Encontrá todos los archivos de audio en MP3 del programa de radio La Venganza Será Terrible de Alejandro Dolina

12 de Noviembre de 2009

Gioacchino Rossini

Transcripción automática

0:00:00 Hablaremos de Rossini, de Joaquino Rossini.
0:00:07 Así que, atención, músico genial, pero su biografía es interesante,
0:00:15 más que de su biografía nos vamos a ocupar hoy de una colección de hechos que revelan su personalidad.
0:00:22 Él había nacido en Pesaro, el cisne de Pesaro, le decía.
0:00:27 Es una ciudad que queda brillas de ladríactico y nació,
0:00:32 algunos le parece ya un viño del destino que haya nacido en 29 de febrero de 1792.
0:00:39 Su padre se llamaba Giuseppe y era un excelente trompetista.
0:00:45 ¿Qué uno me gustaría tener un padre que se llamara Giuseppe y que fuera un excelente trompetista?
0:00:52 La madre Ana, en cambio, era cantante de ópera, interpretaba papeles secundarios, no por su gusto.
0:01:02 Allá por 1801, Giuseppe, el papá, le dijo a Quino Rossini,
0:01:06 se convirtió en profesor de trompa de la Academia de Bologna y le empezó a ver clases a lejos.
0:01:13 Lo agarró a lejos a 9 años y le dijo, ya que soy yo el profesor de trompa de la Academia de Bologna, vení que te doy clase.
0:01:21 Y parece que el joven Rossini era un pésimo estudiante, pero tenía virtudes musicales,
0:01:26 tocado de violín, el clave, actuaba en público, cantaba, componía.
0:01:33 Compuso desde muy chico, ¿no?
0:01:36 Ya en 1804, que tenía 12 años, había compuesto sonatas.
0:01:40 En 1806 ingresó a la Escuela de Música Bologna y firmó su primera obra de métrio e polibio.
0:01:48 Cuatro años más tarde, cuando la escuela comenzó, una carrera asombrosamente productiva.
0:01:55 Rossini escribió 40 óperas en 20 años.
0:01:58 Pero ya veremos por qué la escribió, ¿no? Porque sí.
0:02:03 Ubiquemos ahora en Milán, más precisamente en el teatro, a la escala, en 1815.
0:02:12 Rossini parece que había presentado una de sus obras y avanzaba hacia el proseño
0:02:18 para saludar al público, que la aplaudía.
0:02:20 Y por ahí se le acerca un tipo.
0:02:22 Le dijo, mire, Rossini, usted es ojeña de la ópera, yo me llamo Don Ménico Barbaya
0:02:30 y tengo dos teatros más grandes, los dos teatros más grandes de Nápoles.
0:02:35 Acepte que lo invite a Morfard y dice, porque tengo que hacerle una oferta extraordinaria.
0:02:41 Rossini aceptó y el tipo le propuso darle un dinero importantísimo
0:02:46 a cambio de que compusiera dos óperas al año.
0:02:49 Por eso compuso tanto.
0:02:51 De todos modos, hubo años en los que compuso más de dos.
0:02:54 En 1812 compuso seis.
0:02:57 Seis y algo así, porque acá tenía otras dos.
0:03:05 Además, debía dirigir los ensayos, la ejecución, hacerse el cargo de la dirección musical.
0:03:09 Es decir, no solamente la tenía que componer, sino tenía que ponerla.
0:03:14 Tenía que ser la apuesta.
0:03:16 No tanto la apuesta, porque la apuesta en la ópera la hace el reggisero.
0:03:21 Y después el director, el verdadero director, es el director musical.
0:03:26 Pero todo eso lo tenía que ser el tipo.
0:03:28 Bueno, era mucho laburo.
0:03:30 Al año siguiente, Rossini se instaló, no más en Nápoles.
0:03:33 Visitó los dos teatros, el San Carlos y el del Fondo.
0:03:37 Parece más bien el nombre de un vecino, el del Fondo.
0:03:40 Ahí viene el del Fondo.
0:03:44 Y otro del Fondo también parece un teatro secundario.
0:03:47 O no está mal para esos complejos cinematográficos que hay en estos días.
0:03:52 Y lindo para un cine doble.
0:03:54 El del Frente y el del Fondo.
0:03:57 En el Frente se dan los estrenos, y en el Fondo, qué sé yo.
0:04:02 Bueno, instalado en Nápoles, Rossini aceptó la oferta de Barbala.
0:04:07 Y entonces comenzaron a ser amigos.
0:04:10 Él le presentó a su amante, una chica.
0:04:14 Dijo, mire, le voy a presentar acá a un amante que tengo.
0:04:17 Parece que era un hombre fácilmente confidencial, Barbala.
0:04:21 Y le dijo, mire, mi amante canta, es una mujer magnífica,
0:04:25 y tiene una voz que es capaz de transportarlo al cielo.
0:04:29 Y se trataba de Isabela Colbrán.
0:04:33 Rossini, tentado por la descripción que había hecho Barbala,
0:04:38 demostró impacientes deseos de conocerla.
0:04:42 Bueno, al día siguiente se le apresentaron inmediatamente Rossini,
0:04:46 quiso oír cómo cantaba.
0:04:49 A las primeras notas parece que Rossini se estremeció.
0:04:52 Porque Colbrán, Isabela Colbrán, cantaba maravillosamente bien.
0:04:56 Y además era muy hermosa, soberbios y hechiceros ojos negros,
0:05:02 tasche magnífico, una asuntuosa cabellera color de ebano,
0:05:06 es decir, pelo negro, ¿no?
0:05:08 Y todo por el esquino.
0:05:10 Pero lo que maravilló a Rossini, más que nada, fue su voz.
0:05:13 Parece que nunca había oído nada parecido.
0:05:16 Y le dijo, qué lindo lo que le dijo.
0:05:21 Te miro y se me ocurren ideas.
0:05:26 No otra cosa, es una musa.
0:05:29 Bueno, enseguida se puso a escribir.
0:05:34 Él le dijo, eres una reina y entonces escribiría para ti.
0:05:38 Serás Isabela de Inglaterra.
0:05:42 Isabela, reina de Inglaterra.
0:05:46 Se llamaba la ópera.
0:05:50 Y la ópera está.
0:05:52 Esto se lo digo yo y no estoy seguro.
0:05:54 Pero me parece que sí.
0:05:56 Tenía una introducción que era esta.
0:06:04 Y usted me dirá, pero esa es la introducción de la Oherbero de Sevilla.
0:06:08 Bueno, también era la introducción de esa ópera
0:06:12 que escribió Rossini para esta chica, la primera que escribió para ella.
0:06:17 Escribió muy rápido.
0:06:19 Él escribía siempre rápido.
0:06:21 La costumbre indicaba que en las áreas
0:06:28 el autor escribía la melodía, escribía una orquesta de acompañamiento
0:06:35 y dejaba al cantante la facultad de adornar en esa canción.
0:06:40 El gusto de cada uno.
0:06:42 Pero Rossini sufría por este asunto.
0:06:44 No le gustaba.
0:06:45 Y cuando escribía para Isabela escribía todo.
0:06:48 Los trinos, los adornos, los portatos, los calderones, todo.
0:06:52 Y esta ópera, Isabel Reina Inglaterra, fue un éxito.
0:06:56 El empresario se frotaba las manos.
0:07:00 Y después de esta ópera, Rossini corrió a Roma
0:07:04 para responder a otro encargo que tenía así porque sí, que se llogaba.
0:07:09 Y compuso en 13 días el Barbero de Sevilla.
0:07:12 Claro, como tenía pocos días, en la introducción se le ocurrió poner...
0:07:18 El estreno del Barbero de Sevilla fue uno de los grandes fracasos de la historia.
0:07:29 Fue el 5 de febrero de 1816.
0:07:34 Se rompieron las cueroas de algunos instrumentos.
0:07:38 El actor que hacía de vacilio, vacilio del maestro de música, no me acuerdo.
0:07:44 Se cayó de boca al piso y tuvo que cantar el aria secándose la sangre que le salía de la nariz con un paño elito.
0:07:53 Al final del primer acto apareció un gato en la escena y empezó a acompañar a la orquesta con un mausido.
0:08:00 Los actores parece que corrieron al gato interrumpiendo su canto.
0:08:05 Después de la función, los actores fueron a la casa de Rossini para consolarlo
0:08:10 porque esperaban encontrar lo abatido y desesperado, pero no estaba durmeando el tiempo, no más tranquilo.
0:08:20 La introducción hace presagiar cosas graciosas.
0:08:27 Después nos enteramos que era la introducción de otra opera.
0:08:32 No sé, a lo mejor no tenía en ese momento la música un valor descriptivo tan fuerte como después tuvo.
0:08:40 Pero ahí está.
0:08:43 Pensando cómo se llamaba Rossina, se llamaba la chica,
0:08:52 el cond, de agua viva, no era.
0:09:01 Se estaba enamorada de él, don Bartolo, estaba el maestro de música y está en el medio Fígaro.
0:09:10 Fígaro es el barbero, es el barbero y es el que mete la nariz en todo.
0:09:15 Y a través de ese personaje se viene a conocer todo el enamoramiento de Rossina, de un muchacho joven,
0:09:24 su tutor, que creo que es don Bartolo, que de algún modo quiere la pretende,
0:09:30 que es un personaje clásico, personaje del viejo verde, que viene de la comedia del arte en general.
0:09:40 Pero es una obra extraordinaria.
0:09:44 Después del barbero de Sevilla, Rossini no podía responder al trato que había hecho con Barbalia,
0:09:50 de los dos óperas por año.
0:09:52 Durante cinco meses prometió una nueva ópera, pero la ópera no aparecía.
0:09:57 Entonces el empresario se hartó y lo encerró en una pieza.
0:10:03 Y le dijo, de acá no salís hasta que la ópera esté terminada.
0:10:08 Y Rossini protestaba desde adentro, imagino, esto le agrego yo.
0:10:12 Pero Barbalia no aceptaba razones.
0:10:14 Al final, esa misma tarde, la misma tarde que lo enseñó, que no encerró,
0:10:19 le entregó la obertura para una obra y dos días después la obra completa.
0:10:25 Es un buen sistema.
0:10:27 Si el que está adentro es Rossini.
0:10:31 Bueno, Rossini ensayaba siempre con la amante de Barbalia, con Isabela.
0:10:36 A ella le costaba alcanzar algunas notas.
0:10:39 Entonces irritaba, decía que la orquesta desafinaba,
0:10:42 todas esas cosas que hace la encantante cuando no alcanzó una nota.
0:10:45 Entonces Rossini le ayudaba a ser que ella lo descubriera.
0:10:48 Cuando él identificaba algún posible desfallecimiento, repetía la parte,
0:10:54 pero diciéndole, ponéle al tenor, a ver, repetí lo anterior.
0:10:59 Vamos a repetir, le decía al tenor, en realidad, tenían que repetirlo todos,
0:11:03 incluso Isabela, que era la del Lío, ¿no?
0:11:06 Y a aquella no se pusiera mal.
0:11:10 Y Rossini fue el que en la ópera italiana empezó a darle más importancia
0:11:14 a la orquesta, ¿no?
0:11:16 Ustedes saben que siempre se dice,
0:11:20 se dice de algunos autores italianos que le dan mucha importancia a los cantantes,
0:11:25 en ninguna orquesta, y algunos han sido criticados mucho,
0:11:30 le han dicho, bueno, pero esa orquesta es nada más que de acompañamiento.
0:11:34 Incluso a grandes géneros.
0:11:37 Pero está el estilo alemán que privilegia a los orquestales
0:11:43 y el estilo italiano que privilegia a los cantores.
0:11:47 El caso es que Rossini empezó a cuidar la orquesta,
0:11:52 pero por cuidarla a ella, por cuidarla a Isabela.
0:11:55 Estrenaron una obra que se llamaba Moisés en Egipto,
0:11:59 a ella le gustó la ópera, fue un éxito, y al poco tiempo,
0:12:02 Rossini le propuso casamiento.
0:12:05 Ahora, no olvidemos que la mina era la amante de Barbalia,
0:12:09 del empresario.
0:12:11 Entonces un día fue Rossini y le dijo,
0:12:13 ¿che, querés casarte conmigo?
0:12:15 Ella le dijo, mira qué lindo lo que le dijo ella.
0:12:17 Soy tuya como jamás lo fué de Barbalia.
0:12:21 ¡Pobre Barbalia!
0:12:23 ¿Cómo va a decir? Soy tuya, punto loco.
0:12:29 Soy tuya como jamás lo fué de Lechuga,
0:12:33 por el que era el novio anterior.
0:12:36 ¿A usted le gustaría declararse una mina?
0:12:39 Y usted le dice,
0:12:41 ¡oh, quiero casarme contigo y vivir para siempre suponiendo
0:12:44 que hiciera eso!
0:12:46 Y la mina le dice,
0:12:48 ¿sí? Soy tuya como jamás lo fué de Caragoma.
0:12:54 ¿El que anda conmigo hasta ayer?
0:12:58 Claro, eso es el Caragoma en general.
0:13:02 El caso de queso dijo la mina.
0:13:04 Isabel le contó al otro, a Barbalia,
0:13:09 su intención de abandonarlo.
0:13:11 Y el tipo, imagínate como se puso,
0:13:14 empezó a los gritos,
0:13:15 le atrató de traidora, infame cortesana.
0:13:18 Y parece que Barbalia recorría el teatro
0:13:21 y le punta a los gritos y estuvo así una semana.
0:13:24 Y pues se calmó.
0:13:26 Y le propuso a Rosini que siguieran los dos trabajando para él.
0:13:29 Pero, esos no aceptaron.
0:13:33 Y viajaron, viajaron a Bologna y se casaron.
0:13:39 El 16 de marzo de 1822, no importa.
0:13:42 Pus fueron a Viena, estrenaron a Zelmira,
0:13:45 en Venecia se miran mis o se miran mis,
0:13:49 como quieras, aquella de los jardines.
0:13:52 Bueno, en París tuvieron mucho éxito,
0:13:55 se educian a todo el mundo,
0:13:58 las damas de París se encontraban encantadoras,
0:14:00 las patillas de Rosini,
0:14:02 y quedaban pasmadas cuando el maestro cantaba sus propias áreas,
0:14:05 porque él tenía una excelente voz.
0:14:07 Era barito, ¿no?
0:14:09 Lo invitaban a todos los salones,
0:14:11 él andaba siempre empelchado,
0:14:13 traje azul con botones de oro,
0:14:15 chaleco blanco.
0:14:17 Y se le exicionaba pelucas,
0:14:19 y se las ponía según la circunstancia.
0:14:22 Y según la peluca que usara,
0:14:24 la gente ya sabía lo que estaba por hacer, el tipo.
0:14:27 Cada peluca tenía su nombre.
0:14:29 La peluca que llevaba la fiesta,
0:14:31 era ponerle la alegre.
0:14:33 Otra era la triste,
0:14:35 la que las llevaba los entierros.
0:14:38 Otra era, ¿qué sé yo?
0:14:40 Cuando había una reunión de diplomáticos,
0:14:42 la bilingüe.
0:14:45 Cuando salía con alguna mina,
0:14:47 la mimosa.
0:14:51 Pero qué gracioso ponerle nombre a las pelucas,
0:14:53 según la ocasión.
0:14:55 En una noche,
0:14:57 Rosini estaba invitada a cenar,
0:14:59 a casa de una señora muy importante de París,
0:15:01 que además era tacaña.
0:15:03 Y parece que la cena
0:15:05 había sido un poco escasa.
0:15:11 Rosini, que tenía siempre un apetito voraz,
0:15:13 no solo era aficionado a cocinar,
0:15:15 como saben todos ustedes,
0:15:17 los canenores, Ana Rosini,
0:15:19 sino también
0:15:21 era aficionado a
0:15:23 comer bien.
0:15:25 Y se levantó la mesa con hambre.
0:15:27 Había comido poco.
0:15:29 Entonces se despidieron
0:15:31 y la Condesa
0:15:33 agradeció la visita
0:15:35 y expresó su deseo de verlo pronto
0:15:37 como Wésper en otra cena,
0:15:39 en su casa.
0:15:41 Rosini le dijo con mucho gusto
0:15:43 y, si me permite, ahora mismo.
0:15:51 Después fueron a Londres,
0:15:53 no fue una buena decisión,
0:15:55 el mar estaba tormentoso,
0:15:57 la travesía fue un infierno,
0:15:59 e Isabel perdió la voz.
0:16:01 Perdió la voz, pero para siempre.
0:16:03 Cinco meses después de haber desembarcado
0:16:05 dober,
0:16:07 huyeron de las brumas inglesas,
0:16:09 y Sabel sabía que a pesar de la ayuda de su esposo de los trucos en la composición su carrera terminaba, se había quedado ronca.
0:16:18 El carácter se le hizo agrio, no soportó en vez que ser ni ser reemplazada por cantantes más jóvenes, y entonces se separó de Rocini.
0:16:27 Se retiró a Bologna, pero lejos de ella le faltaba inspiración, no deseaba componer.
0:16:34 Escribió Guillermo Tell que fue un éxito maravilloso, y luego, para sorpresa de todos, anunció su retiro de la música.
0:16:45 No, no volvió a componer. Dijo una cosa inteligente, no sé si es verdadera.
0:16:52 Dijo, en un tiempo las ideas me perseguían, ahora tengo que correr tras ellas, es preferible no seguir, pero no debía ser cierto.
0:17:01 Parece que eso sí, que Isabel había alimentado su inspiración, incluso él había renovado la ópera, nada más que para cuidar la voz de Isabel.
0:17:11 Y desde 1837, a años en que se separó de Isabel, hasta el día que murió, en 1868, solo compuso una mesa y algunos pequeños pasajes,
0:17:23 llamados pecados de vejez y nada más, y fueron 31 años durante los cuales no compuso nada.
0:17:30 En su vejez Rosini era muy venerado, lo querían, en una reunión de amigos y admiradores, se hablaba de levantarle un monumento, y justo él estaba presente allí.
0:17:43 Entonces preguntó cuánto iba a costar el monumento, y le dijeron 20.000 libras.
0:17:50 Y Rosini reflejó en un instante y dijo, déenme 10.000 a mí y me pongo yo mismo en el PDF.
0:18:01 Rosini tenía mucha estima por su propia persona, cuando le escribía a la madre ponía en el sobre la siguiente dirección,
0:18:09 a la muy extinguida Madame Rosini, madre del inmortal composito.
0:18:18 Está enterrado en el cementerio de Perlauché en París, el querido Rosini, como tantos otros amigos de este programa están enterrados allí.
0:18:31 Y digo porque ahí está. Está o parece estar Chopin.
0:18:37 Parece estar, digo, Chopin porque mi corazón no está allí, parece, lo llevaron a Barsova.
0:18:47 No sé a quien dedicar esto, seguramente a Rosini, a Isabel, al empresario que después todo fue que le presentó la mina.
0:18:57 Pero bueno, si vamos a dedicar las charlas al tipo que le presentan bien a los músicos, son muchísimas las personas que dedican su vida a presentar mujeres a los músicos.
0:19:09 Hemos ido a la discoteca, y en nuestra discoteca, en la discoteca, en este programa, tuvimos Rosini en una época pero ya no.
0:19:23 Así que no tenemos, yo si hubiera tenido más tiempo, hubiera conseguido, por lo menos algunas de las breves tarantelas de Rosini, pero no.
0:19:36 Entonces, tuvimos que pedir al discotecario un disco.
0:19:44 Y le contamos la historia del barbero, por empezar le contamos que el asunto transcurrían Sevilla.
0:19:52 Y yo te digo como una hora contándole los amores de Rosini.
0:20:01 Y al final nos vio una sevillana, la sevillana del espartero que va a cantarme el de Molina, que por lo menos es algo que se ha dicho en Sevilla.
0:20:15 Sí, una alegoría un poco lejana.
0:20:17 No está lejana, el barbero está en Sevilla y la sevillana también está en Sevilla.
0:20:24 Cero lejanía cero.
0:20:26 Muy geográfico es eso, no?
0:20:29 Es demasiado geográfico, claro, es verdad.
0:20:33 Pero es lo que hay.
0:20:34 Así que escucharemos a Miguel de Molina en las sevillanas del espartero, las célebres sevillanas, que tienen más que ver con los toros que con Rosini, pero así anda el mundo.
0:20:47 Las mujeres de Sevilla en ese que se compongan.
0:20:55 Menete que se compongan las mujeres de Sevilla.
0:21:01 De la mujer de Sevilla en ese que se compongan.
0:21:07 Menete que se compongan las mujeres de Sevilla.
0:21:12 Que se compongan las mujeres de Sevilla.
0:21:17 Que se compongan las mujeres de Sevilla.
0:21:22 Yantera yantera.
0:21:24 Señor, sueño en los de negro con la cidadera.
0:21:32 Ya el hijo del espartero lo quiere, meterá a Freyler.
0:21:38 Lo quiere meter a Freyler y al hijo del espartero, obe, obe, obe, obe.
0:21:44 Si el espartero lo quiere, meterá a Freyler.
0:21:48 Lo quiere meter a Freyler y al hijo del espartero, obe, obe, obe.
0:21:53 Si el espartero lo quiere, meterá a Freyler.
0:21:58 La maestra en Zayabueco, con sus balones y la bandera media, anda, anda, mandó ponen que esponen los chiqueros de la plata.
0:22:12 Los córitos de mi una ya no tienen miedo a nada.
0:22:18 Ya no tienen miedo a nada los soritos de mi una, obe, obe, obe, obe.
0:22:24 Los soritos de mi una ya no tienen miedo a nada.
0:22:29 Ya no tienen miedo a nada que se ha muerto el espartero, ay, ay, ay, ay.
0:22:34 Que se ha muerto el espartero, ya mejor que lo matará.
0:22:39 Y ahora se lo aguacá y quete, metí en la cocina y quete, llenátele al aranje y quete, pusí en una bombina que no nos la poné en calma.
0:22:49 Era Miguel de Molina en la venganza, será terrible, sevillanas del espartero.

Comentarios (0)

No hay comentarios. ¡Podés ser el primero en comentar!


Tenés que Iniciar sesión para comentar.
Podés darle estilo y formato al texto utilizando Markdown