Solo al sur aun hay tiempo, mas allá quedan las risas idiotas que arruinaron todo.
Instalar la necesidad como la única hambre verdadera.
Tengo suerte de llevar al hombro las cosas que me hacen torpe, la suerte de poder dejarlas al dormir, y la cobardía de no abandonarlas al despertar.
Al purificar mi cara ya es tarde.
A veces, cuando estamos muy necesitados de libertad, en el instante posterior al sueño, sentimos que el mundo nos abandono.
Esa oportunidad momentánea ya no existe cuando comprendemos que la tuvimos.
Es el instante previo a saber de donde son esas paredes.
La comprobación de la lucidez mental antes del somnífero despertar al calor del aburrimiento.
Pero un vistazo a la alternativa deja la desazón de la enorme distancia.
Reconocer la cueva es recordar que tan derrotados entramos en ella.
A pesar que no le gusta a Barton y a Dolina, buen findes.
Ricardo Ebook el sábado, 02 de octubre de 2010 a las 02:40 PM
en La venganza será terrible del 01/10/2010 dijo: