Se han disfrutado ambos hasta el agotamiento...
Han sido tiernamente previsibles como un mutuo homenaje...
Han estado tan solos como cuando dos se funden hasta ser uno e inmediatamente surge un límite o un vacío que hay que resolver como saltar sobre el lomo de un veloz corcel que pasa a velocidad de carrera... y lo hicieron.
Es monótono el ir y venir de la pelota de tenis, el giro de las cabezas, el balanceo amoroso o el de la hamaca de la placita de la infancia, como el cielo a diez mil metros de altura... Lo que cuenta es qué sucede mientras tanto, mientras afuera "contiene" la monotonía, como en la base de la sucesión de una pirámide humana parece monótona la tarea - y debe serla, el mínimo cambio de "tono" y la pirámide se viene abajo.
Se han multiplicado en un hermoso público, un precioso teatro y multiplicaron el Ford Ka presentado en el Salón del Automóvil de Buenos Aires en 2015... Ahí no termina : ha comenzado un nuevo viaje, una nueva ruta.
En este programa ha vibrado Alma ("¡Almas... Compro almas... Llegó el Tentador patrona!")... No. De regreso del aprendizaje, repartiendo alma, decantada en sensitiva invitación ya no - ni aunque quisiera - en burlesca tentación.
No es una cuestión de número. En noches como esta, evidentemente no.
La dulzura, la belleza, de Romance de barrio y Bello abril, capaz de hacer recordar a la piedra que fue lava y... arder, ablandarse hasta volver al agua original... y llorar, de alegría y esperanza no de dolor. ¡Ah, el emblemático Every breath you take...!
Entrañable programa. Honrados los ángeles.