Transcripción automática
0:00:00 Muy bien, hablaremos como hemos prometido de la tragedia de los hermanos de este.
0:00:05 Así que, ubiquémonos en Ferrara, que es donde vivía esa familia,
0:00:10 para contar algo que ocurrió allá por los años 150, entre 150 y 1507.
0:00:16 Ferrara estaba gobernada por Alfonso de este, que fue el tercer marido de Lucrecia Borgia.
0:00:22 El primero era un esforzo justamente de Milán, Giovanni Esforza.
0:00:31 El segundo otro Alfonso, que era el regalo Alfonso de Napoli.
0:00:35 Y el tercero, este Alfonso de este justamente.
0:00:40 Alfonso tenía dos hermanos, tenía más hermanos, pero entre esos hermanos había dos.
0:00:48 Julio y Polito.
0:00:50 Ahora bien, estos dos hermanos estaban enamorados de la misma mina, que se llamaba Ángela Borgia,
0:00:59 que era una prima de Lucrecia, que vivía en la corte de Ferrara.
0:01:04 Ángela era hermosa y la crónica dice que era caprichosa y un poco cruel con sus enamorados,
0:01:11 así que debe haber sido hermosa, no más.
0:01:15 Parece que había hecho perder la cabeza a muchos hombres.
0:01:19 Sí, hermano, parecía que ella prefería a Julio de este.
0:01:26 Y el otro hermano, y Polito, estaba un poco celoso.
0:01:30 Lo atormentaba la idea de que Ángela optara con mayor frecuencia por su hermano Julio,
0:01:36 para encontrarse, para tomar helados, etcétera.
0:01:39 Es decir, lo mismo he dicho antes, estaba celoso.
0:01:42 En eso consiste estar celoso,
0:01:44 atormentarse con la idea de que la mujer amada opte por otro.
0:01:50 Un día, con un Polito presente y sin importarle demasiado,
0:01:55 Ángelita se atrevió a comentar la hermosura de Julio.
0:02:00 Por ejemplo, habrá dicho, este Julio está para darle o algo así.
0:02:06 Imagínate, los celos de Polito se volvieron ingovernables.
0:02:13 El 1 de noviembre de 1506, Polito, seguido por una hueste de virros,
0:02:20 encontró a su hermano, ahí por la calle,
0:02:23 y ordenó a los suyos que lo desfiguraran y les sacaran los ojos.
0:02:29 Me dijo, desfigure el hombro y saquenle en los ojos.
0:02:34 Julio apenas se pudo defenderse, calculó a usted.
0:02:37 Pero de todos modos, esta defensa le permitió salvar con ti menos un ojo.
0:02:42 Su rostro quedó bastante prejudicado,
0:02:46 y Polito y sus atacantes huyeron por un tiempito a la frontera.
0:02:51 Frontera que, como hemos dicho, estaba siempre cerca.
0:02:55 Al enterarse de este ataque, el duque, alfonso de éste,
0:02:58 el mayor de los hermanos y el que ostentaba el título de duque,
0:03:02 bueno, se enteró, pero yo acaso diría que él sentía una gran debilidad,
0:03:10 un gran afecto por el atacante, justamente por Hipólito.
0:03:13 Entonces se negó a perseguirlo y no puso mucho entusiasmo en castigarlo.
0:03:18 Se limitó a lamentar mucho el episodio, no ordenó ninguna otra medida.
0:03:25 Entonces Hipólito volvió a Ferrara, lo más campante, un mes más tarde y nadie lo molestó.
0:03:31 El duque dispuso incluso que los dos hermanos se reconciliaran.
0:03:36 Lo llamó Hipólito y en su presencia lo instó a pedir perdón a Julio.
0:03:41 Hipólito se disculpó y Julio aceptó esta disculpa,
0:03:44 pero en realidad Julio no había olvidado la frente, no era una frente.
0:03:50 Le habían sacado un ojo que afrenta y estaba preparando su venganza.
0:03:55 No solo había quedado desfigurado y humillado, sino que a consecuencia de este escándalo,
0:04:01 miren lo que son las costas, Julio había perdido a su amante Ángela para siempre.
0:04:06 Bueno, me imagina la pena cuando lo vio que le habían desfigurado el escracho y que tenía un ojo menos,
0:04:12 habrá dicho ya no es tan hermoso, Julio, no, no fue así, no solo fue así.
0:04:19 Aterrada por estos sucesos, Ángela piantó.
0:04:23 Se casó con el señor de Sassuolo, un tal Alejandro Pío, y se fue a vivir a Modena.
0:04:29 Está muy bien, ¿cómo te vas a meter en una familia de esa que en cualquier momento elegís a uno
0:04:34 y te lo estropean? Bien.
0:04:38 Entonces Julio más todavía alentó su deseo de venganza contra Hipólito y empezó a hacer planes.
0:04:47 Hipólito tenía enemigos dentro y fuera de la corte y por eso se cuidaba mucho, tomaba muchas precauciones.
0:04:55 Y además como era tan poderoso por ahí, no era tan fácil encontrar cómplices para oponerse,
0:05:02 para matarlo, pero Julio los encontró, se unieron a su causa, a su plan.
0:05:08 El con de Bosquetti, primero, después, un ayudante del duque alfonso que era cantante,
0:05:15 y se llama Jean.
0:05:17 Además, un cuarto hermano de éste, que se llamaba Ferrante también,
0:05:22 y se dijo, bueno, vamos a matar.
0:05:24 Los conjurados decidieron que no bastaba con darle muerte a Hipólito,
0:05:28 sino que también había que matar al duque alfonso,
0:05:32 que, bueno, había ofendido a Julio por no castigar a que le había sacado el ojo.
0:05:37 Así que bueno, y se dijo, vamos a matar al odo.
0:05:40 Por ahí un día tuvieron una oportunidad, ¿no?
0:05:44 Mejor dicho, Jean, Jean el cantante, tuvo una oportunidad.
0:05:47 Parece que durante una orgía, ¿no?
0:05:50 Que es el momento en que uno tiende al descuido.
0:05:53 Y te quedo, no sé, por ahí estás pensando en otras cosas.
0:05:56 Bueno, el duque alfonso se dejó atar, por Jean el poeta, el cantante, ¿no?
0:06:04 En un lecho, en el lecho de una cortesana, no entremos en detalle.
0:06:08 Lo ataron en una orgía.
0:06:10 Muchas veces te atan en una orgía, que sé yo.
0:06:13 Entonces Jean pensó que te oportunía para matarlo.
0:06:17 Pero Julio le había dicho que debían recurrir a un medio más discreto, que era el veneno.
0:06:24 Este perfeccionismo resultó, sin embargo, fatal para los conjurados.
0:06:29 Porque parece que alguien, ellos lo comentaron, vio cómo son estas cosas.
0:06:34 Chau, alguien le fue a batir al duque alfonso y los preparativos fueron revelados.
0:06:41 Así que los que estaban en la conjura, cuando se enteraron de que los otros se habían enterado,
0:06:46 salieron rajando.
0:06:48 Pero no todos lograron ponerse a salvo.
0:06:50 Julio se fue a Mantova.
0:06:52 Jean el cantante llegó a Roma, mientras que Bosquetti y el ayudante fueron capturados.
0:06:58 En cuanto a Ferrante, el hermano menor de los de éste, fue el único que no se movió de Ferrara,
0:07:05 prefirió arrojarse a los pies del duque alfonso como un marcador de punta paraguayo,
0:07:10 e implorar, implorarle clemencia.
0:07:14 Pero alfonso no solo se la negó, refiero a la clemencia, sino que justo tenía en la mano un estoque
0:07:23 y también le arrancó un ojo a Ferrante.
0:07:26 Parece que tenía mucha puntería para arrancar ojos.
0:07:30 Y después lo mandó a encerrar en la Torre del Castillo,
0:07:33 donde más tarde se reunió Julio, cuya extradición se había conseguido.
0:07:40 Después tuvo lugar el proceso, y el proceso concluyó con la condena a muerte de todos los traidores,
0:07:47 Tuticuante y los Cuatro.
0:07:49 Los primeros en subir al patíbulo fueron Bosquetti y el ayudante.
0:07:53 Fueron decapitados en presencia de Julio y Ferrante, que debía seguir la misma suerte.
0:08:00 Luego ellos fueron llevados hasta el lugar de la ejecución,
0:08:03 y un momento antes de que actuara el verdugo, el Duque Alfonso les concedió la vida.
0:08:08 Era bueno.
0:08:12 Y recibieron la pena de reclusión perpetua encerrados en dos calabozos del castillo.
0:08:19 Y los hermanitos Julio y Ferrante de este quedaron allí durante dos generaciones de reinado de los duques de este.
0:08:28 El Tuerto Ferrante murió en su encierro en la celda en 1540, a los 63 años, después de 43 de reclusión.
0:08:38 El Tuerto Julio salió en libertad, pero después de 53 años de encierro, cuando tenía 72,
0:08:47 salió un poco amargado, porque Alfonso e Hipólito de este ya se había muerto, y no había manera de vengarse de ellos.
0:08:56 Así que al final se murió también en 1561 a la edad de 83 años.
0:09:03 Esta fue la historia de los hermanos de este, de este que está acá atrás.
0:09:09 Alfonso de este, que era el Duque en ejercicio, el que mandaba a enferrara, tenía una obsesión por los cañones.
0:09:21 Y estaba fabricando durante largos años, estaba fabricando un cañón que pretendía ser más grande que se hubiera construido jamás.
0:09:28 Un cañonazo estaba fabricando.
0:09:31 Y se pasaba todo el tiempo vigilando como hacían el molde de aquí al cañón para después hacer el vaciado.
0:09:40 Siempre pasaba algo porque no es fácil eso.
0:09:42 No era tan fácil con la tecnología de entonces volcar en moldes de yeso o de lo que fuera, cosas tales como un cañón.
0:09:52 Que así se hacían las estatus de bronce, no es cierto?
0:09:56 Leonardo da Vinci, por ejemplo, hizo un caballo de bronce para los esforzas, para los de Milán, también con ese procedimiento.
0:10:05 Bueno, después tuvo los suyos y caballos, pero no importa.
0:10:10 El alfonso de este estaba preocupadísimo por su cañón.
0:10:14 Y parece que a Lucrecia lo casaron con este un poco contra su voluntad, un mucho contra su voluntad.
0:10:23 Lucrecia era la hija del Papa en ese momento, el Papa Aboya.
0:10:27 Contra la voluntad de quien? De Lucrecia.
0:10:29 Contra la voluntad de Lucrecia, sí.
0:10:30 Y ella se había casado muy enamorada con el rey alfonso de Napoles.
0:10:35 Alfonso de Napoles.
0:10:40 Probablemente esto no se sabe, todo bien.
0:10:43 Chezare Aboya, el hermano, el hermano de Lucrecia, estaba celoso de este hombre, del rey alfonso de Napoles.
0:10:55 Porque Lucrecia lo amaba, se amaba muchísimo.
0:10:57 Y algunos dicen que incluso Chezare tenía una cierta relación incestuosa con su hermana, o que deseaba tenerla, o algo por el estilo.
0:11:06 El caso es que un día lo acuchillaron, lo estaban cuidando, no se murió el rey alfonso, lo cuidaban, qué se yo.
0:11:18 Otro día entró también un grupito, o un señor, no sé quién, y lo terminó de matar ahí, lo mataron.
0:11:27 Lo mataron, lo mandó a matar probablemente Chezare Aboya.
0:11:31 Y entonces lo acasaron medio de prepo con este alfonso de este, que además vivía en Ferrara, que además le garantizaba a Lucrecia una infelicidad perpetua.
0:11:42 Y allá fue Lucrecia que lloró toda la vida, hasta su muerte, no solo la muerte del marido que ella había amado, sino el confinamiento allá en esa corte espantosa de Ferrara, donde ya ve las cosas que pasaba.
0:11:58 Ya ve los puntos que calzaba eteniato, así que bueno, así vivió largísimos años, muy tristemente Lucrecia.
0:12:10 A quien dedicar esta charla, bueno, no sé, Ángela Aboya, a la primita, que estuvo bien porque se la tomó, y que debía ser muy, muy bonita y que le gustaba Julio.
0:12:25 No sé porque se le dedico, porque cuando lo desfiguraron a Julio, yo bueno, chau, ahora me caso con otro.
0:12:30 Eran todos bravos, las familias, el talagor, los de Estia.
0:12:34 Si, Lucrecia tampoco era la madre Teresa de Calcún.
0:12:42 ¿Y encontró algo ahí?
0:12:44 Encontramos, primero encontramos al discotecario, que no sé, pues yo voy a contar una aburrida historia de tuertos.
0:12:52 Empezó a hablar de tuertos.
0:12:54 Y como un catálogo de tuertos que conocía, pretendiendo que esa condición ameritaba una especie de catálogo.
0:13:06 Miren que hay que conocer gente para tener un catálogo de tuertos.
0:13:09 Sí, pero este sí.
0:13:13 Y nos dio un tango, que es un tango que se llama Cararota, justamente por lo que le habían hecho al pobre Julio.
0:13:23 Entonces Carlos Gardel, este tango que se llama Cararota. Adelante.
0:13:39 No sé si te gusta la fiesta o te cola, perdón a lo que me echaba y te cazte las fuertes.
0:13:45 Pero viejo, con vos no se puede más, los amigos te han dado bien la cara, que te haces el mortadela a la hora de morfar.
0:13:55 Y es por eso que me lo daba que si no cambias de ronjo, los muchachos pronto te van a gritar.
0:14:04 Cararota, que no te perdas ni una cuarta y algo de carros.
0:14:10 Y no mire.
0:14:11 Cararota, que en tu vida no has pagado ni por el dibujación.
0:14:17 Carronero, que aparece sin promiso a la hora de morfar, buscánosros rotas.
0:14:26 Conseguí un poco de bobo porque te vale la herver.
0:14:34 Che, girafa, te invita siempre vos solo.
0:14:40 No hay milonga ni caso, ni odonte, no te entreverés.
0:14:43 Con tu cara de cementos soportas que todos digan.
0:14:47 Que carita, cuando se iré una vez, llegué a torrente.
0:14:53 Vos sos una cosa seria, que empecé a ser el valencio y rajá de vos y así.
0:14:58 Si no querés que pronto hasta los pibes del barrio,
0:15:02 al finales te escanten todos así.
0:15:06 Cararota, que en los te perdas ni una cuarta y algo de carros.
0:15:14 Cararota, que en tu vida no has pagado ni por el dibujación.
0:15:20 Carronero, que aparece sin promiso a la hora de morfar, cararota.
0:15:30 Conseguí un poco de bobo porque te vale la herver.
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