Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos de la traición de Cristóbal de Olid.
0:00:03 Allá por 1524, Hernán Cortés ya había conquistado la ciudad de Tenochtitlán, habían caído Montesuma y Cuartémoc, sucesor,
0:00:17 y Cortés tenía intención de avanzar en su conquista hacia el sur.
0:00:21 Uno de los objetivos principales era descubrir el estrecho que debía conectar el Atlántico con el Pacífico.
0:00:28 Lo que debía conectar es creer que la geografía debe estar al servicio de la Carolina Española, por ejemplo.
0:00:34 ¿Por qué debía haber un estrecho que conectar el Atlántico con el Pacífico?
0:00:38 No lo hay, el que hay es casi inútil, porque hay un estrecho cuando ya hemos recorrido miles de millas marinas,
0:00:46 ya hemos casi dado la vuelta, ¿para qué queremos un estrecho allí?
0:00:51 Me refiero al estrecho en Magallanes.
0:00:53 Bueno, ahí ya es inútil, a 20 cuadras está el Termino del Continente.
0:00:58 Bueno, los españoles ya habían captado de todos modos la proximidad que había entre un océano y otro en cierta región,
0:01:06 especialmente Balboa, o Bascunuñas de Balboa, que había hecho interesantes descubrimientos,
0:01:11 ya sea por 1513.
0:01:13 Bueno, los interesantes descubrimientos eran el Océano Pacífico, nada menos.
0:01:18 Él lo llamó Mar del Sur.
0:01:20 Mar del Sur.
0:01:22 Los geógrafos españoles no podían creer que se interpusieran entre los dos océanos unas tierras tan extensas,
0:01:31 sin el más mínimo estrecho, ¿no?
0:01:33 Las cartas, no sé por qué no lo podían creer.
0:01:37 Como si fuera inevitable que los mares tuviesen una interconexión.
0:01:44 Respuesta es inevitable.
0:01:46 Es inevitable.
0:01:47 Pero por razones que todavía en ese tiempo no podían sospechar.
0:01:49 ¿Qué estaba la teoría de la deriva?
0:01:51 Bueno, los geógrafos españoles los dejamos atrás, y Cortés mandaba cartas cada tanto a Carlos V,
0:01:58 y casi siempre hablaba sobre ese tema.
0:02:01 Una vez le escribió lo siguiente, tenemos aquí la carta.
0:02:04 ¿A ver?
0:02:05 El documento.
0:02:06 Su magista puede tener certeza de que han sido descubrir un estrecho secreto.
0:02:11 Bueno, no sé de qué manera iba a ser secreto.
0:02:14 Un estrecho secreto, lo debía hacer, por ejemplo, muy estrecho.
0:02:18 Para taparlo con ramas, con hojas, con papeles.
0:02:21 Como la instancia entre una mesa y otra de las pisceras de donde va a bar.
0:02:24 Bueno, pues pondré, seguía Cortés, sin hacerme caso, ¿no, presidente?
0:02:29 Todos los intereses y proyectos para realizar este gran objetivo.
0:02:33 Cortés ordenó que se preparara una expedición para buscar la conexión oceánica.
0:02:40 Ese expedición quedó a cargo de Cristóbal de Olid,
0:02:44 un oficial que había comandado una sección del ejército de Cortés.
0:02:50 Olid había nacido en Linares, una ciudad andalucía, en 1488, no importa.
0:02:56 Tenemos aquí también las instrucciones que le dio Cortés a Olid
0:03:00 para hacer la expedición en busca del estrecho.
0:03:03 Eran muy minuciosas.
0:03:04 Olid debía partir hacia el sur, hacia Honduras,
0:03:08 y establecer allí, en Honduras, una colonia de la cual saldrían expedicionarios
0:03:13 en busca de aquel paso, del misterioso paso.
0:03:17 Cortés ordenó que no se produjera muertes de indios,
0:03:21 que se buscara solo oro y plata, etcétera.
0:03:25 Porque había informes que aseguraban que aquel país estaba lleno de oro,
0:03:28 tan lleno que los pescadores usaban plomadas de oro para las redes, es decir, oradas.
0:03:35 Otra orden de Cortés, decían que los clérigos que participaban de la expedición
0:03:42 debían predicar y que no debían consentir, no consistir, en zodomías y sacrificio.
0:03:49 No llegó a la instrucción, pareció.
0:03:51 Otra orden de Cortés indicaba que se destruyeran todas las casas
0:03:56 en donde los indios encarcelaban a sus enemigos, según él, para engordarlos y comérselo.
0:04:02 Tenía muy claras las cosas.
0:04:06 Y por último, en todas partes, ya como rúbrica, debían levantar cruces.
0:04:11 Muy bien, Cristóbal de Olírd se despidió amistosamente de Cortés,
0:04:15 el 11 de enero de 1524, anduvo primero por tierra hasta el Golfo de México,
0:04:21 es decir, no marchó hacia el sur, pero de allí navegó hasta la Habana,
0:04:25 hizo un escale y después sí, se fue para Honduras.
0:04:28 Pero, acá entre nosotros, ahora que estamos solos,
0:04:32 Olírd empezó a prestar cada vez menos atención en el paso interoceánico.
0:04:39 Resulta ser que en la travesía, este hombre, sí, su amigo,
0:04:42 di un señor llamado Pedro de Briones, que iba en su compañía como maestre de campo.
0:04:48 La crónica dice que Briones era un hombre inquieto, discolo y turbulento,
0:04:53 que tentó a Olírd con las riquezas que podía encontrar en Honduras.
0:04:58 Digamos que en aquella travesía, no sólo Pedro de Briones, sino muchos otros hombres,
0:05:02 tuvieron la esperanza de independizarse del trato que Cortés les había impuesto en México.
0:05:07 Parece que Cortés los trataba mal.
0:05:10 Y primero les quemos los barcos de entrada.
0:05:11 Claro, dice, independicemos, no, es así.
0:05:15 Bueno, Olírd entró en el litoral hondureño, dispuesto a traicionar a cualquiera
0:05:20 y quedarse con lo que encontraba. Entró en cualquier componente,
0:05:23 le decía un cartel que tenía codas.
0:05:25 La expedición de unos 160 neatos tuvo problemas.
0:05:31 Anduvieron por el barro, se le hundía los caballos, les agarró el paludismo, les agarró.
0:05:37 Había unos mosquitos del tamaño de mixto Javeleros,
0:05:40 especialmente en una costa que pasó a llamarse costa de los mosquitos.
0:05:45 Olírd estableció una colonia en un lugar llamado Naco,
0:05:50 dijo que era una jurisdicción independiente y se proclamó ahí nomás gobernador.
0:05:54 Muchacho, me elegí gobernador.
0:05:56 Crió que su distancia de México le permitiría quedarse allí con tranquilidad.
0:06:02 Mientras tanto,
0:06:06 lo mejor,
0:06:08 mientras tanto, Cortés esperaba noticias.
0:06:12 Pasó casi un año y nadie le decía nada,
0:06:15 ni le traía resultados de la expedición, no había estrechos de cubiertos, ni oro, ni nada.
0:06:21 Supo al fin que había sido traicionado porque un hombre, llamado Gonzalo de Salazar,
0:06:27 que había participado en la expedición de Olírd,
0:06:32 ah no, es que lo había conocido a Olírd en La Habana cuando él hizo el Calagí,
0:06:37 escuchó ya en La Habana cómo se había empezado a fraguar la desobediencia.
0:06:44 Dice que te parece, si lo traes, nada, vamos a ver.
0:06:46 Vamos a fraguarla de su obediencia acá.
0:06:48 Exacto, y viajó a México para alcahuetearle a Cortés.
0:06:52 Cuenta Bernal Díaz del Castillo, que siempre cuenta todo.
0:06:55 Todo lo que sabemos nos lo contó Bernal Díaz del Castillo.
0:06:58 Cuenta bien Bernal Díaz.
0:07:00 Cuenta que Cortés le ordenó a su primo Francisco Las Casas,
0:07:04 que buscara a Cristóbal de Olírd y lo llevará hasta México.
0:07:07 Entonces Francisco viajó en una tropa, pero no le fue bien.
0:07:10 Naufragó y cayó él mismo en manos de Olírd.
0:07:14 Yo, en manos de aquel a quien había venido a encarnar.
0:07:17 Otro hombre ya no ha enviado por Cortés sino directamente por la corona,
0:07:21 llamado Gil González Dábila, también cayó preso cuando intentó romper aquel pequeño
0:07:26 Estado que había formado Cristóbal de Olírd.
0:07:28 Estos dos prisioneros, estaban juntos en una celda
0:07:34 y no tenían una vigilancia demasiado pesada.
0:07:38 Como eran hombres de alcurnia, Olírd les permitía cenar con él
0:07:43 y todos conversaban sobre Cortés, sobre las primeras incursiones
0:07:46 que los tenían en un mismo bando.
0:07:49 Esas conversaciones se repitieron mucho y la verdad que al final la vigilancia
0:07:53 ya se había relajado por completo.
0:07:55 Un domingo a la noche los dos prisioneros dijeron,
0:08:00 ésta es la nuestra.
0:08:01 Empezaron a escabiar,
0:08:03 tomaron tanto vino que se agarraron una borrachera padre.
0:08:07 En determinado momento Olírd fue atacado por las casas
0:08:12 que hundió en la garganta un cuchillo de escribanía.
0:08:15 Por eso no conviene invitar a personas a cenar a las escribanías.
0:08:22 González Dábila participó del asunto iriendo a Olírd con una jarra,
0:08:30 pero Olírd no murió.
0:08:32 Miren si se lia.
0:08:33 Salió corriendo, que es lo que hubiera hecho yo,
0:08:37 incluso antes de que me asesinaran con un cuchillo de notario
0:08:42 y consiguió huir al monte, que era todo.
0:08:46 Para cualquier lado que rajara se era el monte.
0:08:49 Los guardias estaban desprevenidos y las casas y González Dábila
0:08:54 amenazaron de muerte a todo el mundo y los hombres de Olírd no reaccionaron.
0:08:58 Las casas de Dábila se hicieron dueños del lugar
0:09:01 y los guardias aceptaron las órdenes de ellos,
0:09:04 al igual que habían aceptado las órdenes de Olírd.
0:09:08 Bueno, poco más tarde ordenaron la pena de muerte
0:09:11 a cualquier persona que supiera de Olírd y no dijera dónde estaba.
0:09:16 Un clérigo se presentó pidiendo,
0:09:20 tenga mano, dijo el clérigo,
0:09:22 pidió por Olírd, por la vida de Olírd,
0:09:27 y antes de entregarlo.
0:09:30 Yo le voy a decir dónde está Olírd, pero perdónenle la vida, etc.
0:09:34 Lo que hicieron fue apretar al clérigo hasta que escupió,
0:09:37 el clérigo escupió todo.
0:09:39 Cristóbal de Olírd fue hallado,
0:09:42 primero le curaron las heridas y después lo degollaron,
0:09:46 por desobediencia, ambición e ineficacia en las dos anteriores acciones.
0:09:54 Eso fue en el año 1524, cuando Cristóbal de Olírd tenía 36 años.
0:09:59 Esa fue la historia de esta traición
0:10:02 y la moralega sería que si tenés a dos hombres prisioneros,
0:10:06 no vebas con ellos porque podrían matarte con un cuchillo de escribano.
0:10:10 La moralega es real pero no muy elegante.
0:10:16 Yo sé, Jorge, que es muy difícil dedicar esta charla,
0:10:18 porque son dos traidores, alcabuentes.
0:10:21 Me venía gustando el clérigo, pero...
0:10:24 No, se me ocurre, Alejandro.
0:10:25 Lo dejo dedicar a Hueste.
0:10:26 Sí, me permite.
0:10:27 Se me ocurre que, efectivamente,
0:10:29 frente a esta traición que no precisa,
0:10:30 estimulo alguno y menos aún en la parte de los días que corren,
0:10:33 y los que corrieron también,
0:10:35 está pensando que ha sido donde aparece un obstáculo
0:10:38 que hace que algunos salgan a conquistar el mundo
0:10:42 y de pronto a traicionar a sus superiores,
0:10:44 los que los han enviado como el miserable de Olid.
0:10:46 Es interesante esa gente que frente al obstáculo
0:10:48 decide cómo resolver esa cuestión.
0:10:50 Y pienso en un fulano frente a cuya tumba
0:10:53 hemos estado juntos en el cementerio de Perlachez, en París,
0:10:56 que es el amigo sardinán de Lesèps.
0:10:58 Algo dijo, macho, hace falta un canal, lo hagamos.
0:11:01 Y después en otro hombre vinculado a este historial...
0:11:03 Estuvo en los dos canales de Lesèps.
0:11:06 El de Panamá no le salió.
0:11:07 El de Panamá, claro, exactamente.
0:11:09 Y después en otro hombre que, una vez hecho el canal
0:11:12 y una vez el paso, porque así son los imperios,
0:11:14 decidió que había que terminar con esa historia
0:11:16 que una vez que habían tenido los panaméneos,
0:11:19 que separarse de Colombia, hacer el canal, etcétera,
0:11:21 se iba a crear los gringos.
0:11:22 Ese hombre es el general Torrijos.
0:11:24 Aquí también se merezca una dedicatoria así,
0:11:26 porque, mira, la hora de brindar y de festejar
0:11:28 se me emborracho, pero no por miserables y traidores.
0:11:30 Bueno, entonces, escucharemos el tango que se llama
0:11:34 Esta noche me emborracho.
0:11:38 Al oír la letra, una enseguida se da cuenta
0:11:40 de que están hablando de Dábila, de las casas y de Oolí.
0:11:44 ¿De qué otra cosa?
0:11:46 No, me parece que de penas de amor, se emborracha.
0:11:48 Eso es lo que usted se cree, porque no sabe interpretar.
0:11:51 La conspiración qué es?
0:11:52 La conspiración es, la tremenda,
0:11:54 usted está en una conspiración que va a decir,
0:11:56 Estoy conspirando contra Cortés, ¿no?
0:11:58 No, estoy conspirando contra Cortés.
0:11:59 No, te dice, oh, no, no, no, no, no.
0:12:01 Y que sabe leer entre líneas.
0:12:03 Pero es que entre líneas, en vez de...
0:12:04 Que sabe leer entre...
0:12:07 Rápidamente.
0:12:08 Entonces, ahora escucharemos la versión de Hugo del Carril,
0:12:14 de esta noche me emborracho.
0:12:17 A verá.
0:12:38 Dos cuartas de cogote, una fecha de helescote,
0:12:43 bajo la nube,
0:12:46 chueca vestida de fevetas,
0:12:49 deñida y toqueteando,
0:12:52 sobe nube.
0:12:55 Parecía un gado de estrumado,
0:12:58 postarel do al compadrear el puro cicotío.
0:13:03 Yo qué sé cuando no aguanto más,
0:13:06 al ver la cirra que fue al dolorar.
0:13:11 Y pensar que hace diez años,
0:13:18 o en mi locura,
0:13:22 que llegué hasta la traición,
0:13:28 por su hermosura.
0:13:31 Cierto que hoy es un cascargo,
0:13:34 fue la dulce metedura,
0:13:36 donde sofer di el honor.
0:13:41 Que chiflao por su vesesa,
0:13:43 le quiten para la vieja,
0:13:45 me inserto en el pechado.
0:13:49 Que qué ves sin un amigo.
0:13:54 Y viví de mala fe,
0:13:58 en vez tu poder rodilla,
0:14:01 sin borales,
0:14:02 yo me digo,
0:14:04 cuando se fue.
0:14:09 Nunca soñé que la veringa,
0:14:14 ven un réclico,
0:14:15 y empaje tan cruel como el peor.
0:14:20 Ella si no es pa' suicidarse,
0:14:23 que por ese cachivar,
0:14:25 sea lo que so,
0:14:28 que venga en sala del tiempo,
0:14:31 que le hace ver desecho,
0:14:34 lo que uno ama.
0:14:37 El tencuinfromiento,
0:14:39 tanto mal,
0:14:40 que si lo pienso,
0:14:42 más hermillo envenenado,
0:14:45 y esa noche me incorrezo bien,
0:14:48 me mando bien,
0:14:51 mamo,
0:14:52 pa' una persa.
0:15:00 Era hugo del carril en la venganza,
0:15:02 será terrible,
0:15:04 esta noche me emborracho.
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