Han tallado las patas de sus camas, de sus mesas y de sus altares; los que no tienen cualidad y/o calidad de mencionables, están debajo; donde cuelgan las cobijas, los manteles, los símbolos. Libres, para hacer lo que quieran.
No arrojen migajas ni caramelos ni chistes ni perdones - debajo - no los comerán ni recogerán. Y si acaso han dejado un espacio para ellos - o para la foto - no lo ocuparán. Están, porque son ( aunque no los registren "por debajo de la mesa" ) No son sirvientes del sexo, ni mozos, ni monaguillos.
Los "mencionables" registran sus propios guiños. Los no mencionables, los de ellos.
Siempre es bueno un cumpleaños, si se siente amor, si se inspira amor; si sucede en un tiempo de dos o en dos tiempos de uno.
Si Hawai es apenas el rostro de un gigante sumergido de 10.000 metros, aún más alto que el Himalaya. Si de esa corte pétrea detenida, hubo semidioses, hubo magos del amor, curadores naturales del conocimiento de un secreto vivir, cuyos nombres se olvidaron y, aún los hay, ¡quién lo sabe!