La verdad una porquería el programa de TN: pinti asintiendo permanentemente los comentarios de Dolina, y Dolina agazapado esperando para meterle un zarpaso.

Los dos invitados son interesantes, pero incompatibles para una charla con buen timing.

Párrafo aparte merece la pelotuda de la Santillán: que seguramente colaboro mucho para que ambos artistas se sintieran incómodos. Mejor que se dedique a espantar burgueses en el noticiero con el payaso de Biassatti.