
0:15:19 sino también
0:15:21 era aficionado a
0:15:23 comer bien.
0:15:25 Y se levantó la mesa con hambre.
0:15:27 Había comido poco.
0:15:29 Entonces se despidieron
0:15:31 y la Condesa
0:15:33 agradeció la visita
0:15:35 y expresó su deseo de verlo pronto
0:15:37 como Wésper en otra cena,
0:15:39 en su casa.
0:15:41 Rosini le dijo con mucho gusto
0:15:43 y, si me permite, ahora mismo.
0:15:51 Después fueron a Londres,
0:15:53 no fue una buena decisión,
0:15:55 el mar estaba tormentoso,
0:15:57 la travesía fue un infierno,
0:15:59 e Isabel perdió la voz.
0:16:01 Perdió la voz, pero para siempre.
0:16:03 Cinco meses después de haber desembarcado
0:16:05 dober,
0:16:07 huyeron de las brumas inglesas,
0:16:09 y Sabel sabía que a pesar de la ayuda de su esposo de los trucos en la composición su carrera terminaba, se había quedado ronca.
0:16:18 El carácter se le hizo agrio, no soportó en vez que ser ni ser reemplazada por cantantes más jóvenes, y entonces se separó de Rocini.
0:16:27 Se retiró a Bologna, pero lejos de ella le faltaba inspiración, no deseaba componer.
0:16:34 Escribió Guillermo Tell que fue un éxito maravilloso, y luego, para sorpresa de todos, anunció su retiro de la música.
0:16:45 No, no volvió a componer. Dijo una cosa inteligente, no sé si es verdadera.
0:16:52 Dijo, en un tiempo las ideas me perseguían, ahora tengo que correr tras ellas, es preferible no seguir, pero no debía ser cierto.
0:17:01 Parece que eso sí, que Isabel había alimentado su inspiración, incluso él había renovado la ópera, nada más que para cuidar la voz de Isabel.
0:17:11 Y desde 1837, a años en que se separó de Isabel, hasta el día que murió, en 1868, solo compuso una mesa y algunos pequeños pasajes,
0:17:23 llamados pecados de vejez y nada más, y fueron 31 años durante los cuales no compuso nada.
0:17:30 En su vejez Rosini era muy venerado, lo querían, en una reunión de amigos y admiradores, se hablaba de levantarle un monumento, y justo él estaba presente allí.
0:17:43 Entonces preguntó cuánto iba a costar el monumento, y le dijeron 20.000 libras.
0:17:50 Y Rosini reflejó en un instante y dijo, déenme 10.000 a mí y me pongo yo mismo en el PDF.
0:18:01 Rosini tenía mucha estima por su propia persona, cuando le escribía a la madre ponía en el sobre la siguiente dirección,
0:18:09 a la muy extinguida Madame Rosini, madre del inmortal composito.
0:18:18 Está enterrado en el cementerio de Perlauché en París, el querido Rosini, como tantos otros amigos de este programa están enterrados allí.
0:18:31 Y digo porque ahí está. Está o parece estar Chopin.
0:18:37 Parece estar, digo, Chopin porque mi corazón no está allí, parece, lo llevaron a Barsova.
0:18:47 No sé a quien dedicar esto, seguramente a Rosini, a Isabel, al empresario que después todo fue que le presentó la mina.
0:18:57 Pero bueno, si vamos a dedicar las charlas al tipo que le presentan bien a los músicos, son muchísimas las personas que dedican su vida a presentar mujeres a los músicos.
0:19:09 Hemos ido a la discoteca, y en nuestra discoteca, en la discoteca, en este programa, tuvimos Rosini en una época pero ya no.
0:19:23 Así que no tenemos, yo si hubiera tenido más tiempo, hubiera conseguido, por lo menos algunas de las breves tarantelas de Rosini, pero no.
0:19:36 Entonces, tuvimos que pedir al discotecario un disco.
0:19:44 Y le contamos la historia del barbero, por empezar le contamos que el asunto transcurrían Sevilla.
0:19:52 Y yo te digo como una hora contándole los amores de Rosini.
0:20:01 Y al final nos vio una sevillana, la sevillana del espartero que va a cantarme el de Molina, que por lo menos es algo que se ha dicho en Sevilla.
0:20:15 Sí, una alegoría un poco lejana.
0:20:17 No está lejana, el barbero está en Sevilla y la sevillana también está en Sevilla.
0:20:24 Cero lejanía cero.
0:20:26 Muy geográfico es eso, no?
0:20:29 Es demasiado geográfico, claro, es verdad.
0:20:33 Pero es lo que hay.
0:20:34 Así que escucharemos a Miguel de Molina en las sevillanas del espartero, las célebres sevillanas, que tienen más que ver con los toros que con Rosini, pero así anda el mundo.
0:20:47 Las mujeres de Sevilla en ese que se compongan.
0:20:55 Menete que se compongan las mujeres de Sevilla.
0:21:01 De la mujer de Sevilla en ese que se compongan.
0:21:07 Menete que se compongan las mujeres de Sevilla.
0:21:12 Que se compongan las mujeres de Sevilla.
0:21:17 Que se compongan las mujeres de Sevilla.
0:21:22 Yantera yantera.
0:21:24 Señor, sueño en los de negro con la cidadera.
0:21:32 Ya el hijo del espartero lo quiere, meterá a Freyler.
0:21:38 Lo quiere meter a Freyler y al hijo del espartero, obe, obe, obe, obe.
0:21:44 Si el espartero lo quiere, meterá a Freyler.
0:21:48 Lo quiere meter a Freyler y al hijo del espartero, obe, obe, obe.
0:21:53 Si el espartero lo quiere, meterá a Freyler.
0:21:58 La maestra en Zayabueco, con sus balones y la bandera media, anda, anda, mandó ponen que esponen los chiqueros de la plata.
0:22:12 Los córitos de mi una ya no tienen miedo a nada.
0:22:18 Ya no tienen miedo a nada los soritos de mi una, obe, obe, obe, obe.
0:22:24 Los soritos de mi una ya no tienen miedo a nada.
0:22:29 Ya no tienen miedo a nada que se ha muerto el espartero, ay, ay, ay, ay.
0:22:34 Que se ha muerto el espartero, ya mejor que lo matará.
0:22:39 Y ahora se lo aguacá y quete, metí en la cocina y quete, llenátele al aranje y quete, pusí en una bombina que no nos la poné en calma.
0:22:49 Era Miguel de Molina en la venganza, será terrible, sevillanas del espartero.
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